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The vampire problem por Black kuro

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Notas del fanfic:

Este es mi segundo fanfic y pense en que me hacía gracia hacer algo un poco diferente a lo que siempre he visto, un Aomine vampiro que se llevaba a Kise al lado oscuro así que he invertido las tornas un poco. Espero que os guste tanto como a mi. :)

Notas del capitulo:

Holaaaaaa y una vez más os doy la bienvenida a mi segundo fanfic, supongo que no hay mucho mas que explicar y solo decir que espero que os guste y no entretengo más, que lo disfruteis :)

“Queridos señor y señora Aomine nos complace comunicarles que su hijo Aomine Daiki ha sido aceptado junto con otros alumnos en el prestigioso internado estrella negra, esperamos su colaboración y asistencia el día XX de este mes”

“Con sus mejores deseos el director de la escuela”.

-¡Esto es un milagro cariño!-decía una mujer de rasgos finos y pelo negro mirando a un hombre de pelo azul fuerte y moreno que tenía una carta entre sus manos.

-¡Y tanto que es un milagro!-decía el hombre mirando a la mujer y dándole un abrazo.

-¿Que es todo este jaleo?-preguntaba un joven que aparecía por la puerta del comedor al escuchar tal escándalo.

-Daiki buenas noticias, te acaban de aceptar en un prestigioso internado-explicaba el hombre al que era su hijo.

-Me parece bien, no voy  ir de todos modos-decía el joven Aomine mientras se daba la vuelta para volverse por donde había venido.

-De eso nada, Daiki vas a ir sea como sea-dijo el hombre provocando que Aomine se detuviese ante de desaparecer por la puerta.

-Hijo piensa que es tu última oportunidad para tu futuro ya que te han echado de todas las escuelas-decía la mujer a su hijo que se estaba dando la vuelta.

-¿Y qué?-preguntaba Aomine en tono pasota, él no era mucho de estudiar.

-Que vas a ir y punto, no hay más que hablar Daiki-dijo el hombre finalizando la conversación y dejando a Daiki sin posibilidad de contestar.

Entonces Aomine subió a su habitación su padre había conseguido ponerlo de mal humor, Aomine Daiki se había pasado casi toda la vida en casa desde que cumplió los 15 ya que no aguantaba en una escuela ni dos semanas sin que lo expulsaran, había pasado de colegio en colegio, sus padres ya no sabían que hacer, habían probado de todo pero entre el carácter del joven de pelo azul fuerte y la falta de interés no había manera de que estudiase, o eso creían hasta que llego la carta del internado. Aquel internado era la última esperanza de Aomine ya que aquel internado tenía muy buena fama y siempre preparaba a buenos jóvenes para el futuro, todos los graduados eran personas de provecho para el futuro, si aquel internado no arreglaba a Daiki nada lo haría. Aunque las condiciones de entrada de Aomine habían sido extrañas, pero aquel internado lo era, era tanto que las unicas manera de entrar era porque ellos te elegían o tenías que provenir de una familia importante.

El joven de pelo azul fuerte se tiró en la cama mañana sería otro día y convencería a sus padres para no ir a aquel condenado lugar que según pensaba Daiki que era.

 

-Esto parece una cárcel-dijo Aomine parado delante de la entrada del internado.

Había llegado el día de iniciar la vida en el internado que estaba dividido en cuatro edificios conectados entre sí por pasillos, parecía más un castillo cuadrado pero las verjas simulaban más una cárcel que un internado. Aomine solo suspiro y entró, después de todo pensaba que su estancia sería limitada. Daiki tenía que ir al patio trasero para la inauguración del nuevo curso, para que les dijesen todo lo que tenían que saber pero se perdió.

-¡Condenado lugar!-rugió entre dientes el moreno mientras miraba por todo el lugar intentando ubicarse.

Justo entonces por su lado iba a pasar un chico, el cual Daiki pensaba ignorar y este pensaba a hacer lo mismo pero al hacer dos pasos el joven le cogió del brazo así parando a Aomine.

-¿Disculpa pero te has hecho daño últimamente?-pregunto el chico que ahora que se fijaba el moreno, era rubio y muy pálido mientras que de su oreja colgaba un solo pendiente y sus ojos eran de un dorado intenso.

-¿Perdón?-pregunto Daiki desconcertado por la pregunta tan extraña ¿o es que el chico era el extraño allí?.

-Lo siento pero es que es un aroma de lo más irresistible…-decía el rubio mientras recorría el brazo con los dedos acortando la distancia entre los dos y colocándose detrás de Aomine, justo al hacerlo mordió el cuello de Daiki.

Eso provocó en un principio confusión en Aomine ¿ese chico le había mordido? ¿porque? Pero ese instante duro poco ya que derivo a un dolor intenso como si le estuvieran quitando la sangre, tenía que sacarse de encima al chico rubio. Entonces Daiki le dio con todo el puño cerrado al chico lo que provoco que lo soltase y cayese al suelo, mientras el moreno se tocaba el cuello donde dos agujeros estaban marcados y de donde salían hilos de sangre, mientras que el rubio se lamía los labios llenos de sangre mientras sonreía.

-Tienes un sabor realmente bueno-dijo el chico que estaba en el suelo sonriendo aun pero mirando a Daiki.

-¡Aléjate de mí loco!-le grito Aomine para después proseguir su camino, el rubio le había pillado por sorpresa ¿o fueron sus ojos?, al principio al verlo de frente pensó que se veía atractivo, pero ahora pensaba que era un demente.

El joven moreno siguió su camino y después de mucho rato después de dar vueltas consiguió llegar a donde se supone que se hacía la presentación y se colocó justo al lado de un chico alto con el pelo tan rojo como un incendio pero ni se molestó en prestarle atención, le interesaba más lo que el director les iba a decir a continuación.  


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