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The way an assassin loves por Loredechoishawotic

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Notas del capitulo:

Hola XD 

Se esconde por llegar tarde. 

Realmente les diré que me tomé mis vacaciones. Su autora se disculpa. 

Pero no es momento para eso. Este cap es para que mis lectoras tengan un bonito Domingo :D 

 

Capítulo 13

 

La  juventud de Sehun había sido solitaria y llena de conflictos entre familia; afortunadamente Kris Wu estaba ahí para arreglar las cosas. Para Sehun, Wu había sido un gran amigo de sus padres, pero pronto pasó a ser casi su hermano. Cada vez que YiFan podía visitaba a Sehun, y todas las veces que lo veía se daba cuenta de la infelicidad que lo rodeaba. La “familia” de Oh Sehun estaba desintegrada.

 

El señor Oh, era un magnate con doble vida y se involucraba muy poco en la vida de su hijo, casi nunca estaba en casa, y tenía a otras mujeres a su disposición. Por otro lado, estaba la madre de Sehun, la señora Oh, quien veía la vida sólo para cumplir las necesidades del cuerpo y los deseos materiales. Siempre que podía, se quejaba de que su esposo la engañaba. Cada vez, la señoría Oh, le decía a Sehun cómo eran las cosas, y le hablaba de que todas las personas eran egoístas y que harían lo imposible para alcanzar sus objetivos. Hasta ese momento, Sehun había vivido creyendo parte de eso, no fue hasta que Wu, le propuso ir con él, para que cambiara su forma de ver la vida. Y así lo hizo.

 

Pasaron casi dos años, para que sus padres lo dejaran ir; su padre le dijo que tenía que regresar a cumplir con el legado de su familia y su madre le aseguró que fuera a donde fuera no encontraría a nadie que lo quisiera más que ella.

 

Así, a los 18 años de edad, Sehun empezó a vivir en Seúl. Primero continuó con sus estudios, tratando de acostumbrarse a los cambios y aprendiendo un nuevo idioma. Pero un año más tarde abandonó la carrera de Administración y cambió radicalmente para volverse actor. La ciudad en donde se encontraba era la cuna de la buena música; actores y actrices se paseaban por la calle. Fue la razón por la que decidió estudiar en la escuela de Actuación de Seúl.

 

Ese sentimiento de rebeldía; al ir en contra de lo que querían sus padres, se sentía tan bien. En Corea había decidido ser otra persona, una a la que la vida le pudiera sonreír, pero cuando volviera; tendría que ser él mismo chico callado y obediente de siempre, eso era lo que se había propuesto hasta que conoció a Baekhyun.

 

Ambos eran compañeros en artes dramáticas. No se hablaban mucho pero los proyectos los obligaron a conocerse. Empezaron siendo amigos para después convertirse en algo así como novios. La verdad era que Baekhyun lo seguía viendo más como amigo que como novio. Su amor era puro e inocente. Ambos se veían cada vez que podían, pero pronto terminó su segundo semestre y sus horarios cambiaron. Además de que Baekhyun tenía a su amigo-hermano con el que se veía cada vez que podía. Claro que  molestaba a Sehun que pasara más tiempo con su otro amigo, pero no quería que se molestara.

 

Todo era tan perfecto, que llegó a pensar que jamás regresaría  a casa y que su futuro estaba  vivir con su novio de Universidad. Esto no llegó a suceder porque cierto día Baekhyun desapareció sin dejar rastro. Desde ese día sospechó que su familia, con tal de hacerlo volver, había desaparecido a su novio.

 

Pero eso no pasó, porque su ex novio estaba enfrente de él, sosteniendo un arma.

 

— ¿Baekhyun eres tú?

 

La confusión apareció en aquel pasillo —alumbrado sólo por la luz de la luna—. Al mismo tiempo que Sehun  hacía la pregunta, otras dos personas parecieron reconocerse.

 

— ¿Luhan, hyung? —el chico más alto, pregunto confundido.

 

— ¿Chanyeol? —Esta vez el pelirrosa también se desconcertó.

 

Los anteriores interlocutores voltearon para ver a Sehun y a Baekhyun.

 

Baekhyun estaba confundido, así que Sehun lo ayudó para que pudiera recordar.

 

—Soy Sehun, de la escuela de Actuación; estábamos con el profesor Kibum.

 

El chico pelirrojo, pareció recordar y asintió. Por otro lado, Sehun estaba feliz. No por el hecho de volverlo a encontrar, todos los años subsecuentes a su desaparición había creído que estaba muerto; ahora, estaba relajado con la idea de que eso no había pasado.

 

—Chanyeol, ¿qué carajos haces aquí? —Luhan estaba molesto.

 

—Es una larga historia, Hyung. Nunca pensé que fuera a encontrarte trabajando aquí. Siempre te veía tan tranquilo en el café con Xiumin hyung. 

 

Xiumin, la sola mención de su nombre le causaba estragos. Trató de olvidarlo por un momento para seguir con la escena que se desarrollaba ahí.

 

Conoció a Chanyeol en el café de Minseok. El gigante vivía al lado del café  y solía ir debido a que su baño estaba descompuesto. Pronto, entablaron una amistad, pero lo último que había oído de Chanyeol era que se había mudado. Nunca creyó que formaba parte de la compañía rival, LUXURY.

 

Chanyeol estaba a punto de contarle su larga historia, pero fueron interrumpidos por la conversación de sus colegas:

 

— ¿Cómo has estado? — pero antes de que el confundido Baekhyun pudiera contestar, Sehun quería probar que aún era el mismo —¡Espera!, viéndote en este tipo de situación es fácil saberlo.

 

Baekhyun agachó su cabeza. Así era como afirmaba que era cierto lo que Sehun había dicho.

 

Chanyeol y Luhan se quedaron viendo entre sí, confundidos por la conversación.

 

— ¿Cómo se conocen? —preguntaron al unísono.

 

—Salimos durante la Universidad —respondió el pelirrojo, volviendo a ver a Sehun.

 

Esta última respuesta pareció impactar a Chanyeol, que le dirigió una mirada severa a Baekhyun; pero no era el único. Luhan vio a Sehun, vio sus ojos abrirse e iluminarse como nunca lo había hecho. Y no era que lo conociera desde hace mucho, pero ese solo gesto lo hizo enojar. Ya fuera por ser rechazado recientemente, el beso que había compartido con él minutos antes, le aceleró el corazón.

 

—Sigues siendo igual de guapo—Al parecer Sehun y Baekhyun seguían hablando sin tomar en cuenta a sus compañeros.

 

Sehun se acercó a Baekhyun lentamente,  y estaba por tocarle el hombro cuando sintió la mano de Luhan jalando su mano con fuerza. Lo que pasó después fue indescriptible para Sehun; Luhan tenía la misma mirada de su última misión, cuando lo abofeteó y le gritó. El pelirrosa se acercó al ex novio de Sehun y lo empujó sin razón aparente. Por suerte Chanyeol estaba cerca de su compañero para evitar su caída.

 

— ¡Eh! Con cuidado Luhan —le dijo Chanyeol, en su tono burlón. Le tocó por el hombro y le sonrió.

 

—No lo toques —respondió Sehun, ante tal acto.

 

Se puso entre ambos y el ambiente se tensó demasiado. El reencuentro pasó a ser un campo de batalla.

 

Esta vez, fue Chanyeol quien inició la pelea: Empujó a Sehun y ambos comenzaron a luchar.

 

En cambio Baekhyun no estaba dispuesto a pelear por una estupidez como esa, pero sus razones cambiaron cuando Luhan lo agarró por el cabello, arrastrándolo hacia el suelo,  y aplicándole una llave.

 

Luhan no sabía exactamente cuál era el motivo de su creciente furia, pero el subconsciente de Luhan no dejaría que el ex novio de Sehun, se fuera sin un recordatorio.

 

Baekhyun trató de defenderse pero Luhan llevaba ventaja y lo hizo caer de una patada. Estaba dispuesto a dejarse llevar hasta que Chanyeol llegó y lo apartó. Agarró al pelirrojo en sus brazos y salió de ahí.

 

Luhan se tomó un tiempo para respirar. Por fin se estaba sintiendo útil en la vida, había sacado meses de entrenamiento y no sólo eso, frustración y dolor. Fue entonces cuando las lágrimas rodaron por sus ojos. Ahora después de todo el combate, su cuerpo se relajaba y se sentía vacío. Lo único que hacía era pensar en las palabras que Minseok le había dicho; había destrozado todos sus sentimientos…

 

Siguió así por un momento, tratando de ahogar sus sollozos, hasta que sintió un brazo rodearlo por la cintura.

 

—Lu…—Sabía perfectamente a quién pertenecían esas palabras.

 

Se volteó y vio a Sehun, quien lo miraba seriamente preocupado.

 

— ¿Te lastimaron?

 

Luhan sollozó más fuerte y asintió.

 

— ¡Dónde!

 

El pelirrosa no podía hablar, estaba atragantado en sus lágrimas. Así que tomó la mano de Sehun y la guió directamente hasta su corazón.

 

Después de eso, el castaño no hizo más preguntas, y siguió rodeando a Luhan con un brazo, siendo un soporte para él.

 

———

 

Pasaron unas horas para que la cena de gala terminara. Todas las personas comenzaron a retirarse y pronto Sehun recibió una llamada indicándole que podía retirarse.

 

—Nos podemos ir —le indicó al pelirrosa, que yacía sentado junto  a él.

 

Se levantaron y caminaron rumbo a sus dormitorios.

 

Mientras Luhan caminaba, sintió un calor recorrer todo su cuerpo. Estaba avergonzado por todo lo que había pasado ese día. El efecto de esa noche había pasado y no podía estar más rojo al pensar cómo se había dejado llevar ese día. No había negado que le gustó más de lo debido el beso, pero no quería que Sehun malinterpretara eso, con otro sentimiento.

 

—Sehun —lo llamó —. Lo del beso… yo no tenía la intensión de hacerlo. Es sólo que me sentía mal. Espero que comprendas.

 

El modelo se le quedó viendo por un momento.

 

— ¿Te gustó?

 

Al pelirrosa le sorprendió la pregunta y no sabía qué contestar. Si respondía que sí, Sehun no lo dejaría de molestar, peor aún lo besaría todos los días… aunque eso no era mala idea, y tan sólo pensarlo hacía que Luhan sintiera sus mejillas calientes.

 

—Eso no tiene nada que ver —trató de evadir la respuesta.

 

—Por supuesto que tiene mucho que ver —Se acercó a Luhan, arrinconándolo contra la pared —. Porque recuerdo que me dijiste textualmente: “No besaría a alguien a quien no quisiera”. Y eso me lleva a otra pregunta: ¿Me quieres, Luhan?

 

La respiración de Luhan comenzó a acelerarse.

 

—No es eso…  —se detuvo al ver los labios de Sehun cerca de él nuevamente.

 

Estaba metido en un gran problema. No sabía que decir para evitar eso… lo único que se le ocurrió fue actuar mezquinamente. Ese era su mecanismo de defensa ante algo que no quería aceptar.

 

Bruscamente apartó la mano de Sehun que comenzaba a acariciar su rostro, pero se detuvo al escuchar el quejido de Sehun. Lo vio retorcerse de dolor al mismo tiempo que apretaba los dientes.

 

— ¿Te lastimaron?

 

—No —desvió los ojos y apretó los dientes.

 

—Sehun…

 

—Estoy bien.

 

Luhan se acercó y apretó un poco su muñeca; al instante, Sehun soltó un quejido más audible que el anterior, cerrando los ojos bruscamente.

 

—Vamos al médico. Al parecer es algo grave.

 

Sehun no se opuso y ambos fueron a visitar al médico que usualmente atendía a los agentes de la SM. Su nombre era Sungmin, y era la persona más rara en todo el planeta. Se la pasaba todo el día en su dormitorio, leyendo, viendo programas científicos y hablando de cosas que nadie entendía. Afortunadamente, esa noche estaba en su consultorio.

 

El médico se retiró de enyesarle la muñeca a Sehun y le dio unas pastillas para el dolor.

 

— ¿Quién es el responsable del chico? —preguntó el médico.

 

—Es Kris, pero está ocupado —se adelantó a contestar el modelo —. Pero, me puedo cuidar perfectamente bien.

 

—Ajá —se mofó Sungmin —. Tú, el chico de cabello rosa —se dirigió a Luhan —. Cuídalo hasta que pueda usar esa mano. Si eso es todo, en dos meses estarás como nuevo. Antes de eso, no debes de usar esa mano —. Ahora se dirigió hacia Sehun —. Y dile a tu pelirrosa que te ayude a mover esa muñeca al término de los dos meses —puso una cara lasciva y se fue sin decir nada.

 

Ambos salieron del consultorio y Luhan se encargó de escoltar a Sehun hasta su cuarto.

 

—Hasta aquí puedo llegar –bromeó Luhan después de ver la entrada del cuarto del modelo. Lo último que quería era acabar tendido en la cama, sin escapatoria.

 

—Alto ahí, pelirrosa –Sehun detuvo con su mano sana a Luhan —. Debes pagarme por haberme lastimado en combate.

 

—Yo no tuve la culpa –se excusó el más bajo.

 

—Oh, claro que sí. Me peleé con ese poste sólo por ti.

 

Luhan soltó una carcajada. Era irónico que Sehun le llamase poste a su amigo, cuando su altura se asemejaba. Su humor había mejorado muchísimo a pesar de todo lo que había pasado.

 

— ¿Qué quieres que haga?

 

—Vuelve a ser mi pupilo…

 

Hubo un silencio entre los dos, pero no era incómodo.

 

—Está bien, pero con una condición: Nada de insinuaciones de ningún tipo.

 

—No prometo nada –esta vez fue Sehun el que habló, antes de guiñarle el ojo y entrar a su cuarto.

 

———

 

Muy temprano por la mañana, Luhan abrió sus ojos. Se había quedado dormido pensando en Minseok y la oportunidad que nunca tuvo ni tendría con él, pero había despertado con una sonrisa recordando el beso con Sehun. Se levantó, fue al baño y enjuagó su cara; las lágrimas secas de su rostro desparecieron para refrescar su rostro. Tomó una ducha y se vistió lo más rápido que pudo. Podía decir que por primera vez en semanas, estaba feliz de que su entrenamiento fuera a ser más productivo, o al menos eso creía.

 

A las ocho en punto de la mañana, recibió un mensaje de texto de Sehun, que lo requería en la cocina.

 

Llegó y se encontró a Sehun haciendo algunas cosas con la harina; en ocasiones se enfadaba porque cierto ingrediente se le escapaba de su única mano disponible. Como Sehun no lo había escuchado, tosió para que se diera cuenta que estaba ahí. Sehun se volteó para mirar de dónde venía el sonido:

 

—Ah, ya llegaste. Necesito que me ayudes a preparar el desayuno —con su mano hizo un ademán de que se acercara, y así lo hizo.

 

Luhan se puso el delantal y comenzó con las instrucciones que Sehun le dio. En cierto punto de la mañana Sehun se dio por vencido y dejo a Luhan hacer solo el desayuno.

 

Cuando todo estuvo preparado, ambos se sentaron en la mesa de la cocina, y el ciervo puso dos platos en los respectivos lugares de cada uno. El pelirrosa comenzó con sus alimentos pero al poco tiempo se detuvo, cuando vio que Sehun no había tocado su comida.

 

— ¿No tienes hambre?

 

—No es eso…—repuso Sehun —. No puedo comer con ésta mano —levantó su mano enyesada.

 

—Ah…—Luhan suspiró.

 

Luhan estaba a punto de decirle que le haría un licuado para que pudiera beberlo, cuando Sehun lo interrumpió.

 

—Creo que dadas las circunstancias, tendrás que darme de comer —juntó sus labios y  movió la cabeza asintiendo, convencido de que esa era la mejor opción.

 

—No es necesario que lo haga, sabes puedo hacerte algo líquido para tomar.

 

Sehun volvió a negar con la cabeza.

 

—Dijiste que tomarías la responsabilidad por lo de mi mano.

 

—Nunca dije eso.

 

Pero, de nuevo Sehun no escuchó. El castaño se acercó hasta el lugar de Luhan, junto con su comida, y le ofreció su cuchara a Luhan. Abrió su boca y pronunció un “Ah”.

 

El pelirrosa rodó los ojos, dejó su comida a un lado y con la cuchara que le había dado Sehun, agarró una porción del desayuno.

 

Sehun abrió su boca y degustó  su desayuno. Luhan repitió el proceso hasta que se dio cuenta de la manera en que lo moraban los ojos del modelo; había cierto brillo en ellos. Era en brillo similar que cuando se había encontrado con su ex novio. Se perdió tanto en su mirada, que se enojó consigo mismo por estar permitiendo el comportamiento de Sehun.

 

—Come tú.  Me tengo que ir —dijo, y se paró de la mesa, alejándose.

 

Ya lejos de la mirada de Sehun, Luhan se recargó sobre la pared y tocó su pechó. Su corazón estaba desbordándose. Se sentía agitado y nervioso.

 

———

 

A la mañana siguiente, Luhan fue a clases de defensa personal y uso de amas; más tarde alcanzó a Sehun hasta la puerta de su dormitorio. Esa misma mañana, Sehun le había mandando un mensaje al pelirrosa solicitándolo en su cuarto.

 

Tomando una bocanada de aire, el ciervo llamó a la puerta pero nadie respondió. Aventurándose, giró la manija y para su sorpresa, la puerta se abrió. Cuando entró Sehun se encontraba de espaldas a él, cubierto con una bata, y llevaba puestos unos audífonos.

 

Luhan lo llamó por atrás y Sehun reaccionó quitándose los audífonos.

 

— ¿Para qué me necesitas? —inquirió el de pelo rosa.

 

—Para algo sencillo —se acercó a  él y le entregó algo parecido a una esponja para espalda—. Necesito que me ayudes a bañarme.

 

—No.

 

—No puedo alcanzarme mi espalda —hizo un mohín.

 

—Puedes usar tu otra mano.

 

—No puedo, Lu.

 

Lu. ¡Por qué lo llamaba así! Tenía ganas de empujarlo y  que se rompiera la otra mano. En realidad no estaba tan enojado como pensaba, pero Sehun se estaba aprovechando de la situación.

 

—De ninguna manera voy a entrar contigo a ese baño —se cruzó de brazos.

 

—No te pido que te bañes conmigo; estarás del otro lado de la cortina, y si quieres cerrar los ojos, puedes hacerlo.

 

Luhan se quedó pensando, analizando todas las posibilidades de escape…

 

—Por favor —de nuevo, Sehun hizo un mohín.

 

—Está bien, ve tú primero.

 

Sehun sonrió como un niño y se adelantó entrando al baño. Minutos después, Luhan entró. Enjabonó la esponja y, con los ojos cerrados y la cortina entre ellos, comenzó su labor. Cerró tanto sus ojos que le dolía la cabeza, lo último que quería hacer era ver eso que no debía ver.

 

Después de lavar su espalda, Luhan salió sonrojado de ahí a toda prisa, sin siquiera escuchar a Sehun, quien le pedía que se quedara.

 

Sehun trató de terminar lo más rápido que pudo para ir a hablar de Luhan; no quería que hubiera un malentendido entre ellos, y que el pelirrosa se alejara de nuevo. Pero cuando salió del baño, se encontró a Luhan acostado en posición fetal en su cama. Se acercó hasta él y comprobó que se había quedado dormido; tomó una manta y lo cubrió con ella. Sin hacer mucho ruido, se recostó al lado de él y apoyó la cabeza de Luhan en su pecho.

 

Estaba siendo atrevido, pero sentir la calidez de Luhan contra su pecho lo reconfortaba. Lo hacía querer recuperarse lo más rápido posible para poder usar su mano y sostener con ella la mano de Luhan.

 

Cerró sus ojos y casi enseguida se quedó dormido, mientras en sus últimos pensamientos rondaba la imagen mental de que Luhan se separaría de él en cuanto se diera cuenta.

 

A media noche, el pelirrosa se despertó. Invadido por un sentimiento de inseguridad se aferró más a aquel cuerpo. En medio de la oscuridad se acostumbró a la poca luz y vio el estado en que se encontraba. Comprobó que tuviera toda su ropa y se dejó caer de nuevo sobre Sehun. No le molestaba en lo absoluto. Se tomaría la libertad de hacer eso, aunque fuera en contra de sus reglas y en la mañana se iría sin que Sehun lo notara. Como si no hubiera pasado nada. Pero antes de volver a dormirse sobre él, se dijo que si ya se había tomado el atrevimiento de dormir al lado de Sehun, podía hacer otra cosa. Se acercó a los labios de Sehun, y depositó un beso fugaz sobre ellos.

 

—Sí me gustó —susurró sonriendo—. Pero eso no lo debes saber.

 

Se volvió a recostar y se quedó profundamente dormido. 

 

Notas finales:

A Luhan le gustó!!! ViVa!!! 

Mañana no podré actualizar pero el Lunes sí, y será completamente Taoris XD Bueno la vida de Tao y sus sentimientos. ¿Adónde se habrá ido con Christian? ¬¬ Lo averiguarán. 

Nos vemos mis inmortales. 

Responderé sus reviews; siempre los tomo en cuenta para seguir escribiendo. 

Gracias :D 


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