Antes de salir de su casa, justo afuera se encontraba ChanYeol, haciendo temblar a Baekhyun.
Tenía que sacar todo lo que aprendió en clases de teatro si quisiera que fuera real.
Y que el plan funcionara, claro.
-Sigo diciendo, que con los niños arcoíris?- Pregunto en la llamada, terminando de alistarse.
-Nose, solo se me ocurrió a último momento.- Comento tranquila la mujer mayor.
-Eso no tiene nada de sentido.- Dijo rodando los ojos.
Baekhyun sentía mucho apego con la mama de Tao, porque ella les daba consejos, les comentaba historias y los animaba siempre.
Por esa razón.
Los demás y el la querían. Podían contar con ella.
Por eso, cuando dijo que quería vengarse de lo que hizo Kris, la ayudaron sin oponerse.
-Bien, entonces quieren cambiar de nombre?-
-Si, uno que nos pertenezca a cada uno….Lay puede ser unicornio? LuHan un ciervo, Xiumin un hámster, KyungSoo puede ser…..Búho…..jeje.-
Escucho la risa del otro lado.
-Perfecto, son perfectos.- Trato de calmarse.- Y tu?- Pensó.-
-No lo se, puede ser cualquier cosa.- Escucho como la puerta tocaba.- Bien, por fin dejo de mirarse en el retrovisor.- Soltó un suspiro.
-Baekhyun cuídate mucho y ya sabes actúa bien, que quiero verlos sufrir.- Se quedó unos minutos callada.- Kris me está hablando por la otra línea, te dejo nene.- Y ya no escucho nada.
Bloqueo su teléfono, suspirando.
Abrió la puerta, mostrando una sonrisa.
-Oh, justo cuando termine.- Dijo inocente, recogiendo algunas cosas como su billetera y el teléfono guardándolos en sus bolsillos.
Chanyeol escaneo todo lo que podía con sus ojos.
Impresionándolo que sea ordenado, reconociendo que tenía buenos gustos en la decoración.
Su instinto le gritaba que el menor era de familia rica por reconocer varios productos de marca.
Incluso la ropa que llevaba.
El alto no se dio cuenta cuando se quedaron en silencio.
-Te ves bien.- Pudo pronunciar, viendo como el otro se sonrojaba.
-También tu.- Murmuro.- El lugar está en el centro, si vamos ahorita talvez y alcancemos un espectáculo.- Lo miro.
-Ah, si, vamos.- Se dirigió al auto, viendo como el otro entraba después de haber cerrado con llave la casa.
Se sentía nervioso.
No es que antes nunca había salido con alguien.
Solo que se sentía raro.
No era solo “alguien”
El chico que estaba en el asiento de copiloto que miraba por la ventana, murmurando la letra de la canción que sonaba en la radio.
Ese chico era Baekhyun.
El maestro de kínder que le guiaba con los niños.
Aparte de doncel.
Tenía muy buena suerte que le tocara con el.
Estaba distraído.
Pero sin saber nada.
El de menor estatura miro por el espejo, viendo la camioneta que tanto esperaba.
Sonriendo para sus adentros.
Empezando el plan.
-Chanyeol…. Esa camioneta….. no nos sigue?- Pregunto fingiendo nerviosismo.
-No…. No me acuerdo, no la había visto antes.- Miro detenidamente atrás, pero se lo impedía de todo ya que tenía que tener cuidado con el volante si no quería poner en peligro al doncel.
-Yo la observe, pero pensé que era de algún vecino, ahora está tomando la misma ruta que nosotros.- Lo miro directo.
Poniendo nervioso a Chanyeol.
-Tranquilo, debe de ser que vamos al mismo lugar.-
-Seguro?- En su interior chasqueo la lengua, no le ponía mucha preocupación.
-Bueno, si quieres estar seguro, girare aquí y daremos una vuelta.-
El volante giro, haciendo un rechinido de parte de las llantas, siguiendo la nueva ruta.
Pero la tranquilidad que tenía el profesor de canto fue cambiando a preocupación.
El auto negro seguía atrás de ellos.
-Llegamos.- estacionaron en un lugar libre, bajando.
-Baekhyun, te pediré que no te separes de mi.- Le tomo justo cuando salían de ese estacionamiento.
Sonriendo, asistió, juntándose más.
Sintió como una gran mano se posó en su cintura.
-Si hacemos esto se alejaran.- Trato de convencerse así mismo.
Pensando en no aprovecharse de eso.
Minutos donde caminaban de la mano, aun sosteniéndole de la cintura.
Mirando para todos lados.
Baekhyun quería reírse, pero no podía.
La cagaria si hiciera eso.
Alguien delante de ellos hizo que se detuvieran.
-Puedo por favor retirarse de nuestro camino.- Hablo calmado Baekhyun, que entendió ese pequeño gesto en la ceja del tipo de enfrente.
Camino tranquilamente hasta los dos.
Sin pensarlo, ChanYeol puso más fuerza en su agarre con el doncel.
Y este se escondió en sus brazos.
De un instante esa fuerza se fue.
Viendo como el cuerpo del alto caía lentamente delante de sus ojos.
Sin antes caer al piso por el que estaba enfrente que lo sujeto.
Por atrás estaba una mujer con arma paralizante.
Sonriendo para Baekhyun.
Chanyeol se sentía cansado.
Con ganas de dormir.
Pero todo se fue cuando vio como empujaban a Baek a la camioneta.
Pudo reconocer que lloraba.
Sus miradas se encontraron.
Sus ojos mostraban desesperación.
Sin poder moverse al 100% se levantó tambaleando.
Escuchaba los gritos.
Escucho como cerraban la puerta del auto que los seguía.
-Baekhyun.- Grito, viendo como trataba de salir por la puerta que lo metieron.
Se quedó tranquilo al ver como el otro trataba de avanzar, cayendo.
El automóvil avanzo a gran velocidad.
Lo último que vio fue como una mano salía por la ventana del copiloto en forma de despedida.
Nadie los ayudo.
Cayendo al suelo inconsciente.
…….
-Entonces esto es lo que me querías mostrar?- SuHo sonrió, mirando como la respiración del chino aún no se controlaba.
-Si, aún falta mi última parte para que todo acabe.- Suspiro, bebiendo agua de la botella que le ofreció el director.- Te estas divirtiendo?-
-Claro que si, quería desde hace rato verte bailar.- Le dio una pequeña toalla para secarse.
-Aunque esto no es una presentación, es solo un ensayo.- Escucho como le gritaban sus compañeros que ya se iban.- Bien, yo cerrare.-
-No que faltaba tu parte? Porque se van? Tan temprano aún son las 12.- No entendía del todo.
-Pedí el salón unas horas para mostrarte solo a ti mí solo.- Sonrió, levantándose, viendo como estaba sorprendido el coreano.
-Eso seria genial.- Penso, dejando que su imaginación volara, sonrojándose por lo ultimo.
-Bien pues, empezare.- Con un control prendiendo la música.
Era lenta.
Pero seductora.
-Cuando te dije que te recompensare era esto.-
Y empezó a bailar de una forma…
Sin poder dejar respirar a SuHo que con solo verlo como bajaba lentamente y subía rápido delante de él, como se tocaba en cualquier lado de su cuerpo.
Tragaba secamente, sintiendo que no podía resistirse por mucho.
Lo que tenía delante de sus ojos era otro Lay.
Uno que sabía moverse, uno que te dejaba sin poder hablar, sin poder mover ningún musculo.
De un movimiento, quedo justo en las piernas del mayor.
Un pequeño pensamiento en la cabeza del director fue “stripper” aunque claro, aún seguía manteniendo su ropa.
Pero esos pensamientos se fueron a volar cuando lentamente aun entre sus piernas se levantaba su camisa del uniforme.
Que si esto era una recompensa, pues hasta le daría la camioneta y lo que el quisiera para apreciar más seguido las recompensas.
Y pensar que Lay lo pensó mucho, pero al estar bailando un día, se le ocurrió eso.
Por primera vez hacia eso.
Y se sentía tan bien.
Fue cuando ahora sin su camisa, beso por primera vez esos labios.
El mayor claro que estaba sorprendido.
Pero sin pensarlo un segundo correspondió.
Tomando él el mando, escuchando unos jadeos de parte del chino entre el beso.
Se sentía de maravilla.
Y empezaba a exitarse.
Notando como Yi Xìng se removió en el bulto de sus pantalones, sonrojándose.
………
-LuHan, tienes media hora de retraso, dime que harás para que te perdone?- Alzo una ceja burlón SeHun, mirando al mayor que tenía una expresión de espanto. Borrando sus facciones burlescas.
-Alguien…..- Tembló su voz, sintiendo como era abrazado.- Alguien me sigue…- Susurro.
-Vámonos, mejor vamos a mi casa.- Y un jalón desde atrás le impidió seguir hablando.- ¿Qué?-
Sintió como era arrebatado de su novio.
Abriendo sus ojos, buscándolo con la mirada.
Pero mal idea.
Estaban plena plazuela central.
La gente se movia rápido.
Impidiendo encontrar a LuHan.
-LUHAN!!!- Grito, esuchando a lo lejos como contestaban aquel grito.
-SEHUN!!!- Era claramente su novio.
Pero solo pudo avanzar un poco para observar como una camioneta negra se paraba junto a un hombre que cargaba al chino.
Lloraba desesperado, tratando de golpear al tipo que lo cargaba.
Un sentimiento de remordimiento apareció cuando miro el rostro de SeHun.
Sus ojos demostraba vacío.
Sin embargo solo pudo ver eso.
Ya que fue adentrado al auto.
……….
-Comemos en el centro? Hace mucho que no lo hago.- Lay caminaba al lado de SuHo, sujetando su mano.
-Claro, tu dime dónde y vamos.- Sonrió sincero, observando cómo le correspondía el gesto.
Estaba por besarlo cuando escucho un llanto enfrente de ellos.
Era una niña que lloraba sin parar.
-Paso algo?- Lay se acercó, la niña apunto al frente, apuntando una pelota color naranja.
-Es tuya?- La niña dijo que si con la cabeza.- Bien, iré por ella.-
Y fue acercándose.
SuHo observo eso desde atrás, sonriendo por lo bueno que era el chino.
Cuando, miro como una camioneta se acercaba rápidamente.
-Lay, cuidado.- El otro volteo con una sonrisa, recogiendo la pelota, volteándose para caminar.
Pero
El auto se paró de la nada enfrente de él.
Un grito escucho cuando vio como abrían la puerta y salían dos manos, abrazando al menor, subiéndolo, arrancando con la velocidad que tenían anteriormente.
Los ojos de SuHo se abrieron tanto como para dejar de respirar por minutos.
Fue tan rápido que ni lo creía.
Tomando su teléfono, llamando a unos contactos.
No pudo ver nada de la camioneta, solo un tatuaje en el brazo que atrajo a lay. A su Lay.
Perdió la tranquilidad rápidamente.
………
Llamo a la única persona que podía ayudarlo en esos momentos.
En sus narices se llevaron a MinSeok.
Recordando como lloraba ver cómo le apuntaban con un arma.
También su anterior pelea por un el lugar a donde irían.
-SuHo, Xiumin se lo llevaron.-
……..
Tao estaba saliendo de la estética.
Sonriendo como bobo viendo su teléfono.
Observando su reflejo.
-Me veo de maravilla.-
Opino para si mismo.
-Definitivo, el rubio me queda como calcetín.- Sonrio, riendo por su broma.
Sin prestar mucha atención, escucho un grito llamándolo.
-Tao.- Desde el otro lado de la calle Kris le había gritado, sorprendiéndose por el gran cambio.
Ya que en el mismo lugar se había cambiado con algo que se compro.
Todo le quedaba tan bien.
Que las ganas de tenerlo solo para el le invadieron desde que llamo la atención de los demás.
Sin embargo el grito de vuelta de Tao, le aterro.
Tao estaba siendo metido a la fuerza a un auto.
Terminando con su mundo.