Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

FAVORITO (Jo Twincest) por Monnyca16

[Reviews - 102]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

CAPÍTULO 7


“Película”


Una semana más tarde.


—¿Esta? —Kwangmin alzó la caja de una película de acción. Youngmin echó un vistazo y estuvo de acuerdo —. ¿Está bien si no rentamos una de miedo?


Ese día Kwangmin quería conocer el lugar donde Youngmin rentaba películas. Dong lo había emocionado y ahora su nuevo capricho era ese: ver una película con Youngmin con un enorme tazón de palomitas de maíz.


Por otra parte, Youngmin no había rezongado, mejor dicho, estaba admirado de que ese día Kwangmin no le había agarrado la mano al caminar, y tampoco la ropa.


—Las de terror no te gustan —dijo Youngmin, arrebatándole la caja de la película de acción —. ¿Quieres ver esta, no? —Sacudió la caja y Kwangmin sonrió, soltando un sí como respuesta —. Entonces ésta está bien.


Sí, ese día también lo consentía de alguna manera. ¿Pero cómo no hacerlo si Kwangmin ya estaba dejando atrás algunas de sus manías inseguras?


—Gracias, Youngminie…


Kwangmin lo abrazó de repente, comprimiéndolo, y Youngmin no se lo quitó de encima. El pelinegro no dejaba de ser cariñoso en exceso, la diferencia ahora era que ya no le molestaba mucho. Algunas veces se preguntaba qué pasaría si Kwangmin dejaba de ser cariñoso, y no tenía idea, así que era mejor que siguiera con esa característica. De todos modos Kwangmin no se comportaba así con desconocidos, sólo con él y eso estaba bien; al menos ya tenía entendido cuáles eran los límites.


—¿Y vamos a comprar muchas palomitas de maíz? —Preguntó, ansioso, separándose de su hermano mayor para ver y escuchar su respuesta.


Youngmin no se negó y Kwangmin no paró de sonreír toda la tarde. Parecía el chico más estúpidamente feliz del mundo.


|_|


—Parece tu novia, como una damisela —Dong rió, susurrándole en el oído a Youngmin —. Antes lo querías correr incluso con la escoba, ahora le haces las palomitas de maíz —prosiguió, dándole dos palmaditas en el hombro.


Era cierto. ¿Cómo había pasado de ser un estorbo a un miembro más de la casa? No lo aceptaba, pero tampoco le disgustaba demasiado como para necesitar alejarlo de su propiedad.


Kwangmin respetaba sus cosas, sus gustos, era ordenado, y había dejado algunos hábitos que resultaban insólitos.  Simplemente recompensaba a Kwangmin por su cambio. ¿Había algo de malo con eso? Pensaba que no, pero  Dong actualmente lo molestaba con la misma cantaleta. Sabía que eran comentarios de broma, pero era mejor mantenerlos mentalmente.


—Sabes bien que se ha portado bien todo este tiempo.


—¡Vamos, Youngmin! No lo niegues, ¡te has encariñado con el pequeño!


Youngmin rodó los ojos, irritado.


—Kwangmin es muy adorable, y se ha ganado tu aprobación. Admítelo, hablemos sinceramente.


Youngmin soltó un bufido.


—No se la ha ganado por completo. Él sabe muy bien que quedarse aquí no es un juego. Además todavía puedo cambiar de opinión y echarlo.


—¿Podrías? ¡No lo creo! Lo cuidas demasiado —canturreó,  con los brazos en jarras.


—¿Cómo no hacerlo si en algunas cosas es muy descuidado? —Complementó, defendiendo su punto. Dong soltó una risotada y respiró profundo, casi en exceso.


—Lo ves. Según tú quieres cambiarlo y lo consientes más. No lo dejas si quiera convivir conmigo —reprochó, mordiéndose el labio inferior—. ¿Qué tal si te vas mañana y me dejas convivir con él?


—¿Quieres pasar tiempo con él? —Cuestionó, impactado ante la propuesta inesperada.


—A Kwangmin le vendría bien alejarse un poco de ti y tú de él. Se nota que depende mucho de ti todavía, sería bueno que se acostumbre a no estar contigo todo el tiempo. ¿Qué dices?


—¿Y a dónde voy a ir, según tú?


—A una cita. ¿Le hablo a Miriam?


—¿La vecina?


Dong Hyun ensanchó su sonrisa, y animoso, añadió:


—Está muy bien para tu gusto y aceptará de inmediato.


Youngmin dudó por un breve segundo, luego estuvo de acuerdo. Hacía mucho tiempo que no salía  a una cita y con Kwangmin en casa no tenía ni tiempo, pero si Dong se ofrecía a pasar tiempo con él, aceptaría. ¿Por qué no?


—Entonces encárgate de esa cita.


—¿Una cita? —Kwangmin apareció de pronto, asomándose por la puerta de la cocina.


Youngmin oyó el microondas sonar y fue a sacar la bolsa de palomitas para poner otra e ir llenando el tazón. 


—Sí, Youngmin  mañana tiene una cita con la vecina. —Dong fue hasta Kwangmin y lo llevó hasta la sala de estar —. Mañana tú y yo podemos ir al cine y luego a comer pizza ¿quieres ir?


Youngmin desde la cocina escuchó la conversación de aquellos dos y, sorprendentemente, Kangmin sonaba muy animado. Cinco segundos más tarde Dong Hyun se despidió y los dejó con la película puesta en pausa.


Cuando el tazón de palomitas estaba repleto, Youngmin fue a la sala, apagó las luces y se sentó junto a Kwangmin.  Sujetó el control remoto y quitó la pausa, luego descansó la espalda. Estaba cansado. A su lado Kwangmin tenía el tazón de palomitas en las piernas, con las piernas pegadas a las suyas.


Kwangmin estaba feliz. Y él bastante orgulloso de que Kwangmin la pasara bien.


Esa tarde Kwangmin le dio palomitas a Youngmin, con cuidado, alimentándolo, sin quitar la vista de la televisión, tan tranquilo pero al mismo tiempo tan adorable. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).