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Sin querer, me enamoré de ti. por Cl L

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Notas del fanfic:

Manos en el fuego, quema, quema. Y aún así, sigo aquí

Notas del capitulo:

El primer fanfic que hago. Sé que estoy metiendo mis manos en fuego pero, fue inevitable.

 

Me gusta esta pareja!!

 

Los personajes no me pertenecen. Fueron creados por Akira Toriyama y/u otros.

Abrió cansadamente los ojos, era muy temprano para levantarse. La temperatura aún estaba descendida y el sol todavía no aparecía.  

-Quisiera ser un oso...-Ellos duermen todo el invierno.  

Se dio cuenta que un poco de nieve entraba en la cueva y eso lo molestó un poco. Y se imaginaba toda la blanca nieve esparcida por todo el bosque, pintando sutilmente a los árboles con escarcha, y cubriendo las plantas que eran alimentos de otros animales. Encubriendo a los conejos y matando de hambre a los que no invernan.  

-"Malditos los osos"-Gruño el lobo tratando de seguir durmiendo. Pero le era imposible-Mierda...-Dijo levantándose de una vez.  

Se estiró y luego se sentó. Revisó la cueva en donde vivía con su familia. Que afortunadamente aún dormía.   

-Si me voy ahora llegaré a desayunar.  

-Te irás, pero a cazar-Contestó su esposa acostada-Tu traerás la comida hoy-Sentenció enojada.  

-Pero-   -Nada-Interrumpió-Vegeta, no me importa si tienes que transformarte para traer algo. Hoy es tu turno.  

-De acuerdo-Masculló entre dientes.  

El lobo salió de su cueva lentamente. Era temprano, no quería hacer nada, solo sentarse y esperar a que le diera sueño de nuevo-Solo espero que el dinero esté en donde lo dejé la última vez.  

Corrió como cualquier animal salvaje, al principio se distrajo con un conejo que vio, pero el muy listo se metió en la nieve y no le pudo seguir el rastro. Retomó su rumbo y terminó frente a una pequeña bodega abandonada.  

-Como odio hacer esto-Mencionó antes de decir unas palabras en un lenguaje antiguo.   Rápidamente, una luz envolvió el cuerpo del lobo, destellos dorados y celestes se desprendían de el y la forma de animal desapareció dándole una silueta humana. Un quejido se escuchó de la sombra y la luz se desvaneció, dejando ver a un hombre de 25 años con cabello en forma de flama y totalmente desnudo. La desventaja de esa transformación era qué, conservaba sus orejas de lobo, al igual que su cola.  

-N-No se-seas débil...-Pronunció a penas sintió todo el frío recorrer su cuerpo.  

Temblando, entró a la bodega cerrándola de golpe. Se sentía algo cálida a diferencia de afuera. Divagó un momento recordando donde había dejado el dinero.   Mientras hacía eso, se colocó la ropa que también escondió allí. Unos pantalones algo ajustados café oscuro, botas café, una camisa verde oliva y una chaqueta acolchonada roja. Metió su cola dentro de sus pantalones y buscó el dinero que se encontraba detrás de una cubeta oxidada, todavía se podía notar el color metálico de esta.  

-Ufff...-Unos guantes le vendrían bien ahora-Esta vez compraré un par-Dijo refiriéndose a ellos.  

Salió despacio de la bodega, pero aún así, le dio un portazo. Caminó en silencio, de vez en cuando soplaba sus manos con el aire caliente que emanaba su boca. Se acercó a los límites de la ciudad, y resopló fuertemente.  

-"Me dan ganas de matar a todos y llevárselos a Bulma para que se calle"-Pensó controlando sus instintos de animal y apretando fuertemente los puños.    

Avanzó y llegó a un supermercado. Una cajera le dijo un "Buenos días", pero a el no le importaba. Él no era como ellos. Sin decir nada, corrió hasta el puesto de las carnes y las observó detenidamente. Su estómago comenzó a rugir y sus orejas de perro se quedaron quietas.   

-Se ve que tienes hambre-Le dijo una voz a sus espaldas.  

-Eso no es tu asunto-Respondió molesto.   

-Tranquilo, de todas formas venimos por lo mismo-Dijo y tocó el hombro del azabache, quien rápidamente se dio la vuelta a encararlo.  

-No me toques-Tomó la mano del sujeto y la quitó de su hombro. Luego la soltó. Se dio la vuelta y siguió viendo la carne.  

Vegeta estaba furioso. Nadie se había atrevido a tocarlo, él emanaba un aura de maldad, así nadie se le acercaba. Pero este tipo solo vino y lo hizo. Tal vez estaba exagerando, pero era la verdad, él era un lobo, no un humano. Lo sentía como una amenaza o era un sentimiento que jamás había tenido antes, por eso lo asustaba.  

-"Grrrr, Vete de aquí"-Gritó mentalmente.  

-¿A hecho su elección, Señor?-La empleada había llegado a salvar el día.  

-Uh, sí...-Contestó Vegeta saliendo de sus pensamientos-La que está por allá-Dijo mientras señalaba el pedazo que quería.  

 

Notas finales:

Qué les pareció, Eh?

 

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