Capítulo 1
Siendo sinceros, si me hubiesen preguntado hace exactamente 4 minutos y 33 segundos que si yo creía en el amor puro y verdadero, me habría muerto de la risa, pues eso era lo más estúpido e insignificante que me hubiesen preguntado…pero mi forma de ser, de pensar, y de hablar cambiaron por completo cuando un chico pelirrojo, de mirada un tanto intimidadora y piel más blanca que la nieve entró por la gran puerta del edificio.
Caminaba sin prestar atención a las miradas que la mayoría de los estudiantes le dirigían, sus ojos parecían hechos solo para enamorar y botar al instante, aunque no sé como explicar eso, per simplemente sus ojos tienen algo que me atraen a él.
Tiene un cuerpo que da ganas de… tratarlo con suma delicadeza, pues se veía tan tierno y frágil, unas caderas pequeñas y ligueramente incurvadas, un cuello tan hermoso a pesar de los 10 o 12 metros que estoy alejado de él. Esto es simple y estúpidamente increíble, pues ahora mismo quiero ir hacia él, tomarlo de la cinturita, pegarlo a mí, y besarlo como si fuésemos novios o amantes o lo que sea, aunque lo segundo no está nada mal, pero estoy seguro de lo que quiero, y lo quiero a él. No importa lo que tenga que hacer, pero ese pelirrojo va a ser mío, cueste lo que cueste. Por algo soy Sai Shimura, el clásico rompecorazones que todas las chicas, y todos los donceles quieren comerse a besos, aunque no sé si es doncel u hombre, pero me vale, por ese ángel pelirrojo me hago bisexual, homosexual, transexual, lo que sea con tal de tenerlo solo para mí.
Veo las miradas pervertidas da varios y varias posarse en él, y me siento celoso, con tanta hermosura obviamente no iba a ser el único en fijarse en él y querer secuestrarlo.
Se detiene frente al que parece ser su casillero, y veo como algunos chavos se encaminan hacia él, oh no, no, no, no, nadie me va a quitar a ese bello pelirrojo, así que también me encamino hacia él, y al ver esos chicos mi cara de “aléjate de mí vista, gusano, el rey quiere tu cabeza” retroceden lento, pareciera que me conocen bien, no es por presumir pero podría bajarle la novia o el novio hasta al director, que por cierto su esposo es un doncel muy bello, aún con esa cicatriz en su ojo izquierdo, se ve muy sumiso y tierno, además de sexy.
Como dije me encamine hacia ese pelirrojo, que al parecer no había usado antes el casillero pues intentaba poner la combinación y no podía, y yo como el caballero que soy me propongo ayudarle, esa es una buena excusa para acercarme a él y ligármelo.
Su mano se mueve con tal furia que parece que va a arrancar el candado, justo en eso yo tomo el papel con la combinación de sus manos, logrando sentir por un momento el roce de su piel, con la otra mano pongo en el candado todos los números escritos en el papel, y una vez terminada mí buena acción del día abro el casillero, pero cuando dirijo mi vista hacía el pelirrojo que se suponía debía estar al lado mío, pero con lo que me encuentro es al rubio de ojos azules y marquitas en sus mejillas como de zorrito hablando con MI pelirrojo, acaparando toda su atención. Maldito Naruto, me las va a pagar, sé que lo hiso con fines de arruinarme mi ligue, si no fuera doncel ahora mismo lo agarraría a patadas.
Estuvieron hablando por unos minutos, que aproveche para ver en el pequeño papel donde estaba escrito el número de casillero y combinación, además del salón a donde se debía dirigir, salón 405, GRACIAS DIOOOS!, si, el mismo salón al que voy yo.
Cuando el maldito rubio de fue, gracias a mi hermano Sasuke, que también es todo un rompecorazones, pero él parece ir en serio con el rubio, por él dejó de ser tan mujeriego con tal de que aceptara ser su novio, cosa que también estoy dispuesto a hacer con tal de que ese pelirrojo acepte ser mi futuro esposo.
Cuando el pelirrojo se vuelve hacia mí me ve con una cara que no sabría describir, entre confusa y enojada, y yo lo miro seguro de lo que haré.
-hola, no merezco mínimo,,,, un beso lindura?.