Cuando los años cierren mi memoria...
aun así! siempre habrá algo que me llevara hasta ti...
y en ese instante mis labios pronunciaran tu nombre...!!
+*-*+*-*
~Tokio, Japón en la Actualidad~
-senseeiii ha pasado un tiempo que lo trae por aquí—decía Aikawa aferrándose a Akihiko.
-solo vine ya que isaka-san me llamo, tal parce que se enteró que llegue hace tres días y te…
-sensei porque no dijo nada?
-porque no me dio la gana—alzo un poco más la voz para que la pelirroja le oyera—te quería preguntar qué pasó con misaki, parece que el departamento no lo han ocupado en años.
-ha bueno… vera sensei creo que desde que misaki leyó la carta se fue trate de buscarlo pero nada.
-Qué? Pero… cómo pudiste no darte cuenta antes.
-lo siento sensei, sé que dije que estaría al pendiente y que le informaría todo pero de verdad no sé dónde puede estar.
~Suspiro~
-sensei a dónde va? Que va a hacer?
-iré donde takahiro él debe de saber dónde está.
-haa… el Hermano mayor de misaki.
+*-*+*-*+*-*
Antes de que akihiko llegara a la casa de takahiro se detuvo en una pequeña pastelería a unas cuadras para así comprar algunos pastelillos.
-buenas tardes
-buenas tardes—hablo la encargada de la tienda.
-deme una docena de estos y una de esos de chocolates rellenos.
-se le ofrece algo más, desea que separe cada pastelillo—dijo con una sonrisa.
-con esos está bien, estaría bien que los separe.
-espere un momento por favor.
-señorita por favor deme cinco pastelillos de chocolate rellenos—dijo un niño de unos aproximadamente 7 años que llego muy agitado lo que supuso akihiko era que llego corriendo, pero lo que le llamo la atención de este niño era que le recordaba mucho a misaki su cabello castaño pero más claro y ese color de ojos más intensos.
-nii-chan porque no me esperaste—dijo una niña muy parecida a su hermano de igual forma cabello castaño claro y el mismo color de ojos, su cabello sedoso llegaba más abajo de sus hombros.
-te dije que te apresuraras, si no se darán cuenta de que no estamos.
-señor… señor tenga su pedido.
-Ha disculpa…
-Cinco pastelillos—le dijo a los niños que esperaban impacientes.
Antes de irse sintió que lo jalaban de su abrigo, al bajar la mirada observo a la niña de antes sujetada a él.
-guau usted es Usami Akihiko.
-si, como te diste cuenta—dijo sin mucha gana.
-ha pues es que mamá y papá leen sus libros pero a mamá le gustan más, yo también he leído algunos. Ellos dicen que son muy interesantes.
-ha gracias… ¿cómo te llamas?
-ha disculpe me llamo Ma…
-te he dicho que no hables con extraños—dijo molesto el niño.
-pero no es un extraño mira, mira es Usami Akihiko.
-debe estar mintiendo no hables con el—dijo el castaño dando una mirada amenazadora a Usami.
-no te preocupes, gracias por leer mis libros—lo dijo marchándose de la tienda.
En 5 minutos ya estaba en la casa de su mejor amigo, bajo de su deportivo rojo y toco el timbre, solo espero 2 segundos y la puerta fue abierta por la esposa de Takahiro.
-Buenas Tardes, se encuentra Takahiro.
-ho, Buenas Tardes Usami-san pase, mi esposo no se encuentra en este momento, que agradable sorpresa, según tenía entendido usted se había ido del país.
Pasaron a la sala de la casa y se sentaron en los sillones.
-si regrese hace poco.
-se le ofrece té o un café.
-con un café estaría bien.
Le sirvió café y se sentó en el sillón frente a él, estuvieron así como 20 minutos o más, solo hablaban de cómo le fue a Usami fuera de Japón. Quería preguntar de inmediato por misaki pero las circunstancias no lo ameritaban, solo dejo que la conversación fluyera que en cualquier momento preguntaría por la razón a la que fue.
Sin previo aviso la puerta fue abierta por una mujer muy elegante, su estatura era promedio, cabellos castaños claros que llegaban hasta su cintura, sus ojos de un color azul celeste que reflejaban un cielo cálido, que se expandía a un azul marino que hacía sentir el frio de la noche.
-Buenas Tardes, disculpe esa forma como entre, estoy un poco apresurada y ciertas cosas pasan—hablo la mujer muy rápido que apenas Akihiko pudo entender algo.
Manami-nee, parece que los niños se te escaparon—lo dijo señalando una laptop.
-enserio lo siento no me di cuenta—dijo muy apenada manami.
-mucho gusto Usami-sensei mi nombre es Stri Sarm soy una gran admiradora de usted.
-el gusto es mío.
Y como por arte de magia aparecieron dos castaños con sus bocas cubiertas por chocolate, el castaño al ver a Usami lo miro con desprecio y la castaña desvió la mirada.
-mamá que es eso, se ve genial—dijo el castaño sujetando la laptop.
-no es nada—hablo nerviosamente—vamos que tenemos que ir a ver a papá a la editorial, no podemos dejarlo esperando—dijo dulcemente la mujer a los niños.
-está bien….
-pero primero hay que limpiarlos un poco, no lo creen, ¿cuantos pastelillos comieron?
-yo comí dos pero nii-chan comió tres—lo dijo inflando sus cachetitos.
El castaño le dirigió una mirada de advertencia—no tenías por qué decir eso.
-bueno creo que ya nos vamos, gracias manami.
-creo que yo también debería irme, vendré luego.
*-*+*-*+*-*+*
-sensei gracias por venir.
-que es todo esto Aikawa.
-ha sensei pensé que isaka-san le dijo sobre esto.
-no, no dijo nada en fin me largo de aquí….
-nooo sensei no puede irse mire, mire aquí se encuentran unas de las mejores editoriales, también algunos mejores escritores y mangakas y mejores editores, no puede irse así.
-solo me quedare media hora, luego me iré
Por la gran puerta entro una mujer que Akihiko reconoció inmediatamente, pero a su lado venia un hombre que después de tanto tiempo no podría olvidar, aunque el tiempo paso seguía siendo igual, aunque un poco más alto, su cabello castaño un poco más ordenado, vestía con un traje negro con corbata azul.
-Buenos Días—hiso una reverencia—lamentamos la tardanza, Editorial wonderland.
-ha la editorial que ha alcanzado la sima en poco tiempo—dijo Isaka, sus ojos se abrieron de forma exagerada—Chibi-tan?
-Chibi-tan?—dijo el castaño que no cabía en la impresión.
-misaki-kun—Aikawa se le abalanzo, Akihiko solo miraba esos ojos que denotan confusión.
Separo un poco a Aikawa y la miro confundido—disculpe pero de donde le conozco.
Todos se miraron la cara más confundidos que el castaño, Akihiko iba a decir algo pero de su boca no salió nada, los asombrados se miraron aún más confundidos cuando con mucha indiferencia el castaño se alejó de ellos.