Recorrer las calles es tarea sencilla cuando no miras con atención a cada transeúnte, cuando no estás en busca de aquella supuesta persona con la que llevas un par de semanas de relación, y por supuesto, cuando no te encuentras con él, aquél al que has intentado olvidar por años; quien por cierto, es esposo de uno de tus amigos.
— ¡Takashi! Ha pasado tiempo ¿No es así?
— Realmente ha sido así, Akira-san. — A Saga no le quedó nada más forzar una sonrisa.
— He escuchado por Pon que sales con alguien, felicidades. Dime que está cuidando bien de ti. — Mencionó Suzuki con una sonrisa dulce a la par que una de sus manos se dedicaba a despeinar los cabellos del castaño, de la misma forma que lo hacía cuando ambos eran estudiantes de escuela media.
— ¡Akira! — Se quejó el menor esperando que el contrario se detuviese y dejase de juguetear.
Sería mentir sino se hablara de la sonrisa de Saga, era un cálido curvar en sus labios el cual no se veía desde hace un par de años.
— Dime ¿Tienes tiempo para ir a beber algo, Takashi? — Preguntó el rubio sin perder aquella amabilidad que lo caracterizaba, misma que había enamorado a su acompañante.
— ¿Ahora…? — ¿Ir o no ir? Era algo difícil de responder en unos segundos, ¿Qué sucedería con la búsqueda de su “novio perfecto”?
“Di que no, Sakamoto, di que no” mencionaba internamente y de manera constante, aunque sus labios permanecían herméticos.
— ¿Qué dices? Serán unos minutos solamente. — ¿Acaso se le podía dar una respuesta negativa? Sencillamente la opción no se localizaba en los planes del menor, no hasta que un timbrar lo regresó a la realidad. El sonido del móvil continuaba, y Saga no tenía la menor idea de porqué dicha llamada no era atendida.
— Deberías responder, no le hagas esperar más.
“Seguramente es Ogata controlando”
— Lo siento, sólo serán unos segundos. — Se disculpó antes de atender. Respuestas cortas, algunas que parecían ser por compromiso, pero un “Te amo” escuchar eso todavía le dolía a Sakamoto.
Una disculpa, y un par de más, agregando la promesa de verse pronto. Saldrían, beberían lo que Taka quisiera, pero ahora Akira debía irse.
— Después de todo iba a rechazarte. Tengo cosas mejores que hacer. — Masculló, una vez que el otro se alejó lo necesario para que no lo escuchase.
Takashi caminaba con molestia. Todas sus facciones se mantenían endurecidas, pero… ¿Por qué el enojo? ¿Por no encontrar a su supuesto novio? ¿O porque aún sus sentimientos hacia el blondo no desaparecían?
Él Servidor Público no tardó en llegar hasta las puertas de un Club conocido; lo recordaba perfectamente ya que él mismo se había encargado de analizar cada recinto de la zona debido a su trabajo.
Aún era algo temprano así que el lugar apenas estaba abriendo, pero ello no le importó. Pronto la mesa en la que se encontraba fue recibiendo bebida tras bebida, algunas un tanto llamativas en su aspecto como en su sabor, después de todo el establecimiento era frecuentado por jóvenes.
Un par de horas transcurrieron; Saga se hallaba a nada de quedarse dormido sobre la mesa, su cabeza se ladeaba constantemente y sus parpados pesaban más que de costumbre, incluso cuando el sitio era inundado por luces y fuerte música.
— Everyday I´m smiling and wilding, when I think about you~
Taka no pudo hacer otra cosa más que reír un poco por aquel chico que cantaba y se movía animado al ritmo de la música. Aunque realmente no tenía la menor idea de lo que decía; su inglés no era nada bueno, tampoco el ajeno, sin embargo, se veía gracioso.
“¿A este qué le pasa?”
— Vamos… vete… — Masculló cuando el otro se sentó a su lado. No sólo le había cantado segundos atrás, sino también se tomaba la libertad para sentarse a su lado y presentarse con la confianza entera del mundo.
Aunque Saga al inicio se negaba a ponerle demasiada atención a aquél desconocido, bastaron unos minutos para tener una conversación divertida, no era como si existiera algún tipo de conexión entre ellos, sólo el alcohol le ayudaba a Show a mantener esa charla. Hablaban de esto y de aquello, cosas irrelevantes, generalmente eran temas que les sacaban divertidas risotadas. El ambiente era tan ameno al grado que Takashi le contó a su acompañante sobre el problema en el que se había metido semanas atrás.
— ¡Yo podía ser tu novio! — Sonreía el pelinegro luego de exclamar, esperando por supuesto que la respuesta ajena fuera positiva, sino era así, esperaba convencerlo de alguna manera.
— ¿Eh? Ni siquiera creo que seas mayor de edad. — Bromeo el castaño.
“Sólo acepta. No te preocupes por detalles”
— Deberías darme un “Sí”. Te ayudaré. Tal vez puedas ayudarme en otro momento ¿Qué dices? — Ello no parecía convencer al servidor público, aunque… si analizaba al contrario, este era bastante atractivo, alto, con facciones suaves, un cuerpo que sobresalía, así como unos grandes y hermosos ojos color café. A decir verdad lucía muy bien.
— Me estás convenciendo. — Respondió sonriente al imaginarse el rostro de Ogata, seguro lo dejaría sin palabras al presentarle a un joven tan bien agraciado.
— Sé que lo estoy logrando. —Cejeaba sonriente. Si Saga pensaba bien la propuesta, esta no era tan mala idea.
— ¿Estás dispuesto a conocer a mis amigos? ¿Qué harás cuando comiencen a hacer preguntas? — Aunque deseaba aceptar de inmediato no le era posible, no estaba totalmente seguro ¿Y si las cosas se complicaban? No habría nueva mentira que lo ayudase.
— Les diré que nos conocimos por amigos en común.
— No tengo amigos aparte de ellos.
— ¡Entonces nos conocimos por el trabajo! — Agregó de inmediato.
— Está mal visto salir con personal del mismo departamento. Y tú seguro nos has terminado los estudios como para estar trabajando.
— ¡No es así! — Exclamaba nuevamente. — Seré el mejor novio. Lo prometo.
— No tengas tanta seguridad, debo pensármelo. — Saga reía internamente cuando de pronto el menor comenzó a mostrarse nervioso, puesto que miraba con atención a un punto fijo como si estuviese reconociendo a alguien.
— La tomaré prestada… Prometo devolverla pronto. — Susurró sobre la mejilla de ajena, dejando a este completamente confundido ¿A qué se refería? Show no tardó en tomar la chaqueta impropia para cubrirse la cabeza esperando pasar desapercibido por el hombre que lo seguía.
— ¡Hey, espera! — Se encontraba a nada de aceptar, después de todo era lo que deseaba, ahora Show salía corriendo rápidamente. ¿Qué iba a hacer sino lo veía de nueva cuenta? Evidentemente salió detrás de él. La escena era demasiado incómoda, más aún cuando tropezó con un hombre quien se dirigía en la misma dirección.
— ¿Lo conoces? — Cuestionó con un tono severo al percatarse que seguían a la misma persona. Claramente estaba molesto y como Takashi no sabía quién era el ojiverde negó de inmediato como respuesta.