KAPITEL NIENDE:
AAAAARRRRRRRRRRRRRRGGGGGGGGGGGGGGGGGG- sus gritos eran desgarradores, en la tina de baño estaba Daniel a medio sentar con su bata verde de limón sin ropa interior, abierto de piernas con el agua hasta la cintura, sentada en el borde de la tina Milly estaba ayudándole en su parto.
-“un poco más solo un poco más vamos Daniel ya veo su cabecita”- Milly tomo el niño de la cabeza y tiro de él suavemente hacia afuera este era el tercero pero el chico de ojos verdes se sentía agotado- “ya salió mira es el otro varón es hermoso”- ella lo puso en la manta en el suelo donde habían un niño y una niña que lloraban a todo pulmón- “parece que es el turno del otro por fin sabremos que es, no estas contento Daniel al fin saldremos de la duda”- pero Daniel ya casi no podía más.
-uf, uf- resoplaba cansado el muchacho- más, más AAAAARRRGGGGGGGGG YA VIENE- el otro nacimiento se precipito y Daniel con los ojos desbordados pujaba con fuerza mientras Milly le secaba el sudor.
CON AKIRA:
Él estaba tirado en el piso del baño, tras entrar en el lugar cerró la puerta con pestillo, en ese momento debería estar de camino a su casa o de plano ya en su tibio hogar pero no, en lugar de eso se retorcía de dolor en ese sitio desde hace ya cinco horas y media.
-MMMMMMMMMMMMMGGGGGGGGGGGGGGGAH- Akira se mordía los labios fuertemente para no hacer ruido la semana pasada a esa el tubo madre de los urinales se había atorado y no se había arreglado todavía así que estaba fuera de servicio cosa que estaba a su favor, estaba a punto de irse a su casa cuando sintió la primera oleada de dolor no muy fuerte pero ello le preocupo un poco, tas otra oleada de dolor subió al ascensor pero no por mucho de un pronto a otro el dolor que sintió fue tan fuerte que lo hizo gritar repetidamente eso llamo la atención pero él escapo de sus preocupados compañeros y jefe tan rápido como pudo y se refugió en ese baño donde trataba de no llamar la atención de sus compañeros, aquel primer dolor insoportable fue el momento preciso en que el primer varón vino al mundo pero el rubio no lo sabía de hecho estaba desconcertado por no conocer la naturaleza de aquel sufrimiento, y ahora era la cuarta vez que sentía aquel dolor insoportable y no tenía idea de cómo explicarle a su jefe porque no había asistido a la reunión de esa mañana y perdido casi todo su turno gimiendo adolorido en ese baño finalmente no pudo soportarlo más y grito sonoramente y se desmayó lo último que vio fueron los pies de varias personas.
CON Daniel:
Los dos varones de la familia ya se encontraban dentro de la habitación observando al profundamente dormido Daniel con orgullo por su recién y bien realizado trabajo, ahora bañado y cambiado dormía plácidamente con un niño pelirrojo acomodado en su brazo derecho y un pequeño doncel rubio en su brazo izquierdo, los últimos dos en nacer ambos dormían como su papi.
Neytan mecía suavemente entre sus brazos a su sobrina pelirroja – el bastardo tiene buena semilla esta niña es saludable y hermosa- decía mientras tocaba la pequeña naricita rosada de la niña que reía divertida y agitaba sus regordetes bracitos en el aire.
Milly quien cargaba al otro varón miro a Neytan de forma desaprobatoria mientras le acariciaba al niño su pequeña y rala mata pelirroja, frunció el ceño y cedió el bebé a su padre- “no le digas bastardo, él ha sufrido mucho o es que no recuerdas la historia que tú mismo nos contaste, y si eso no fuera suficiente recuerda que está casado con esa perra homicida y que ella le hace inmensamente infeliz ¿no crees que ya tiene suficiente con eso como para que tú le agregues más?”- decía ella indignada con los brazos a los lados de su cintura.
-Neytan por favor guarda silencio- dijo Teo.
-Ya solo estaba bromeando… ¿qué aremos con él?-dijo ahora un serio castaño señalando con un leve movimiento de cabeza al pequeño doncel rubio que dormitaba en el brazo de Daniel- no tendremos problemas con estos pequeñines son de cabello rojo pero ese niño es rubio… como su padre varón, esa zorra podría conectar cabos- dijo preocupado.
-No haremos nada con mi hijo- Daniel había despertado y escuchado las últimas palabras de Neytan ellos lo vieron sorprendidos.
-“No nos referíamos a deshacernos de él eso sería horrible, nos referíamos a como haremos para que ella no note nada se parece mucho”- expreso Milly agitando sus manos en el aire frenéticamente.
El doncel despertó y comenzó a llorar ante ello el joven padre entrego la niña dormida a Milly y tomo a su hijo le reviso el pañal pero estaba limpio- mmmm- Daniel carraspeo levemente y tanto Neytan como Teo desviaron la mirada hacia el pequeño balcón mientras el chico descubrió uno de sus pequeños pechos para alimentar a su bebé.
- sí, no puedes negar el parecido del doncel con Akira como él ya hemos comprobado que los pelirrojos tienen tus ojos vedes solo faltaría que el único que es diferente no solamente tenga el cabello rubio de su padre si no que también posea los ojos azules como él- dijo Neytan y casi como si el destino quisiera burlarse de él el pequeño abrió sus ojitos y los miro a todos utilizando unos brillantes ojos azules, parpadeaba contantemente agitando sus pestañas largas y rubias porque no se acostumbraba a la luz, finalmente el niño que continuo chupando el pezón suave de Daniel cerro sus ojos y dio un puñetazo al aire molesto por no poder aguantar la intensidad de la luz, la mandíbula de Neytan casi cayó al suelo.
Milly y Teo miraron al pequeño con los ojos abiertos como platos pero Daniel solo sonrió con ternura y acaricio los dorados cabellos de su hijo con suavidad- eres tan guapo como tu padre- dijo refiriéndose a su hijo- cielos Neytan porque será que siempre pareces tener razón en lo que dices- dijo aun sonriendo más los demás solo lo miraron callados- vamos, no nos miren así siempre podemos ponerle lentes de contacto y en cuanto al cabello tú eres rubio Teo y se supone que es tu hijo mira a Milly ella es tu hija y comparte eso contigo además yo les hice creer a mis compañeros de trabajo que tenía dos meses de embarazo cuando en realidad tenía tres y curiosamente me atrase un mes debí dar a luz tres meses después de mi cita para mi ultrasonido a los ocho meses como cualquier doncel pero lo hice a los nueve lo que coincide con lo que dije a mis compañeros y al mismo Akira en cuanto a la muy necesaria ayuda que acaba de prestarme no los registraremos hoy lo aremos dentro de una semana y diremos que los tuve el día anterior para que el nacimiento no coincida con los seguros dolores que sufrió hace rato, los niños no crecerán tan rápido- ese dicho saco a los demás del shock inicial era cierto todo era cierto bueno en parte.
-“No quisiera que caigas de tu nube pero yo tengo el cabello rubio cenizo igual que mi padre y ese niño aunque es rubio su tono es muy vivo, sus cabellos casi parecen hilos finos de oro”- dijo la analítica Milly Daniel.
Sin embargo él ya había pensado en eso- lo sé Milly pero un tono rubio cenizo y uno naranja suave pero brillante combinados bien pueden dar ese tono rubio casi fosforescente- expreso muy convencido de sus palabras las cuales parecían descabelladas pero tenían sentido.
-“Bueno parece razonable”- dijo la única mujer en la habitación- “por cierto lamentamos que tuvieras que dar a luz en la casa pero no podíamos llevarte al hospital Mayo tiene contactos ahí y sabemos que sospecha, no podíamos correr riesgos”-termino de decir la chica.
-No estoy molesto yo mismo había pensado en eso aunque no lo había planteado, sé que era necesario, lo llamare Ariel con para recordar a su padre por la inicial- dijo conciliador mientras retiraba el pezón de la boquita de su pequeño nuevamente dormido no sin antes volver a carraspear para que los varones presentes dirigieran la mirada lejos de él.
Cuando voltearon a mirarlos sonrieron cálidamente para decir que estaban de acuerdo.
CON AKIRA:
Se despertó no mucho después y se sintió extrañamente feliz como si mientras estuvo inconsciente había pasado algo muy bueno para él aunque no tenía idea de que, a pesar de ello no sonrió pues pensó que sus compañeros que se apiñaban cerca del sofá lo creerían loco- ¿Qué pasa?- pregunto confundido.
-¿Qué te paso a ti? Tienes los labios partidos y moretones en casi todo tu cuerpo parece como si te dieron una paliza pero estabas solo, además gritabas y respirabas como lo hace una persona que está dando a luz, casi parecía que ayudabas sin estar consciente de ello a tu pareja doncel para que trajera a tu hijo al mundo seguramente te golpeaste a ti mismo mientas te retorcías de dolor- Akira los vio aparentemente molesto por lo que su jefe añadió- pero tienes fiebre y eso no forma parte de un parto compartido, además de que esta es lo suficientemente alta como para delirar a causa de ella- eso lo calmo un poco aunque el rubio sabía perfectamente que no se había imaginado ese espantoso dolor.
“un hijo como me gustaría en verdad tener un hermoso bebé no sé si existe algo que pueda hacerme más feliz que eso, pero no, Mayo no sería una buena madre casi no la veo pero sé bien que es muy violenta y poco tolerante ultima mente me busca mucho en la cama y me avergüenza no poder corresponderle pero no puedo dejar de pensar en Daniel, en mi deseo por poseerlo y sería muy inoportuno llamar su nombre en la intimidad con mi esposa además ella no me excita no me parece atractiva de ninguna forma íntima y cada vez que ella me besa e intenta ir más allá de alguna forma siento asco por ella y me siento como si estuviera traicionando a Daniel cosa que no entiendo, quizá no es nada que deba entenderse sino solo sentirse o eso espero” – si seguro es un resfriado que cogí por dormir en la azotea bajo la lluvia torrencial- se excusó el rubio.
-¿Por qué hiciste eso?- inquirió el mismo hombre de raza negra que le había dado un paquete con ropa de bebé unos meses antes.
-Me pelee con mi esposa- dijo él “porque no la complazco en la cama ni siquiera lo intento es más aun soy virgen” pensó el rubio y tenía razón bueno al menos el creía que seguía siendo casto hay si supiera.
-Que novedad, deberías dejarla- le aconsejaron todos al unísono pero el decidió no contestar en vez de eso dormir un rato ignorándolos porque sabía que tenían razón su matrimonio no tenía futuro quizá era hora de divorciarse separándose de una mujer que nunca lo hizo feliz razón por la que no lo lamentaría lo que si le pesaba es que su pequeño Daniel no estuviese libre para poder conquistarlo o al menos intentarlo tal vez no era su destino estar con él o quien sabe el destino pude ser caprichoso.