Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Crónicas de Invierno (ChanBaek/BaekYeol) por choiannie

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Terminé el capi gracias a esta canción.
Lacie (Piano) - Pandora Hearts

Inspiración siempre que la escucho. 

—N-No… No lo he hecho antes… — Mentiría si dijera que no me había causado alguna sensación escuchar esas palabras, porque fue totalmente lo contrario. La idea de ser la primera opción de Baekhyun me llenó de alegría, de orgullo, aunque nunca lo admití. — Pero sé que serás gentil conmigo. — añadió sensualmente después de una corta pausa, sonriendo. Ladeó sutilmente su cabeza al terminar de hablar, de repente quería lucir más tierno para provocarme. Él sabía que adoraba esa faceta de él, quería manipularme.

 

Y lo estaba logrando.  

 

Si para él era algo tan importante y necesario entonces yo estaba preparado, pensé, definitivamente lo estaba. La situación llegó en un momento en el que no habría sido capaz de siquiera considerarlo, pero pronto entendí que las cosas resultarían mejor así… naturalmente. Si dar ese paso era algo que Baekhyun deseaba, entonces definitivamente estaba dispuesto a dar lo mejor de mí para hacerlo feliz. A pesar de que no comprendía por qué hacía esa petición tan repentinamente, sentía y estaba seguro de que sus deseos eran una prioridad para mí. Claro, me impresioné cuando lo  comentó; sin embargo fue cuestión de tiempo que yo me acostumbrara a la idea.

 

A decir verdad, imaginarnos en esa situación no me hacía nada bien y al mismo tiempo me emocionaba. ¿Qué habría motivado a Baekhyun a hacer la petición? En ese momento no entendía que lo único que Baekhyun deseaba era sentir amor, sentirse amado, y dar amor. Ignoraba el sufrimiento que estaba ocultando detrás de su sonrisa, ignoraba que él ocultaba sus emociones para no preocuparme. No fui capaz de entenderlo en ese entonces. Me encontraba alistándome para cargarlo en brazos cuando su teléfono comenzó a sonar y a vibrar en su bolsillo. Con evidente molestia, buscó el aparato mientras arrugaba tiernamente la nariz. Intentó ignorarlo, pero al ver la persona quien llamaba decidió contestar inmediatamente.

 

—Discúlpame un segundo.  

 

Recuerdo perfectamente como sus palabras sonaron débiles, como si no tuviera el deseo de pronunciarlas. Se excusó para atender la llamada pero no se movió un centímetro de su lugar y contestó en frente de mí, sin importarle que yo pudiera escuchar la conversación. Lo interpreté como una precaución, como si me estuviera dando el permiso de actuar si él no podía soportar lo que venía. No podía escuchar lo que decían, de todas formas, debido a que simplemente no me interesaba y no prestaba atención. Si era preciso, él me lo contaría.

 

Cuando lo escuché murmurar algo con molestia, exasperado, lo miré. Habló entre dientes, furioso, mientras pasaba su mano por su cabello intentando distraerse y calmar la ira que crecía dentro de él. Baekhyun era una persona alegre, él no reaccionaba de esa manera normalmente. La sonrisa traviesa que antes traía se esfumó de su rostro en segundos, y fue reemplazada por lágrimas tibias y atrevidas que no tardaron en caer libremente.

 

Sin prestarle un solo segundo más de su tiempo colgó la llamada y lanzó el teléfono lejos, sin importarle si podía quebrarse o no, pero a la vez con la delicadeza suficiente como para no destruirlo y hacer que cayera en una superficie suave. Supe por su expresión que no estaba en sus planes permitirse llorar de esa manera, que sus emociones lo habían traicionado. Sin darme siquiera tiempo a reaccionar, sin pronunciar una sola palabra más, Baekhyun giró y se dirigió a mi habitación en silencio.

 

Era evidente que algo andaba mal, Baekhyun no solía llorar de esa manera por cosas pequeñas. Sentí un profundo dolor en el pecho al recordar su imagen, repentinamente oscurecida, alejarse lentamente hasta desaparecer de mi vista. Observé el aparato abandonado en algún rincón de la habitación, había comenzado a sonar nuevamente sin embargo en esta ocasión aquella sería una llamada sin respuesta.

 

 Estaba seguro de que Baekhyun podía escuchar el timbre que ahora resultaba molesto para ambos.

 

Caminé con pasos silencioso hacia mi habitación y allí lo encontré oculto entre las sábanas, con todas las luces apagadas y las ventanas cerradas. Su silueta temblaba furiosamente mientras él luchaba por controlarse. Mi curiosidad despertó, ¿Qué le habría hecho terminar así? Cerré la puerta detrás de mí y dejé las luces como estaban, me acerqué a él y, sentándome al borde de la cama, lo tomé en brazos mientras susurraba su nombre. No intenté descubrirlo de las sábanas pues no quería que se sintiera presionado, no intenté que me diera la cara, simplemente lo abracé con tanta delicadeza como pude. Él no opuso resistencia en ningún momento, y con los segundos descubrió su rostro por sí mismo.

 

—¿Quieres hablar sobre lo que pasó? — Susurré a su oído mientras le acariciaba el cabello con lentitud. Estaba sorprendido, no lo negaría, pues Baek aún no había parado de llorar.

 

—S-Solo… — Arrugó la nariz y posteriormente frunció el ceño. Estaba molesto, muy molesto, y aún así lucía adorable y derrotado. — Estoy frustrado, Yeol. ¿Por qué debo tener un hombre tan mierda como padre?

 

—¿Qué ha hecho? ¿Te ha insultado? — Un millón de posibles escenarios cruzaron mi mente al escuchar su respuesta. Sin darme cuenta, apreté mi agarre y lo acerqué más a mí. Él se dio cuenta de mi reacción por lo que acarició mi nuca con lentitud, intentando calmarme.  

 

—A mi no… — Respiró hondo y dejó escapar un suspiro de entre sus labios. — A mi madre… y a ti.

 

De todas las personas que podrían estar detrás de la razón que hizo a Baekhyun llorar, estaba yo. ¿Yo? ¿Por qué estaba yo en medio? ¿Por qué su padre comentaría sobre mí? Esta vez fue mi turno de fruncir el ceño en confusión. Baekhyun volvió a suspirar y lo sentí combatir contra sus lágrimas. ¿Tanto le afectaba que su padre dijera algo sobre mí? ¿Qué había dicho sobre su madre, de paso? Acomodé su cuerpo sobre mi regazo y él rodeó mi cuello con sus brazos, naturalmente.

 

—¿A mi? ¿Qué ha dicho sobre mí?

 

—¡Es lo que no entiendo! — Gruñó, cerrando los ojos posteriormente. — No solo se mete repentinamente con mi madre, sino que también te incluye en todo… No entiendo Chanyeol, si está molesto podría probar con, no sé, ¿Hablar con su otra mujer? ¿Qué le pasa? ¿Por qué tiene que llamarme para decirme estas cosas?

 

—¿Qué te ha dicho, Baekhyun? — No fue mi deseo sonar tan serio como lo hice, tampoco fue mi intención silenciar a Baek de esa manera. Me miró a los ojos, sorprendido por escasos segundos, y volvió a suspirar.

 

—M-Me dijo que tarde o temprano nos pasaría lo mismo… — Asentí y guardé silencio, quería que él supiera que lo escuchaba atentamente. — Que me odiarías, que intentarías hacerme todo el daño posible… que serías igual que la perra de mi madre.

 

Hasta entonces comprendí que era aquello que había motivado a Baekhyun a hacerme la anterior petición. Solo en ese momento lo entendí perfectamente. Baekhyun deseaba amor, y seguramente él mismo no estaba consciente de que lo estaba buscando. Sentí un par de sus lágrimas tocar mi piel después de habernos sumido en el silencio, él no se atrevía a hablar otra vez o hacer algún movimiento.

 

Debido a esto comencé a dibujar líneas imaginarias en su espalda con lentitud, aplicando en mis movimientos todo el cariño posible. Sin esperar a que me lo permitiera toqué sus labios con los míos. Lo besé lentamente, con la delicadeza necesaria para hacerlo sentir protegido y amado. Le escuché gemir suavemente debido a la sorpresa, sin embargo eso no le impidió corresponderme segundos después. Me tomé el atrevimiento de introducir una mano dentro de su camiseta, tocando con mis fríos dedos su piel expuesta. Lo acaricié.  Lo hice y me animé a continuar cuando lo sentí derretirse en mis brazos.

 

—Hazlo otra vez. — Murmuró débilmente cuando nos separamos, cuando el aire fue necesario. Su voz se escuchó tan suave, rota y delicada que no pude evitar pensar en lo frágil que podía ser. Su pecho subía y bajaba, su cuerpo buscaba oxígeno desesperadamente. Su mirada se mantuvo sobre mis labios, y la mía sobre los suyos. — Chanyeol…  Bésame otra vez.

 

Antes de que ambos lo notáramos él ya se encontraba debajo de mi, recostado sobre la cama, y yo ya me encontraba encima suyo.

 

Comencé a susurrar palabras de aliento a su oído, y él se dispuso a acariciar mi cuello y nuca por segunda vez. Podía sentir el cariño que me transmitía a través de sus caricias, tan lentas y delicadas, podía sentirlo perfectamente. Su mirada estaba puesta sobre mí, y la mía se encontró con ésta. Le confesé que nunca le haría algo que pudiera herirlo, le aseguré que no actuaría como su padre había afirmado, le dije todo lo que sentía y tenía en mente. Según le hablaba, mis manos actuaban por sí mismas y acariciaban su pequeño cuerpo… ese cuerpo frágil que temblaba sutilmente. Él reaccionaba ante cada roce hecho por mí, haciéndolo temblar o suspirar débilmente. Eran movimientos expertos, cuidadosos y sensibles, no quería lastimarlo o apresurar el momento. Gimió débilmente y no pude evitarlo, volví a besarlo.  

 

—Una vez más…

 

Acaricié la piel desnuda de su cuello con mis labios, dejé un rastro de besos sobre ella y la marqué cuando lo creí necesario… cuando yo mismo lo necesité. En cuestión de segundos se tornó roja, un débil tono púrpura cubriendo su superficie. Cumplí el deseo de Baekhyun y volví a besarlo, esta vez yendo un poco más lejos de lo que ya habíamos alcanzado. Toqué sus muslos y me atreví a tocar un poco más cerca de su intimidad, sin embargo él parecía disfrutarlo. Se encontraba tan concentrado en experimentar aquellas nuevas sensaciones que no le importó mucho la velocidad que las cosas estaban tomando. Sentí su mano enredarse en mi cabello y halarme hacia él cuando comenzó a impacientarse, haciendo movimientos que me animaban a ir cada vez más lejos… a apresurarme.

 

Los besos regresaron, la ropa pronto desapareció. De un momento a otro dejamos de sentir vergüenza al estar expuestos. Esa sensación se transformó en confianza, en saber que hacíamos eso porque realmente lo queríamos en ese momento… por amarnos, por demostrarlo.

 

Sentí  una fuerte corriente de placer al escucharlo gritar cuando entré en él, con mis dedos, para prepararlo. Gritó más por sorpresa que por dolor, de eso estaba casi seguro. Sus mejillas se tiñeron con un tenue, pero tierno, color rosa. Mordió su labio inferior pero se negó a apartar la mirada de mi… quería recordarlo tanto como yo lo deseaba. Para cuando sentí que estuvo listo, e hice mi último movimiento, Baekhyun ya había enterrado sus uñas en mi espalda para sostenerse. Dejó escapar un grito que había estado ocultando en lo más profundo de sí mismo. Amaba la sensación de estar completo.

 

—Te amo. — Lo embestí repetidas veces antes de hacer aquella declaración. Mi intención fue sonar romántico, quizás algo adorable, pero aquello sonó más como un gruñido.

 

—L-Lo sé. — Sonreí ladino cuando escuché su respuesta. Supe que había recuperado el ánimo de siempre, supe que estaba mejor, y también supe que no podía pensar en una respuesta más elaborada en ese instante. Su expresión me lo decía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—Por ahora solo estaremos tú y yo en casa, Baekkie. — Jin Ah, madre de Baek, pasó sus dedos entre el suave cabello de Baekhyun, acariciando su cabeza en el acto, mientras le sonreía dulcemente. Su sonrisa era muy similar a la de Baekhyun, una sonrisa tierna y hermosa. — Ya no es mi esposo, pero eso no significa que él deje de ser tu padre ¿Entiendes? Puede que ya no me quiera, pero estoy segura de que sí te quiere a ti.

 

Baekhyun sonrió amargamente al recordar la llamada que tuvo unos días atrás con su padre. No tenía el corazón para llevarle la contraria a su madre, no cuando se veía tan alegre como lo hacía ese día. Yo sabía que no le había comentado una sola palabra a su mamá sobre eso, y no pensaba obligarlo a hacerlo tampoco. Se lo diría cuando lo considerara.  

 

—Cuida bien de mi pequeño tesorito, Chanyeol.

 

Repentinamente, Jin Ah se dirigió a mí y dejó de lado su conversación con Baekhyun. Por su expresión podía adivinar que estaba insinuándome cosas no muy inocentes. Tenía una sonrisa traviesa y extensa, casi de oreja a oreja, y ya no lucía tan tierna como solo segundos atrás. Sonreí, casi de la misma manera, y asentí repetidas veces. Baek nos observaba desde su lugar totalmente avergonzado y rojo por el comportamiento de su madre. Quizás a él le daba vergüenza, pero a mí me divertía en todo el sentido de la palabra… en especial si me hacía el favor de sonrojar a Baekhyun.

 

—Su pequeño tesoro está totalmente seguro en mis manos, señora Jin Ah.

 

Reímos a carcajadas cuando Baekhyun comenzó a gritar para detenerlos, afirmando lo incómodo que resultaba todo aquello. Con las mejillas infladas, Baek se recargó contra su madre y le obligó a mantener esos comentarios solo para ella. Ella acarició su rostro con lentitud y le informó que lo amaba. Apenado, Baekhyun correspondió.

 

Aquella fue la última vez que los vi sonreír juntos.

 

Después de la separación definitiva de los Byun, la madre de Baek cayó enferma. Desde un principio se encontraba mal, a decir verdad, pero lo había mantenido en secreto para no preocupar a su hijo. Por supuesto, el señor Byun no tenía ni la más mínima idea sobre eso. Se enteró cuando ya era muy tarde. Baekhyun hizo todo lo que estuvo a su alcance para ayudar a su madre durante su recuperación, sin embargo, siendo su estado sentimental el factor que empeoraba su ya delicada salud, no pasó mucho tiempo para que la señora muriera.

 

El invierno llegó a nosotros nuevamente, más rápido de lo que pudimos haber pensado. Baekhyun continuaba utilizando la misma bufanda que usaba en la época en que lo conocí, y no había crecido un solo centímetro. Se peinaba de la misma manera, vestía colores oscuros, utilizaba solo una delgada capa de delineador en sus ojos… Continuaba igual, físicamente. Y digo físicamente porque era un hecho que él no era la misma persona que solía ser cuando lo conocí.  El Baekhyun alegre y juguetón había desaparecido, siendo reemplazado por uno calmado y silencioso.

 

Aún así, Baekhyun seguía siendo Baekhyun… y yo seguía amándolo como tal.

 

Desde la muerte de Jin Ah él y yo comenzamos a vivir bajo el mismo techo. Pronto nuestras vidas y rutinas se mezclaron, volviéndose similares. Nuestras visitas al cementerio se volvieron una acción común en nuestras vidas. Era tan natural despertar un día en la mañana, vestirnos adecuadamente, comprar flores frescas y partir hacia aquel lugar que dejamos de considerarlo una rutina. Para Baekhyun más que para mí se había vuelto igual que respirar; algo que necesitaba hacer.  

 

—Es una lástima… — Baek se alejó de la lápida en la cual el nombre de su madre estaba grabado, sonriendo tristemente. — Todo ha mejorado… y no puedes verlo. Estamos mejor, pero no puedes ser testigo. Es una lástima.

 

Él no despegaba la mirada de la lápida, leía la información en ésta múltiples veces. Sintió el deseo de llorar apoderarse de él, sintió que se desplomaría nuevamente y se volvería un desastre sentimental. Aún así… sonrió.

 

—Chanyeol me ha cuidado mucho, ¿Sabes? Tal y como se lo pediste… tal y como lo prometió. Si no fuera por él creo que yo no habría podido seguir mamá…

 

—Trabajaré el doble o el triple si es necesario… entonces nos casaremos y tendrás una mejor vida. — Baekhyun abrió sus ojos tanto como pudo y los mantuvo sobre mí por varios segundos. Podría jurar que ví lágrimas formarse en sus dulces orbes justo antes de que sonriera tiernamente. Sentí calidez al verlo sonreír sinceramente… hace tiempo no lo hacía.

 

—¿Casarnos? No recuerdo que me hayas propuesto matrimonio… — comentó, aún sonriente, anticipando una respuesta de mi parte.

 

—Te daré una propuesta cursi y romántica si la quieres. — reí y lo apreté contra mi pecho. Podía sentir su cuerpo temblar con lentitud, pude sentir sus manos temblorosas aferrarse a mi abrigo por detrás. Besé su frente y le permití recargar su cabeza en mi hombro. — Seguiré cuidándote, como se lo prometí a tu madre y como lo he estado haciendo desde el primer día.

 

Estaba más que dispuesto a entregarme totalmente por él. Por él a quien conocí durante sus últimos momentos de alegría, por él a quien conforté cuando lo necesitaba, por él quien tuvo el valor y la confianza suficiente para apoyarse en mí… por él, a quien vi derrumbarse y volver a ponerse en pie. No me importaría tener que cargar su peso sobre mis hombros, no lo haría en lo absoluto.

 

Porque, a pesar de todo, Baekhyun sabía que contaba conmigo, y yo sabía que estaría allí para él. 

Notas finales:

Ok... ésto no quedó como lo planeé. Quedó muy distinto, mucho xD. Pero en fin, fue el resultado y supongo que ya no puedo atrasarme más con esta actualización... El two-shot no fue la gran cosa, una idea pequeña que surgió y quise escribirla. Aún así, agradezco a quienes leyeron ♥ Gracias -reparte amor- 

 

Si les ha gustado el fanfic les invito a hacer me gusta en Choi Annie, allí actualizo con cosas sobre lo que escribo o otros detalles random. Espero leerlos en mis próximos proyectos de esta hermosa pareja~. 

O bien, de otras. ♥

 

—Les lanza un besito—


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).