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Eternamente mio por Miickii

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Notas del fanfic:

Es una idea que se me ocurrio de la nada, no se si seguirla. pero si les gusta me dicen y vere si la continuo. :)

-Es totalmente hermoso ¿no crees?- le decía una chica del staff a otra que estaban viendo al joven modelo posar frente a la cámara.

A pesar de ser nuevo en el medio hacia un estupendo trabajo, la sonrisa plasmada en el rostro lleno de satisfacción del fotógrafo era prueba de ello. Tomaban las fotos de la nueva colección veraniega de un importante diseñador surcoreano.

El joven modelo estaba muy confiado de si, a pesar de saber que esto representaba un despegue inminente hacia lo más alto en su carrera si hacia un excelente trabajo. Y ese día todo parecía estar a su favor, ya que podía oír los comentarios de todos los presentes elogiandolo.

La escenografía, iluminación, los atuendos y la combinaciones de colores de estos contrastaban perfectamente con el, y es que era bellísimo, de eso no cabía la menor duda; apenas entro al lugar robó suspiros de todas las chicas ahí presentes.

Miró a su mánager que estaba en una esquina observandolo fijamente. Este le dio una señal de afirmación con la cabeza en señal que estaba haciendo un gran trabajo.

Al lado del mánager estaba parado un chico, de aspecto algo desaliñado, con anteojos de pasta gruesa y el cabello castaño recogido en una coleta. Miraba "disimuladamente" al modelo, y hacia un esfuerzo titánico por retener los litros y litros de baba que querían salir al ver tan espectacular y celestial imagen.

Desde que entro a trabajar en la agencia a la cual pertenecía el modelo, quedó totalmente flechado por el, pero claro... nunca le haría el más mínimo caso, y eso lo entristecia demasiado. MinKi era consciente de su aspecto, sabía que no era el chico más guapo a pesar de que el amaba la moda, también poseía una gran inseguridad la cual fue provocada en su infancia.

-Hey... MinKi- lo llamó el mánager. Este despertó de su ensoñación y le prestó atención- necesito que busques en la camioneta un sobre color azul que dejé en el asiento le copiloto- MinKi asintió y se dirigió allí.

Llegó al ascensor, oprimio el botón y espero a que llegara. El ascensor abrió sus puertas y MinKi entro, en el habían dos chicas que parecían modelos, lo miraron de arriba a abajo y casi se ríen cuando terminaron de detallarlo, pero se contuvieron.

El castaño se fue rápido a una de las esquinas y se encogió en su posición esperando que no lo volvieran a ver.

-¿Sabias que MinHyun esta aquí en un sesión de fotos?- le preguntó la pelirroja a su amiga, emocionada. Esta asintió- espero volver a salir con el.

-¡¿Tuviste una cita con el?!- Tanto a la rubia como a MinKi casi se les desencaja la mandíbula de la impresión.

-Si...-suspiró- y fue perfecta, el es todo un caballero, sabe como tratar a una chica. Pero no pudimos terminarla- sonrió y miró a su amiga- recibió una llamada y tuvo que irse. Y hoy cuando termine la sesión le pediré otra.

Llegaron a planta y todos bajaron. MinKi estaba triste, sabía que esa chica tenía todas las posibilidades con MinHyun ya que es totalmente hermosa y este no se le negaría. Fue al estacionamiento, tomó el sobre indicado y volvió a subir, ya la sesión había terminado. Le entregó el sobre al mánager.

-Bien... gracias. MinHyun está en el camerino alistandose, pidió que por favor le llevarás su agua saborisada con limón- MinKi asintió y fue a conseguirla.

En el camerino estaba el modelo terminando de colocarse la ropa, sólo le faltaba la camisa. Golpearon la puerta.

-Pase- dijo seco. La puerta se abrió y por ella entro MinKi, quien al ver al más alto con esos pantalones negros demasiado ajustados para su circulación, marcandole de manera exquisita y sensual TODOS sus atributos. El torso totalmente descubierto mostrando los los bien formados músculos del abdomen, pecho y brazos... a MinKi casi le sangra la nariz de la impresión.

-Mi-MinHyun-ah... te traje tu agua- se sonrojo totalmente cuando este lo miró directamente a los ojos. Sonrió descaradamente al ver la expresión de MinKi.

MinHyun sabía exactamente que el provocaba eso, era consciente de que su cuerpo desencadenaban reacciones placenteras en quienes lo miraban. Además... el se exhibía con orgullo, le encanta su cuerpo, y como el era modelo, le pertenecía a las masas, así que para que negarcelo.

-Ahhh... si, déjala en cualquier lugar- MinKi entró sumamente nervioso tropezando con sus propios pies, la dejó en una mesa y salió de allí lo más rápido posible.

Recibió un mensaje del mánager diciendo que lo esperaba en la camioneta que estaba frente al edificio.

Antes de dirigirse allí decidió ir al baño a calmarse un poco. Entro al primero que vio, fue directamente al lavado, abrió la llave y se quitó los anteojos para humedeser su rostro. Ya estando un poco más calmado seco el agua de su cara con una toalla de papel y deshizo su coleta para rehacerla, en ese momento la puerta se abrió.

MinKi se giró para ver a la persona, cosa un tanto inútil ya que no tenía puestos los anteojos y veía borroso.

El chico quedó totalmente impactado con lo que vio. Jamás pensó que entrando en ese baño se encontraría al ser más hermoso que haya visto en su vida, y este lo miraba fijamente con una expresión de molestia. Se entristecio por eso, apenas se habían visto y ya le caía mal al chico; pero no lo permitiría.

MinKi trataba de enfocar su vista para poder ver mejor al recien llegado, pero después se golpeó mentalmente ya que no tenía sus anteojos, los tomó y se los colocó.

Por fin lo pudo ver: un chico extremadamente alto- más que MinHyun-, cabello rubio dorado, rostro hermoso con facciones que parecían cinceladas, cuerpo totalmente trabajado y parecía estarlo atravesando con la mirada.

Inmediatamente entró en pánico, la experiencia le había enseñado que ese tipo de chico sólo podía burlarse de el.

Se dirigió rápidamente con la cabeza gacha hacia la puerta, evitando tener contacto el rubio alto.

-No... ¡espera!- dijo el rubio al verlo salir de esa forma tan apresurada. MinKi en lo que oyó eso apresuró más su paso.

El alto salió tras el persiguiendolo, pero de pronto el castaño dobló en un pasillo y cuando llegó ahí ya lo había perdido de vista.

MinKi estaba escondido en el armario de limpieza, espero 5 minutos para salir, se dio cuenta que el chico ya no estaba y se dirigió hasta las escaleras evitando  el ascensor.

El rubio alto siguió buscando al más chico, era imposible que le haya perdido la pista así. Además... tenía que encontrarlo si o si, y haría hasta lo imposible por volverlo a ver.

-¿Kris? ¿buscas algo?- preguntó alguien a sus espaldas. Se giró y vio quien preguntaba.

-Ah... MinHyun. Mmmm... no- el más bajo alzó una ceja- bueno, es que... ah... olvidalo, no importa. Adiós, nos vemos luego- se despidió y se fue rápido de ahí. MinHyun se escogió de hombros y se dirigió al ascensor.

MinKi por fin logró bajar los ocho piso y fue directamente a la camioneta donde estaban el conductor y el mánager en el asiento del copiloto. Entro y se sentó detrás del conductor.

-¿Que hacias para tardar 30 minutos en llegar?- preguntó el mánager volteandose para mirarlo.

-Es que... me perdí- dijo nervioso. El mánager se rió ante la excusa tan MALA que había escuchado pero decidió no insistir.

MinKi puso su vista rápidamente en el chico que iba saliendo del edificio, se emocionó hasta que éste fue interceptado por la misma pelirroja del ascensor.

Todas las alertas se le encendieron, sabía lo que eso significaba, y supo que no se equivocaba cuando vio la expresión de felicidad de la chica. Se despidieron y MinHyun entro en la camioneta al lado de MinKi.

-Chicos... deben aprender a ser más puntuales- les regaño el mánager, ambos asintieron y la camioneta arrancó. 
Esa era el último compromiso en la agenda de MinHyun, así que lo dejaron en su departamento. El mánager tenía asuntos que atender y le pidió a MinKi que por favor pasarás a algunas tiendas para buscar los atuendos de MinHyun.

(•.~)

Ya tenía los atuendos consigo. Fue realmente agotador, ya que cuando llegaba a una tienda y decía que estaba ahí para recoger los atuendos de MinHyun, todas las chicas y chicos se abalanzaban sobre el pidiéndole información personal, número, e-mail y dirección del modelo. Fue difícil zafarse, pero lo logró.

Estaba al frente de su departamento, tragó duro antes de ingresar la clave de acceso y entrar. Claro que como  asistente de MinHyun había entrado miles de veces a su departamento, pero sabía que el estaba dentro.

Atravesó el pasillo y llegó al living, observó que no estaba. Abrió el armario que estaba ahí y arregló cuidadosamente la ropa.

Cuando cerró la puerta del armario, de pronto sintió que alguien lo tomó por los brazos de espaldas, lo giró bruscamente y lo empotró. Sus ojos se posaron directamente en el apetitoso pecho mojado, fueron bajando a medida que la gotas de agua lo hacían, hasta que terminó en la toalla enrollada en la cadera.

Sus mejillas se ruborizaron de pronto, MinHyun acababa de salir de la ducha, y lo tenía ahí, a su completa merced.

MinHyun tomó delicadamente su mentón para obervarlo. Le parecía tan angelical esa imagen de MinKi sonrojado que le era imposible no provocarlo para deleitarse observandolo. MinKi cerró sus ojos.

Se dirigió a su cuello y con la punta de su nariz lo delinio, aspiró su delicioso y delicado aroma, sus pupilas se dilataron, era un poderoso afrodisíaco que surgía efecto instantáneo en su cuerpo, y sólo MinKi lo provocaba. Subió hasta su oreja y mordió un poco el lóbulo, sintió como MinKi se estremeció y jadeo. Sonrió.

-Sólo quería agradecerte por cuidar tan bien de mí- pronunció con voz ronca.

MinKi estaba absolutamente nervioso, le encantaba lo que estaba sintiendo. Sólo quería que MinHyun fuera directamente a sus labios y lo besara como en las películas, cuando escucho esas palabras sus piernas le temblaron y por poco cae al suelo. De pronto ya no sintió la presencia de MinHyun y abrió los ojos, ya no estaba.

Salió como rayo de ahí totalmente agitado, era la primera vez que vivía algo parecido, 

En el departamento MinHyun estaba hecho una furia. Tenía impotencia, de no poderse controlar cuando estaba de MinKi, el representaba un peligro para el menor, y jamás se perdonaría y se hiciese daño.

-¡AHHHH!- grito llevándose todo a su paso- ¡¿por que?! ¡¿por que no podemos estar juntos?!- preguntó a la nada.

El sabía perfectamente la respuesta a esa pregunta, sólo que le gustaba torturarse a si mismo. El jamás podría estar con MinKi porque no era humano. Era un asqueroso inmortal que iba deambulando por el mundo, dejaneo una estela de muerte y sufrimiento a su paso, y por nada condenaria a su perfecto ángel a la misma existencia, antes prefería quitarse la vida. 

La primera vez que vio a MinKi tenía 4 años, estaba con su madre en el parque. Inmediatamente quedó prendado de el... su belleza, dulzura, alegría, inocencia y aroma... que lo invitaban a apoderarse de el y nunca dejarlo ir de su lado.

Desde esa noche cada noche iba a su habitación a velar su su sueño. Y así fue por dos años, hasta que fue llamado por su clan.

Después de 10 años volvió, fue fácil encontrarlo, sólo que cuando lo vio ya no era el mismo niño dulce y alegre que dejó. Se le partió el corazón, sintió que era su culpa por haberlo dejado y desprotegido, pero ya no podía hacer nada.

Se juró a si mismo que jamás volvería a abandonarlo, y por más que le doliera y se negara a la idea, lo ayudaría a buscar su felicidad, así esta no fuera a su lado.


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