Minnie estaba harto de todo a su alrededor. Su humor no había sido el mejor desde la pelea que tuvo con Kyu hace unos días. Últimamente, el maknae estaba comportándose como un animal en celo con Min, no dejaba que nadie se le acercara a menos de un metro de distancia. ¿Qué mosca le había picado a Kyu? Lo había separado de unos amigos cuando estaban conversando; también hizo un escándalo cuando estaba jugando con Shing Dong; y se metió en un lio con Hee Chul por estar viendo unos programas, juntos.
“Es un tonto” pensaba Minnie. No había necesidad de ser celoso, ¿acaso no sabía cuánto lo amaba? Sung Min parecía decírselo de una manera muy continua, le encantaba decir las palabras “te amo” sobre todo si se trataba de Kyu quien las escuchara. Kyu hacía lo mismo y Min confiaba en él, por eso no era celoso… ok, sí lo era, pero no tanto como lo estaba siendo Kyu en esos momentos.
Minnie estaba sentado en una mesa de una cafetería, con un esfero en mano y mirando una hoja de papel blanca como si fuese la cosa más extraordinaria del planeta. Min había hablado con el recién llegado líder, Leeteuk, y él le recomendó escribirle una carta a Kyu puesto que las palabras no habían funcionado. Decidió seguir el concejo de la Omma de SuJu e intento hacerla en su casa. No tuvo inspiración y salió a dar una vuelta, la que lo llevo a parar a esa vacía cafetería, con la mente todavía en blanco y sintiéndose frustrado por tener el celular vibrando cada cinco segundos con un mensaje de texto de Kyu.
“¡Ya, me cansé de esto!” sacó su móvil y lo apagó. El sentir el celular vibrando en su bolsillo y sabiendo quien era el bombardeador de su móvil, no le ayudaba.
“A ver, Lee Sung Min, piensa. ¿Qué le escribes a tu novio que parece un perro en celo?” pensó y pensó hasta que su mano pareció moverse sola y deslizar el esfero sobre la hoja.
Kyu, ésta carta es para pedirte, por favor, que ya no me celes de esa forma. Es agobiante y cansón, no pareces ser mi novio sino más bien un padre sobre protector. Te quiero, te amo con todo mí ser, no me iré con nadie más y no dejaré a nadie entrar en mi corazón porque tú ya te lo has llevado. Kyu, por favor, vuelve a ser esa persona cariñosa y atenta del que me enamoré, no un idiota celoso.
Att: Sung Min.
No sabía qué más escribir. Las palabras no le brotaban y lo que escribió le salió de corazón. Puso la hoja ya doblada dentro de un sobre, puso su nombre en él y salió de la cafetería a dejarlo en un buzón cercano. Con algo de ansiedad y temor, dejó caer la carta al fondo del buzón. Solo quedaba esperar qué pasaría en el futuro.
Pasaron unos días, Min no prendió su celular en todo ese tiempo, dejando a Kyu sin saber en dónde ni con quién estaba por todos esos días. Se sentía algo mal por hacerlo pero era justo y necesario hacerle caer en cuenta a Kyu de qué era lo que estaba haciendo.
Ahora, Min volvía de una salida que tuvo con unos amigos, quienes lo habían invitado a pasar la tarde por ahí. Llegando a su casa, Min vio una sombra, sentado frente a la puerta de su casa.
“¿Quién será?”. Acelero su paso para ver con más claridad qué (o quién) estaba esperándolo en su casa.
–Kyu Hyun –susurró para sí mismo Min al ver que era su novio quien esperaba sentado, temblando de frío por el pésimo clima de la noche.
–Minnie, hola… –Kyu se levantó con un continuo temblor.
–Kyu, ¿qué haces aquí? –Min no lo decía enojado, más bien, sorprendido de encontrarse de nuevo con Kyu. Desde que envió la carta, no vio señales de Kyu por ningún lado (bueno, él también había ayudado en eso).
–Vine a… pedirte disculpas, Min –dijo Kyu con la cabeza gacha. Se veía arrepentido, mucho.
–Min, lo siento mucho. No me había dado cuenta de mi comportamiento hasta recibir tu carta. Me comporté de una manera inaceptable. Fui un idiota celoso.
–Sí, lo fuiste –auch, eso sonó muy borde para los oídos de Min. Kyu bajó más la cabeza, hizo sentir mal a Min, después de todo, le dolía.
–Sí, tienes razón, Min. Es que hace apenas un mes que eres mi novio, recuerdo todo lo que me costó hacerte mío y simplemente estoy temeroso de que te aparten de mi lado.
Kyu Hyun, un mes atrás, estaba muy nervioso por cómo confesar sus sentimientos a su hyung. Todo SuJu para esa época ya conocía los sentimientos del maknae, bueno, todos menos Min. Sus hyung’s le dieron palabras de apoyo y le brindaron una mano cuando Kyu por fin se había decidido en declararse. Fue el mejor día en la vida de Kyu al escuchar de Min que sus sentimientos eran correspondidos y que sí quería ser su pareja. Por todo ese esfuerzo, Kyu luchó por mantener a Min a su lado sin darse cuenta de que estaba más que exagerando.
–Kyu… tranquilo. Yo te perdono, sé que no fue aceptable lo que hiciste y estuve molesto un tiempo pero me hace más falta tu compañía.
–Ja –rio Kyu. –No puedo creerlo, Minnie. Eres demasiado bueno para mí.
–Ay, no empieces ahora con eso. Solo ven aquí –Min abrió sus brazos para recibir a su novio en un fuerte abrazo.
Min sintió de nuevo ese calor que le hacía falta, ese sentimiento de seguridad y protección que solo le daba cuando estaba con Kyu, entre sus brazos. Se recostó en el pecho de Kyu mientras que este le correspondía fuertemente por la cintura.
–Te prometo, Min, que ya no seré tan celoso como ahora… bueno, tal vez, solo un poco –rio al sentir el golpe en su brazo de parte de Min.
Kyu bajó la cabeza y besó a Min en los labios, cerrando la mejor noche que había tenido en mucho tiempo.