Capítulo 10
Sus ojos canela estaban completamente delineados haciendo resaltar su color, sus labios estaban ligeramente rosados y su atuendo gritaba “Sexy” por cualquier parte.
Mientras Luhan bajaba por las escaleras del salón principal de la SM, para encontrarse con su maestro, el tiempo se detuvo para Sehun, mirándolo tan arreglado y bello. No pudo evitar sentir calor en el rostro, despertando en él sorpresa, porque por lo general no se ponía así con nadie desde su último novio.
— ¿Listo? —fue capaz de articular. Luhan asintió, siguiendo su camino y Sehun lo siguió por detrás.
No estaba seguro de cómo había pasado, pero Lay lo había llamado diciéndole que Luhan lo acompañaría en su misión de la noche. Por supuesto no hubo objeción por parte del modelo, así que comenzó a arreglarse como era usual; su traje de sexy Casanova, un poco de colonia, sus artículos caros, y aún con todo lo que se había puesto no podía salir de su cuarto, sentía que le faltaba algo para estar irresistible, aunque ya lo estuviera. Cuando por fin se hubo convencido de que estaba presentable para el pelirrosa, salió y se le ocurrió la tonta idea de ponerse una rosa blanca sobre el bolsillo de su saco. Estuvo esperando más de media hora, pero Luhan no aparecía, al final de cuarenta minutos pensó que no vendría y estaba resuelto a irse cuando apareció, deslumbrante ante él.
Luhan, por otro lado, estuvo organizando y desorganizando todo su closet, para que al final optara por algo semi-formal. No quería ir desalineado a su primera misión.
Cuando encontró a Sehun esperándolo al final de las escaleras, se sintió como una novia, quien era esperado por su novio, pero rápido dejo de pensar en eso y siguió su camino intentando no pensar más de lo que debía y así, evitar que su cara adquiriera un tono rosado.
Al llegar a la entrada de la SM, el valet parking salió de un BMW rojo y le entregó las llaves a Sehun. Luhan nunca había visto un auto tan magnífico. Resopló y lo contempló por un momento.
— ¿Es tuyo? —le susurró a Sehun, quien sonrió muy ufano.
—“Es de la compañía”, pero sí, lo puedo usar cuando quiera. Además a donde tenemos que ir es necesario usar cosas lujosas— dijo, mientras abría la puerta del copiloto.
Luhan tomó la puerta.
—Puedo cerrarla yo mismo.
Sehun fue a su asiento y emprendió la marcha hacia su destino.
La misión era simple, sacarle la información a una diseñadora de zapatos reconocida acerca de su esposo, quien era contrabandista. Todo lo que la mujer les pudiera decir acerca de él y su despacho sería muy bien recibido. Por lo general este tipo de misiones eran las más fáciles, pero siempre había un porcentaje de correr el riesgo.
En todo el camino no hablaron. Ocasionalmente Sehun veía de reojo a Luhan quien a veces, le correspondía para luego voltear su mirada hacia otro lado.
Cuando empezaron a aparecer edificios altos y lujosos enfrente del camino, el pelirrosa pensó que estaba en Gangnam y muy cerca de su destino. Tardaron un poco más en llegar.
Salieron y enfrente de ellos estaba un edificio enorme con campos de golf y muchos edificios más al lado.
—Pensé que estábamos en Gangman —le dijo a Sehun notando que sólo habían pasado por ahí.
—Este lugar es muy exclusivo y peligroso para nosotros, así que se discreto —le recomendó. Lo último que quería era tener que salir de ahí con tipos detrás de ellos y sin la información que necesitaban.
Entraron al salón principal y Luhan casi dejó de respirar cuando vio que estaban en el Club LUXURY, el lugar donde sus enemigos estaban y donde Suho de seguro estaba también. Antes de que pudiera idear un plan por si algo iba mal, Sehun lo llevo consigo a una de las esquinas del salón y le dio un cigarrillo.
—No fumo —le respondió, pero el peligris lo vio con el ceño fruncido, esperando a que lo cogiera; y cuando lo hizo, Sehun encendió su cigarrillo y comenzó a fumar. Le acercó el encendedor y Luhan dudo por un momento, pero dejó que encendiera el suyo. Comenzó a fumar muy despacio, puesto que no tenía mucha experiencia.
— ¿Ves a las señoritas de allá? —Sehun le señaló con la mirada a dos mujeres que se encontraban cotilleando en la barra del salón.
Luhan asintió.
—La pellirroja de pelo corto, distráela. Dile palabras bonitas o algo.
— ¿Y tú que harás? —dijo tratando de tomar una bocanada de humo.
—Tengo que hablar con la morena, ella es la esposa de nuestro objetivo. No te vayas hasta que estemos juntos de nuevo —dijo mientras apagaba su cigarrillo en un cenicero que traía en su bolsillo. Luego, le cedió el cenicero a Luhan y se fue caminando hacía la barra mientras se ponía unas gafas.
Luhan lo siguió tratando de caminar relajado y sexy. Aunque a veces sus compañeros de entrenamiento se rieran de él por su delicada cara y rasgos de belleza, dejaban de bromear a la hora de las recreaciones de pelea, porque Luhan adoptaba un aura peligrosa y masculina, aunque sólo durara por un rato.
Se acercaron a las mujeres que estaban riendo cómodamente mientras tomaban unas copas.
—Hola señoritas, espero no les moleste nuestra presencia —dijo Sehun mientras se sentaba al lado de la morena y se quitaba las gafas.
—Por supuesto que no —dijo la morena —. Nos encantaría —dijo, mirando a los dos chicos pero especialmente a Sehun —. Soy Victoria Song —se presentó mientras sonreía.
—Oh Sehun —le agarró la mano y la besó.
Victoria abrió sus ojos como platos.
— ¡Eres el modelo, Oh Sehun! ¡No lo puedo creer! —dijo, llevándose su mano a su pecho.
—Créelo —dijo seductoramente, mientras bebía de la copa de Victoria.
Luhan sólo observaba el cambio completo de Sehun, podía decir que era increíble seduciendo a las mujeres y también podía hacerlo con los hombres, pero su comportamiento también le asustaba. Era una persona que tenía varias facetas, muchos personajes.
Al pelirrosa le tocó distraer a la otra chica, quien después de ver a su amiga coqueteando decidió hablarle a Luhan.
—Wow, eres muy guapo ¿también eres modelo? —dijo la pelirroja.
—Pronto lo seré —sonrió y acercó a sus labios más de su bebida.
—Tu traje me gusta. Por cierto, soy Amber Liu —dijo mientras le daba la mano y el ciervo le correspondió —. Soy dueña de “La casa del smoking” por si quieres un traje —dijo mientras le guiñaba el ojo amigablemente.
Los siguientes minutos fueron aburridos para el ciervo; al parecer Amber no paraba de hablar de dinosaurios. No entendía su locura por los animales extintos. Ahora prefería a las clases de cocina que la plática. Miró de reojo a Sehun y lo vio con una mano posada en el muslo de Victoria, mientras la miraba con una sonrisa y de vez en cuando se acercaba para hablarle en el oído.
Después de unos minutos así, Sehun y Victoria se levantaron de sus asientos.
—Sehun me va a acompañar por algo —dijo Victoria, mientras pagaba las bebidas y se despedía de los otros dos chicos.
Luhan siguió hablando con la pelirroja por media hora, antes de que ella le asegurara que su amigo y Victoria no regresarían esa noche.
—Fue un placer conocerte —le dijo a Luhan mientras se retiraba.
¿No van a regresar? Se preguntó Luhan. Pero Sehun le había dicho que no se fuera con sin él. Espero un momento más, mientras se figuraba lo que deberían estar haciendo.
Aún estaba pensando si quedarse con Sehun como maestro. Sabía que era el mejor en el campo, pero no quería convertirse en un Casanova como él, tan maldito con sus víctimas, aunque claro, si quería debutar como modelo y asesino no debía tener compasión.
— ¿Qué piensas? —saltó de susto, para ver que Sehun había regresado.
— ¿Cuándo llegaste?
—Justo ahora —dijo, mientras se acomodaba su corbata —He conseguido lo que quería. Vamos —ambos estaban por salir cuando apareció Victoria, estaba muy enojada.
Justo cuando estuvo cerca de Sehun, tuvo la intención de darle una bofetada pero el peligris se lo impidió sacándola de la vista de todos y dejándola caer en el suelo.
— ¿Cómo pudiste sólo usarme? —le dijo sollozando. Al parecer Victoria se había dado cuanta muy tarde que Sehun sólo la había seducido para sacarle información valiosa.
Sehun se inclinó hasta quedar cerca de ella, quien todavía estaba en el suelo llorando.
—Si dices una palabra de esto, lo lamentarás… dudo que a tu marido le guste saber lo que pasó —le dijo antes de irse.
Sehun se fue caminando hacia el coche, seguido por Luhan quien veía a la pobre chica en el suelo.
Entraron al auto y el peligris condujo hasta el edificio de la SM.
— ¿Qué le hiciste… a ella? —la voz le tembló a Luhan. En el fondo sabía lo que Sehun iba a contestar, pero no quería escucharlo, no quería creer que estaba al lado de otra persona como su padrastro.
—Nada, realmente. Sólo estaba sobre reaccionando, pero trabajo es trabajo —dijo sonriéndole. Ahora podía estar con Luhan un poco más de tiempo. Mientras estaba con Victoria no podía dejar de pensar en Luhan, y en qué cosas haría en ese momento con él.
Cuando llegaron al edificio, no había casi nadie ahí.
— ¿Quieres ir a algún lado? —sugirió Sehun, mientras aparcaba el auto.
Como no tuvo respuesta, volteó para ver a Luhan, y se sorprendió al ver su cara de odio y repudio.
— ¿La obligaste? —escupió con odio las palabras.
Luhan no podía controlarse, estaba demasiado enojado. Al final Sehun resultó ser un idiota más. Lo odiaba. Salió del auto y comenzó a alejarse de Sehun, éste último lo alcanzó agarrándolo de la muñeca.
— ¿Por qué estás enojado? Es trabajo Luhan, yo… —se detuvo en el instante que sintió la mano de Luhan en su rostro. Le dolió como el infierno.
—Eres la peor persona que he conocido. No quiero volver a verte —dijo mientras se alejaba de ahí. Cuando entró al elevador, fragmentos de su pasado lo invadieron y comenzó a llorar.
Sehun, aún en el estacionamiento, no era capaz de entender qué era lo que había pasado. No había hecho nada malo. Una lágrima salió de sus ojos, pero la limpió rápidamente. Jamás se había sentido tan débil, tan frágil. Caminó hacia la habitación de Luhan, pero antes de llamar a la puerta, se retiró. No era el momento para hablar con él, tal vez jamás sería el momento para hablar con él. Luhan lo odiaba.
Se retiró hacia su cuarto y se encontró a Kris en el elevador. Su Hyung estaba distraído, pensando en otras cosas más felices supuso, porque tenía una sonrisa en su rostro.
—Hola, Yi Fan —dijo mientras tomaba un lugar al lado de él.
—Sehun, cómo fue tu misión. Lay me comentó que Luhan fue contigo ¿pasó algo especial? —Sehun volvió a recordar todo y bajo su cabeza. El corazón le dolía.
— ¿Pasa algo?
—Nada —el peligris levantó su cabeza —. Kris, quiero que quites a Luhan bajo mi tutela —dijo mientras las puertas del ascensor se abrían.
—Pensé que te agradaba la idea —Sehun negó con la cabeza. Kris examinó por un minuto su rostro, mientras seguía apretando el botón para que las puertas se mantuvieran abiertas, y vio que estaba muy mal, algo había pasado —. Está bien, pero mañana quiero hablar contigo.
Sehun asintió y tomó el camino rumbo a su cuarto. Aunque lo que menos quería era ver a Tao, puesto que era su amigo y sabía que él lo conocía, tanto así que le preguntaría por su estado de ánimo. Así que decidió que no dormiría ahí por el momento.
———
Luhan se paró muy temprano la mañana siguiente. Cuando llegó a la oficina de Kris, tomó una bocanada de aire y pasó a su oficina.
Kris revisaba unos papeles, estaba muy concentrado.
—Tao son las siete de la mañana, dónde estabas —preguntó sin mirar a Luhan. Luhan tosió un poco y por fin Kris lo miró—. Perdón, pensé que eras Tao. ¿Pasa algo?
—Sí, jefe —dijo —. Quisiera que… me cambiara de maestro.
Luhan estaba ansioso por la respuesta, esperaba que Kris le diera la luz verde.
—Tu cambio ya está hecho. A partir de ahora estás con…—se detuvo para mirar unos papeles —Mark Tuan.
El pelirrosa estaba confundido, al menos se esperaba la pregunta de “¿Y por qué?” pero sólo dio las gracias y salió de ahí. Lo último que quería era que Yi Fan cambiara de opinión.
———
— ¿Cómo va el trabajo? —le preguntó Xiumin, mientras lavaba las tazas del café.
Habían pasado dos semanas desde el cambio con Mark como maestro, y eso le dejaba mucho tiempo libre, puesto que Mark tenía a otros alumnos a su disposición. Así que pasaba las tardes con su amigo y enamorado Xiumin.
—Bien, como siempre supongo; me levanto, hago el desayuno para mis compañeros, voy a clases de defensa personal, a clases de modelaje y después hay una pequeña junta con Mark.
—Eso suena… bien—Xiumin trato de animarlo un poco —. Deberías salir a otra parte, aquí es aburrido puesto que tengo que atender a mis clientes y no puedo prestarte mucha atención.
—No importa, siempre puedo venir aquí y verte trabajar sin cansarme —dijo mientras seguía tomando el café que Minseok le había preparado.
Luhan estaba feliz, pero quería aprender más cosas acerca del negocio. Si seguía sin ir a misiones cuando llegará la hora de ser asesino, se sentiría inseguro.
— ¿Mañana tienes tiempo libre? —preguntó Luhan con la esperanza de pasar el tiempo con él.
—Lo siento Lu, tengo que ir a una reunión importante —le dijo mientras ponía una mueca.
Desde que no estaba con Sehun, se sentía extraño. Unos días después de cambiar de maestro, Luhan quería disculparse con Sehun puesto que había sobre reaccionado demasiado y le había dicho cosas muy fuertes, pero no lo había visto desde esa noche.
A la mañana siguiente, después de haber cocinado para sus compañeros, se sentó con ellos mientras Mark hablaba con ellos.
Sus compañeros le caían bien, pero se sentía incómodo cuando empezaban a hablar mal de Sehun.
—Hablando de la Reina de Roma —dijo de repente Jr.
En ese momento Sehun apareció en la cafetería. Luhan se asomó para verlo y le sorprendió lo que vio; su cabello ahora era castaño, estaba claro que no había dormido bien durante toda la semana y se veía demasiado agotado, sumándole el hecho que necesitaba engordar más o los huesos se le marcarían definitivamente a la piel. En ese momento el pelirrosa se sintió mal. Pensó que no estaba bien lo que había hecho, tal vez debía hablar con él y disculparse, aunque no sabía qué hacer para ayudarlo a recuperarse físicamente. Se paró para poder hablar con él, pero Sehun se fue al momento en que recibió una llamada. Cuando Luhan se acercó hasta su asiento vio que ni siquiera había tocado su comida.
Después de pensar toda la tarde decidió esperar en el cuarto de Sehun. Tocó para ver si estaba Tao pero no había nadie. Entró al cuarto y esperó hasta que dieron la una de la mañana, por fin se sentó en la cama de Sehun y sin siquiera darse cuenta se quedó dormido.
Para cuando despertó, oyó la puerta, espero encontrarse con él, pero en su lugar vio a Tao.
— ¿Luhan? —dijo mientras entraba por completo a la habitación.
—Hola Tao, perdón por la intromisión, estaba esperando a Sehun.
—Ah —dijo Tao, antes de sacarse los zapatos —. Bueno no creo que lo encuentres aquí. Esta semana no ha venido a dormir aquí. Lo único que sé es que ha tenido muchas misiones.
—Lo siento —se disculpó Luhan antes de salir.
—Espera…— le detuvo Tao —, pero si en verdad quieres hablar con él, mañana estará atendiendo la cena de gala que habrá en el salón principal.
—Gracias Tao.
Se despidió y se fue a su cuarto. Tenía que disculparse con Sehun antes de que la culpa lo consumiera.