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The way an assassin loves por Loredechoishawotic

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Notas del capitulo:

Hola. 

Les dejo el cap 8 que les había dicho que lo subía ayer, pero me quedé dormida. 

 

Capitulo 8

 

 

Una cabeza pelirrosa se asomaba sobre la multitud de personas que estaban esperando una cita para las audiciones de la SM. Sehun sabía quién era y sin perder tiempo se acercó hasta él.

 

— ¿Qué haces aquí? —le preguntó a Luhan, tomándolo por sorpresa.

 

—N-nada… Estaba admirando las pinturas —señaló una copia bastante real de la pintura de Vincent Van Gogh “La Noche Estrellada”.

 

— ¿Y por qué estas afuera del cuarto de masajes a las siete de la mañana?

 

Luhan no sabía qué responder. Lay le había pedido que cuidara la puerta mientras él y su novio se veían en secreto. No podía dejar que alguien supiera de ellos.

 

—Aquí está más fresco el clima; puedo sentir  los olores que emanan las cremas y yerbas de olor mientras observo el cuadro. Deberías intentarlo alguna vez.

 

Sehun estaba a punto de reír por tal mentira, pero debía de ser más cuidadoso con todo lo que hacía con Luhan. Decidió que era mejor hacerle creer que se había tragado esa basura de explicación.

 

—Te veo en cocina en media hora —dijo y se fue.

 

El pelirrosa suspiró por el alivio que sintió después de que su acosador se fue. Sin embargo no sabía si medía hora bastaría para esos dos. Afortunadamente, los novios fueron más que rápidos; por aquí habían entrado y en menos de lo que cantó un gallo, salieron.

 

—Luhan —lo llamó Lay  —. Gracias por todo —le miró dulcemente mientras su novio estaba a su lado, guardando las apariencias. Pero algo en la cara del castaño le indico que tenía cierta tristeza acumulada. YiXing hizo una reverencia.

 

—Te debemos  la vida— añadió su novio, el vicepresidente de la compañía contraría: Suho.

 

Viéndolos juntos, pensó instantáneamente que aunque se veían en secreto; seguían conservando el amor que un día los unió. Eso era lo que más necesitaba, y por decirlo, se había visto así, mentalmente, con Xiumin, el chico del café. 

 

—Cuando es por el amor… ustedes lo merecen chicos. No se preocupen cuando  quieran verse, díganme yo me encargaré de ser su guardaespaldas secreto —dijo mientras les guiñaba un ojo y se retiraba del pasillo.

 

Caminando por el pasillo, para dejar a los tortolos hablar un rato, sintió una fuerza brusca desconocida, jalarlo hasta casi caerse. Miró hacia la persona que lo sostenía por el brazo, y no le sorprendió ver a Sehun.

 

—Así que mirando el cuadro, eh —le acusó con la mirada. Luhan solo desvió su mirada para no hacer más conexión con la persona que menos quería ver —. Qué  pasaría si Kris, hyung; se enterará que Suho estaba aquí…

 

—No, por favor —reaccionó Luhan. Lo que menos quería era meter en problemas a los enamorados.

 

—Entonces… —Sehun quería proponer un trato un tanto a su manera, pero no quería que Luhan se alejará más de él —, vamos a la cocina —continuó.

 

Caminaron otro tramo más por el pasillo de ese piso y Sehun se detuvo en el rincón de una pared carcomida por la humedad. Con su mano comenzó a buscar algo y al hacerlo; dio la vuelta a una clase de manija, abriendo un hueco en la pared.

 

— ¿Qué es eso? —el pelirrosa susurró sorprendido, ante la imagen de Sehun de que guardara silencio.

 

—Ven, por aquí llegaremos más rápido a la cocina —le hizo una seña para que lo siguiera, pero Luhan se quedo ahí, sin mover los pies de la tierra.

 

No confiaba lo suficiente en el peligris como para meterse con  él en el lugar que desconocía, sumándole a eso, el hecho de que no le había importado compartir fluidos corporales con su mejor amigo Tao. No podía ni imaginarlo.

 

—No pienso entrar ahí contigo —contestó ante la pregunta de Sehun “¿Qué haces ahí?”.

 

Sehun rodó los ojos, intentando enfocar su irritación  en otra parte; no le hacía gracia tener que estar rogando todo el tiempo, y menos cuando las palabras de “Por favor, Oppa” salían de casi todas las mujeres que conocía. Luhan resultaba ser más complicado de lo que se había imaginado.

 

—Yo no pienso hacer nada —dijo y Luhan se lo pensó antes de tomar la peor decisión de su vida.

 

Al final, terminó yendo directo al “peligro”;  y lo decidió según su criterio, por el juego de azar: piedra, papel o tijera.  Y cuando menos se lo espero, el modelo abrió otra puerta que salía directo al lado del almacén de la cocina.

 

— ¿Qué fue eso?

 

—Este edificio tiene pasillos secretos. Casi nadie sabe de ellos —aseguró, yendo directo por unos ingredientes, que se encontraban en las repisas del almacén.

 

— ¿Y por qué me los enseñas?

 

—Porque eres mi pupilo, debes de aprender todo lo que puedas de mí.

 

Luhan rió con ganas, a lo que Sehun volteó desconcertado por aquella risa que jamás había llegado a oír mientras estaba a su lado.

 

— ¿También debo aprender tu arrogancia? ¿Debo de acosar a alguien, sin dejarlo respirar? —se burló de él.

 

—Si te sirve para estar bien contigo; sí, debes hacerlo.

 

El pelirrosa no comprendió lo de “Estar bien consigo”, pero no formaba parte de su plan entenderlo.

 

—Ahora, tu misión de prioridad del día, es hacer el desayuno.

 

— ¿Por qué?

 

—Porque tengo hambre —mostró la curva de sus labios formando una sonrisa y le entregó una espátula.

 

Lo que comenzó con un mezcla de huevo y un pan sobre él sartén, terminó siendo un vistoso pan francés con el toque de un ciervo que se había esmerado en practicar. A su desayuno, lo acompaño con jugo de naranja recién hecho  y un plato de frutas tropicales.

 

—Listo —se mostró ufano ante la maravilla de su platillo.

 

— ¿Frutas tropicales?, sin duda las mejores para mejorar cualquier problema con tu pareja —rió para sí mismo, viendo la inocente mirada de Luhan ante el comentario —. Le falta algo —rumió, acariciando su barbilla.

 

—Pero está completo… —el peligris levantó su mano para que el ciervo lo dejará terminar. Agarró unas cosas de los estantes y tomó al recién hecho pan francés, preso en sus manos, sin dejar que el inquietó pelirosa viera la modificación que estaba a punto de hacer.

 

Agarró la crema batida, simulando una boca para el despoblado y triste pan; gomitas de chocolate para simular unos ojos y con un poco de  chocolate espeso para su cabeza descubierta.

 

— Buon appetito —le deseó al pelirosa, mientras le daba el plato con un nuevo cambio en el desayuno. Luhan  suspiró y con  poco interés tomo el plato consigo y salió de la cocina; comería en el comedor. No soportaba que Sehun le diera buenas razones para tenerle confianza.

 

El decepcionado ciervo se sentó en una mesa vacía y observó la pieza de pan; era algo creativo para ser reconocido por un mujeriego de primera. Nadie nunca le había regalado un desayuno tan peculiar.  Sonrió sin notarlo.

 

—Porque no me esperaste, quería comerlo a tu lado —el asiento enfrente de él, fue ocupado por su acosador personal.

 

—Perdón por interrumpir su  interesante desayuno —irrumpió Mark mientras tomaba asiento al lado del ciervo.

 

—No te perdonó —bufó Sehun, al ver que los otros dos, enfrente de él, le habían dejado de prestar atención mientras se reían por una aparente broma del odioso compañero de cuarto del ciervo.

 

— ¡Oh! Sehun, aún sigues aquí; por un momento pensé que te habías ido —dijo el de cabello verde mientras tomaba un sorbo de su malteada.

 

—Y  pensé que estaba menos ciego que yo —se preparó para el contraataque, que afortunadamente no pasó por la segunda repentina llegada de otro ser.

 

Tao tomó posición al lado de Sehun, riéndose como si estuvieran contando algún chiste.

 

—Sehun, no has tocado tu desayuno —lo regañó amorosamente Tao —. Debes comer para estar saludable —siguió comportándose raro.

 

El peligris pretendió no escuchar a ningún loco sentado en esa mesa, y rechinando los dientes se levantó para irse.

 

—Esta tarde, veremos que tan buen dibujante eres —le dijo a Luhan, antes de salir de ahí  hecho una bestia.

 

———

 

— ¡Sehun! —le gritó su Hyung mientras caminaba por los pasillos de la compañía, inmerso en sus pensamientos.

 

—Kris ¿No deberías estar en tu oficina?

 

—Eso es para los responsables —le despeinó el cabello, recibiendo un manotazo de parte de Sehun; odiaba eso.

 

—Tu familia ha estado preguntándome por ti —el peligris rodó los ojos —. Y antes de que digas algo —le calló el rubio —. Tienen razón y lo sabes —lo tomó por los hombros y lo condujo hasta el elevador —. Ahora ve a disfrutar de tu libertad mientras puedas.

 

La cabeza gacha del peligris, no hizo más que preocupar a  YiFan.

 

— ¿Preferirías estar allá? —negó con la cabeza.

 

—No importa lo que prefiera —las puertas del elevador se cerraron. El miedo le calaba hasta los huesos, tenía miedo de alejarse de todo lo que había construido en Corea.

 

Pequeñas memorias de su infancia inundaron su  cabeza: Recordó a su madre y a su padre; siempre peleando; siempre hablando de temas como: educación, responsabilidades, y del futuro; el futuro de Sehun. No procedía de una familia común y corriente, había crecido en un ambiente criminal. Su padre era dueño de media Filipinas, vendiendo todo tipo de productos como droga, armas; organizaba misiones; tenía casinos, hoteles, etc. No estaba muy lejos de casa trabajando en la SM, sin embargo si se quedaba en Filipinas, toda su vida sería controlada por sus padres, y así hubiera sido si no hubiera conocido a Kris. Le debía todo eso a su Hyung.

 

Pero había una cosa que no podía sacar de su cabeza, y era el hecho de que había pasado de ser un escéptico en el amor a un creyente, pero en los recientes años su visión estaba volviendo a ser la misma desde que había llegado.

 

“El amor no existe; no importa cuánto lo intentes “le dijo su madre antes de que dejará Filipinas. Realmente no la culpaba, había vivido toda su vida en soledad mientras su padre hacía lo que quería.

 

Pero,  ¿Cuánto de eso era realmente cierto? ¿Él podía encontrarlo?

 

———

 

El acogedor calor que había estado presente toda la mañana, se esfumó para dejar paso a una tormenta. La época de lluvia estaba a la vuelta de la esquina.

 

— ¿Puedo pasar? —pidió permiso el ciervo.

 

Su clase con Sehun  había empezado hacia unas dos horas, pero se había quedado dormido después del desayuno.

 

El rostro pálido y frio de Sehun estaba concentrado en leer una revista de arte, sin despegar los ojos de ella, le dio permiso al ciervo de entrar. Éste último se sentó enfrente de él, sin ser correspondido con la mirada. El silencio y la oscuridad, inundó la habitación. Las lámparas estaba apagadas y se sentía un frío poco acogedor para tomar una clase ese día.

 

El peligris pasó a la última página de la revista y se dignó a ver a su alumno.

 

—Llegas tarde —le regañó.

 

—Lo sé, lo siento— el pelirrosa quería morirse, sabía que lo iba a pagar caro.

 

—Tu castigo lo dictaré después. Ahora empecemos con tus clases de dibujo —revisó unas hojas al lado de él, deteniéndose para echar un vistazo en algunos puntos —. Así que sabes hacer muy buenos bocetos del rostro  —Luhan asintió —. Veamos qué tan bueno eres con el cuerpo —se empezó a desabrochar la camisa.

 

— ¡¿Q-qué haces?! —preguntó mientras veía como las prendas de Sehun caían al piso. Por instinto e inexperiencia cerró los ojos; no le gustaba ver a alguien desnudo y menos a su acosador.

 

— ¿Qué haces? ¿No vas a retratarme? —el pelirrosa se tragó su miedo, y poco a poco sus ojos fueron vislumbrando a su maestro; tendido en el sofá solamente cubierto por el bóxer.

 

Era muy atractivo; tenía una piel blanca como la nieve, sus piernas estaban trabajadas, al igual que sus delgados, pero no débiles brazos, y su torso estaba marcado, pero sin llegar a la exageración. Su mirada se posó en el bulto que escondía el bóxer y rápidamente desvió la mirada ante la oleada de calor que le recorrió el cuerpo; nunca se había sentido de esa manera.

 

Titubeando se sentó enfrenté de caballete y tomó un lápiz; empezó por delinear las facciones de la cara, pasando por los ojos en forma de avellanas y terminando por los labios; después, y con más dificultad el cabello desarreglado, haciendo remolinos en la parte superior. Ahora venía lo más difícil, el cuerpo. Tuvo problemas con las líneas de las extremidades y más cuando estuvo cerca de dibujar más debajo de su  torso. Sudando de la concentración, término satisfecho por el trabajo decente que había hecho por primera vez.

 

Sehun se paró del sillón y fue a corroborar el trabajo de Luhan.

 

—Hiciste un buen trabajo —Luhan suspiró  —. Ahora, necesito practicar; prepárate.

 

El pelirrosa no comprendió la orden.

 

—Quítate la ropa —le ayudó Sehun, para que pudiera entender.

 

—Necesito ir por unas cosas… —se disculpó mientras trataba de escapar de la exhibición que no quería hacer.

 

—Es tu castigo, por llegar tarde —dijo Sehun.

 

El ciervo se paró en seco, rogándole a todo lo divino que lo protegiera del engreído de Sehun. Sus manos temblorosas comenzaron a desabotonar su camisa, tomándose su tiempo; así como también con los pantalones, hasta que quedó totalmente desprotegido. Caminó con sigiló y se recostó sobre el sillón, poniendo una pierna sobre la otra, para tratar de ocultar su miembro.

 

Sentado en un banco, y solo con dos prendas cubriéndolo; un bóxer y una camisa desabrochada, el modelo, comenzó a mover el lápiz, haciendo algunas pausas para ver el tembloroso cuerpo de Luhan. No por nada era el mejor en artes marciales; tenía un buen definido cuerpo y una fina cara.  Todo el tiempo que estuvo dibujando veía como los ojos de Luhan se desviaban para verlo, asegurándose, tal vez de que no mirara más de lo que debía. Y para sorpresa del pelirrosa, su retratista lo miró sin ninguna otra intención en sus ojos, más que la de dibujar.

 

Al acabar, Luhan prácticamente corrió para vestirse pero Sehun lo arrinconó contra la pared. Trató de zafarse de su agarré pero no pudo, resignándose a lo que viniera, cerrando los ojos como si fuera a recibir un golpe.

 

— ¿Puedo besarte? —la pregunta hizo que abriera sus ojos. No supo que decir, nunca nadie antes lo había besado, bueno sí, pero no le habían pedido permiso para hacerlo.

 

Ante la falta de respuesta, Sehun enganchó sus labios con los del pelirrosa; cerrando sus ojos, y sintiendo como su corazón se aceleraba. Poco a poco fue soltando a su alumno. Fue cuando abrió sus ojos, que vio a Luhan con la cara pálida y volvió a la realidad, se dio cuenta de que; él era el único que había estado moviendo los labios; él único que cerró los ojos, y el único que sintió su corazón correr un maratón. Se alejó de él, dejándolo petrificado.

 

—Nos vemos mañana — el peligris le hizo una reverencia y agarró su ropa.

 

Pero antes de salir, la voz de Luhan lo detuvo, destruyéndolo con ocho palabras.

 

—No besaría a alguien a quien no quisiera.

 

Salió a toda prisa del salón, dándose de golpes por haber sido tan estúpido por creer, que sí lo hacía iba a ser correspondido.  Otra vez, sintió el incesante dolor acumulado en su pecho. Porque como siempre, él había sido el único que había sentido felicidad en hacerlo, creyendo que en verdad lo que sentía era amor; pero al igual que otras veces, no recibía lo mismo. 

 

Notas finales:

Como vieron, a Sehun no le ha ido tan bien en el amor y Luhan no se deja mucho XD A partir de los capitulos que vienen va a ser un poco menos tedioso el rechazo de Luhan para con Sehun; por el momento no puedo prometer que habrá Lemon HunHan, pero avanzaré con el TaoRis.

Uno de los días que actualizaré será el Domingo,

Nos vemos. 


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