Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tras mi verdadero amor por Shuneii

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Espero hayan tenido un feliz día del amor y la amistad! Este capítulo muestra una linda relación que se fue formando con el tiempo y con el paso de eventos fuertes en la vida de ambos protagonistas [en este capítulo] Para aclarar y evitar dudas… Esta historia inicia el día que Camus atiende a Sinmone y se desarrolla a lo largo que Camus estudia en el Instituto médico. c; 

POV Surt

– Te agradezco de todo corazón que hayas venido. Estaba tan preocupado por Sinmone. Ella es lo único que tengo en este mundo luego de la muerte de nuestros padres. – Le explico al chico que, gentilmente, aceptó atender el repentino ataque de Sinmone, en la ausencia de Shura – Oh, lamento no haberme presentado. – Sonrío acomodando un mechón de mi cabello por detrás de la oreja y le tiendo la mano en un saludo formal. – Mi nombre es Surt.

     Su nívea piel se siente muy suave a mi tacto, como si fuese porcelana. Una sensación de confianza recorre todo mi cuerpo. Siento que tengo tanto en común con este chico, << ¿acaso el conocerlo era plan del destino? >>

 

      Los días pasaron convirtiéndose en semanas en las que, con las recomendaciones de Camus y Shura, Sinmone mejoró considerablemente. Pero un día, todo se vino abajo, de nuevo.

 Así que, estos son los resultados de los estudios. - Shura examina los documentos médicos junto con Camus, al lado opuesto de mi asiento en la mesa.

 Unos de muchos. El doctor dijo que les agradeciera porque debido a sus esfuerzos Sinmone se mantuvo bien por mucho tiempo. Aun así, dijo que era necesario hacerle más y más estudios para poder darle un tratamiento personalizado, aparte de sus sesiones de nebulización. Lamentablemente, la clínica a la que la he llevado no cuenta con el equipo necesario para poder darme resultados certeros; por eso, me recomendaron este hospital privado... – Bostezo con pesadez debido al cansancio de una noche en vela por tanto pensar en las formas de salir de este problema; más que todo por el valor de los estudios y posibles tratamientos, considerando que el único hospital que me recomendaron era uno de los más costosos de toda Francia. << A este paso tendré que considerar un préstamo bancario. >>

     Busco una tarjeta de presentación entre la papelería médica de mi pequeña hermana, al encontrarla se las muestro a los chicos; esperando que alguno de ellos pudiera confirmar si el hospital ese, es tan bueno como dicen.

– Oh, ¿este no es el hospital donde estás trabajando? – Shura ve a Camus de reojo.

– Sí, es el hospital de uno de los socios del Sr. Kido. Debido a eso, el Sr. Kido le pidió de favor, que me aceptarán como médico asistente los fines de semana. Para "ponerme en sintonía" con el trabajo que llevaré al graduarme de la universidad. – Explica brevemente el pelirrojo haciendo énfasis con ambas manos algunas de las palabras en su oración. – Si quieres, podemos ir este mismo sábado... ¿Pasado mañana? O, ¿prefieres ir el domingo? De esa manera puedo presentarte con mi jefe. – Toma mi mano desde el otro extremo de la mesa. – Estoy seguro que conseguiré que internen a tu hermana y le den un tratamiento adecuado para ella. – Sonríe y vuelve su vista a los papeles.

 Gracias por su apoyo. – Susurro.

     Veo el reloj de la pared, las manecillas indican que ya son las siete y cuarto. Normalmente veía a Sinmone corretear por acá a esta hora, pero ahora que se cansa con mayor facilidad prefiere irse a la cama temprano y descansar. Poniéndome de pie, me dirijo a su habitación y para mi sorpresa le veo sentada en su cama. Trenzando su cabello, para poder descansar sin que le incomode.

– Onii-chan. – Me llama con ternura. - ¿Me harías un favor? – Termina con su cabello y me ve sonriente.

 Lo que quiera mi princesa. – Le sonrío desde la puerta.

– ¿Podrías preguntarle a Camus si puede cantarme una canción para dormir? – Bosteza introduciéndose bajo la sábana. – Hace unos días le escuché cantar cuando iba saliendo de visitar a Shura, su voz es muy linda; similar a la de un ángel. – Sonríe.

     Incapaz de decirle que no, regreso al comedor donde ambos chicos seguían conversando sobre el resultado de los estudios de Sinmone. Le hago una seña a Camus, quien responde inmediatamente. Lo pongo al tanto del favor a pedido de mi hermana y acepta sonriente, sin más que decir.

     Ingresa a la habitación que es iluminada únicamente por la tenue luz de la lámpara de noche. Veo la delgada silueta del chico tomando asiento al lado de Sinmone. Charlan un rato, no logro saber sobre qué debido a que me he sumergido en vagos pensamientos que me hacen recordar une escena que vi de niño: Antes de que Sinmone naciera, yo sufría de alergias. No era algo tan serio como lo de ella, pero igual traía sustos grandes para mis padres. Mamá se pasaba la noche entera cantándome, sentada al lado de mi pequeño cuerpo tendido en la cama. Acariciaba mi cabello haciéndome sentir una sensación confortable. Mientras tanto, papá nos observaba recostado en el marco de la puerta; como yo, justo ahora. La voz de Camus acompaña esa memoria.

     No tengo idea de cuanto tiempo estuve sumergido en mis recuerdos. Volví al presente cuando Camus golpeó con delicadeza mi cabeza.

– Oye, Sinmone ya se durmió. Creo que deberías hacer lo mismo. - Me ve con preocupación.

– Sí, creo que tienes razón. - Evito su mirada.

 

     El sábado llegó con rapidez. Tal como lo prometió, Camus llega por nosotros para poder ir al hospital. Camus y su chofer, Frank, van en la parte delantera del vehículo. Sinmone y yo, en la trasera. 

     Aproximadamente una media hora pasa, y nos adentramos a los exteriores del hospital que cuenta con unos jardines hermosos y vistas inigualables y vistas inigualables al lago de Saint-Mandé. Es mucho mejor de lo que imaginé.

 Ten un lindo día Frank. Y no olvides no decir nada. - Se despide de su chofer al salir del auto. 

– ¿No decir nada? - Le cuestiono.

– Ah, - Sonríe desinteresado. - Es que, el Sr. Kido no sabe nada de esto.

– Oye, ¿eso no te causará problemas? No quiero que terminemos siendo una molestia.

 No te preocupes por ello. Mi jefe y Frank son personas de confianza. - Dicho eso, ingresamos al hospital.

     El lobby es lujoso, demasiado lujoso para mi gusto. Nunca antes había visto un hospital así. Con paredes blancas que contrastaban con el piso color negro. A diferencia del exterior, estaba menos ornamentado pero seguía siendo muy al estilo neoclásico.

 Buen día Sr. Sage. - Camus hace reverencia ante un señor delgado y calvo. Éste le sonríe devolviéndole el saludo. - Este es mi amigo Surt y ella es su hermana. Son las personas de quienes le platiqué ayer por teléfono.

– Sí claro. Mucho gusto, soy el director de este hospital. Camus me platicó sobre la situación de hermana y haremos todo lo posible para que ella se encuentre bien. - Me extiende su mano en un saludo formal y palmea la cabeza de Sinmone con suavidad y ternura. - Que linda señorita. - Sonríe con cortesía. Regresa su vista a Camus con una mirada que pareciese llevar un mensaje oculto con ella. El pelirrojo solo asiente. - Todos los gastos están cubiertos por mi asistente, así que no se preocupen por ello. - Alza la mano y rápidamente una enfermera se acerca con una silla de ruedas para Sinmone. Ella se sienta y acomoda en ella. - Ahora, acompáñenme por acá.

     Da media vuelta y comienza a caminar hacia un largo pasillo. Le seguimos de cerca.

 Oye, - Llamo la atención de Camus. - ¿qué quiso decir con que todos los gastos están pagados por ti?

– Bueno, yo no quería que te enteraras de esto pero tal parece que al Sr. Sage se le olvidó de mi petición. - Suspira. - Veras, en un principio me dijeron que por trabajar acá me pagarían. Rechacé ese pago debido a que no lo consideraba necesario, después de todo solo vengo acá los fines de semana. Lo que hago es relativamente poco. Pero, decidí hablar con el Sr. Sage; planteándole tu problema aceptó que lo que me fueran a pagar en estos dos años, fueran usados para cancelar los gastos médicos del tratamiento de Sinmone.

     Me quedo boquiabierto sin saber qué decir además de gracias. Llegamos a una espaciosa habitación con vista al lago con dos camas cómodas, equipo médico, nebulizador, televisor, una librera con algunos títulos infantiles y suficiente iluminación.

 Esta será la habitación de ambos. Como tengo entendido que usted trabaja, puede venir al hospital a pasar la noche junto a su hermana. Y los domingos ambos pueden asistir a las diversas actividades que realiza el hospital.

     Esto es mucho más de lo que podría haber llegado a pedir. No me queda la menor duda de lo buena persona que es Camus.

     Luego de unas instrucciones rápidas del doctor sobre la metodología del hospital, me indicaron que a Sinmone deberían de realizarle más estudios. Para saber que tratamiento utilizar y otras cosas más. Y así, solo era cuestión de tiempo.

 

     Es fin de semana en el hospital, hace dos semanas que Sinmone ha estado hospitalizada acá. Me han dado permiso de sacarla a pasear por los jardines de rosas del hospital ya que su estado es estable. Ella se encuentra muy feliz.

Oye, oni-chan. - Su pequeña voz es casi inaudible con el sonido del viento entre el follaje de los árboles del bosque.

Dime.

Camus es muy lindo y amable, ¿no crees? 

Completamente de acuerdo. 

- Los colores del atardecer me recuerdan a él. Él es un buen chico, me gustaría que fuera parte de nuestra familia.

 

     Me encuentro en la cafetería del hospital, es la noche del viernes y he quedado de verme con Camus. Alrededor de cuatro meses han pasado desde que vine acá. Doy un sorbo al amargo café que me mantiene despierto, cuando le veo llegar algo agitado.

 ¿Estas bien? - Pregunto ayudándolo a tomar asiento.

 Sí, solo tuve que correr un poco. Eso es todo. - Saca de su bolsa una botella de agua y bebe un poco.

 Oye, no había querido preguntarte... Pero, esta última semana. - Hago una pausa para verle ya recuperado. - Estos últimos días has estado quedándote toda la noche y siempre te vas muy temprano en la mañana al instituto. ¿El Sr. Kido sabe sobre eso? Realmente agradezco que vengas a cantarle a Sinmone, pero si eso representa un problema para ti...

     Coloca su dedo índice sobre mis labios impidiendo que pueda seguir hablando.

 Shh. No necesitas preocuparte por ello. Todo estará bien si el Sr. Kido no se entera de que me escapo. Además, ya te he dicho de que Frank y el Sr. Sage me cubren. - Sonríe ligeramente. - Sinmone me pidió que le cantara todas las noches para dormir y si eso la tranquiliza, si eso la hace sentirse mejor; no hay problema de mi parte. Haré todo lo que pueda para hacerla feliz. Y tú, deja de preocuparte por mi y haz de ella tu prioridad. - Su sonrisa se desvaneció dejando ver como pequeñas lágrimas querían escapar de sus ojos.

     Es cierto, hace unos días tanto Camus como Sinmone han estado muy raros. Como si ocultasen algo. Ambos afirman estar bien y que es simple paranoia de mi parte pero, es como si tuviera una corazonada de que todo no es lo que parece.

 Camus, ¿hay algo que me quieras decir? - Acomodo mi silla para estar justo al lado de él.

 ... - Se sobresalta un poco. Suspira y muerde sus labios, quizá pensando si decírmelo o no. Vuelve a su bolsa y saca un sobre con el nombre de Sinmone escrito en él. Son los resultados de los últimos estudios que le hicieron. - Yo no había querido decírtelo porque antes quería platicarlo bien con Sinmone. Pero... Pero... - Deja escapar sus lágrimas y se le dificulta hablar. - Ella, pidió que se le diera una muerte digna, ortotanasia, quiere una muerte asistida.

     Con eso, sentí como si mi mundo entero se hubiera detenido.

 Yo no quería decírtelo porque tenía fe en Atena de que ella se curaría, que su situación mejoraría. Pero no fue así y, ella dijo que no quería verte sufrir si la veías sufrir a ella. Me... Me pidió que te convenciera ya que aún es menor y tú como su representante legal debes firmar de que estás de acuerdo con la Petición de Muerte Digna.

       Sin palabras que decir, el dolor en mi corazón se hacía cada vez mayor. << ¿Qué habrá llevado a mi hermana a pensar en esa solución? >> Solo puedo pensar en lo mal hermano que soy al no notar que mi hermana ha estado sufriendo más de lo que yo creía.

 "Muerte asistida" es aplicada a aquellos pacientes diagnosticados con seis o menos meses de vida. - Toma un poco de agua, nuevamente, para seguir hablando. - Es avalada abiertamente en solo tres estados de Estados Unidos, Bélgica, Holanda y Luxenburgo; es tolerada en Suiza, Noruega, Dinamarca, Alemania, Austria, España, México y Grecia, donde se puede realizar en casos extremos, como el de tu hermana. A Sinmone la recomendaron a este hospital por ser el único en Grecia que le da ese "beneficio" a sus pacientes. El 0.014% de personas que padecen asma pueden morir. Los estudios realizados muestran que tu hermana entra en ese porcentaje. Asma bronquial estadio 4. En adolescentes el rango de mortalidad es el más alto de todos.

     Deseo que pare, que deje de hablar. Deseo que todo sea una mentira, una pesadilla de la cual pronto despertaré.

– Tratamos de desinflamar sus bronquios con inhibidores de leucotrienos, al ver que no funcionó decidimos saltarnos la utilización de Beta2-miméticos y darle un tratamiento homeopático "Metalum album" y, de esta manera, mitigar sus crisis. Cuando los dolores fueron más intensos, empezamos a someterla a sesiones de sedación paliativa. - Limpia con el reverso de su manga las gotas que caían por su rostro. - Sinmone, tiene un edema pulmonar que la ha llevado al punto de expulsar sangre cada vez que tose. A pesar de eso, ella dice que se encuentra bien para que no te preocupes.

     En un arrebato, abrazo al chico al lado mío. Necesitado de apoyo. Él, entrelaza sus brazos en mi cuerpo y ambos nos hundimos en el llanto.

 

     Después de charlarlo con Sinmone y ver como su situación fue empeorando en el transcurso de un mes, decidí aceptar su petición. Le fueron dados medicamentos que hacían que el dolor fuese nulo y cada día dormía más y más. Camus llegaba a cantarle estuviera dormida o no. Era como escuchar la voz de un ángel que se despedía de Sinmone en este mundo. Estoy seguro que así como se iba, con el sonido de esa voz angelical y los rayos del sol al atardecer colándose por la ventana; sería recibida al otro lado, por un coro de ángeles que cantarían para ella día y noche. Y así fue que, cierto día... Ya no volvió a despertar.

 

 Lamento mucho tu pérdida. - Recibo el sincero abrazo de Shura.

     Recién las cenizas de mi pequeña hermana fueron enterradas en una ceremonia muy íntima. Únicamente asistieron Shura, Death, unos compañeros del trabajo, el Sr. Sage y Camus.

     En el jardín del cementerio veo como todos los presentes se van y con ello empiezo a caer en la realidad de que me he quedado completamente solo. Siento como una mano se posa sobre mi hombro izquierdo.

– Estoy seguro de que Sinmone esta en un lugar muy bello donde ya no sufrirá. - Dice a manera de consuelo.

– Camus... - Le veo, a punto de llorar pero, incapaz de hacerlo al haber derramado todas las lágrimas que tenía. - ¿dormirías conmigo hoy?

     Y así fue. Camus aceptó mi petición. Abrazados en mi cama, para no sentirme solo. Cantó para mí toda la noche, tal como lo hizo con Sinmone. Caí dormido escuchando su hermosa voz. Pero, a diferencia de ella, yo sí desperté el día siguiente. 

Notas finales:

No sé ustedes pero yo lloré :'c Esto pasó durante el primer año de carrera de Camus. Luego de la muerte de Sinmone, pasa alrededor de un año para llegar a dónde se encuentra la historia principal. Esto resuelve la pregunta de la muerte de Sinmone pero aún quedan muchas más por resolver, y acá otra ¿Surt sentirá algo por Camus o simplemente mero aprecio y gratitud? 

Si les interesa conocer más sobre el asma bronquial y la ortotanasia, les dejo las referencias que usé para este capítulo:

http://unicista.com/portada/asmabronquial.htm

https://www.lne.es/sociedad-cultura/2015/10/06/diferencias-hay-muerte-digna-eutanasia/1823122.html

https://www.muyinteresante.com.mx/preguntas-y-respuestas/eutanasia-suicidio-asistido/

https://www.am-abogados.com/blog/la-ley-de-muerte-digna-y-el-testamento-vital/3962/

Y antes de despedirme quería saber ¿qué piensan sobre la muerte asistida u ortotanasia y la eutanasia? Yo, viéndolo desde un punto humanitario pienso que es bueno, pero espiritualmente... Me deja en duda.

Eso es todo por hoy, espero volverlos a saludar. [Irá a llorar otra vez] Besos, c;


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).