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Elecciones equivocadas por SunaLove51

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Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen si no a Masashi Kishimoto.
 
Bueno aquí el nuevo cap. que ya tenía terminado, espero les guste!
 

 —Todos los implicados... A la dirección, ¡Ahora! —Grito el hombre sumamente exasperado.
 Los alumnos caminaron en fila india con la cabeza gacha y abriendo la marcha iba el líder de esa pandilla de revoltosos, un rubio de 15 años con el cabello aún más alborotado que de costumbre por la reciente batalla campal que se había desatado en el comedor.
 —Anko llama al padre de cada alumno —Ordenó.
 —Sí, Orochimaru-sama —Y se adelantó a su escritorio para acatar la orden.
 No habían pasado ni 30 minutos de ese llamado cuando una mujer se presentaba en la oficina como su tutora.
 —Lamento esto Orochimaru-san —Trató de poner su cara más compungida.
 —No quiero ser grosero Mitou-sama —Aunque su mirada decía todo lo contrario—. Pero una simple disculpa ya no basta. No es la primera vez que su hijo causa problemas a esta institución —Dirigió sus ojos al blondo que había sido el último alumno que se encontraba en el cuarto, luego de que el resto se fuera cada uno con su respectivo padre o tutor.
 —Naruto no es mi hijo —La pelirroja le lanzó una mirada despreciativa—, solo es un niño del cual mi esposo tuvo compasión —Esto dolió al adolescente.
 No era que Hashirama alguna vez lo hubiera hecho sentir mal y rebajado por esta causa, al contrario de su esposa que no perdía oportunidad para recordárselo y mirarlo como si fuera un intruso en su casa.
 Cuanto deseaba Naruto volver a ver al castaño, pero hacía más de un mes que este se había ido de viaje de negocios y no sabía cuando regresaría.
 —Como Ud. bien dijo, Hashirama-sama es su tutor y por eso también es su responsabilidad —La Uzumaki hizo un gesto de fastidio—. Por lo pronto, he decidido suspender a Naruto por una semana y como vuelva a repetirse un incidente similar quedara expulsado —El hombre de aspecto andrógino y lacio cabello ébano se paró para abrir la puerta, en señal de que no había más que discutir.
 — ¡Vamos! —Instó la pelirroja totalmente furiosa tomando a Naruto del blazer que formaba parte de su uniforme.
 El chico contuvo sus ganas de zafarse con brusquedad del agarre solo hasta que estuvieron en las afueras del edificio.
 — ¡Suéltame! —Tironeó.
 — ¡Ni lo sueñes! —Y de esta manera lo hizo ingresar en el auto y ordenó al chofer que los llevara a la mansión Senju.
 Luego de unos minutos de viaje en un silencio sepulcral llegaron a destino y al estar dentro de las paredes de la gran propiedad el enfrentamiento recrudeció.
 — ¡Ya me tienes cansada maldito niño! 
 — ¡Y tu a mí! 
 — ¡¿Cómo te atreves?! No eres más que un pordiosero que el idiota de Hashirama recogió por lástima —Dijo con todo el veneno que pudo inyectar en esa frase.
 —Prefiero ser un pordiosero y no una hipócrita —Contrarrestó el menor.
 — ¡¿Me estás llamando hipócrita?!
 — ¿Y cómo se le llama a una mujer que engaña a su marido? Oh, tienes razón, me equivoqué. ¡Se le llama "cualquiera"! —La palma de la pelirroja chocó con tanta intensidad contra el rostro del rubio que lo hizo caer sentado.
 Justo en ese mismo momento, Hashirama hacía su aparición desde lo alto de la escalera del salón principal donde se encontraban gritando.
 — ¡Mitou! —Corrió escalones abajo para ver si Naruto se encontraba bien— ¡¿Qué crees que haces?! —Le gritó.
 —Poniendo en su lugar a este mocoso —Dijo la mujer sin arrepentimiento.
 —Naruto —Este miró a Hashirama aún sosteniendo su mejilla—, por favor espérame en tu habitación. En un rato iré a verte —El más chico asintió y luego de pararse ascendió los escalones de dos en dos para que los otros no vieran como las lágrimas afloraban a sus ojos.
 — ¡Tú! —Se volteó a su mujer con la expresión más fría— Esto ya no puede seguir así. Si acepte seguir con esta farsa de matrimonio fue para poder obtener la tenencia de Naruto y porque me hiciste creer que podrías ser como una madre para él.
 — ¡Cómo podría ser la madre de alguien que me odia!
 — ¡No pones de tu parte para que eso cambie! No creas que no me di cuenta que en los últimos tiempos no pierdes la oportunidad de humillarlo cada vez que está en esta casa.
 —Su sola presencia me es insoportable, porque me recuerda que fue la excusa perfecta para que jamás me volvieras a tocar y sobre todo no me dieras hijos propios.
 —Sabes a la perfección que él no es el motivo para que no hayamos vuelto a tener sexo.
 —Por supuesto, como olvidar al otro —Pronunció Mitou con ironía.
 — ¡Basta! —El de piel morena se sujetó los cabellos— Si seguimos fingiendo estar juntos por tantos años fue porque no quería afectar a las acciones de la empresa y porque tu no querías quedar como una fracasada frente a la sociedad. Pero creo que es hora de que nos divorciemos.
 —jajaja —Se burló su esposa—. ¿Crees que dejaré que te libres de mí tan fácil? Es hasta que la muerte nos separe, Hashirama, ¿Oíste? ¡Y así será! —Salió aireada y decidida a no ceder.
 Hashirama ya había tenido esa discusión un millón de veces, pero en esta ocasión era diferente. Hace tiempo se venía planteando romper su unión con ella y lo que había visto fue la gota que derramó el vaso. No es que no sospechara de los malos tratos de Mitou hacia su hijo, sin embargo jamás había podido presenciar alguno como en esta ocasión.
 Se dirigió al cuarto del blondo y cuando estuvo frente a su puerta tomó valor y entró.
 —Esta es una de las razones por las que te pedí que me dejaras buscar un trabajo de medio tiempo —Dijo el rubio antes de que él hablara.
 —Y ya te expliqué porque me opongo —Respondió con calma al tiempo que se acomodaba junto al chico que le daba la espalda—. Si tuvieras uno, tus notas bajarían más de lo que ya están y tu conducta no te ayuda.
 —Y sí las subo...
 —Ya lo prometiste y tus notas no han mejorado.
 —Es porque los profesores me ignoran y hay un grupo de estudiantes que me tiene entre ceja y ceja —Confesó.
 —Esa no son excusas, Naruto.
 — ¡Es que no lo entiendes! —De pronto el menor volteó hacia él— Ella no me soporta y yo tampoco a ella y si tengo en que ocuparme pasaré la menor cantidad de tiempo aquí.
 —Podrías tomar algún curso que refuerce tus materias.
 — ¿Pretendes que se me funda el cerebro? —Preguntó Naruto con horror.
 Hashirama no pudo contener la risa. Cuanto agradecía tener a ese niño a su lado que lo hiciera sonreír a pesar de los malos tragos.
 —Solo deseo que tengas un buen futuro.
 — ¿Y mi paz mental no cuenta? Hashirama, sabes que no me gusta sentir que soy un mantenido. Quiero lograr algo por mi propia cuenta.
 —Termina tus estudios y te apoyaré en lo que decidas para tu futuro —El Senju no cedió y Naruto volvió a darle la espalda.
 Hashirama aún en esa posición lo abrazó.
 —Voy a divorciarme de ella...
 —Siempre lo dices y nunca lo cumples...
 —Esta vez será diferente —Naruto no dijo nada y Hashirama intuyó que no le creía.
 —Duerme que mañana tienes que ir a la escuela.
 —Estoy suspendido por una semana —El Senju exhaló.
 —Y castigado por un mes —El rubio solo se encogió de hombros y se recostó sin mirarlo.
 —Qué más da...
 Hashirama observó su espalda desde la puerta y la cerró. Cuán difícil era ser padre y aún así no se arrepentía. Quizá no le hiciera bien a su hijo, pero tal vez le acortaría su castigo. Tal vez podría pasar algo de tiempo con él en esa semana que el chico tenía libre.
 Mientras bajaba las escaleras, escuchó como su mujer recibía a su hermano.
 — ¿Lo puedes creer? Ese mocoso volvió a faltarme el respeto —Informó a su cuñado— Hay ocasiones en que creo que tu hermano solo lo acogió para molestarme.
 —Deberías calmarte, Mitou. Esto no le hace bien a tus nervios.
 — ¡La actitud de Hashirama no le hace bien a mis nervios!
 — ¿Ya estás informando a mi niñero? —Hashirama bajó y los enfrentó.
 —Esto no es una broma, hermano, ¿Cuándo dejarás de comportarte como un idiota? —Tobirama lo encaró.
 —Yo me pregunto, ¿Cuándo dejarás de meterte en MI vida y te buscarás una?
 —Cuando te comportes a la altura de lo que se espera de un Senju —Le respondió el peliblanco.
 Hashirama ignoró a su hermano menor y tomó las llaves de su auto. Pero dijo una última cosa antes de irse.
 —Para eso estás tú —Y dio un portazo.
 — ¡¿Lo ves?! Ya no lo soporto —Mitou se lanzó a los fornidos brazos de su cuñado.
 Este acarició su cabello.
 —Solo espera un poco más y arreglaré todo —Le susurró para luego besarla.
 
 Por su parte, Hashirama ajeno a esto y luego de una hora, estacionaba frente a un lujoso complejo de apartamentos.
 Bajó y contestó su celular.
 —Sí, ya estoy en la entrada —Colgó y un pelinegro bajó a recibirlo.
 —No te esperaba tan pronto  —Le sonrió con coqueteria.
 —Digamos que mi "hogar dulce hogar" no lo es tanto —Bromeó y subieron al ascensor.
 —Eso ya lo sé y agradezco por ello —Dicho esto llegaron al piso marcado.
 En él solo se hallaba un departamento muy lujoso y cuando ingresaron, el moreno no perdió tiempo para atraer a Hashirama hacia su cuerpo.
 —Estás ansioso —Comentó el Senju.
 —Te extrañé —Y lo besó con desenfreno—. Déjame relajarte... —Poco a poco empujó al castaño hasta la pared más cercana.
 Sin mediar palabra despojó a Hashirama de su saco y abrió la camisa de un tirón para poder degustar sus pezones.
 —Ummm —Un bajo quejido se escapó de los labios de este.
 Lamió un poco más en esa zona y empezó a bajar dejando un rastro de saliba, hasta quedar arrodillado frente a su entre pierna. Con prisa y sin siquiera desabrochar el pantalón, bajó el cierre y corrió a un lado la ropa interior del más alto.
 —Creo que algo aquí necesita de una atención especial —Y luego de decir esto tomó el gran falo, que estaba a medio  despertar entre sus manos y comenzó a lamerlo.
 Su lengua recorría desde la base hasta la punta con lentitud y volvía a empezar la maniobra una y otra vez.
 —Ahhh —Hashirama se recostó aún más en la pared al invadirlo el placer.
 — ¿Te gusta? —Preguntó el pelinegro desde su posición, con mirada pícara.
 —Mucho... —Su amante sonrió.
 —Entonces esto te encantará —Metió el pene del mayor de lleno en su boca y comenzó un sexo oral desenfrenado.
 —Ah Unnmm Ahhh —Gemía el Senju y tomó un mechón de pelo para guiar a su amante en el ritmo—Creo... que a ti también te encanta... —Lo apartó para mirarlo.

 —El sexo contigo me encanta...
 — ¿Lo quieres? —Preguntó con lujuria.
 —Todo —Y sin más Hashirama tiró de él para arrojarlo al suelo, voltearlo y ponerlo en cuatro.
 —Entonces lo tendrás —Se colocó tras él de rodillas, bajó sus pantalones y lo penetró con fuerza.
 —AHHH SIIII... Más... MÁS —Gritaba fuera de sí.
 —Di mi nombre con respeto... —Las estocadas eran profundas y continuas.
 —Cógeme más duro... Dame... más... duro... Hashirama-sama...
 —Izuna... —Y luego de varios minutos y arremetidas sucesivas, acabó dentro del moreno conteniéndose de gritar el nombre de la persona que realmente llenaba sus pensamientos— "Madara...".
 
 
 
 
~°*°~°*°~°*°~
 
 
 
 La campiña Italiana se veía bellísima ese día, y desde esa alta torre podía ver como se extendía en todas direcciones.
 A lo largo de esos 4 años había conocido muchos lugares tan distintos unos de otros. Ciudades cosmopolitas y regiones exóticas y no se había privado de disfrutar de los placeres de la vida, rindiéndose a los excesos que esos sitios le pudieran proporcionar. Teniendo amantes de todas las razas y posiciones sociales y, sin embargo, jamás había vuelto a enamorarse. 
 Puso todo su empeño en olvidar y cuando creía que por fin lo estaba logrando, se encontraba nuevamente comparando a su amante ocasional con aquel que había sido su primer amor. Su único amor. Eso lo enojaba mucho, pues a pesar de no haber flaqueado en su determinación de no volver a verlo su solo recuerdo lo volvía frágil.
 —Tío... —Detrás de él se encontraba Itachi, su mano derecha y sobrino mayor.
 Al marchar de Japón, había dejado la empresa familiar en manos de Fugaku (su primo), padre de Itachi y Sasuke. Ellos eran su familia más directa (además de Izuna), y a penas la había tratado por desacuerdo en opiniones con este. No obstante, sabía que Fugaku era excelente en los negocios y que la fortuna familiar no sería dilapidada. Él, por su parte, se había hecho cargo de los negocios en el exterior y había evitado de esta manera volver a su tierra natal, negándose rotundamente a recibir cualquier noticia de su país de origen que no estuviera ligada con los negocios familiares. No obstante, las noticias se filtraban como cualquier rumor llegando a sus oídos y de esa forma se enteró, un par de años antes, que Hashirama seguía casado con Mitou e internamente se felicitó por no regresar, pues aún le dolía.
 —Tío... —Se giró y miró al pelinegro de cabello atado.
 —Lo siento Itachi, me perdí en mis pensamientos.
 —No, está bien —Este le sonrió con la característica sonrisa Uchiha—. Vine a buscarte porque necesitaba hablar contigo.
 —Habla —Le dijo con la misma sonrisa.
 Como todo Uchiha, se mostraba frío y orgulloso ante los demás. Pero cuando se trataba de los seres que amaba, sus defensas caían y era capaz de entregar su alma para protegerlos, así como de mostrar expresiones que no enseñaría a los demás mortales ni en sus sueños.
 —Se trata de Sasuke.
 — "Ahí vamos de nuevo..." —Pensó por enésima vez.
 Su sobrino menor era un mundo diferente a Itachi y que su primo se hubiera pasado la vida comparándolo con su primogénito no había contribuido a que su carácter mejorara. No podía negar su inteligencia (innata en los Uchiha cabe destacar), pero su comportamiento antisocial y carácter explosivo cuando invadían demasiado su espacio personal le traía problemas. Aún así, no podía evitar sentir una gran afinidad hacia él y que muchos le hubieran remarcado el hecho de que era casi su viva imagen en muchos aspectos lo divertía. Incluso lo hacía sentir nostálgico al recordar a su hermano menor, Izuna.
 Quizá fuera por esto que Sasuke parecía escucharlo más que al resto, incluyendo a Itachi.
 — ¿Qué hizo ahora? —Suspiró con cansancio.
 —Nada, pero considero que ya es hora de que salga del internado —Miró al horizonte—. Mantenerlo encerrado solo influenciará de forma aún más negativa y como mi padre ya no está... —Madara comprendió.
 Fugaku había muerto hace 7 meses y su mujer muchos años atrás. Y es por eso que se encontraba, de alguna forma, diciendo adiós a ese sitio que había sido su último lugar de residencia.
 Volvería a Japón a poner en orden las empresas y arreglar todos los papeles para hacer la sucesión de bienes para sus sobrinos, pues Itachi como tutor de su hermano menor se lo había pedido. En otra etapa de su vida, se hubiera negado por la mala relación que tenía con el resto del clan, pero al haber conocido más en profundidad a Itachi se dio cuenta que él era diferente a su padre, demasiado noble, honorable y leal para ser un Uchiha.
 —Ya lo sé, pasaremos por él al internado en Suiza y luego regresaremos a nuestro país —Miró en la misma dirección que el menor y murmuró—. Creo que ya es hora de enfrentar el pasado...
 
 Solo bastaron un par de semanas para dejar todo en orden y regresar. 
 Arribó al aeropuerto junto a sus sobrinos en plena madrugada, puesto que no quería que nadie se enterara de su llegada de inmediato y se subieron a un auto que la compañía había alquilado. Este los llevó hacia la mansión que había pertenecido a Fugaku y que próximamente sería de sus sobrinos.
 —A tu padre sí que le gustaba la opulencia —Miró alrededor al entrar en el gran salón decorado al estilo Luis XV.
 —Ya sabes que para él la apariencia lo era todo —Itachi comentó con un suspiro.
 —Es una de las pocas cosas en las que estaba de acuerdo con él —Agregó Sasuke que se había mantenido callado en todo el camino—. Después de todo somos Uchihas, no pordioseros.
 —Sasuke —Su hermano lo miró con reproche por el comentario elitista—, la posición social y el dinero no lo es todo.
 —Lo que digas. Me voy a mi habitación —Solo dijo el menor sin interés por la opinión de su hermano.
 —No te olvides que mañana debes despertar temprano para ir a tu nueva escuela —Le recordó Madara.
 Sasuke rechistó con fastidio y subió las escaleras.
 —No sé qué hacer con él... —Se preocupo su hermano mayor.
 Su tío se acercó y posó una de sus manos en el hombro del menor en señal de apoyo.
 —Déjalo, si le exiges que cambie o lo sobre proteges será peor. Debe madurar y entender ciertas cosas por su propia cuenta.
 —Lo sé, pero temo que salga lastimado en el trayecto.
 —Eso es inevitable. Las lecciones más valiosas se aprenden de los errores y el dolor —E Itachi supo que su tío sabía de lo que hablaba.
 —Bueno, me iré a dormir —Dijo Madara.
 —Yo me quedaré despierto un poco más.
 —Itachi, debes dormir. No creo que desvelarte tan seguido le haga bien a tu salud.
 —No te preocupes, solo media hora más para poner en orden los papeles para mi presentación de mañana —Le pidió a su tío y este aceptó, porque sabía lo importante que era para el otro dar una buena impresión ante los demás accionistas, aún cuando el confiaba plenamente en Itachi. No por nada lo había acogido como su mano derecha y había sido su mentor en cuanto a negocios.
 —Solo media hora —Aceptó el mayor.
 —No soy Sasuke y no tengo 10 años —Se rió.
 —Ya que no pude disfrutar de ti a esa edad y considerando que jamás tendré hijos, déjame tratarte como uno —Sonrió Madara a su vez.
 Su sobrino, como la mayoría del clan, estaba al tanto de su homosexualidad. Pero, a diferencia del resto, jamás lo había juzgado ni apuntado con un dedo por su elección.
 Dejó que Itachi se fuera hacia el estudio y subió hasta el cuarto que había sido dispuesto para su estadía. Lo habitaría por un tiempo y cuando confiara que Itachi podría con la carga de dirigir el clan, volvería a viajar. Sin embargo, sabía que para eso debería esperar un tiempo considerable.
 El resto de la noche durmió muy poco debido a la ansiedad que le produjo pensar en volver a los lugares que había frecuentado tanto tiempo atrás y más aún la posibilidad de cruzarse con gente conocida que no veía hace años. Pero por sobre todo con un castaño que no había podido olvidar.
 Se despertó y al mirarse en el espejo del baño se alegró que las ojeras, que siempre había tenido bajo los ojos, disimularan su fatiga. Tomó su baño matutino y bajó a desayunar encontrando a Itachi esperándolo.
 — ¿Y Sasuke? —Preguntó al no ver al más joven en la mesa.
 —Aún no despierta, ya envié a una de las muchachas por él —Le comunicó el otro.
 Comenzaron a comer cuando el menor bajaba con gesto irritado.
 —Maldición, no sé por qué demonios tengo que ir hoy a ese maldito colegio si estamos a jueves —Se quejó a la vez que tomaba su lugar en la mesa—. Tranquilamente podría empezar el lunes y nadie moriría por ello.
 —Es mejor que no pierdas ni un día más de asistencia —Aclaró Itachi.
 Su hermano refunfuñó, bebió un poco de café y no volvió a abrir la boca.
 —Tu hermano lo hace por tu bien —Comentó Madara.
 —Porque mejor no me dan la comida como a los bebés —Dijo sarcástico y se paró mientras tomaba su mochila—. Ya me voy, no tengo hambre.
 — ¡Sasuke!
 —Déjalo Itachi —Su tío negó—. Y tú, espérame. Te llevare porque debo hablar con el director —Le dijo a Sasuke.
 —Da igual —Salió y Madara tras él.
 Ambos subieron al auto y llegaron al Instituto Elite de Konoha en poco tiempo.
 Al bajar, como de costumbre, Sasuke captó la atención de todo el alumnado, en especial de las féminas.
 — ¿Quién será? —Decían algunas.
 —No sé, pero es tan sexy... —Cuchicheaban otras entre risitas.
 —Me importa una mierda quién sea. Se ve que es un estúpido marica —Comentaban alguno de los chicos.
 —Siempre lo mismo... —Dijo Sasuke con hastío.
 —Eso es parte de ser un Uchiha, el ser deseado y envidiado a partes iguales —Agregó Madara con diversión.
 —Creí que estabas de acuerdo con Itachi en eso de que los Uchihas "no somos tan especiales".
 —Jamás dije eso, solo que no es necesario alardear de lo que somos o tenemos —Lo miro con sonrisa ladeada—. Nosotros resaltamos naturalmente —Giró una de sus manos como si digiera algo muy obvio.
 —Cuanta humildad —Dijo el menor con burla.
 —Esa palabra no va con el apellido Uchiha —Esto hizo sonreír a su sobrino.
 —Es cierto —Concedió el menor y así llegaron a la oficina del director.
 —Soy Uchiha Madara —Dijo a la secretaria de este—, Orochimaru nos espera.
 —Un momento, por favor —Pidió la mujer—. Los anunciaré.
 Estos solo esperaron un minuto hasta que Anko salió anunciando que podían seguir.
 —Oh, amigo. Cuanto tiempo sin vernos —Saludo Orochimaru.
 —Es verdad, mucho tiempo —Madara abrazó a su viejo compañero de andanzas.
 —Y veo que has venido con nuestro nuevo alumno —El hombre miró a Sasuke que sintió un escalofrío.
 Madara se dio cuenta de esto.
 —No te preocupes Sasuke, a pesar de su cara de pedófilo a Orochimaru le van los ancianos —Rió.
 —Madara, que clase de respeto voy a inspirarle a Sasuke-kun con esa clase de comentarios —Amonestó el más pálido.
 —Pero es la verdad. Y hablando de viejos, ¿Cómo anda Jiraiya?
 —Ese vejestorio se fue de viaje —Orochimaru se cruzó de brazos molesto.
 —Y ya lo extrañas, ¿No? —Pinchó Madara.
 —Solo golpearlo...
 —Ummm... ¿Voy a tener que traumarme mucho más o ya me puedo ir? —Preguntó Sasuke ante tanto comentario desagradable.
 —Oh, perdón Sasuke-kun —Orochimaru lo dijo con burla—. Anko, mi secretaria, te dará el horario de tus clases y te indicará el camino hacia tu salón —Sin mediar palabras el Uchiha menor salió despavorido detrás de la mujer.
 — ¿Vez lo que provocas? Ni siquiera me pude presentar como es debido —Le reprocho el director a su amigo.
 —No me culpes de tu rareza —Contestó este con sorna.
 —Toma asiento —Y este así lo hizo—. Me enteré de que recorriste el mundo y hasta de que probaste cosas “diferentes” —Acotó con doble intención y malicia.
 —Cómo si tú no lo hubieras hecho.
 —Sí, pero de eso hace mucho tiempo.
 —Hasta que conociste a tu media naranja —Sonrió de lado Madara.
 —No me nombres a ese infiel...
 —Sabes que no lo es.
 —Pero lo fue.
 —Tú también.
 —Ummm...
 —Veo que sigues tan enamorado de él como en el comienzo, por lo que supongo que sigues siendo "soltero" a los ojos de la opinión pública —Madara dedujo.
 —No fue fácil seguir con lo nuestro a causa de mi cargo, pero que ese pervertido se labrara fama de mujeriego ayudo a que nadie dudara de nuestra amistad —Confesó mirando a través de la ventana— ¿Y qué me dices de ti? ¿Ya superaste tu obsesión por el Senju? —Tanteó.
 Madara al no contestar dio una afirmación silenciosa.
 —Ok, no lo hiciste —Orochimaru lo miró para ver que expresión ponía—. Hace un par de meses lo vi con su esposa en una reunión que organizó el colegio. Aunque debo agregar que no se lo veía muy feliz.
 — ¿Y debería aplaudir por eso? —Madara trató de sonar desinteresado.
 —Sé que por dentro estás festejando —Sonrió el director.
 —Que importa cómo me sienta, sigue casado de todas formas y eso es porque la ama. Incluso tienen un hijo por lo que estás diciendo.
 — Adoptivo. Ambos sabemos que en la alta sociedad las parejas no siempre están juntas por amor, Madara. Incluso corren rumores de infidelidad. Pero al ser una de las familias más influyentes, saben cómo tapar sus indiscreciones.
 — ¿Estás diciendo que Mitou le es infiel? —Esto le despertó curiosidad muy a su pesar.
 —Con múltiples amantes jóvenes. Incluso hubo un tiempo en que se decía que Tobirama hizo los honores ya que Hashirama no llegó a consumar el matrimonio —Esto asombró a Madara.
 — ¿No lo hizo?
 —Así se comenta. Pero claro, Hashirama tampoco fue un santo, porque se dice que tomó gusto por lo hombres —La actitud alegre de Madara desapareció al escuchar la noticia—. Te dije que no te fueras cuando se iban a casar, estoy seguro que si lo hubieras seducido habría caído ante ti.
 —Yo no soy plato de segunda mesa —Madara se paro dispuesto a salir.
 —No digo eso, solo que estoy seguro que hubieras podido arrebatarle a Mitou su marido —Este lo acompañó a la puerta y agregó—. Aún puedes...
 —Nos vemos, Orochimaru. Infórmame del comportamiento de Sasuke —Y se marchó sin responder a la insinuación del otro.
 —Te informaré de todo lo que sea de tu interés —Agregó con malicia y guardando para sí información extra— "¿Cómo reaccionarás cuando sepas quién es el amante preferido de Hashirama, Madara?"
 
 
 Regresó a la mansión sin dejar de pensar en lo que su amigo le había comentado. No podía creer todo lo que había escuchado. Bueno la parte de Mitou y Tobirama no se le hacía tan increíble, puesto que siempre los encontró traicioneros, pero que Hashirama hubiera cambiado tanto era impensable. De pronto se lo imagino en la cama con otro y los celos lo asaltaron con más fuerza que cuando lo veía con su novia, ahora esposa.
 Se lo imaginó con otro hombre en sus brazos, otro que debía ser él y el estrés sumado al cansancio del viaje en avión lo hizo tambalear.
 —Uchiha-sama, ¿Se encuentra bien? —Preguntó Shizune, el ama de llaves, acercándose para ayudarlo.
 —Sí, no te preocupes.
 —Quizá debería descansar un poco.
 —Eso haré, despiértame en un par de horas —Subió a su habitación a paso lento—. Debo acostumbrarme al cambio horario. 
 —Está bien —Esta hizo una reverencia y se fue.
 El creyendo que sabía lo suficiente y ahora se daba cuenta de cuánto había cambiado todo. Y sin poder evitarlo, más allá de sus celos, una tenue luz de esperanza brilló después de muchos años.
 
 
 
 
~°*°~°*°~°*°~
 
 
 
 
 El chico corría con todas sus fuerzas por los pasillos del prestigioso colegio.
 — "Maldición, no debí quedarme jugando a la play anoche" —Se repetía mentalmente.
 La semana anterior había vuelto a la escuela luego de que su tétrico director lo suspendiera y cuando eso sucedió, creyó que debería sufrir el martirio de estar castigado y, peor aún, tener que convivir con su "mami" adoptiva. Pero gracias al cielo (o al infierno, quién sabe), Hashirama había vuelto de su viaje de negocios y a pesar de que no había salido de su encierro los 3 primeros días, el resto de esa semana se la había pasado junto a él recorriendo la ciudad, saliendo a almorzar fuera, jugando con el mayor en diferentes lugares de video juegos, yendo al cine y lo más importante, disfrutando cada uno de esos paseos entre bromas y risas. Nadie más que él veía ese lado de Hashirama Senju tan abiertamente.
 No podía negar que desde que el Senju lo había acogido bajo su tutela había tenido que aguantar a la Uzumaki y sus malos tratos. Sin embargo, el cariño y la dedicación que Hashirama le daba lo compensaban todo y es por él que trataba de esforzarse para ser mejor y no decepcionarlo.
 Giró en una de las esquinas y vio la puerta de su salón que, segundos después, abrió adentrándose en él. No tuvo tiempo en reaccionar cuando por inercia se llevó por delante a alguien más y junto a este fue a parar al piso. 
 Por lo que pudo percibir, y luego comprobar al abrir los ojos, es que estaba en una posición comprometedora con su cara a centímetros del cuello de un pelinegro que para su sorpresa olía muy bien.
 — ¡Quítate de encima, maldito imbécil! —Masculló con rabia Sasuke mientras Naruto aún se mantenía en shock.
 — ¿Qué?... —Se echó un poco hacia atrás y sus narices rosaron.
 Sasuke abrió sus ojos con estupor por la cercanía de esos hermosos ojos azules.
 — ¡Que te quites! —Lo empujó con todas sus fuerzas, apartándolo a un lado.
 — ¡Oye, estúpido teme! —El rubio se paró de un salto.
 — ¡Alumnos, ya basta! —Gritó el profesor tratando de frenar la discusión.
 Sasuke también se paro, pero sacudiendo su uniforme con ademanes refinados.
 —El estúpido es otro... —Miró a la bestia que lo había llevado por delante.
 — ¡Vuelve a repetir eso! —Grito Naruto.
 —Si te sientes aludido tarado... —El moreno sonrió de lado— Eres un rubio es-tú-pi-do —Deletreó como si al otro le costara entender.
 El blondo recién lo conocía y ya no lo soportaba, por lo cual lo sujetó de la camisa y el otro no se quedó atrás haciendo lo mismo.
 — ¡He dicho que basta! —El profesor que había sido ignorado todo ese tiempo golpeó el escritorio, logrando que ambos se separaran pero sin dejar de enviarse miradas de desafío— Senju, por correr de esa manera, llegar tarde y crear este alboroto te vas a la dirección.
 —Pero, pero...
 — ¡A la dirección! —Y miró hacia el lado opuesto— Y tú Uchiha, por seguirle la corriente y no hacer caso a mi pedido también.
 —Pero que le pasa... —Contestó el moreno con fastidio.
 — ¿Qué dijiste? —El mayor lo observo como retándolo a continuar.
 —Hump...
 —Nara, como eres el delegado de la clase y no quiero que en el camino se agarren a golpes, acompáñalos.
 —Está bien... —El chico de cabello castaño y atado en lo alto, suspiró.
 
 Sin más salieron rumbo al lugar ordenado y a mitad de camino Shikamaru dijo.
 —No entiendo cómo puedo tener un amigo tan problemático... Naruto, ¿No te cansas de los problemas?
— ¡Que no lo hago a propósito, Shikamaru! —El rubio descendió los hombros.
 —Nooo, solo por tarado... —Murmuró Sasuke.
 Naruto se crujió los dedos para luego voltearse, pero el brazo de su amigo lo detuvo.
 —Te lo suplico, no me causes problemas y además piensa en tu padre —Esto hizo que el chico se calmara.
 —Es verdad, además no vale la pena. No es la gran cosa —Miró al Uchiha como si fuera insignificante y volvió su vista adelante.
 — "¿Qué yo no valgo la pena y no soy la gran cosa? Este rubio odioso..."  —Sasuke quería arrancarle la cabeza, cuando ya se encontraban frente a la dirección.
 — ¿Y ahora qué? —Dijo Anko al verlos llegar y dedicándole una sonrisa a Naruto con humor.
 —Nada, Anko-chan. Solo que nadie me entiende...
 —Sí, claro… —Dijo la chica con burla por el descaro del menor y miró a Shikamaru.
 —Tuvieron un enfrentamiento frente al profesor —Señalo con el dedo gordo hacia atrás, donde estaba Sasuke—. Y los mandó aquí.
 La joven informo mediante el intercomunicador al director y dijo.
 —Pasen.
 Así lo hicieron y cuando entraron Orochimaru ya los esperaba tras su escritorio.
 —Madara me había advertido de tu carácter difícil, Sasuke-kun —Esto hizo reír bajo a Naruto y Sasuke lo fulminó con la mirada—. En cuanto a ti Naruto-kun, ya nada me asombra... —El rubio se escarbaba el oído sin prestar atención— ¿Me estás escuchando? —Orochimaru preguntó molesto.
 —Seee...
 —Anko —Presionó el intercomunicador—, quiero que cites a sus tutores cuanto antes y les informes que los necesito aquí de inmediato.
 —Sí, Orochimaru-sama.
 Los chicos tomaron asiento y luego de 15 minutos llegó el primero de los mayores citados.
 — ¿Y ahora que pasó Orochimaru? —Madara entró como si fuera su casa y su porte imponente asombró al blondo.
 La réplica del director fue interrumpida por la llegada de otra persona que ingresaba a la oficina abriendo la puerta de manera brusca.
 Por un momento el silencio reinó, pues los recién llegados se quedaron mirando como si no existiera nadie más en el lugar.
 —Madara… —Hashirama estaba alucinado.
 Frente a él tenía después de años a su mejor amigo.
 A su perdido amor…
 
 Continuará…
 

Notas finales:

Bueno eso fue todo, seguro muchos querran matar a Hashi XP Pero todo tiene una explicación, además de que ciertas personas se aprovecharon de la separación.
 
Personajes que aparecieron en estos dos cap. (antes no los puse porque si escribía mucho mi compu se apagaba) T_T:
 
Mitou: La verdad se podría decir que la puse ooc (a mi me cae bien), pero tampoco es que se haya visto mucho de ella en el manga, solo pequeños flash back y traté de basarme en su imagen de joven, donde se la veía bella y altiva como todo una princesa. No sé si será taaan mala, aún no lo decido y creo que en este cap. quedó como relegada XD
Tobirama: el me divierte mucho en el manga por que mató haciendo Jutsus y todos les roban la autoria jjjajaja Mi Tobirama no se alejará mucho del original, pero tampoco decido si lo hare un villano propiamente dicho o un peon.
Naruto y Sasuke: los pongo juntos porque los amo y trataré de no cambiar nada de ellos. Serán una pareja secundaria y el nexo entre los adultos idiotas XP
Orochimaru: siempre lo odié y lo respeté a partes iguales. Trataré de que no pierda su aire burlista que saca de quicio jajjaja Y quizá sea otro celestino para Mady.
Itachi: Lo amo<3  Tataré de ahondar en su parte comprensiva y protectora no solo con Sasuke sino con Mady,

Creo que es todo por ahora.

 
Paso a los agradecimientos:
 
mada-mina-ita, michael manson, Calipso193 y jaqueline yunjae por sus mensajes de apoyo!
 
Bueno les mando un beso! Hasta pronto! (^u^)/
 
 


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