Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Elecciones equivocadas por SunaLove51

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen sino a Masashi Kishimoto.

Espero les guste y perdón por la tardanza de meses, pero en las notas finales me explayaré mejor.

 Todo había salido como lo planeaba… Bueno quizá no todo. Lo que le había confiado Orochimaru si lo había tomado desprevenido. Pero era lo único que no había estado en sus planes. Y podría decir lo mismo de estar haciendo un corto viaje hasta la nueva preparatoria de su sobrino menor si no hubiera conocido tan bien a Sasuke. No obstante, esperaba que le diera un respiro de al menos dos días para demostrar su "encantadora" personalidad.

 —Ay... Sasuke —Suspiró al tiempo que estacionaba su auto frente al prestigioso colegio.

 Al bajar aún había algunas personas que ingresaban, entre alumnos, profesores y personal perteneciente a la institución. Muchos se detenían por un segundo a mirar al imponente pelinegro que atravesaba el campus de forma elegante y admitían que su aspecto bien parecido sumado a su pose de "No mereces ni siquiera tener el honor de ver mi majestuosa presencia" lo hacía sexy.

 Madara ignoró el ambiente que se producía a su paso, tan acostumbrado como estaba a deslumbrar que ya no le importaba en lo más mínimo y continuó su recorrido hasta llegar al despacho de su amigo director. Al ingresar apenas tuvo tiempo de pronunciar unas pocas palabras cuando se llevó la segunda gran sorpresa desde su vuelta a Japón.

 —Madara... —Hashirama había llegado tras él y cuando lo vio quedó estupefacto, mirándolo con su cara habitual. Sí, su habitual cara de estúpido — ¡¡MADARAAA!!

 El Uchiha mayor se vio rodeado de los brazos del Senju como aquella vez hace tantos años cuando se alejó de él dejándolo junto a su esposa. El aire en sus pulmones empezaba a escasear y no podría descifrar si era por los nervios y la nostalgia que le traía verse rodeado del aroma de la piel de Hashirama o por la brusquedad con que lo retenía, casi como si tuviera miedo de dejarlo ir.

 Alguien tosió para llamar la atención de la pareja que parecía estar en su propio mundo.

 —Hashirama-sama —Orochimaru cubría su boca con una de sus manos intentando ocultar su sonrisa descarada— Hashirama-sama...

 El de piel canela ignoró olímpicamente al director, sonrió hasta más no poder y apoyó su mentón en el hombro de Madara.

 —Oh~ —Casi canturreó— Sigues siendo más bajo~

 De pronto, como si esa frase desatara a una fiera, Madara plantó su palma sobre el rostro de Hashirama intentando alejarlo.

 — ¡Suéltame Hashiramarica! —El pelinegro ardía en furia. Suficiente con tener que estar conteniendo a su corazón para que no saltara de su pecho, como para encima tolerar que bromearan con algo que lo hacía sentir inferior a ese tonto y sobre todo al idiota de Tobirama.

 — ¡Te acordaste de mi apodo! —Hashirama solo había alejado su cara sin haber roto el abrazo del todo— ¡¡Eres tan adorable Mady!!

 — ¡Vete a la mierda!

 La discusión, un tanto infantil, continuó frente a tres espectadores que se hacían mentalmente preguntas muy distintas.

 — "¿Dónde hay palomitas y una buena bebida cuando se la necesita?" —se preguntaba Orochimaru.

 — “¿Quién es este hombre tan... tan hermoso?” —Naruto tenía los ojos brillantes.

 — “¿Desde cuándo Madara se comporta de forma tan tonta?” —Sasuke sentía vergüenza ajena por la escena, según él, tan ridícula.

 Los otros se hubieran olvidado por horas de los motivos por los cuales habían sido citados si no fuera porque alguien tiró de Hashirama para separarlo del Uchiha.

 — ¿No ves que está incómodo? ¡Suéltalo de una vez, viejo! —Naruto lo sujetaba de un brazo y lo regañaba.

 —Hasta que haces algo bien, dobe. Mantén alejado al sujeto cara de idiota de mi tío. No vaya a ser que la estupidez de tu familia se pegue.

 —Podría decir lo mismo de la amargura de tu familia, ¡Teme! —Se paró frente a Sasuke.

 — ¡Repítelo! —El moreno hizo lo mismo casi pegando sus caras y los mayores no pudieron evitar tener una sensación de deja vu.

 —Ok... ¡Cara de emo estreñido! —El rubio sonrió con arrogancia.

 —Te voy a partir la...

 — ¡¡BASTA!! —Orochimaru por fin se decidió a poner orden— Entiendo la emoción del reencuentro... Sobre todo cuando se trata de dos personas que se "aman" tanto.

 Madara le lanzó una advertencia con la mirada. Una palabra más y le arrancaba la cabeza.

 Su amigo solo sonrió.

 —Es verdad —Hashirama se dio cuenta que había olvidado el motivo real que lo había llevado hasta ahí— ¿Qué pasó Orochimaru-san?

 —Eso mismo me pregunto yo... —Madara agradecía internamente el que su amado idiota fuera tan despistado.

 — ¡Es que estamos en sintonía! —El castaño golpeo sus palmas y Madara trató de disimular un leve sonrojo haciendo una mueca de fastidio.

 —Creo que mejor se lo explican ellos —el director señaló hacía el sillón donde los chicos se habían vuelto a refugiar. O mejor dicho, el rubio se hacía casi bolita y su acompañante pelinegro se cruzaba de brazos y miraba a un lado haciéndose el desentendido, hasta que rompió el silencio.

 —Te dije que si algún descerebrado me molestaba lo golpearía y me topé con el rey de los descerebrados…

 — ¡Oye! —el blondo lo miró con odio.

 — ¿Acaso te nombré? —Sasuke le ofreció su mejor sonrisa burlista.

 —Naruto, ¿Qué tienes que decir en tu defensa? —preguntó el Senju.

 — Quieren la verdad y yo se las diré —y así comenzó con el relato hasta que concluyó con su llegada a dirección— Fue solo un accidente, no es mi culpa que a "este" le guste estorbar.

 — ¿Ven que se está buscando una paliza? —El pelinegro menor se crujió los dedos.

 — Suficiente. Sasuke ya te advertí que no es bueno para un Uchiha llamar la atención —le recordó Madara.

 —Y también dijiste que resaltábamos naturalmente aunque no lo deseáramos.

 —Eso es cierto.

 —Eso será en su caso... —Naruto miró a Madara embelesado— En el tuyo lo dudo —y a Sasuke como si fuera una cucaracha.

 Madara se adelantó a su sobrino que estaba a punto de contestar de mala manera, para preguntar.

 — ¿Cuál es tu nombre niño?

 — ¡Mi nombre es Namikaze Naruto, señor! —Madara no pudo contener una sonrisa, ese rubio adolescente poseía la misma energía que Hashirama a su edad— ¡Y fui aceptado bajo el ala de este viejo! —Señaló con un dedo pulgar al castaño.

 Hashirama se vio rodeado por un aura depresiva, para luego reaccionar sujetando una de las mejillas del rubio de forma dolorosa.

 —Llámame Hashirama o padre, ¡Mocoso maleducado!

 — ¡Muérdeme, viejo! —Naruto tironeaba de los largos mechones del mayor para liberarse.

 Madara no pudo aguantar y comenzó a reír, aunque de forma tranquila. Parecían dos mocosos peleando y eso le gustaba.

 Su Hashirama no había cambiado.

 Sasuke, por otro lado, cada vez se enojaba más y más. Una cosa era pelear con el idiota rubio, pero que este le ignorara, ¡A él! ¿Por causa de su tío? Eso sí que no se lo iba a perdonar.

 

 Con Sasuke ausente y Naruto totalmente embobado con Madara y sus ademanes elegantes, se llevó a cabo la reunión.

 Hashirama escuchó atento lo que Orochimaru decía sobre la última oportunidad de su hijo. Debatió con él y llegaron a un trato, ya que no había sido la intención del blondo causar problemas y todo había sido por un accidente. Por lo tanto, se pasaría por alto el incidente. Sin embargo, cuando el director se dirigía a Madara y este respondía no podía apartar sus ojos de las largas pestañas del hombre a su lado y sobre todo de los labios que expulsaban sonidos maravillosos en forma de palabras. ¿Cómo había sido tan tonto para no darse cuenta de lo que sentía por su amigo? Kami, él sí que era el rey de los asnos.

 — ¿Está de acuerdo Hashirama-sama? —La voz de Orochimaru con un tinte de diversión y sus escrutadores ojos dorados lo devolvieron al presente.

 — ¿Qué?

 —Te pregunta si estás de acuerdo con hacer como si esto no hubiera pasado.

 — ¡Ah! —Sonrió rascándose la nuca— ¡Era eso!

 — Si, era eso. Veo que no dejaste de ser un despistado cabeza hueca —Madara lo miró de costado tratando de reprimir las ganas de atraerlo hacia él— ¿Y, qué opinas?

 —Sí, estoy de acuerdo. Esto solo es un problema entre jóvenes que necesitan descargar su energía hormonal.

 —De solo pensar en saciar mis hormonas con este —Pronunció Sasuke—, me dan ganas de castrarme.

 — ¡Ya quisieras que te dejara tocarme, teme! Aunque pensándolo bien, debes ser bastante aburrido en ese aspecto —Se rio—. Seguramente me dormiría.

 — ¡Idiota!

 — ¡Bastardo!

 — ¡Basta! —El director apoyó los brazos en el escritorio y se alzó con autoridad— Vayan a sus clases antes de que me arrepienta y los expulse.

 — ¡Esta bien! —Corearon juntos y luego se miraron al haber coincidido, para después observar hacia cualquier lado.

 Sasuke salió como rayo sin mirar a nadie y Naruto solo levantó la mano mientras sonreía.

 —Bueno, como la reunión acabo me retiro —El Uchiha mayor comunicó.

 — ¡Yo! —Los dos morenos miraron al castaño que trató de tranquilizarse— Te acompaño.

 —No es necesario —Madara trató de escapar—. Nos vemos Orochimaru.

 —Te llamaré, tenemos mucho qué hablar —El otro moreno sabía de qué quería hablar y supo que no podría evitar mucho tiempo más el tema.

 —Ok... —Cruzó la puerta y al hacer unos cuantos pasos por el pasillo Hashirama ya le había dado alcance.

 —Ha pasado tanto tiempo y así me tratas... —Un aura depresiva lo envolvía y Madara escondió una sonrisa.

 —No sé de qué hablas.

 —Estás distante, como si fuéramos dos extraños —La voz triste del Senju detuvo al otro.

 —Tal vez es porque pasaron muchos años y nuestros caminos se apartaron —A su vez, y como siempre lo hacía, Madara trató de disimular su pena.

 —El pasado no importa, lo importante es que estas aquí de nuevo. Podemos retomar nuestra relación —Hashirama esquivó adrede el colocar la palabra amistad en la oración. Porque él no tenía ningún interés en ser de nuevo su amigo.

 —Nuestra... —El murmullo fue muy leve.

 —Madara... —Se acercó y cuando por fin había atrapado la mirada del moreno con la propia, el tiempo se detuvo. No obstante, una melodía cortó el momento— Es mi celular.

 —Debe ser tu esposa —Se alejó.

 — ¿Hola? —El castaño esperó unos instantes— Ahora estoy en el colegio de Naruto... Sí, nos vemos ahí. Adiós —Colgó.

 —Era ella, ¿No? —Madara pareció un niño ofendido.

 —Emm, no. Era por otro asunto —El Senju se sentía realmente incómodo al caer que para hacer algún movimiento con su mejor amigo debía primero poner en orden su vida y eso incluía aclarar sus sentimientos con el hermano menor de este.

 Maldijo la hora en que su carne había sido débil.

 —No te preocupes, no me debes explicaciones —Estaba a punto de alejarse ofuscado cuando el otro propuso.

 —Madara, me gustaría que fuéramos a algún bar, para recordar viejos tiempo.

 —Tú mismo lo dijiste, el pasado no importa. Sigue con tu vida —Caminó a gran velocidad sin darle tiempo a reaccionar y seguirlo.

 Hashirama sonrió.

 —"Siempre haciéndose el difícil, pero eso me vuelve loco de mi Madara"

 

 Después de dejar de divagar en lo hermoso y excitante que se veía el Uchiha (cosa que le llevó unos cuantos minutos). Decidió partir para encontrarse con Izuna. Eso sí sería incómodo… O no tanto, porque cuando se quiso dar cuenta ya se había perdido en algún paramo alejado con el menor y este a horcajadas sobre él lo besaba. ¿Cómo habían llegado hasta esta instancia? Sencillo, su actitud distante hirió a Izuna y este utilizando su mejor cara de tristeza lo manipuló para llevarlo hasta un lugar que según él, era especial para el pelinegro y cuando Hashirama giró su rostro para pedir disculpas, el menor ya estaba atacando sus labios y meciéndose sobre su hombría.

 —Pa... Para Izuna... —Hashirama tomó a su acompañante de la cintura para alejarlo un poco— Disculpa, pero no estoy de ánimo…

 —Ya me había dado cuenta —El pelinegro se volvió a sentar en el asiento del acompañante—. No sé para qué nos encontramos si no tenías ganas de nada.

 —No todo es sexo —Hashirama ya se estaba irritando—. Quería hablar de otras cosas.

 — ¿De qué?

 —Hoy tuve que ir al colegio de Naruto.

 —Ya me lo habías dicho cuando te llamé y disculpa, pero no creo que sea algo que mi incumba —Miró por la ventanilla con aburrimiento.

 —Y... Me encontré con tu hermano.

 —Eso no es gracioso —Izuna se giró y al ver como el más alto esquivaba su mirada supo que no mentía.

 Ojalá Hashirama le estuviera jugando una broma, pero no tenía tanta suerte.

 

 

 

~°*°~°*°~°*°~

 

 

 

 Eran las 5:30 pm y aun se preguntaba qué estaba haciendo en ese lugar... Ah, la negación.

 No era que no entendiera sus sentimientos, solo que su querido orgullo no dejaba expresar sus verdaderas intenciones en voz alta.

 Salió de su auto y se apoyó sobre el reluciente capot color violeta oscuro.

 — "¿Qué mierda estás haciendo Madara? —Se reprochaba— Es obvio que no vendrá a buscar a su hijo. Los adolescentes odian que hagan eso a esta edad...".

 — ¡¡Hola!! —Se sorprendió, y era difícil sorprenderlo, cuando sin saber de dónde una mata de cabello alborotado estaba frente a él— ¿Vienes a buscar al Teme?

 — ¿Uh? —Se agradecía por tener un rostro siempre sobrio que no lo delatara del susto que se había llevado. Eso no era digno de un Uchiha— ¿Quién es el teme?

 — Quién más —Naruto frunció la cara y exageró un puchero al tiempo que se señalaba—, tu sobrino. Ese que tiene la cara como si viviera chupando limones.

 Madara no pudo evitar dejar escapar un ruidito junto a una amplia media sonrisa, hasta que cayó en cuenta de que Sasuke y él se parecían.

 —Oye niño, él se parece a mí.

 —Puede ser, pero tú eres serio, en cambio él vive con esa mueca de "todo a mi alrededor apesta", tsk.

 Madara volvió a sonreír y recordó qué lo había traído hasta ese lugar.

 — ¿Estás esperando a Hashirama? —Trató de no sonar muy interesado, pero el blondo lo miró atento y suspiró.

 —Ya quisiera —Se cruzó de brazos como el mayor frente a él y dijo con un deje de fastidio—, espero a "su esposita".

 El moreno mayor intentó no dejar escapar cualquier signo que delatara su satisfacción ante el sarcasmo del menor.

 —Deberías respetar a tus mayores —Ni él se creía eso.

 —Yo respeto a quien se lo merece —El menor mostró una amplia hilera de dientes—. Y por lo que intuyo tampoco te cae bien "esa".

 Madara miró a un lado como si la cosa no fuera con él y dijo.

 —Deberías hablarme con más respeto.

 —Tratar de Ud. a los otros no va conmigo, pero si quieres que te trate como a un viejo...

 —Que descarado eres, mocoso —El pelinegro negó, pero no podía evitar comparar a ese chiquillo con Hashirama a esa edad.

 —Wow… —Lo esquivó y miró de cerca el auto del adulto—, ¡Que increíble auto!

—¿Qué esperabas de un Uchiha? —Madara se apartó para dejar a la vista su adquisición y Naruto levantó una ceja.

 —Ahora sé de dónde le viene la humildad al Teme —Volvió a mirar el auto y acarició la carrocería—. Es un excelente auto, aunque me gustaría uno en color dorado.

 —Supongo que te gusta llamar la atención —Ante eso Naruto rio—. Te pareces mucho a él…

 — ¿Él?

 —Hashirama —Madara se reprendió por decir eso—, quiero decir que se te pegaron sus costumbres.

 —Siempre fui igual —El más chico se encogió de hombros y lo miró con atención.

 — ¿Qué pasa?

 —Te gustaría que te hablara del viejo, ¿No? —Naruto entre cerró los ojos con diversión, cual zorro.

 —No sé qué quieres decir —El moreno miró hacia otro lado para disimular un mínimo sonrojo al verse descubierto.

 —Lo digo porque pensé que eran amigos que no se veían desde hace mucho y tal vez podríamos juntarnos en otro lugar para ponerte al día.

 El Uchiha asombrado solo dejó escapar.

—  ¿Me estás proponiendo una cita? —El rubio miró hacia arriba haciéndose el inocente.

 —Supongo que algo así... Solo piénsalo y puedes pasar a buscarme por aquí si te decides.

 

 No muy lejos de allí un moreno menor salía del prestigioso colegio hacia la calle. Se alegraba de por fin poder escapar de la horda de curiosos que lo habían perseguido todo el día preguntando por su vida en Europa o de sus autodenominadas fans que lo acosaban con comentarios desagradablemente melosos. Creía que en Japón sería diferente al ser una sociedad más sería y auto controlada, pero parece que eso no se aplicaba a los adolescentes y sus hormonas alborotadas. Además de notar que la mayoría habían sido conquistados por su apariencia y apellido, poco les importaba que fuera maleducado y cortante, igual no lo dejaban de agobiar.

 Su mirada se apartó del césped justo cuando doblaba por una esquina del edificio y se dirigió hacia el frente topándose con un cuadro que no supo por qué, pero le molestaba. Ahí a solo unos metros y con el enrejado de por medio veía a su tío Madara y al único ser en ese colegió que no se había acercado a él (y parecía interesado en ignorar su presencia), sonreír con complicidad. Sigiloso se acercó hasta quedar detrás de una de las columnas que sostenían como pilares el arco de la gran entrada y escuchó como el rubio idiota le... ¿Pedía una cita a su tío? Ok, si no fuera porque era un obsesivo del orden y la limpieza, sobre todo cuando se trataba de su aseo personal, pensaría que tenía los oídos tapados y había escuchado mal.

 — "Ese dobe... Así que además de ser un molesto le gustan los viejos" —Sasuke ardía en furia y lo atribuía a que no le gustaba que su tío se mezclara con gentuza.

 Estaba por encarar a ese par que parecían congeniar tan bien cuando fueron interrumpidos por alguien más, rompiendo su "burbuja".

 

 —Hasta que te encuentro maldito niño —La pelirroja estaba hecha una furia por haber tenido que esperar e incluso bajar ella misma a buscar al menor—. Maldita la hora en que acepté que Hashirama te... —Se detuvo al notar con quien conversaba el muchacho— ¡Tú!

 —Hola, "señora Senju" —Madara sonrió con sorna ante el título—. Te preguntaría como has estado estos años, pero veo que no has cambiado en nada tu histeria.

 — ¿Cuándo llegaste? —La pelirroja se puso a la defensiva y temió que la actitud de su marido en los últimos días se debiera a ese tipo.

 —Ayer.

 —Veo que no me equivocaba, eres amigo del viejo —Naruto llegó a la conclusión luego de ver el trato de esos dos—. Aunque no me extraña que sea solo de él.

 — ¡Cállate y ve hacia el auto! —Tiró de una de sus mangas y Naruto se zafó como si el contactó quemara.

 — ¡Puedo caminar solo! —Se alejó seguido de la mujer que miraba con ojos entre cerrados al Uchiha mayor que a su vez levantaba una mano para despedirse de ella como burlándose.

 — ¡Naruto! —El chico se detuvo unos segundos y Madara hiso una última jugada para molestar a Mitou— Acepto.

 Naruto estaba extasiado y lo demostró con una enorme sonrisa y levantando un dedo en señal de aprobación.

 La pelirroja se exasperó y lo empujó dentro del auto mientras le ordenaba al chofer que partieran.

 — ¿De qué estaba hablando ese?

 —Nada que te importe...

 —Mocoso, yo soy... —Pero Naruto ya no la escuchaba, porque se había puesto los audífonos de su celular para no oír más sus quejas.

 La Uzumaki podría haberle arrancado ese pequeño aparato de las manos y con seguridad en otro momento lo habría arrojado por la ventanilla. Sin embargo, el haber vuelto a ver a Madara ya causaba suficiente malestar en ella para enfrascarse en una riña con el rubio.

 

 Por otro lado, Sasuke había decidido por fin salir de su escondite tomando por sorpresa otra vez a Madara.

 —Maldición, ¿Acaso hoy todos se pusieron de acuerdo? —Sasuke solo levantó una ceja sin decir una palabra y cambió de tema.

 —Es extraño verte aquí, no sabía que me vendrías a buscar.

 —Solo pasaba cerca y pensé en acercarte a la casa.

 — "Claro, y yo soy Heidi" —Sasuke no se tragaba esa excusa, pero se hizo el crédulo. Algo lo empujaba a no reclamar nada y averiguar mejor que estaba pasando.

 Obvio, lo hacía por el bien de su estirpe, no porque ese rubio idiota le llamara la atención y le molestara que se fijara en alguien más. En alguien con quien lo comparaban y que era una versión más vieja de él mismo. ¡Eso no lo molestaba para nada!

 

 

 

~°*°~°*°~°*°~

 

 

 

 Naruto estaba en paz, habían pasado dos días tratando de evitar conflictos innecesarios y todo iba muy bien.

 — ¡Oi! ¡Fíjate por donde caminas! —Naruto que se encontraba sentado a la sombra de un antiguo roble en el patio del colegio, apartó la mirada del manga que leía para ver quién se había llevado por delante sus piernas.

 —Sí no quieres que te pise, no te tires en el suelo. Aunque supongo que es difícil ya que la gente sin modales arroja la "basura" en el piso —El moreno le sonrió sarcástico.

 El blondo se paró de un salto encarándolo y tomándolo del cuello de la camisa.

 —Veo que quieres la paliza que te debo desde hace días.

 —No me toques —El pelinegro lo empujó—. Arruinas esta prenda tan fina con tus pobretonas manos, recogido.

 El golpe no se hizo esperar, dándole de lleno en la alzada nariz.

 — ¡Hijo de puta!  —Naruto lo miró con desprecio— Tenías que ser un niñito rico y engreído como todos los de aquí que no sabe nada de la vida real y no son más que mierda —Mascullaba esto casi con odio—. No hables de mí como si me conocieras y sobre todo no te acerques a mí o la próxima te mato...

 Sasuke tratando de detener el sangrado de su nariz lo miró fijamente.

 —Yo hago lo que quiero, tú no me das órdenes.

 —Entonces ve ahorrando para que te reconstruyan esa carita de muñeca, imbécil —Naruto no esperó a que le replicara y lo abandono para buscar otro lugar donde pasar el resto de esa hora libre.

 —Sasuke-kuuuun~ —Una pelirroja de lentes corría hacia él y suspiró. Ahí venía el monumento a la fangirl pesada y pegajosa y para acentuar su pensamiento la chica se aferró a su brazo refregándose en él— Vi lo que ese salvaje te hizo, vamos a la enfermería.

 —Está bien, pero puedo ir solo —Se soltó y emprendió su camino siendo seguido por Karin.

 —Que malo eres Sasuke-Kuuun~

 —Tsk...

Al llegar a la enfermería, la encargada, una mujer de pelo rosa que aparentaba rondar los 25 años lo miró primero sonrojada, para luego notar la sangre que empapaba su boca, mentón y parte del cuello de su camisa.

 — ¡¿Qué pasó?! —Se acercó para mirarlo de cerca.

 — ¿Qué podía pasar? —Karin la miró con altivez y molestia al notar los ojos brillantes de la otra mujer al observar el perfil del moreno— El inadaptado de Namikaze lo golpeó.

 —Por Kami, ese chico vive causando problemas —Frunció el ceño mientras buscaba los elementos para hacerle las curaciones al Uchiha—. Deberían expulsarlo de una vez.

 —Hasta que por fin concordamos en algo Sakura. Ese se salva porque es el recogido de Hashirama-sama, pero el cobre se le nota de lejos. Su presencia solo mancha la impoluta exclusividad de este establecimiento.

 —Es cierto, aunque jamás te di la confianza para que me llames por mi nombre. Eres una alumna y debes llamarme Srita. Haruno.

 —Claro, lo que digas —Karin dijo de modo presumido, cosa que molestó a la mujer.

 —El tal Namikaze no me golpeó.

 — ¡¿Qué?! —Preguntaron las féminas al unísono.

 —Me tropecé y golpee mi rostro con el roble del campus, él solo estaba cerca —Su semblante era frio, como de costumbre.

 — ¡No mientas! ¡Vi como discutían! —La pelirroja cerró los puños al ver como el pelinegro pretendía cubrir a ese pordiosero.

 —Siempre que nos cruzamos, discutimos. Eso no tiene nada que ver.

 — ¡Pero yo lo vi! —La mirada que le dio el moreno podría hacer descender varios grados el polo sur. Supo que era mejor no seguir contradiciéndolo.

 —Dije... Que-no-es-así —Sus ojos se hicieron rendijas y la chica tembló.

 —Qui...Quizá vi mal...

 — ¿Estás segura? —Sakura al estar ocupada con las pinzas y el algodón no prestaba mucha atención a su entorno.

 —Sí...

 —Ok, pero igual tengan cuidado con él —Su modo de hablar era despectivo—. Se comenta que era un chico de la calle antes que Senju-sama lo adoptara. No me extrañaría que conservara las malas mañas de los barrios bajos.

 Sasuke sintió una punzada de asco y culpa al escuchar a esas dos hablar así, tan a la ligera, de alguien que al parecer no conocían bien. Y se acentuó ese malestar al recordar que él también se había dejado llevar por la gente superficial y chismosa de ese lugar y prejuzgado al rubio.

 Al ver concluida la curación tomo dos trozos de algodón para ponerlos en cada orifico nasal y se levantó para largarse de una vez.

 —Oye, por lo menos da las gracias… —La peli rosa dijo en tono de súplica y de modo sumiso.

 —No tengo por qué. Ese es tu trabajo.

 —Él tiene razón —Karin sonrió por el desaire del moreno.

 —No soporto a la gente que tiene la lengua larga y venenosa.

 — ¡Oye!

 — ¡Ja! ¿Oíste Sakura?

 —Eso también va para ti, Uzumaki. Las dos son insoportables —Sasuke las dejó sin palabras y  se marchó por el pasillo.

 — ¡Sasuke-kun, espérame!

 

 

 La pelirroja salió al exterior y comenzó su búsqueda del "amor de su vida". Sabía que muchos pensarían que estaba loca, pero lo que ella había sentido era amor a primera vista y sabía que la llegada del Uchiha a su clase había sido obra del destino.

 Ella era una Uzumaki, después de su tía Mitou era la próxima heredera del clan, por lo tanto era más que obvio que tanto ella como Sasuke estaban hechos el uno para el otro. Ella se merecía lo mejor, y que mejor que el segundo hijo de uno de los clanes más poderosos junto con el Senju y el Uzumaki.

 Busco y siguió buscando. Su amado sí que era rápido para esconderse, pero eso solo la hacía desearlo más. Siguió caminando hasta llegas a la parte trasera del colegio en donde se podía ver unos cuantos árboles, se acercó a un grupo de chicos que la saludaron con emoción, al ser una de las más populares. Estaba preguntando por el pelinegro cuando divisó una cabellera dorada detrás de uno de los árboles. Sonrió con malicia y se acercó haciendo una señal a los demás.

 — ¡Oh, miren que tenemos aquí! —Se plantó frente a Naruto, que sentado y apoyado contra el tronco intentaba continuar con su manga— El huerfanito sentado bajo un árbol... ¿Acaso comenzaras a pedir moneras? Si quieres te doy limosna —La pelirroja estaba enojada al ser ignorada, sobre todo porque por culpa de ese, Sasuke se había molestado con ella.

 Con rabia buscó en un bolsillo y tomo unos cuantos yenes arrojándolos encima del Namikaze. Las risas de sus compañeros secundando la "broma" resonó en el lugar.

 A pesar del intento de humillación, Naruto ni siquiera los miró y contra atacó con ironía.

 —Oh, que ternura... Abrieron la jaula de las perras descerebradas y los perritos falderos para que salgan a menear la cola —Sonrió sin dejar de hojear el manga.

 — ¿Cómo te atreves? —Ella se abalanzó dispuesta a golpearlo pero fue detenida.

 — ¿Algún problema, Srta. Uzumaki?

 —No... Sensei Hakushi... —Karin sabía que no tenía oportunidad de acusar al blondo si ese sensei estaba de por medio. Por alguna razón este siempre estaba de parte de ese perdedor.

 El hombre joven de pelo gris ordenó despejar el lugar y disimuladamente susurró mientras miraba a otros alumnos

 —Te espero en la sala de profesores —Dicho esto se fue y el blondo se paró para ir al baño más cercano.

 Entró con prisa conteniendo las ganas de gritar, por lo que esperó hasta que las clases comenzar para estar tranquilo de que nadie lo viera y se agarró la camisa a la altura del pecho de modo desesperado para dejar salir su impotencia en forma de lágrimas.

 —Maldición... —Golpeó la pared— ¡Odio este asqueroso lugar!

 Sollozaba sin darse cuenta que en uno de los cubículos, alguien lo escuchaba atento.

 Ese era Sasuke.

 — "Así que solo era una fachada esa actitud, Dobe”.

 

 

 

~°*°~°*°~°*°~

 

 

 

 Llegó a su casa y se decidió a revisar algunos archivos. Es por eso que estaba ordenando unos papeles en su despacho para reunirse junto a Itachi con los socios de la empresa al día siguiente cuando Shizune tocó a la puerta.

 —Madara-sama, ¿Puedo pasar?

 —Adelante —Dijo sin dejar la lectura de unos documentos.

 La mujer se adentró al recinto y con una leve inclinación habló por fin.

 —Venía a comunicarle que tiene una visita en la sala.

 —Qué extraño, no hay nadie que sepa aún que llegué del exterior… —Meditó por unos segundos y no pudo evitar que por su mente cruzara el rostro de Hashirama. No obstante, no le pareció muy realista esa posibilidad ya que el Senju no sabía dónde se estaba quedando en ese momento— ¿De quién se trata?

 —Es Izuna-sama.

 Esto lo alegró (aunque contuvo su alegría para sí mismo), pues desde que había partido el contacto con su hermano menor se había cortado.

 Aún recordaba con claridad la discusión que habían tenido antes de que él partiera, en donde el pelinegro menor lo había acusado de dejarlo de lado y ser un egoísta. Que su hermano estuviera allí buscándolo le decía que quizá su relación podía mejorar y se sintió algo aliviado ya que esa era una de las primeras cosas que se había propuesto poner en orden al llegar.

 Madara asintió hacia la empleada y esta comprendió.

 —Con permiso, iré a preparar un poco de té para la reunión.

 —Hazlo —Ante esto la castaña se retiró.

 El Uchiha salió tras ella y descendió por las escaleras, cuando de pronto vislumbró la espalda del menor y se quedó observándolo con añoranza. Se veía un poco más alto y maduro, aunque no tanto como él y si no fuera por el lazo en su cabello cualquiera podría confundirlo con un Madara más joven.

 —Tanto tiempo sin vernos, otouto —Ante estas palabras el otro se giró y cuando lo hizo Madara percibió que algo no andaba del todo bien. La mirada que le daba su hermano no era la de una persona contenta, por el contrario lo observaba como si estuviera analizando una posible amenaza.

 —Es verdad, hasta me había hecho a la idea de que jamás volvería a verte —Izuna dijo esto con un deje de fastidio.

 Madara terminó de bajar las escaleras y se ubicó frente a él para luego con una mano ofrecerle asiento. Izuna lo tomó y él hiso lo mismo.

 —No pareces muy contento por este reencuentro —El Uchiha menor lo cortó en seco.

 — ¿Por qué no me avisaste que volverías?

 —Quería darte una sorpresa.

 —Y vaya que me la diste —Madara no era tonto y el sarcasmo de su hermano era palpable.

 — ¿Se puede saber qué te pasa? —Suspiró para tratar de no levantar la voz— Otouto sé perfectamente que cuando me fui no quedamos en buenos términos, pero creo que ya es hora de hablar de lo sucedido con calma. Por Kami, han pasado 4 años para seguir enojados por lo mismo.

 Izuna se puso en pie justo en el instante en que Shizune hacía aparición con una bandeja en sus manos con dos tazas de té. Este desvió los ojos hacia la mujer y le comunicó.

 —No te molestes, solo vine a decirle una sola cosa a mi hermano y me iré —La castaña posó sus ojos en Madara esperando una orden.

 —Está bien, Shizune. Llévate eso a la cocina y disculpa —Ella solo asintió y se fue—. Si tan apurado estás, habla.

 —Antes que nada quiero saber por qué viniste en verdad.

 —No sé a qué te refieres. Es obvio que vine para ayudar a Itachi en la sucesión de bienes y darle mi apoyo.

 —Entonces espero que cuando eso termine te marches pronto —Sus palabras eran frías y eso terminó con la última gota de paciencia que Madara poseía en ese instante.

 — ¡¿Se puede saber qué demonios te sucede?!

 — ¡Solo quiero que te largues cuanto antes!

 — ¿Y por qué tendría que hacerlo?

 —Sabes que Hashirama sigue casado, ¿Verdad? —Le aclaró para tantear como reaccionaba su Aniki.

 —Todo el mundo sabe eso, pero no es algo que nos incumba ni a ti ni a mí.

 — ¿Y sabes que ese matrimonio es pura apariencia? Él tiene un amante.

 —Ya lo sé, Orochimaru como buen chismoso se ocupó de decírmelo.

 —Pero veo que no te dijo lo más importante y es por eso que estoy aquí —Algo es lo que su hermano dijo no le gustó—. Yo soy ese amante y solo vine a advertirte que no te quiero cerca de él provocándolo con tu presencia.

 —Es una broma, ¿No? ¡Lo dices solo porque estás molesto conmigo!

 —Cree lo que quieras, ya te dije lo que te tenía que decir. Ahora me retiro —Se alejó de manera firme y antes de salir de su vista lo miró de reojo—. Antes que nada te aclaro, no quiero pelear contigo pero si se te ocurre meterte en mi camino sabrás de lo que soy capaz. Ten en claro que ya no soy tu insignificante "otouto", y cuando te marchaste tú decidiste tu destino. No voy a permitir que vengas ahora a perturbar nuestras vidas.

 Madara no podía creer lo que había oído, aun cuando habían pasado varios minutos de que su hermano se fuera, él permanecía en uno de los sillones en donde se había dejado caer luego del golpe inesperado a su orgullo. Eso no podía ser cierto, Orochimaru se lo habría dicho de ser así. Aunque pensándolo bien, quizá su amigo al conocerlo tan bien sabía que no le hubiera creído. No, eso no era cierto, no podía serlo…

 

 

 

Continuará…

Notas finales:

Bueno, antes que nada quería pedir perdón nuevamente. No voy a decir que no tuve nada de tiempo para actualizar, porque si uno quiere se lo hace. Sin embargo, el trabajo me tiene extremadamente cansada y ya de por sí tenía problemas con mi compu. Pero a todo esto se le suma algo que fue difícil para mí, tuvieron que operar a alguien de mi familia 2 veces a lo largo de este tiempo que estuve inactiva en esta página y la verdad aunque escribía párrafos sueltos para no olvidarlos después, no tenía ánimos para concluir los cap. de ninguno de mis fic. Sí he subido un cap. en este tiempo de uno de mis fics (encima el que menos rw tiene creo), es porque tenía tres cap. hechos desde antes y solo los tenía que pasar a Word y aun así aún no he pasado el 3° de él por lo que ya comenté allá arriba. Estoy bastante oxidada, pero repito NO VOY A DEJAR MIS FICS A MEDIAS, me tardaré en actualizar, pero deseo finalizarlos con todo mi corazón. Y si actualizó este es porque es el primero que terminé, pensaba terminar un par más de los otros pero estoy medio bloqueada por lo que no me parece justo hacer esperar a los que siguen este.

Por lo tanto, no prometo actualizar en una fecha concreta, solo lo haré conforme vaya naciendo de mí porque forzarme a mí misma no sirve (ya lo he intentado) :/

 

Ahora sí, paso a los agradecimientos:

jaqueline yunjae,  Hellyon gracias por sus rw!

 

También comentar a quien quiera leer que tengo fics de otras parejas de Naruto por si gustan pasar por mi perfil y también comunicar que mi cuenta como Suna Love fue borrada en face, por lo que estoy usando la que tengo para mi familia y amigos cercanos, pero cree otra página como Suna Love para que me sigan por ahí quien quiera hacerlo.

Suna Love

Bueno eso es todo espero no tardar tanto otra vez!

Un beso enorme! (^_^)/

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).