Las sirenas se escuchan a lo lejos, algún accidente quizás un enfermo que se dirige al hospital, Jongin no sabe y no quiere saber.
En la penumbra de su hogar, solo, en una oscuridad que solo le hace sentir más vacío, con esa presión en su pecho. El frío de la habitación le hace temblar, y aunque puede encender la calefacción no lo hace, como si su cuerpo pesara más de la cuenta, como si todas la energías se hallan ido, ahí está, recostado en su cama viendo hacia el vacío, mientras las lágrimas caen sobre las sabanas, aquellas que fueron testigos de todas las veces que impulsados por la pasión, unían sus cuerpos.
Jongin llora, llora de impotencia, llora de dolor, llora porque lo extraña.
Porque ha perdido, y Kyungsoo ha obtenido la victoria… catástrofe, ese es el premio que ha recibido al romper sueños, las ilusiones que creían eran de ambos. Ha quedado paralizado, desearía que estuvieran muertos el uno para el otro, sería más fácil, seguir viviendo, olvidar las memorias de los dos, esas que lleva en el pecho y que una vez más reaparecen en su pensamiento.
Desearía que sus ojos fueran lo primero en irse, esos grandes ojos que le miraban con curiosidad abriendo y cerrándose. Aquella manera en que le miraban, que alguna vez creyó era amor, pero ahora en medio de las lágrimas rebeldes que no dejan de aparecer reconoce, fue una mentira, una más…
Y su nariz, cada respiración contra su cuello, que aún ahora le eriza la piel.
please fade, fade to black
please fade, fade to black
Sus labios, aquellos delicados, suaves y rosados labios, la forma acorazonada que tomaban al sonreír, y con ellos, todas las vacías promesas que una vez fueron dichas.
please fade, fade to black
please fade, fade to black
Porque sus ojos, su nariz, sus labios le están matando, cada mirada, cada aliento, cada beso le siguen haciendo llorar…
Y lo intenta, tomar el tiempo de dolor para sanar sus heridas esas que siguen ardiendo en su corazón y su alma, pero cómo hacerlo cuando el dolor es el único rastro de que algo sigue latiendo en su interior.
Ya no quedan más “te amo” que dar, más besos, o promesas que hacer, el tiempo de amar se ha hecho cenizas, por aquel que le partió el alma en dos, y que al final tuvo el descaro de desearle lo mejor.
Jongin, lo odia, le desea el infierno, porque sabe, nunca podrá volver amar de la misma forma que le amó, porque no importa cuanto lo extrañe, cuantas lágrimas derrame y cuantos “te extraño” salgan de su voz, no lo tendrán en sus brazos… a su amado Kyungsoo, y aún así, la cruel realidad no le deja olvidar esos ojos, esa nariz, esos labios…
let me go, let me go
baby, tell me that it’s the end
Nota: Amor Yaoi no permite drabbles por lo que dejo este comentario aquí, la canción no me pertenece, ni Jongin ni Kyungsoo.