Me desperté con un horrible dolor de cabeza. Anoche me quede bajo la lluvia un largo tiempo. Si, luego de despedirme de KyungSoo salí de ahí a un lugar que mis piernas quisieran llevarme, no pondría queja alguna. Me llevaron a un lugar, un puente. Me quede ahí mirando los autos pasar por debajo de mi sin prestar atención al tiempo a mi móvil sonando. En ese momento era solo para mí, nadie más estaría en mi cabeza. Al cabo de unas horas SeHun y ChanYeol me encontraron, venían agitados y más de algo mojados, debían de haberme visto por debajo. Suspire, me cubrieron con un paraguas para meterme al auto del más alto. Suspire al sentir como el aire caliente del vehículo era golpeado en mi rostro para que entrara en calor. SeHun me abrazaba de forma confortable, sus mejillas estaban rojas y sus labios rojos, debía de haber estado mordiéndolos de los nervios, no se lo pregunte, me limite a mirar al suelo.
Me levante de la cama con una jaqueca horrible. Vi la cama de mi amigo y este aun dormía en ella. Me acerque para cubrirlo con las mantas, esa manía que tenia de destaparse. Una vez eso hecho mire la hora. Siete y quince, entrabamos a clases a las ocho y quince, una hora más. Lo deje dormir un poco. Me encamine a la ducha y me despoje de mis ropas, unos pantalones holgados negros y una playera musculosa blanca. Entre en la ducha y sentí los fríos azulejos bajo mis pies, suspire para dejar el agua tibia correr por mi cuerpo. Lleve mis manos a mi cabello para humedecerlo. Acto seguido tome el Shampoo y me lo aplique en el cabello, con cuidado de que este líquido no entrara en mis ojos y me causara ardor y ceguera. Lo enjuague y comencé a lavar mi cuerpo, tome el jabón en barra y lo comencé a pasar por mi cuerpo, por mis hombros anchos y luego por mi abdomen. Termine de pasarlo por mi cuerpo para cerrar la llave y morder mi labio, el dolor había cesado. Tome una toalla negra y me seque el rostro, para luego colocarla en mi cintura. Salí de la ducha y del baño para comenzar a buscar mi uniforme. Al cabo de treinta minutos estuve listo, mire la hora, aún faltaba. Me acerque a SeHun y con un gran impulso me tire sobre él, haciendo que un quejido de dolor y susto saliera de sus labios.
- ¡Si quiero más Bubble Tea!- grito cuando rodee por la cama y quede en sus pies. Me miro de forma perezosa y alarmada.- ¡Yah Kim JongIn!- me grito haciendo un aegyo.
No pude evitar reír. Quizá con qué demonios estaba soñando mi querido amigo. Lo observe, su cabello era un caos como todas las mañanas, sus labios secos y ojos somnolientos. Era tan adorable e irritante.
- Venga ya es tarde y si no te levantas nos terminaran castigando- reí para verlo y negar.- A mí los aegyos no me van amigo mío.
Me miro tallándose un ojo.- ¿Estas bien?- me miro preocupado.- Aish...odio que me despiertes así...- bufo quejándose, se incorporó en la cama para verme bien.- Hey, luces tu...- me miro burlón.
- Es un tanto estúpido me digas eso, ya que es claro que luciré como yo, si soy yo- lo mire como si estuviera loco y sonreí de medio lado.
SeHun rodo los ojos y me observo.
- Sabes que no me refería a eso- su mirada era cálida pero intensa.
- No quiero hablar de eso, no me importa como paso todo. Solo deseo olvidar lo que paso y listo.- me levante de la cama para sacar una paleta de mi escritorio.
- ¿Crees poder hacerlo?- se colocó de pie estirando su cuerpo.
- Si sigues preguntando tonterías te juro que cambiare de cuarto con el BaekYeol.- lo mire ya irritado.
Mi compañero alzo sus manos en símbolo de ya no preguntar más. Le regale una cálida sonrisa al ver que se iba al baño. Me deje caer en mi cama para ver el techo mientras en mi boca jugaba con la paleta sabor fresa. Movía mis labios de un lado a otro. No era del todo cierto en que no me importaba, la verdad era que si lo hacía, si me importaba, y demasiado. Moví mi cabeza de un lado a otro, debía dejar de pensar en ello, solo me torturaba la mente.
Al cabo de quince minutos mi amigo salió del baño. Se colocó su uniforme, y salimos de la recamara, faltaban diez minutos. Coloque mis manos detrás de mi nuca para saborear la paleta que llevaba en la boca. SeHun llevaba una de sus tan adoradas bebidas en su mano y bebía un poco de vez en cuando. Desde que conozco a SeHun jamás le he visto en una relación con alguien, más allá de estar una vez con una chica nada más he visto. Era apuesto y siempre que le molestaba con que saliera conmigo me respondía alguna evasiva. "¿Sera que le gustan las chicas?, ¿Se estará haciendo de rogar?". Sea lo que sea, nunca entenderé la mente de mi querido amigo.
Llegamos al salón de Mates y suspire de forma pesada, nuestro internado era de varones, pero el director estaba empeñado en hacerlo mixto. Eso solo causaría problemas. Me fui a mi lugar, el último puesto al lado de la ventana y mire por ella hasta que el profesor ingreso en la sala. Mi sorpresa fue que no venía solo, no señor. Este hombre vendría con tres chicos nuevos. O al menos eso se veía.
- Bueno alumnos, ellos son los nuevos ingresados. Dos de ellos vienen de China, espero les traten bien.- hablo suave pero serio.- Pueden presentarse.
Mi mirada se fijó en todos ellos. Pero se detuvo en aquel chico de la noche anterior, esto debía de ser una broma de mala clase, el chico ese me miraba de forma tímida y algo disimulada. Pude ver como uno de ellos, el más bajito que era castaño claro miraba a SeHun de forma insistente y algo fría. Aquello llamo mi atención, ya que mi amigo lo miraba de la misma forma. El ultimo era el más alto de los dos, era de cabello negro y piel muy clara, lindos rasgos.
- Un gusto, soy Huang ZiTao.- su voz era con acento. Él era chino.
Hizo una reverencia suave su vista fue directa al chico que estaba delante a mí. Me encogí de hombros y me dedique a mirar por la ventana. Me coloque mis auriculares para suspirar y dejarme caer en el mundo de JongIn.
- Mucho gusto, soy Xi LuHan- hablo el castaño claro que no despegaba su vista de mi amigo. También era chino, por ende, el chico de en medio no lo seria.
Por último el chico de ojos negros que no me había quitado la vista desde que entro, mejor dicho, desde anoche. Me sentía algo intimidado, cosa que era nueva, nadie me había logrado intimidar, pero él lo conseguía con facilidad, solté un gruñido de molesta. Irritante.
- Mi nombre es Kim JoonMuyeon- su sonrisa tierna se hizo presente. Muchos de los chicos sonrieron por aquel trio. Este año seria sin lugar a dudas un desafío.
Tomaron asiento donde quisieron y la clase se llevó a cabo. Anotaba los ejercicios y luego los resolvía, termine treinta minutos antes de que acabara la clase. SeHun termino seguido de mí y me miro para extenderme una paleta, la mía ya se había acabado. Le dedique una sonrisa torcida, características en mí. Tome la paleta y le quite la cubierta para dejarla caer en mi boca. Mi amigo sabía que yo no comía ningún otro tipo de paletas, solo aquellas que había estado comiendo desde que había comenzado a tener problemas con mis padres. Me quite un auricular para entregárselo. Sus ojos se iluminaron, se acercó y tomo el auricular para escuchar música.
- Oh, Kim- hablo el profesor, lo miramos de forma cansada- ¿Han terminado ya?- su voz era de orgullo.
Moví la paleta en mi boca para sonreír de medio lado, SeHun humedeció sus labios y me miro.
- Claro.- hable firme para ver como las miradas se fijaban en nosotros- ¿Quiere comprobarlo?- mi forma de hablar a pesar de que no me gustaba que me controlaran era adecuada con los profesores, salvo con la de Deportes, esa señora me odiaba y no entendía la razón.
- No, ¿Que va?- sonrió para levantarse y acercarse a nosotros- Quiero que den clases particulares de Mates.- nos habló de forma seria.
Abrí mis ojos sorprendido y confuso- ¿Se siente bien?- la pregunta de SeHun, hizo que me riera y me disculpara con el.- Lo siento, es solo que...- el menor se colocó nervioso y comenzó a tartamudear.
- ¿Por qué daríamos clases?- lo salve de la situación para ver al profesor a los ojos.
- Oh...- asiente.- Porque necesito esta misma agilidad con unos chicos que acaban de entrar.
- No me dirá que...- mi rostro se cayó a uno serio.
- Nop, no exactamente estos- miro a los nuevos que estaban terminando- Me refiero a los de la sección A.
Waoh. Mordí mi labio, en esa sección estaba KyungSoo, mire por la ventana para soltar un suave suspiro. SeHun me miro un tanto preocupado. Saque la paleta de mis labios y lo mire de forma suave pero filosa.
- ¿Que gano yo con eso?- le dedique una sonrisa torcida.
- Quedan eximidos del nuevo examen- alzo sus cejas de forma interesante- ¿Que me dicen?
- Yo no tengo problema- hablo mi amigo de manera emocionada.
Mire el suelo y suspire.
- No quiero- lo mire suave- Prefiero dar el examen que se soportare a estar con ellos.- lo miro de manera intensa, SeHun sabía a lo que me refería.
- Muy bien joven Kim.- me dedico una sonrisa y se fue.
Suspire de forma pesada para desordenar mi cabello. SeHun se volteo a verme y me tomo de las mejillas, pellizcándolas. Cerré mis ojos para hacer una mueca de dolor.
- "No me importa", "Prefiero dejarlo atrás", ¿eh?- me reclamo moviendo mis mejillas en sus manos. Solté un quejido de dolor- Omo, ¿Te duele?- se rio burlón- Si eres tan lindo- hablo como una madre a su hijo- Mira esas mejillas de chocolate- rio- Dile a Omma la verdad, ¿Que paso anoche?- me movió un poco más rápido para soltarme.
- Ay...- me queje riendo para acariciar mis mejillas- Sí que eres cotilla- lo mire de forma cansada, el timbre sonó- Salvado por la campana- reí para levantarme.
Antes de poder salir del salón, el profesor me indico que fuera a la dirección. Puesto mis padres estaban ahí. Genial. Suspire para morder la paleta y hacer que fuera pedacitos en mi boca. SeHun me miro preocupado. Le sonreí de forma cálida.
- ¿Te acompaño?- me miro un tanto tierno.
Negué- Sabes lo que pasara si no voy solo- sonrió- Cómprame un té de canela que yo iré enseguida a la cafetería, espérame ahí.- le desordeno el cabello para irme a la dirección.
Camine con las manos en mis bolsillos, era un largo recorrido hasta el lugar. Mis padres. Las imágenes llegaron a mi mente de forma no esperada. Moví mi cabeza negando. Deja atrás el recuerdo. Subí las escaleras y toque la puerta, escuche el "Pase" del Director y entre.
No vi a mi madre, me pareció extraño, mas no dije nada. Tenía un mal presentimiento. Me acerque a donde estaba mi padre, traía un traje negro a la medida con una camisa blanca. Una corbata ploma. Mi rostro era una máscara, hace años que no hablábamos con mi padre, me había colocado en este lugar porque era un estorbo para él. Desde hace años que no veía a mi madre, solo fotografías que mis hermanas me enviaban, pero no había siquiera hablado con ella. No lo tenía permitido.
- Joven Kim- el director me sonrió, eso no era bueno- Tome asiento- obedecí.
- ¿Que ha pasado?- lo miro de forma suave.
- Creo que eso debes preguntarlo a tu padre, los dejare solos- el hombre se colocó de pie y salió de la habitación para ir a supervisar.
Me quede mirando la mesa de caoba negra sin mirarlo. Se sentó a mi lado y suspiro. Humedecí mis labios para luego morderlos de forma nerviosa.
- JongIn, debo darte una noticia...- entonces lo mire, parecía cansado y sus ojos estaban rojos, alce una ceja.- Es sobre tu madre.- lo mire serio, ahí estaba tocando terreno peligroso.- Ha muerto hace unas horas.- me miro a los ojos al momento de decirlo.
- ¿Qué?- lo mire suave- Lo siento, no enten...
- Tu madre ha muerto hace unas horas de cáncer pulmonar.- me miro con cautela.
Un nudo se formó en mi garganta y me levante de golpe de la silla, lo mire con odio. Pase mis manos por mi cabello. Sonreí sin humor.
- Esta bien que quieras hacerme daño, pero con eso no se jue...
- No estoy jugando- su voz era calmada- Hijo...
- ¡No me llames así!- explote- Nunca te has dignado a llamarme así, no me lo hagas ahora- le hable con ira. No podía ser...
- Kim JongIn te prohíbo me hables de esa forma- me miro con seriedad para levantarse.
Mordí mi labio de forma brusca, causando un poco de daño.
- Aquí no puedes prohibirme nada.- lo mire a los ojos- ¡Mi madre ha muerto y ni siquiera pude decirle lo mucho que lo sentía!- explote- ¡No pude mirarla y decirle lo mucho que la amaba! ¿Por qué?, pues porque mi amado padre me tenía encerrado en este maldito lugar.- lo mire herido, entonces vi como su máscara se desvanecía- ¿Duele no?- me miro suave- Pero, ¿Que vas a saber tú? Si vives rodeado del "qué dirán", nunca te ha importado si yo quería verla, si necesitaba un solo "hola" de ella. No, porque si tú la tenías. ¡El resto que se joda!
Pase mis manos por mi cabello y suspire. Abrí la puerta para salir de ahí. Debía calmarme. Debía pensar. Mi corazón latía de prisa y mi mente era un caos, mi cuerpo temblaba y estaba frio. Sin saber cómo llegue a la cafetería, vi a SeHun, Chan y Baek junto a dos de los recién llegados, faltaba aquel chico de la noche anterior. Llegue donde ellos y pude sonreír suave. Me senté al lado de Baek el cual me ofreció un poco de pollo frito, negué de forma suave. Me miraron sorprendidos.
- ¿Que te dijo?- me pregunto Chan.
Hice caso omiso a aquella pregunta. Me levante con mi te en mano y por estar evitando a que SeHun me preguntara algo o siguiera, pero al hacerlo choque con alguien que traía una ensalada de frutas y un batido, Todo lo que traía en su bandeja fue directo a mi uniforme. Alce mi vista molesto y me encontré con la nerviosa y sorprendida de aquel chico de anoche. Iba a gritarle miles de cosas pero algo cubrió mi boca. Apreté los puños al ver a mi amigo. La cafetería se quedó en silencio. Me solté del agarre de SeHun cuando vi que ya estaba un tanto más calmado y no me tiraría sobre él.
- ¿No podrías ser más cuidadoso?- hable con frialdad- Tienes dos ojos, ocúpalos.- el chico solo miraba el suelo de manera nerviosa y avergonzada sonreí de manera fría para pasar por su lado golpeando su hombro.
Camine de forma rápida a mi cuarto, SeHun venía detrás de mí, al entrar este cerró la puerta de golpe y me hizo mirarlo.
- ¿¡Qué demonios te pasa!?- me miro sorprendido y molesto.
- Estoy cansado...- suspire pesado- Ya no puedo más- sonreí suave, en cualquier momento me vendría abajo. Hunnie me miro confuso- Mi madre murió amigo...- lo mire triste.
Sus ojos se abrieron de par en par. Me deje caer en la cama. Mi amigo se acercó a mí y me abrazo por la espalda, suspire suave para cerrar mis ojos.
- Lo lamento mucho...- me abrazo con fuerza- No estás solo mi negro sensualo- rio suave. Si algo odiaba SeHun era verme mal, por lo cual comenzaba a hacer comentarios idiotas que al final me hacían reír. Mordí mi labio al oírlo y sonreí suave.- Estoy contigo.- me beso la cien.
- Hey, no porque este triste te coloques geih conmigo- reí suave para abrazarlo. Hunnie rio suave- Gracias amigo- sonreí suave para dejar que algunas lágrimas en su pecho.
Sin notarlo me quede dormido. Sentí como me cubría con las mantas, me arrope y el luego de besarme la frente salió de la recamara, susurrando un "Voy a comprar". Cerré mis ojos adormilado para luego sentir golpes en la puerta. Bufe, me levante de forma perezosa. Mi cabello estaba para todos lados y solo traía pantalones holgados de color negro en mis caderas, abrí la puerta revolviendo mi cabello con mi mano derecha y vi a aquel chico. Alce una ceja ya molesta.
- ¿Que...- no pude terminar cuando en sus manos traía un nuevo uniforme. Lo mire sorprendido.
- Lamento mucho lo sucedido en la cafetería.- estaba algo nervioso y sonrojado por lo que miraba el suelo.- Es de tu talla.
Suspire para verlo y tomar lo que me extendía.
- Gracias, pero me gusta que me miren cuando me hablan- lo miro al rostro para ver como este subía su mirada de mis pies descalzos a mi torso descubierto, un sonrojo se apodero de sus mejillas y me miro a los ojos.- Así está mejor.
- Eh..Yo...- comenzó a hipar, sonreí. Era algo tierno.- Con su permiso.- me hizo una reverencia y se alejó por el pasillo.
Alce una ceja para entrar en la recamara. Camine a mi cama y me senté en ella para ver el uniforme, entre la camisa y el saco venia una nota, la tome entre mis manos y la leí. Una sonrisa suave se formó en mis labios.
"Lamento mucho haber causado aquello. Espero que este uniforme lo recompense.
Perdón, Kim JoonMuyeon".