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Crónicas de Invierno (ChanBaek/BaekYeol) por choiannie

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Notas del fanfic:

Me atrasé con la publicación de éste xD. Pero bueno. ¡Disfruten! Y, ¡Gracias por leer!

Notas del capitulo:

Gracias por leer ♥

Crónicas de Invierno

 

 

 

— ¿Eres tú quien ha estado siguiéndome, verdad?

 

Esa fue la primera vez que lo vi personalmente, nuestro primer encuentro. Tanto él como yo nos encontrábamos de pie sobre aquella calle empinada, regresando a nuestras casas luego de haber terminado las clases del instituto de aquel día. Sí, estudiábamos en el mismo instituto y lo supe porque llevábamos el mismo uniforme. Aquel día estaba nevando por lo que la temperatura había descendido considerablemente, y ambos utilizábamos sombrillas para cubrir nuestras cabezas de la nieve. Recuerdo perfectamente que aparte del uniforme que llevábamos puesto, un uniforme completamente negro a excepción de la camisa blanca que usaba debajo del saco, él estaba utilizando una bufanda roja y bastante larga. Recordaba aquel día perfectamente y ¿Cómo olvidarlo? Si el chico que tenía en frente se había girado repentinamente a plantarme cara y acusarme de algo sobre lo cual no tenía idea.  

 

Su apariencia me pareció completamente tierna, sin embargo. Su cabello color castaño llevaba algunas luces de un tono más claro, sus mejillas lucían sonrojadas debido a la temperatura y el color rojo de la bufanda contrastaba excelentemente con el color de su blanca piel. No obstante en el mismo momento no pude apreciar aquella ternura en su totalidad por el ceño fruncido que me estaba mostrando. ¿Por qué lucía tan enojado, de todas formas? Y, ¿Cómo que lo estaban siguiendo? Él se encontraba a unos cuantos pasos más delante de mí y gracias a aquella calle con forma de colina tuve que levantar un poco mi mirada.

 

— Escucha. — Caminó con pasos firmes hacia mí, en ningún momento apartó la mirada de mis ojos. — No me interesa en lo absoluto que te vaya a ir mal en los exámenes o que a tus amigos les pueda ir de la misma manera, así que por favor dejen ya de acosarme. No los voy a ayudar, demonios, resuelvan sus asuntos como puedan.

 

Su tono de voz resultó ser suave y delicado, terminó siendo contradictorio a lo que su rostro expresaba. Una vez quedó frente a mí, a poquitos pasos, noté que yo era considerablemente más alto que él. Cruzó los brazos a la altura de su pecho y me miró desafiante… para ser alguien a quien estaban siguiendo no lucía asustado. No había un solo ápice de miedo en su actitud, en su imagen. Es más, hasta lucía como si estuviera dispuesto a tener una pelea en ese mismo instante, en ese mismo lugar. Por otro lado, yo me encontraba demasiado confundido como para reaccionar inmediatamente. Quiero decir, ¿Cómo debía reaccionar si una persona de repente me pedía que dejara de acosarlo, cuando ni siquiera sabía su nombre o y me había enterado  de su existencia apenas segundos atrás?

 

— Lo siento, pero no sé de qué me estás hablando… — Intenté sonar lo más convincente posible, lo último que podía necesitar era que no me creyera. Él levantó una de sus cejas como si cuestionara o dudara de mis palabras. Definitivamente no me creía.

 

—¿Cómo no sabes? Sé bien que me han estado siguiendo tú y tus compañeros. — La seguridad que antes mostraba se desvaneció sutilmente por segundos, tal vez si consideraba que estaba hablando con la persona equivocada. — Pude distinguir a alguien de tu tamaño el otro día… no me quieras confundir ahora.

 

—Perdón, pero en serio no sé quién eres. — Reiteré, rascando suavemente mi nuca desganadamente. Tenía a un personaje bastante atractivo en frente, pero asumía que lo que tenía de atractivo lo tenía de problemático. — Siempre tomo este camino para regresar a casa, cariño, nunca te había visto y créeme cuando te digo que si estuviera interesado en algo tuyo te hablaría directamente y evitaría todo esto del acoso y tal.

 

Miré a sus ojos todo el tiempo. Mi mirada estuvo clavada en los ojos ajenos cada segundo de lo que duró mi comentario. Es de mi creencia que si miras a alguien a los ojos mientras hablas de un tema serio demuestras que estás diciendo la verdad. Creo que él también pensaba de la misma manera, por lo que a los pocos segundos de escuchar lo que tuve que decir —y de creer mis palabras— sus mejillas fueron atacadas por un intenso carmesí casi tan rojo y denso como la sangre misma… Sus ojos se abrieron de manera considerable hasta casi parecer una caricatura, y sus labios se separaron apenas unos milímetros. Fue la primera vez que me fijé en sus labios, labios delgados y rosados. Tuve ganas de tocarlos, y me sentí como un completo acosador a pesar de haber negado lo mismo anteriormente.

 

—Oh por Dios…

 

El chico susurró esas tres palabras lentamente, como si quisiera saborearlas mientras se escapaban de su garganta a través de sus labios, y posteriormente desvió la mirada mordiendo su labio inferior. Sin duda alguna estaba avergonzado por lo que había hecho, y no lo culpaba. Pero aquello no me importó tanto en el momento, fue una reacción natural y común, hasta linda. 

 

—L-Lo siento. ¡Perdón! Realmente yo… ¡Ah! Estoy estresado y unos imbéciles me han estado molestando estos días… Ya no sé ni qué haré con mi vida. — Comenzó tartamudeando, pero luego sentí como si escupiera las palabras lleno de furia. Pareció que estaba intentado un trabalenguas. — Mira, te invito a un helado como disculpa, ¿Si? Si vienes por aquí significa que vivimos en la misma dirección. — Sonrió. Pensé, en ese momento, que era la sonrisa más bella que había visto jamás. — ¿Qué te parece?

 

—No es la gran cosa, en serio. No te preocupes. — Respondí de esa manera por pura cortesía, sin embargo muy en el fondo si deseaba pasar más tiempo con él… comenzaba a sentirme atraído.

 

—Claro, que un extraño interrumpa tu rutina para acusarte de acoso y hostigamiento no es la gran cosa. — Comentó casi riendo, tiró de mi brazo por pocos segundos y comenzó a caminar. Definitivamente me gustaba más esta versión de él.  — Soy Byun Baekhyun. No había visto tu cara antes, ¿Cómo te llamas? — Consideré que tenía un bello nombre. Era único, y era la única persona que conocía con aquel nombre para ser honesto. No lo sabía en ese momento, sin embargo muy pronto comenzaría algo muy especial para ambos.

 

—Park Chanyeol. — Sus ojos estuvieron clavados en mí, analizándome, y terminé correspondiendo su sonrisa con una propia cuando él sonrió tan alegremente. — Es un placer, Baekhyun.

 

Con el pasar de los días descubrí que él y yo vivíamos considerablemente cerca. ¿De verdad nunca lo había visto antes? Su existencia siempre fue ignorada por mí hasta el día de nuestro encuentro en la colina. Baekhyun me contó que estaba siendo constantemente acosado por estudiantes de nuestro instituto para que los ayude con los exámenes. Estábamos en época de pruebas y Baekhyun era un estudiante de honor, por lo que acudir a su ayuda era una excelente opción. Baek, por su lado, no deseaba relacionarse con ellos y prefería mantenerse alejado de los problemas. Cursábamos el mismo nivel. De alguna manera, y a pesar de que tomar pruebas y recordar cosas no se me daba mal, él terminó ayudándome a estudiar. Cada día nos turnábamos para visitar la casa del otro y estudiar juntos.

 

—¡Por fin se ha terminado! ¿Quieres hacer algo, Yeol? — Baekhyun y yo nos encontrábamos caminando por la misma calle de siempre. Los exámenes habían terminado ese mismo día y eso significaba solo una cosa: vacaciones. En tan solo tres semanas Baek y yo conocíamos tanto el uno del otro que nos sentíamos completamente cómodos juntos, como si nos conociéramos de toda la vida. Aprendí que Baekhyun podía llegar a comportarse como una princesa rebelde la mayor parte del tiempo, y que era muy seguro de sí mismo, pero también que era una persona muy sensible y cariñosa. Incluso me confesó lo mucho que yo le agradaba apenas unas horas después de habernos conocido. Era una persona especial, sin duda alguna.

 

—¿Tú quieres hacer algo? — La sonrisa en su rostro se amplió más al escuchar mis palabras. Temí por mi seguridad.

 

—Me gustaría ir a tu casa un rato, encerrarnos en tu habitación y practicar con la guitarra. ¿Qué dices?

 

Otro dato que había aprendido de Baekhyun; él sabía perfectamente como motivarme con las cosas. Sonreí y tiré de su brazo para que caminara más rápido. Aquel día él había olvidado su sombrilla por lo que le halé de la cintura y lo acerqué a mí para cubrirlo con la mía. Lógicamente pude notar el sonrojo de sus mejillas, me encantó aquella vista.

 

—Me parece perfecto.

 

 

 

 

 

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Ya había pasado un año desde nuestro primer encuentro cuando los problemas en la familia Byun comenzaron. Tal parecía que se habían generado conflictos serios entre los padres de Baek, por lo que normalmente él estaba fuera de casa para darles más privacidad y que pudieran resolver sus asuntos. Cuando eso pasaba, solía quedarme con él y entretenerlo con cualquier cosa que llegara a mi mente. Lo único que deseaba era verlo sonreír honestamente. Baekhyun y yo habíamos terminado la escuela y ya estábamos inscritos en la misma universidad, sin embargo aún teníamos unos meses libres antes de que comenzaran nuestras clases… por lo que la pasábamos haciendo cualquier cosa al azar. Mi objetivo era mantenerlo contento y me concentré en aquello, tanto que no cuidé de mi mismo y terminé cayendo enfermo.

 

Era invierno nuevamente para cuando enfermé, y el clima solo empeoraba las cosas. Me sentía completamente débil, derrotado y cansado. Dormir era lo que más me hacía feliz. Debido a mi estado no podía salir de casa, apenas y podía moverme a gusto sobre mi cama. Dormía casi todo el día, y cuando no lo hacía la pasaba comiendo los caldos de pollo que mi madre preparaba… esos siempre resultan ser buenos para una persona enferma ¿Verdad?

 

Baekhyun me visitaba todos los días desde que enfermé hasta que estuve completamente sano. Debido a que dormía no podía hablar mucho con él, pero he de admitir que en varias ocasiones fingí estar dormido solo para ser testigo de sus acciones. Solo nosotros dos en la habitación. Baek me miraba detenidamente por varios minutos, en ocasiones acariciaba mi cabello y luego mi frente. Un día, incluso, se quedó dormido justo a mi lado. A mis ojos fue tan adorable que no dudé en acomodarlo sobre la cama y observarle mientras dormía antes de yo mismo caer ante el sueño. No fui capaz de apreciar su reacción al darse cuenta de eso, sin embargo, ya que cuando desperté él estaba consciente y a punto de marcharse.

 

—¿Cómo siguen tus padres, Baek?

 

Ese día nos encontrábamos en la habitación de Baek. Yo aún estaba enfermo, pero había insistido tanto en salir al menos un día de mi hogar y pasar mi cumpleaños de manera divertida que él optó por invitarme a su casa por unos días, así podría vigilarme y asegurarse de que estaba bien. Antes de dormir subimos unos minutos a la azotea a petición mía. Era de noche, mirábamos las estrellas recostados en el suelo firme cubierto por apenas un par de mantas. ¿Si hacía frío? Si, hacía mucho frío y además mucha brisa. Sin embargo, eso no nos importaba a ninguno de los dos.

 

En cuanto mencioné el tema de sus padres su mirada se oscureció levemente. Se mantuvo en silencio, como si pensara cómo responderme. Era un tema delicado y yo lo sabía… pero era su mejor amigo, sentía que debía apoyarlo en ello y para poder hacer eso necesitaba estar al tanto de lo que sucedía.

 

—Mi padre quiere el divorcio, sin embargo mi madre no quiere dárselo. — Mencionó entre suspiros mientras abrazaba sus piernas, mirada plasmada en el suelo. Había una sonrisa melancólica en su rostro. ¿En qué estaba pensando? Aún hoy no lo sé. — Madre realmente no quiere separarse de él, ella desea mejorar las cosas, pero él prefiere a su otra familia.

 

— ¿Otra familia? — ¿Acaso el señor había sido infiel? Durante el tiempo que le conocí lo consideré una persona merecedora de su respeto, sin embargo querer abandonar a la familia de Baek ya le hacía perder el respeto que el poco tiempo ganó. Baekhyun volvió a mirarme a los ojos y por su expresión supe que estaba confundido. Confundido debía estar yo en ese momento, no él.

 

—¿No te lo había comentado? — Murmuró, arrugando un poco la nariz. — Tiene una hija de tres años, todo comenzó antes de que te conociera. — continuó y apretó un poco más sus piernas contra su pecho, parecía estar cómodo en esa posición. — Yo me enteré cuando comenzaron las peleas.

 

Le escuché atentamente mientras hablaba, asentía de vez en cuando, no quería que sintiera que preguntaba solo por husmear. Realmente me importaba como se encontraba. Me giré un poco para tener una mejor vista de él, para poder mirarle a los ojos y hacerle sentir la sinceridad que quería expresar, y fue solo entonces cuando noté lo que sucedía con el mayor. Baekhyun estaba llorando silenciosamente. Recuerdo que me reprimí mentalmente por no haber notado su cuerpo temblar antes, ni el frágil volumen de su voz.  

 

Instintivamente, pasé un brazo sobre los hombros de Baek y lo atraje hacia mí. No me importó lo que pudiera pensar, o si alguien nos encontraba en esa posición comprometedora, para mí aquel momento era uno en el que él necesitaba apoyo.

 

—Deberíamos ir a dormir ya, puedo sentir que tu temperatura está aumentando. — Con la palma de su mano tocó mi frente y sonrió dulcemente al pronunciar aquellas palabras. Estaba mintiendo, y yo lo sabía muy bien. —Oye, Yeol…

 

—¿Si? — Me vi obligado a preguntar cuando él dejó de hablar repentinamente. Sus ojos no se apartaban de los míos, me miraba fijamente y eso comenzaba a ponerme nervioso. ¿Qué pasaba por su mente?

 

—¿Dormirías conmigo esta noche? — Me sorprendí cuando escuché la pregunta y fue evidente en mi mirada, y en mis cejas levantadas. Baekhyun, al parecer apenado por la situación, infló las mejillas e intentó separarse de mí. No pude evitar reír ante su acción.

 

—No hay problema con eso. Anda, vayamos a la cama.

 

 

 

 

 

 

 

—¡Oh! Pero miren a quien tenemos aquí~

 

Pocos días después de que visitara la casa de Baek, estuve completamente saludable. Aquel día me encontraba comprando algunas cosas para mi madre cuando escuché aquella molesta voz. Recuerdo que mi primer deseo fue no volver a escucharla nunca más, por lo que tuve la intención de girarme y continuar con mi camino… y así habría sido si no hubiera escuchado un quejido. Un quejido que había sonado muy familiar, una voz muy familiar. Miré en la dirección de dónde provino el sonido y pude distinguir una silueta muy conocida: Baekhyun. Mis ojos nunca se confundirían al verlo, estaba totalmente seguro de eso. Él estaba siendo acosado —tal parecía— por un par de chicos, uno bastante alto, como de mi estatura, y otro un poco más bajito. Solo un poco.

 

El más alto de los dos le sujetaba del brazo posesivamente, clavaba sus ojos en él con deseo en la mirada. Hasta yo, desde donde me encontraba, podía asegurar que le estaba haciendo cosas sucias con los ojos. Sentí un inmenso enojo en mi interior, un calor que no había sentido antes, y cuando lo noté ya me encontraba caminando hacia ellos.

 

—¿Podrías dejarme en paz de una buena vez? — Baekhyun se escuchaba exasperado, irritado. Intentó soltarse pero solo consiguió que aquel muchacho le sujetara con más fuerza. Mi deseo de estampar mi puño contra su cara se hizo más grande. — ¡Maldita sea, Seunghyun! ¡Suéltame de una vez!

 

—¿Tienes algún problema con él, amigo? — Pregunté, dirigiéndole la peor mirada posible. Baekhyun quedó estupefacto al verme de pie justo a su lado, no había notado mi presencia. El mencionado Seunghyun me lanzó una mirada curiosa antes de liberar a Baek de su agarre, el mismo que frotó un poco la zona herida para apaciguar el dolor que sentía.

 

—¿Y qué si lo tuviera, uhm? — Seunghyun sonrió ladinamente, casi riendo. — ¿Acaso eres el novio de esta muñeca? — Pausó unos segundos antes de mirar a Baek — ¿Qué dices, lindura?

 

Baekhyun frunció el seño y apretó los puños, obviamente fastidiado por lo que había escuchado. Yo, por mi parte, juraría que de no ser por el increíble control personal que tengo le habría roto la nariz en ese mismo instante. No era de mí tener reacciones violentas, pero éste simplemente me tocaba los nervios. ¿Muñeca? ¿Cómo le llamaba así frente a mi? Ciertamente, en aquel entonces Baekhyun y yo no teníamos nada… pero aún así me molestaba. Porque no tenía el derecho de llamarle así, tampoco de acosarlo.

 

Solamente yo podía llamarle lindura.

 

—Sí, si lo soy. — Coloqué mi mano en la cintura de Baekhyun y lo apegué a mi cuerpo. El color de sus mejillas se intensificó, sabía que iba a matarme luego por aquello pero. ¡Oh! ¡Qué placentero resultaba ver aquella mueca en la cara de ese imbécil!  — Y me gustaría que dejaras de acosarlo, debe tener suficiente conmigo.

 

—Eres un mentiroso. — El personaje que se encontraba al lado del acosador finalmente habló. Prácticamente escupió las palabras.

 

Quizás actué por un impulso, por callar las bocas de esos dos jóvenes delincuentes, o porque simple y llanamente deseaba hacerlo así…  Formé una «O» con los labios antes de ladear la cabeza y sonreír provocativamente, según yo. Tomé la barbilla de Baekhyun y le obligué a alzar la mirada hacia mí, miré esos rosados labios y antes de que pudiera hacer algo lo besé, frente a ellos y frente al resto del mundo. Moví mi brazo hacia su espalda y lo apegué más a mí, haciendo que apoyara ambas manos contra mi pecho. Acaricié sus labios con los míos antes de profundizar el beso, y no negaré que quedé sorprendido cuando correspondió. Sin embargo, yo sabía mejor que nadie que iba a acabar conmigo cuando estuviéramos a solas.

 

Igualmente, no me arrepentía de nada.

 

Porque, a pesar de todo, yo sabía que Baekhyun era alguien especial para mí.

 

 

 

 

 

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Eventualmente, Baekhyun y yo iniciamos una relación meses después de nuestro primer beso. Tuve que lidiar con un Baek completamente avergonzado y confundido después de haber hecho aquello, y él tuvo que lidiar con una versión de mí bastante sobreprotectora. Estaba junto a él todo el tiempo, ¿Cómo iba a dejarlo solo?  No quería que nadie lo acosara otra vez. Era una lindura, sí, pero era lindura. Así que no, no le daba el chance a nadie de hacerle pasar un mal rato. Los acosos terminaron, finalmente, y pasamos dos años de relación estable.

 

Sin embargo, a pesar de que nuestra relación cada vez estaba mejor, la relación de sus padres caía día a día. Su familia estaba destrozada, había aceptado esa realidad bastante tiempo atrás, pero  aún le dolía. Odiaba ver a su madre mal y odiaba ver a su padre confundido e incómodo cada vez que hacía una visita. El señor y la señora Byun se divorciaron un año atrás, pero mantenían el contacto. Baekhyun creía que por su bien, a pesar de ya no ser un niño.  

 

—Chanyeol… — Baekhyun llamó mi nombre mientras continuaba pasando los canales. Esa vez, el escenario fue mi hogar. Solo estábamos él y yo allí, con la casa entera solo para los dos. Ambos sentados en el sofá, él recostado contra mi pecho.

 

—¿Uhm? — Gimoteé, esperando su respuesta.

 

—Quiero tener sexo contigo.

 

Byun Baekhyun podía ser muy directo. Baekhyun podía ser siempre sincero con sus sentimientos, expresando exactamente lo que deseaba. Baek podía fácilmente tirar mi autocontrol por el barranco. Me atraganté con mi propia saliva apenas esas cuatro palabras se escaparon de sus labios. ¿Sexo? ¡Quería sexo y lo pedía de lo más tranquilo! Comencé a toser descontroladamente, causando que él se separara de mí y buscara un vaso de agua rápidamente. ¿De verdad creía que quería agua en ese momento? La tomé de todas formas.

 

—Baekhyun…  — No sabía cómo responder, ¿Qué debía responder cuando mi novio me decía que quería sexo conmigo? Por supuesto, podría haber comenzado a besarle allí mismo… pero me había tomado por sorpresa. Esa era la verdad.

 

—Quiero que hagamos el amor, Yeol. — Repitió, mirándome fijamente con aquellos ojos aparentemente inocentes. — ¿Acaso tú no quieres?

 

—N-No, no es eso. Quiero decir… ¿Has hecho esto antes?

 

Gran imbécil fui. ¿Cómo se me ocurría preguntarle semejante cosa? Baekhyun frunció el ceño inmediatamente, esperé con todo mi corazón no haber matado sus ganas.

 

—¿Qué importa eso?

 

—Solo dime…  — Insistí, entonces realmente quise saberlo. De pronto comencé a imaginarlo en brazos de otra persona y sentí mi corazón oprimirse. ¿Para qué lo había preguntado en primer lugar?

 

—N-No… No lo he hecho antes… — Respondió después de haber debatido mentalmente si confesarlo o no. Debo confesar que el alivio que sentí fue incomparable. — Pero sé que serás gentil conmigo. — añadió, sonriente.

 

Esa maldita sonrisa. 

Notas finales:

Vengo a despedir el año con una historia que comenzó siendo un drabble, luego se transformó en one-shoot y mi mentecita vaga y llena de conceptos inestables (? Terminó haciendo que fuera un two-shoot. El siguiente capítulo aún no está terminado así que pediré un poquito de paciencia. Publico ahora porque… no me aguantaba, lo siento xD.

¿Les ha gustado? Espero que así sea ~ Trataré de actualizar pronto.

¡Feliz año nuevo! 
–Besos- 

 


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