-Doctor Lee, su nuevo caso ha llegado… es una lástima que un chico tan joven haya caído en depresión a ese nivel, hasta ahora se le están suministrando unos sedantes muy fuertes y ni así se puede lograr que se duerma o de que quiera borrar de su mente el matarse.-le pasa la tabla con los datos del paciente en ella.
-Mmm… Lee Byung Hyun… no sé porque me suena, pero es una pena –observa la foto del paciente en el registro. –Parece un buen chico –suspira. - tratare de ayudarle lo mas que pueda.
-Está bien, Fighting! –se despide al dejar al doctor frente a la puerta del paciente.
ríe para sí y se despide –nunna loquita –toma aire y decide pasar. –buenas, soy el doctor Lee ChanHee… pero para que no te sea algo muy incomodo el recordar, dime Chunji –se agacha frente a el mientras le extiende la mano con una gran sonrisa.
Al no ver respuesta del menor decide guardar la mano y seguir con la sonrisa.
-Mmmmm ¿qué te gusta hacer?, ¿cuáles son tus gustos?-intenta nueva vez entablar una conversación pero no lo logra. –Eres de poco hablar, ya veo… -le sonríe y mira un poco de los datos de su paciente. –ya que no quieres hablar conmigo, pues creo que mejor me retirare. Descansa y espero que cuando nos veamos otra vez, podamos tener una linda conversación.
El menor levanto la mirada viendo como el doctor se ponía de pie y aun con su excelente sonrisa se despedía. Las horas pasaron y el pequeño aun seguía sentado en el suelo, algunas veces llorava, otras se mostraba inexpresivo y otras solo parecía más que un zombi. La noche paso y al día siguiente otra vez el Doc. Lee le fue a visitar.
-Goog Morning! –despeja las cortinas para que los rayos del sol entren a la habitación, pero esto solo hace que el menor se esconda bajo la cama. –woou… no me esperaba eso de ti –se agacha hasta poder ver al menor y le ofrece la mano para que este pueda salir. –sal por favor, quiero que seamos amigos, quiero que hablemos… quiero saber de ti.
Extrañamente el menor accedió y tomo la mano del mayor hasta salir de debajo de la cama y poder ahora estar sentada sobre esta.
-Hola, ¿que tal amaneciste? –el menor solo le miro con una mirada perdida, intentaba hablar, pero algo se lo impedía. El doctor lo noto y tuvo la idea de darle un lápiz y su tabla de apuntes, el menor con un poco de pereza lo tomo y solo le escribió “me duele la garganta”, al parecer, la noche que fue hospitalizado, había gritado tanto que su garganta había quedado rasgada y al no tratarle, pues se empeoro.
-Discúlpame, no lo sabía… -tomo nueva vez la tabla y observo el historial o mejor dicho, la razón del porque ese chico fue hospitalizado, pero al haber conseguido un avance, no quería que esto se fuera al caño... –Sé que es difícil para ti el comunicarte, pero estoy para ayudarte, no creo en eso de darle pastillas a las personas para que se sanen… para mi es mejor la terapia de desahogo… lo que de verdad haga que el alma se libere… ¿has visto esa película que dice que “la risa es la mejor cura”? pues yo soy, digamos, un doctor así –sonríe ampliamente.
El menor solo le miraba y de vez en cuando asentía y otras solo desviaba la mirada en su conversación. Así duraron un buen rato, hasta que Byung le quito la tabla y el lápiz, y en un lugar pequeño le escribió, “lo siento, fue mi culpa”, dos enormes lagrimas salieron de sus ojos, recorrieron sus mejillas y llegaron a mojar su pijama. El Doctor tratando de calmarle le acaricio el pelo y luego seco sus lágrimas con la manga de su bata.
-No fue tu culpa, hay cosas que suceden sin querer… hay cosas que solo están escritas y así acontecen –dejo escapar un pesado suspiro y con un poco de temor decidió abrazar al menor, este no le correspondió, solo empezó a llorar en su hombro como si de un nene se tratara, el doctor solo le apaciguaba con caricias en la espalda. Después de tanto tiempo, el menor por fin había quedado dormido, pero no por las pastillas… sino por haberse desahogado hasta quedar profundamente dormido.
Suspira –sé que es difícil… pero no es tu culpa –dice mientras le acomoda en su camilla y le cubre. Al observar su reloj, se dio cuenta que había pasado unas muy cercanas 6 horas con el menor y que según su opinión, había avanzado mucho con él.
-Que lastima… eres un chico tan lindo y se nota que alguna vez sonreíste y sentiste de verdad que es el estar enamorado. –cierra las cortinas para que la claridad no le perturbe y sale de la habitación.
-Oh! Doc. Lee… justo voy a sedar al paciente, al parecer paso otra noche de desvelo… pase un buen resto del día –sonríe y toma el pomo de la puerta, pero una mano le detiene al momento de abrirla.
-Descuida, ya está dormido… no necesita los sedantes –le devolvió la sonrisa y no le solto hasta que ella no soltara el pomo de la puerta.
-Es un milagro –sonríe un poco más amplio y se devuelve –Como usted es su doctor cabecera, pues está bien, no le pondré la dosis –le hace una reverencia y se despide, el doctor igual le hace una reverencia y procede a leer otra vez esa frase que el menor escribió “lo siento, fue mi culpa”, suspira y se va a su próximo paciente, le tocaba un chico que tenia trastorno de edad, aparentaba una edad y su comportamiento era de un niño mucho más pequeño.
-Hoy me toca este caso… Yoo Chang Hyun… es interesante cuando él te brinca encima y lo tiene que agarrar –ríe para sí –pero es un poco agotador.
-Heee... Colega… me he enterado que ha logrado dormir al zombi andante. -se le recarga con un brazo sobre el cuello mientras ambos caminan hacia el caso de Yoo Chang Hyun.
-No le digas así... solo no se encuentra bien, y con un trauma como el suyo, cualquiera se pone así…
-Doctor Hee, Doctor Chang!! –una enfermera corre un poco agitado hacia estos dos doctores. –El pequeño Rick está haciendo de las suyas y ahora se subió sobre el estante, está lanzando libros hacia abajo y tratamos de sedarlo, pero solo refunfuña y nos lanza los libros… es demasiado para nosotras.
Abre bien grande los ojos – ¡¿Qué diablos?! … ¡será mejor que vayamos rápido, o tu pequeño demonio acabara con el hospital!
-Jajajajaja mi pequeño demonio, buen chiste chanhee… -le dice con la cara seria mientras corre junto a su compañero a la sala donde se encuentra el pequeño Rick.
-Sabes que no estoy relajando, Changjo… -al llegar a la sala su bienvenida fue un libro volador que casi le pega contra la cabeza si no se agacha. –pequeño demoni… -fue detenido por su colega con negación.
-¡Ricky!, baja de ahí, tengo algo que contarte, tu Hyung te tiene algo lindo –le sonríe ampliamente y este sin mucha lucha se bajo hasta ir a los brazos de su “Hyung”, se restregó contra su pecho y con pucheros le dijo.
-Hyung… ellas me quieres dar medicina mala… no la quiero.
-Pero sabes que es por tu bien –le acaricia el peli mientras observa a su “dongsaeng” que es más bajo que el.
-Aish… nada mas ustedes se entienden –dijo un ChanHee cansado de lo mismo, rodo los ojos y le entrego la tabla con el registro de Yoo Chang Hyun. –toma, encárgate tu… yo me iré a descansar… me está doliendo la cabeza y tengo que revisar algo con respecto a otros casos –se despido con un saludo militar y se decidió a salir hasta su consultorio.
Ya tranquilo en su consultorio, volvió a abrir el registro del menor.
Pov ChanHee
-Suspira y se alborota un poco el pelo –Nunca pensé que me tocaría un caso así…
“El paciente Lee Byung Hun, padece de Depresión extrema debido a la pérdida de un ser muy querido (su novia) Yoo In Na, muriera en un accidente de tránsito, ella intento cruzar la calle justo en el momento donde un camión de un eje perdiera los frenos e impactara contra su cuerpo. Su muerte fue ipso factamente (inmiatamente), el cuerpo de la chica, que solo tenía 22 años de edad, fue llevado a la morgue después de tomar las declaraciones del caso, al joven Byung se le fue hospitalizado después de que intentara suicidio. Según testimonios de ambas familias, tanto de la joven como del joven, ambos eran muy cercanos y entre ellos se notaba un aura de amor. Aunque lamentamos la pérdida de la joven, el caso de Byung es muy delicado, ya varias veces a intentado herirse y cuando fue reportado su intento de suicidio, fue porque ya las cosas se agravaron.
El joven no dio signos de la “depresión” al instante, solo se pudo notar como una simple tristeza por la pérdida de un ser amado, pero sus síntomas empeoraron de acuerdo pasaba el tiempo. La muerde de la joven fue el 27 de marzo, y el joven fue hospitalizado tres meses después de la muerte.
Su familia procedió a someterlo a tratamientos, y esperan que su familiar pueda recuperar su vida.
La personalidad del Joven antes de caer en el trastorno del estado de ánimo o depresión, era un chico alegre, un poco tímido, siempre hacia reír a sus seres queridos y era muy buena persona. Esas fueron declaraciones de algunos de sus parientes y amigos cercanos.
Nota: Como modo de seguridad; se recomienda mantener objetos punzantes, o algún artefacto que le pueda servir de arma. No sacarle de la habitación sin supervisión o por lo menos con precauciones (sedantes a la mano). “
-Maldición… no se merece esto, ¿Por qué él dice que fue su culpa? –me preguntaba a mí mismo, porque un chico como el tubo que pasar por esto –ya que no tengo jornada larga, pues mejor me voy a mi casa. –suspira pesadamente y cierra el registro, guarda todo y toma su camino a casa. –Hare todo lo posible por ese pequeño… quiero ver en sus labios una linda sonrisa… solo de imaginarla me hace querer sonreír.
-Prometo que te devolveré la felicidad y esa sonrisa, cueste lo que cueste.