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En la tardanza está el peligro... por Jess1406

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*golpes en la puerta*

No podía simplemente estaba tan absorto en mis pensamientos que no estaba pendiente de mi alrededor, así que por consecuencia no escuche que llamaran a la puerta.

-Hey! Medicucho, ¿está todo bien?- al parecer era Roronoa-ya. Me puse de pié y abrí la puerta.

-¿Qué quieres?- estaba irritado, el no hallar una respuesta, por mas vueltas que le diera al asunto sobre mugiwara-ya me tenia de mal humor.

-Nada, cejillas me mandó a decirte que vayas pronto a comer, en mi opinión puedes morirte de hambre - dicho eso se dio la media vuelta, no sin antes dedicarme una sínica sonrisa y... tomando el camino contrario, suponiendo que se dirigiera de nuevo hacia la cocina.

- Oye... La cocina es hacia la otra dirección - le dije mientras señalaba la dirección a la que debía de ir.

- ¿!Qué!? de nuevo los pasillos se mueven - dicho eso tomó la dirección que le había indicado. Me reía a carcajadas internamente, era amenazador, eso ni quién se lo quite, pero era un idiota sin orientación que se perdía en su propio barco. Entre de nuevo a la habitación y me coloqué mi característico sombrero, al tocarlo me recordaba a bepo, tan suave y esponjoso, extrañaba recostarme en él. Una vez que ya me lo había puesto salí y tomé dirección hacia la cocina, al asomarme por el marco de la puerta vi que faltaba mugiwara-ya, me extrañó, nunca llegaba tarde a una comida, así que me dirigí hacia su camarote, que estaba dos puertas después del mío, antes de llegar noté que algo, una sombra salia de la habitación, una sombra, apresuré mi paso y al llegar no había nada, ni nadie. Aun así utilicé mi habitadas para cerciorarme, tenia una mal presentimiento.

- "Room" "Scann" - nada, que extraño, juraría haber visto algo. No importa, me giré hacia la puerta y era estaba abierta, me pare en el marco de la puerta y miré.

La habitación estaba oscura... Demasiado. ¿Porqué?, me acerqué hasta la cama y noté un líquido que la rodeaba, era viscoso y me era incómodo caminar sobre él, me incliné para tomar un poco de eso que tenía a mis pies con el índice y el pulgar, lo froté, seguía siendo un poco espeso para ser agua y mis años como médico me decían inconscientemente que éste líquido era sangre, por su textura, consistencia y olor ligeramente metálico, me enderecé y seguí acercándome a la cama, algo en mi me decía que no sería una linda vista la que tendría. Pero aún así seguí acercándome, hasta que topé con la cama la cual igual estaba empapada de ese liquido viscoso y que ahora con esos pocos rayos de luz, se veía que era oscuro. Había un cuerpo sobre la cama, ya sospechaba de quien era, estaba inmóvil, su pecho subía y bajaba con lentitud, movió la cabeza y pude ver como estaba totalmente rasguñado como si lo hubieran hecho con navajas o algún objeto punzo cortante. Quien fuera el que lo atacó sabia de su habilidad y fuerza, ya que se había tomado la molestia de esposarle las manos con kairouseki, dejé de analizar la escena y me acerqué a él.

- ¿Mugiwara-ya?- no respondió, lo único que hizo ante mi llamado fue temblar. Dios, estaba muy herido ya viéndolo de cerca y eso ya explicaba el porqué de tanta sangre. Lo levanté de la manera más delicada que pude, claro sin tocar las esposas de kairouseki, y me lo llevé a la enfermería, ¿cuánto tiempo había pasado que sus nakamas ni siquiera aparecían, qué acaso no les extrañaba su ausencia en la comida?. Al salir de esa oscura y ensangrentada habitación pude ver la razón por la cuál sus nakamas no se habían presentado. Habían acorralado a alguien encapuchado y en ese momento Roronoa-ya le estaba sometiendo con 2 de sus katanas, con una en su cuello y otra en dirección a su corazón, un movimiento en falso y lo matarían, Nico-ya lo tenía inmovilizado con dos manos en sus tobillos y no se notaba del todo pero tenia de igual manera un par de manos tomando sus muñecas, Nariz-ya estaba en su pose de ataque, listo para disparar, pero sus piernas temblaban cual gelatinas, con trabajo y sostenía su propio cuerpo, Nami-ya tenía preparada una Thunder-Charge, Huesos-ya tenia su espada desenvainada. Kuroashi-ya fue el único que volteó hacia donde me encontraba, debido a que sintió mi presencia con si haki de observación ya que era el que mejor desarrollado lo tenía, era el que mejor sabia usarlo en este barco, claro después de mugiwara-ya.

- Luffy!! ¿Qué le ha pasado? - se notaba preocupado, con el simple hecho de haber gritado el nombre de su capitán todos los demás voltearon, menos Nico-ya y Roronoa-ya que se encontraban inmovilizando al sujeto.

- Lo mas seguro es que este individuo lo haya atacado, necesito que alguien que no sea usuario me venga a ayudar, tiene esposas de kairouseki, de preferencia...- no pude continuar ya que ese tipo gritó.

- ¡Si hubiera cedido no le habria hecho nada!¡ pero el muy idiota con todo y las esposas se resistió! Jajajajaja, ¡fue por su estupidez que terminó así!...- no terminó de decir lo que estaba gritando ya que Nico-ya le aplicó un "Cluch" y lo dejó noqueado en el piso. En automático Roronoa-ya se giro y su cara se des encajonó cuando vió a su capitán en ese estado.

- Yo te ayudaré, cortaré las esposas - De un momento a otro Roronoa-ya estaba a mi lado empujando me hacia la enfermería, me acoplé a su paso e igualmente me dirigí a la enfermería, ahora sin ayuda de los empujones de Roronoa, llegamos lo mas rápido que nuestras piernas nos permitieron a la enfermería del barco, lo recosté en la camilla y extendí sus brazos por encima de su cabeza dejando sus muñecas al descubierto, sin que le dijera nada Roronoa-ya desenvainó una de sus katanas y con un certero sablazo liberó las muñecas del pequeño pelinegro. Acto seguido se acerco le acarició la cabeza de una manera casi maternal y salió no sin antes dar un último vistazo a su capitán que descansaba, si podía llamarse le así, sobre la camilla. Una vez que se hubo retirado comencé a revisar a mugiwara-ya, tenia diversas cortadas y la mayoría eran bastante profundas, no tenía el mismo equipamiento médico que en mi submarino, pero había mas de lo esencial, así que tenía con que trabajar. Ya lo había visto en un estado parecido a éste y ya habían pasado dos años desde que ocurrió, pero el evento estaba tan presente en mis recuerdos, como si hubiera pasado hace poco. Me concentré en lo que tenia que hacer, había perdido mucha sangre, demasiada como para que siguiera vivo, pero éste mocoso no dejaba de asombrarme, seguía luchando para aferrarse a la vida igual que cuando su hermano murió, claro que ahora tenia muchas dificultades menos, esta vez podría despertar de manera tranquila sabiendo que todos sus nakamas estaban bien, tomé las gasas y luego de haber cauterizado todas las heridas profundas comencé a vendar lo, al terminar lo conecté a una transfusión de sangre, suerte que Tanuki-ya tenia respaldos de la sangre se sus nakamas, eso había sido muy precavido por su parte. Al terminar de atenderlo acomodé una silla aun lado de la camilla, y me quedé esperando a que despertara, no se porque lo hacía pero desde la primera vez que lo traté, de manera médica, me fascinaba verlo dormir, se veía tan tranquilo y sin ninguna perturbación, que me relajaba el verlo, no se desdé cuando comenzó éste sentimiento, o tal vez siempre lo he tenido pero era demasiado pequeño y sutil como para hacerse notar... ¿En qué estoy pensando?, creo que ya estoy delirando, tanto pensar me está haciendo mal. Me puse de espaldas a la camilla y sin quererlo me quedé dormido.

POV. Luffy.

Abrí mis ojos me dolía todo el cuerpo, ¿qué ha pasado?. Miré a mi alrededor, estaba en la enfermería y aun lado de mí estaba Torao, se había quedado dormido. Aun durmiendo se veía molesto, eso es extraño, ni siquiera Zoro cuando duerme se ve así, con el ceño fruncido y los brazos cruzados dándole una apariencia de irritación. ¡Ya se!, me acerqué a él de manera lenta, ya que me dolía a horrores el cuerpo y lo peor es que no recordaba como fue que quedé así, seguí tratando de acercarme incluso el ser de goma no me ayudaba, estaba muy herido. ¡Al fin! Le toque el rostro con una mano su barba me hacia cosquillas en la palma.

-shishishi....- poco a poco posé mis dedos sobre su ceño y lo empujé, iba a volver a intentarlo cuando algo o mas bien alguien tomó mi muñeca.

- Con que ya despertaste, mugiwara-ya.- era Torao me sonrojé.

- To-torao - Sonreí nerviosamente me había descubierto en plena travesura.

- Parecías divertido, ¿ qué intentabas hacer? - me miró y alzó una ceja, dios, cada gesto suyo me hacia sentir raro, como cuanto estamos a punto de llegar a una isla nueva y mi corazón parece salirse de mi pecho, pero, éste sentir es mas intenso, mas profundo por así llamarlo, ¿qué será? No importa, le preguntaré a Robin o a Nami, seguro ellas saben que es esto que me pasa, o... Podría preguntarle a Torao, es médico, seguro él sabe que le pasa a mi corazón.

- Ah... Es que... Te veías molesto y traté de quitarte esa cara, pero no me dejaste ni intentarlo - hice un puchero y miré hacia otro lado, no podía mirarlo, ¡¿qué me está pasando?!, el simple hecho de verlo a los ojos me ponía nervioso y hacía que sintiera la cara caliente... Mmmm... Ahora que lo pienso hubo un tiempo en el que me sentí hací pero hacia zoro, fue en el tiempo en el que estuve viajando solo con él, pero con el tiempo esa sensación fue desapareciendo, la siento con zoro una que otra vez, como cuando lo veo entrenar o salir del baño solo con una toalla en su cintura, pero con Torao, por el simple hecho de mirarlo o que me mire me hace sentir así, sí, definitivamente hablare con Nami y Robin.

- con que quitarme el ceño fruncido, eh?, mugiwara-ya, no puedes cambiarla solo por presionarla un poco.-

- ¡¿EH?! ¿Porqué no?, con Ace siempre funcionaba, incluso con zoro -

- ok, ok. Deja me revisar te y cambiarte las vendas ¿si?-

- Está bien - levanté los brazos para que comenzará a quitarme las vendas, me dolió, hice una ligera mueca, y sentí como las frías manos de Torao comenzaron a hacer su labor, lo miré estaba muy concentrado, ¿en que estaría pensando?. Me lo quedé observando unos minutos y cuando me di cuenta de lo que hacia desvié el rostro mirando hacia el piso, donde estaban unas esposa de kairouseki... De un momento a otro muchas escenas comenzaron a llegar a mi mente, comenzó a doler me la cabeza y sentí como me desvanecía.

Fin POV Luffy

Comencé a sentir que el pequeño al que estaba atendiendo se tambaleaba. Así que levanté la vista y ¡boom! Sus labios se estamparon contra los míos... ¿Pero que...? Aun así no deshice el contacto, su boca tenia un sabor dulce, quería mas, así que sin preámbulos metí mi lengua dentro de su cavidad y comencé a recorrerla, hasta que caí en la cuenta de que el pequeño estaba inconsciente. Me separé y lo recosté, al instante me toqué los labios, se sentían cálidos y tenía un sabor dulce en la boca, no pude evitar relamerme. Era delicioso, definitivamente este chiquillo tenia algo que lo hacia irresistible. Iba a reanudar el vendar su cuerpo cuando la puerta se abrió.

- ¿qué crees que haces? - esa voz era inconfundible.

- ¿ Tú que crees? Pues cambiarle las vendas ¿que acaso estas ciego? -

-Eso ya lo se imbécil, lo que me pregunto es ¿porque estas como si te fueras a tirar sobre de él?- y extrañamente, era cierto, estaba con un pie sobre el piso y me sostenía con la rodilla, que estaba sobre la camilla. Me sonrrojé .

- Estaba por hacerle una revisión, ¿o es que tu mente estaba creando otra escena?, maldito voullerista.- lo miré con una sonrisa socarrona lo cual hizo que se sonrojara también.

- Cla-claro que no, no soy un pervertido como tú- su comentario me hizo gracia, ya me habían dicho eso muchas veces. - En fin, ¿cómo está luffy, se recuperará pronto?-

- sí, solo son cortes superficiales, pero son profundos, al estar esposado con kairuiseki hizo que su cuerpo quedara aún más dañado. Pero estará bien- mire a Mugiwara-ya aún dormido y le acaricié el cabello.
- Está bien, vete a comer, yo cuidaré de él.- dicho esto se sentó en la esquina más cercana a la camilla. ¿¡Quién se creía este para darme ordenes?!, si había algo que odiaba más que la suciedad, eso eran las ordenes.

- No, yo me quedaré aquí hasta que despierte, así que tu lárgate, no tienes nada que hacer aquí ¿o es que ibas a hacerle algo en mi ausencia?- de nuevo se sonrojó, jajajaja, esto era divertido.

- Bien como quieras, pues entonces igual me quedaré aquí hasta que despierte- iba a contestar cuando un grito desde afuera me hizo callar. - ¡MARIMO!- sonreí victorioso. - Roronoa-ya, creo que te están llamando- se levantó de donde estaba.

- ¡YA VOY! ash, maldito cejas de sushi- antes de salir me miró de una manera fulminante y se fue. Suspiré ese idiota hacia más pesada la tarea de entender lo que sentía hacia ese mocoso. Miré hacia la camilla y vi cómo se removía en sueños el pequeño.

-¡NO! ¡DEJA ME!- y comenzó y sacudirse de manera violenta en la camilla, me acerqué de una zancada a él y traté de calmar lo cosa que no fue nada sencilla, tenía una fuerza descomunal.

La puerta se abrió y de ella entró de nuevo Roronoa-ya quien con una velocidad impresionante derribó a Mugiwara-ya y con la misma lo abrazó contra su pecho y comenzó a acariciarle en cabello de manera tranquilizadora.

- Ya luffy, ya. Estoy aquí, puedes calmarte- el pequeño al escuchar y sentir a su espadachín se relajó y correspondió al abrazo.

- Zo-zoro...- comenzó a llorar- tenía miedo. Verlo así me partía el alma, pero al mismo tiempo me hacía hervir la sangre, me enojaba que no fuera yo al que ese chiquillo estaba abrazando y confesando sus temores. Me sorprendí cuando me di cuenta de lo obvios que eran mis sentimientos y de lo estúpido que había sido al ocultarlos y negarlos. Ahora, con esta escena los tenia claros.

- Lo se luffy, pero ya estoy aquí calma, no te pasará nada- me fui acercando a ellos tomé a mugiwara-ya del brazo. - ¿Torao?- las lágrimas aún escurrían por su rostro, aparté a Roronoa-ya de él de una patada. - "Room"-

- ¡oye! ¿¡Qué crees que haces!?-

- "Shambles"- nos tele transporté de la enfermería al submarino.

- ¿Torao?- lo miré, se veía delicioso, mi mente comenzó a nublarse, ya no pensaba con claridad, mis pensamientos y acciones estaban nubladas por los celos y el deseo, hacia ese pequeño sin modales, no podría con tenerme mucho más.

- Mugiwara-ya...- sin más atrapé sus labios en un necesitado beso, al cual sorprendentemente, correspondió

*CONTINUARÁ'*

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