POV CAMUS
Entro al salón de clases por primera vez acompañado de la directora del Instituto. Al entrar a la primera persona que divise justo en las últimas filas de escritorios fue nada más y nada menos que a mi estimadísimo "Chico malo" ¿Qué hará él aquí? <<Idiota>> me digo a mi mismo. Obviamente este es su salón, bueno, es mí salón. Nuestro salón. Da igual.
Siento su mirada en todo mi cuerpo. Lo recorre y es como si con ella pudiera quemarme. Me inspecciona ¿Por qué lo hace? ¿Por qué sonríe? ¿Por qué no puedo dejar de verlo para iniciar? Bien, he decidido prestarle atención alguna. A su lado miro a alguien saludar, es "Beatles". Mueve su mano de izquierda a derecha rápidamente mientras me sonrie. Le devuelvo el gesto alzando un poco mi mano. Nunca he sido de sonreír así que se debe de conformar con eso, y al parecer si le es suficiente. Murmura unas cuantas palabras con "chico malo" y luego muestra una sonrisa victoriosa mientras el de la chaqueta de cuero trata de hacerse el desentendido de mi presencia. "Chica innecesaria" también está aquí. Una fila al frente de esos dos. Me mira con molestia.
De haber sabido que ese duelo de miradas traería consigo un acosador, una chica molesta y el amistoso incluidos no habría seguido su tonto juego.
-Estudiantes del curso 1-A.
La voz de la directora llama la atención de todo mundo dentro del salón. Ya terminó de poner al tanto a quien será mi nuevo maestro y ahora debe de informar a los estudiantes.
-Él es Camus Aquarium. Será su nuevo compañero. Quiero o más bien, exijo que sean cordiales con él, me refiero a usted joven Scorpio. - ¿Scorpio? La mirada de la directora se dirige a "Chico malo", con que ése es su apellido ¿eh? ¿Qué tan malo ha de ser como para que la directora le llame la atención delante de todos? Si en algo no me equivoqué fue en su apodo.
Alzo una ceja por la sorpresa, él mira mi gesto y resopla volviendo a ver hacia la ventana.
- Toma asiento Camus. Buen día estudiantes. - Y con eso se despide.
Hasta atrás, en la esquina hay un lugar vacío. <<Perfecto>> digo para mis adentros. Esta aislado de todos. Justo lo que me gusta. Comienzo a caminar para tomar posesión de mi nuevo asiento. Algo bueno al fín. Me refiero a que, está totalmente del otro lado de donde se encuentra ese chico Scorpio.
-¡Espera! Toma mi asiento Camus.
¡Oh no! es "Beatles". Me giro para verlo. Esta murmurando algo nuevamente con Scorpio quien parece molesto y diría que ¿nervioso? Una mezcla de ambas tal vez.
- No es fácil ser el chico nuevo. - Dice con una inmensa sonrisa. - Estar aislado tampoco ayudará de mucho. Toma mi asiento. Con gusto me sentaré yo allí.
Poco a poco se va acercando, toma mi mochila y mi comida, y la coloca en el que antes era su lugar. Demasiado tarde para decir que no.
-Además, si me permites contarte un secreto, la esquina es el mejor lugar para tomar siestas entre periodos. - Susurra mientras me sienta forzadamente en el escritorio.
Este será un largo... Largo año.
La primer parte del día pasó, es hora del receso. He escuchado y leído que éste es la mejor parte del día estudiantil. Quizá sea cierto. Algo de comer y leer un poco no quedaría mal.
Dejo el salón luego de que todos salieran, llevando mi bolsa de papel en una mano y mi libro en la otra, y camino un poco por los pasillos. Son muy largos y en toda la pared se extienden unos grandes ventanales. En el patio se encuentran unas columnas. Queda con el nombre del instituto. Grandes áreas verdes dónde poder comer. También hay bancas alrededor pero, ¿quién se sentaría allí teniendo tal campo para poder disfrutar? Y justo como si me leyeran la mente. El trío dinámico se encuentra sentado en una banca no muy lejos de dónde me encuentro. "Chico Beatles" logra verme y me sonríe. Le vuelvo a alzar un poco la mano en manera de saludo. La chica me mira desafiante. La ignoro y luego sigo mi recorrido. Doblo a la derecha, un pasillo que parece llevar a la parte trasera del edificio, este es un poco más largo que los demás. Al final diviso una luz. Un jardín. Está vacío. Los pájaros entonan melodías agradables a los oídos.- Este es un buen lugar. ¿Acaso nadie sabe de este maravilloso jardín? ¿Dónde me siento? Justo allí. En una pequeña loma, al pié de dos sales idénticos, a los que he bautizado como sales gemelos.
<<¿Qué más podría ser? Comida. Suficiente para desayuno y el receso.>> Las palabras de tía Sindy vuelven a mi mente. Olvidé desayunar pero ahora tendría más comida para el receso. ¿Qué habrá preparado? La curiosidad me mata.
Definitivamente he de tener a la mejor tía del mundo. Al abrir la bolsa de papel me encuentro con un olor sin igual proveniente de un recipiente morado. Encima una nota:
"Suerte en tu primer día, sé cuanto te encantan. Que sean tu amuleto. Je t'aime"
-Yo también te quiero... Aunque no lo diga.
Abro el recipiente y me encuentro con una muy agradable sorpresa. Pelmeni, a tía Sindy le quedan sabrosos. Ella aprendió la receta de un autor Ruso para el que trabajó. Percibo el aroma de la masa hecha en casa mezclarse con la carne de cerdo y cordero. Le colocó un poco de queso mozzarella por encima que, con el calor que el contenedor guardó, se derritió un poco.
Acomodando mi espalda en el tronco de uno de los sales, tomo un pelmeni y lo degusto mientras busco la página por la cual me quedé ayer. Sinceramente no llevo mucho, recién comence anoche. <<Página... ¡Página 8, esta es!>> Una sonrisa recorre mi rostro. Indudablemente una joya literaria, de un autor desconocido. En si trata de amor, un amor no correspondido. Gracias querido maestro mío por esto.
"Y bajo la constelación de Escorpión le declaró su amor, en ese campo repleto de rosas escarlatas, se lo demostró"
-¿Escorpión...? ¿Scorpio? Ahora te me apareces en todos lados ¿eh?
-¡Oye! Deberías dejar de hablar solo... Algunos podrían pensar que estas... Loco ¿no es así Milo?
Recostado en el umbral de la puerta, "Beatles" mostraba su característica sonrisa. Un momento, ¿Milo? ¿Quién carajos es ese? Y allí aparece. Justo detrás del castaño, el chico de cabellos azules. Caminan hasta donde yo me encuentro y toman asiento bajo la sombra del sal frente a mí.
- Me llamo Aioria, Aioria Lion. Y éste de acá es...
-Milo Scorpio... - Interrumpo al risueño Aioria en un susurro inconsciente.
-¿Ah? Con que ya se conocen. Si es así, ¿por qué no hablas Milo? o es que el ratón comió tu... - no pudo terminar de decir su frase nuevamente pues Milo le dio un pequeño golpe en la cabeza.
-Claro que puedo hablar... Solamente no quiero. - Justo lo que pensé que diría. Definitivamente no creo que me agrade.
- Ya veo, después de todo eres un chico problema. Por eso la directora te llamó la atención. - Suelto volviendo a mi libro.
-¡Déjate de chistes Milo! Claro que puedes y quieres. Y Camus, te juro que él es un buen chico. Su apariencia engaña. La directora lo adora. - Hace una pausa para llamar mi atención, lo logra. - Así que, de hoy en adelante seremos amigos. Este es el inicio de un nuevo año para todos. Y de nuestra amistad.
Y así da inicio mi nuevo año... Al parecer tengo nuevos amigos, a la fuerza. Aunque volviendo a mis palabras, uno de ellos no terminará de agradarme. Lo sé.
-Por cierto ¿qué comes? Huele delicioso.
-Pelmeni, pero no te daré. - Por ninguna razón compartiré. Los pelmini son solo míos. Y así es como se deja a un pequeño león cabizbajo.