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“Vamos a Jugar, Rin-Chan” por Mousekat1005

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Notas del capitulo:

Como saben Free! No me pertenece, si me perteneciera habría mucho RinHaru, well, espero que disfruten de la lectura y me disculpo si hay alguna falta de ortografía o dedo.

r13;Haru-niichan, ¿puedo comer chocolate? … Haru-niichan, ¿puedo leer esté manga? … Haru-niichan, ¿podemos dejar entrar a ese gato a la casa? … ¡Haru-niichan, ¿podemos poner está película?! … Haru-nii… Haru-nii… Haru-nii… r13;el aludido se tapa los oídos fastidiado por la chillona voz de aquel pequeño. ¿Cuándo había aceptado ser el niñero de ese  monstruo de ojos soñadores?

 

Si escuchaba de nuevo su nombre juraba que explotaría, o algo muchísimo peor. Cierra los ojos escuchando como uno de sus jarrones se estrella contra el suelo, rompiéndose en mil pedazos. Hastiado se levanta del escritorio donde se encontraba estudiando; chasquea la lengua al ver el desastre que ha causado aquel revoltoso niño.

 

r13;¡Lo siento tanto! P-pero… n-no fue mi culpa. La mesa se atravesó en mi camino r13;Rin se cruza de brazos inflando las mejillas indignado. Haru pone los ojos en blanco.
r13;Ven aquí r13;extiende su mano haciéndole un gesto, extrañado el pelirrojo la toma. El mayor dirige al otro hasta su cuarto, de alguna u otra forma tenía que cansar al niño para que se durmiera y lo dejase estudiar en paz.

 

r13;¿Qué hacemos aquí Haru-nii? r13;el niño curioso explora cada rincón de la habitación. De un cajón Haru saca algunas cosas, extrañas para el pequeño de cabellos rojos r13;. ¿Qué es eso Haru-nii?

 

r13;Juguetes. Vamos a jugar Rin-chan r13;el aludido inclina un poco la cabeza, no entendía aquello r13;. Primero tenemos que disfrazarte r13;se acerca al ropero, de allí extrae un conjunto extraño colgado de un gancho, lo único que el menor puede notar es algo largo y peludo que sobresale de aquello r13;. Puedes entrar al baño y ponértelo r13;le indica señalando la puerta con su dedo índice, quería verlo desnudarse frente a él y vestirse pieza por pieza, pero no quería asustar al pequeño y que su plan se vaya a la mierda.

 

Rin toma aquello que le extiende el mayor, con paso saltarín se dirige al baño, Haru toma un tubo, como de pasta de dientes, lo examina, quedaba suficiente como para hacerlo una vez, y ahora se arrepentía de no haber comprado más esa tarde pero… ¿quién se esperaba un niño tan enérgico como ese que no dejaba de hablar, brincotear y preguntar cosas sin sentido? Nadie, y de alguna u otra forma debía cansarlo, y ni loco saldría o jugaría con él, tal vez le daría somníferos o jarabe para la tos… pero esas eran palabras mayores, y con su pequeño cuerpo, tal vez se pasaría de dosis y lo mataría. No, era mejor ese método.

 

r13;¡Haru onii-chan! ¡Este disfraz es hermoso! r13;sale corriendo del baño y se para frente al espejo de cuerpo completo colocado en una de las puertas del closet con puertas corredizas, el pelirrojo admira el conjunto: un pequeño short que apenas y cubre sus nalgas, era de un material parecido al cuero, una pequeña blusa del mismo material que dejaba ver su ombligo y parte de su barriga, unas botas por debajo de las rodillas y una tiara con orejas de gato, todo de un color negro.

 

El mayor admira toda su anatomía, aquello era demasiado para su controlado lívido, y es que desde que entro a la casa con esas bermudas, esa camisa blanca con fuegos artificiales y su suéter claro con franjas azules habían provocado una excitación que nunca había sentido, y que trato de reprimir… hasta que Rin fue lo suficientemente ruidoso como para hacerse notar y despertar de nuevo ese monstruo de la lujuria encerrado tras ocho candados.

 

r13;Haru nii-chan, no sé cómo poner esto r13;muestra la extensión peluda que, al parecer, simula una cola r13;. ¿Podrías ayudarme? r13;hace un puchero, quería que el traje quedase completo, y un gatito sin cola no era un gatito ¿cierto?

 

Tragando con dificultad el pelinegro se acerca a él, toma aquello que Rin le extiende y lo examina, había olvidado cómo es que le habían dicho que lo colocara.

 

r13;Tienes que recargarte en la cama boca abajo.

r13;¿Boca abajo? r13;hace un extraño mohín pensando en aquella petición r13;. De acuerdo r13;de nuevo con saltitos se acerca a la King Size, se coloca como Haru le ha indicado, dejando su trasero envuelto en ese pequeño pedazo de tela al aire.

 

Haru se acerca, mira uno de los extremos de aquel objeto, después posa su mirada en los glúteos de Rin, se podía apreciar una pequeña abertura, esperaba que Rin se hubiese quitado la ropa interior. Tomando el tubo de lubricante lo abre y coloca un poco en su mano, para posteriormente untarlo en el lado donde se supone debe entrar.

 

r13;Debes de portarte bien y no hacer mucho ruido, ¿de acuerdo? Y por favor… no te muevas r13;se coloca en cuclillas, puede notar como el menor mueve ansioso sus piernas, sí, es un chico enérgico, sí, es un chico curioso, sí, ya no puede soportar más la espera. Adentra uno de sus dedos en la abertura, hace a un lado la tela descubriendo la nívea piel de Rin. Confirmado: Rin era un niño inteligente y no se había colocado los calzoncillos.

 

r13;El… esto no me subía con mis calzones… e-espero que… no te moleste r13;se disculpa avergonzado moviendo con más ansias sus piernitas.

 

r13;No te preocupes Rin… eso debiste haber hecho. Buen chico r13;acaricia sus cabellos; de nuevo centra su atención en el pequeño agujero del pelirrojo, coloca un pequeño chorro de la sustancia transparente, con mucho cuidado va introduciendo el extremo con extrañas bolas que van ordenadas de menor tamaño a mayor, perdiéndose al comienzo de la hilera de peluche que le da forma de cola.

 

r13;Aaah~, Ha-Haru nii… r13;aprieta las pulcras sabanas de color azul con detalles verdes, aquello se sentía demasiado extraño y su pequeño cuerpo se estremecía notablemente r13;; s-se siente… muy… raro.

 

r13;Relájate. ¿No quieres ser un buen gatito? r13;el menor asiente con los puños fuertemente cerrados en torno a una porción de las cobijas, al igual que sus ojos ocultando y tratando de aprisionar aquellas lágrimas que luchan por salir y lamer aquella piel pálida –está vez un poco rojiza por el ruborr13;. Buen minino, ahora sé obediente y haz sonidos para mí.

 

Rin comienza a ronronear, moviendo de nuevo sus rodillas, de adelante hacia atrás, primero derecha, después izquierda, Haru sigue adentrado aquella cola, con cada esfera que entra y es succionada por aquel agujerito, su miembro más palpita, pidiendo, EXIGIENDO ser liberado.

 

r13;N-Nya… Ny-a r13;los sonidos no cesan, aquella sensación tan nueva que provoca que su cerebro y vista se nublen, y no le dé tiempo a pensar, provoca que actué sin mucha inteligencia.

r13;Muy bien pequeño, dos más y tendrás tu cola r13;besa uno de los hombros desnudos, mordiendo un poco; sin mucho cuidado mete de lleno las dos esferas restantes, provocando un ruidoso gemido de dolor y el arqueamiento de la espalda del menor r13;. Estás listo gatito r13;peina los cabellos sudorosos de Rin tratando de no tapar las orejas, besa su frente antes de dejarlo levantar.

 

Sus piernas tiemblan al tratar de erguirse, el pelinegro se acerca para tomarlo del brazo y así ayudarlo a posarse frente al espejo, los ojitos rubís del menor se iluminan al admirarse, se coloca de perfil moviendo sus caderas de un lado al otro, haciendo sonar el pequeño cascabel que porta la cola en la punta, decorado con un moño rojo. Rin da pequeños saltitos para que el sonido se escuche una y otra vez, al parecer, se había recuperado de los temblores de su cuerpo provocados por la reprimida excitación.

 

r13;¡Haru-nii, me encanta! Ahora tengo cola r13;se mueve de nuevo con una sonrisa radiante, mostrando sus colmillitos y dientes puntiagudos r13;. Pero se siente un poco raro, ¿es normal? r13;se soba una de sus nalgas mostrando un puchero infantil.

 

r13;No te preocupes Rin, pronto pasara. Ahora… ¿no crees que merezca una recompensa por hacerte ver bien con ese traje?

r13;Oh, ¡claro! ¿Qué quieres que haga onii-chan? r13;aquella radiante inocencia provoca un nuevo arranque de su monstruo libidinoso; se sienta al borde de la cama y palmea sus piernas.

 

r13;Arrodíllate frente a mi r13;indica de nuevo, Rin como la mascota sumisa que es obedece sin rezongar, se coloca en posición, entre las piernas de Haru, mira curioso .la montaña que se ha creado a la altura del cierre de Nanase. Haru baja su cierre y adentra su mano en la abertura, saca con lentitud su miembro, acariciando un poco la punta con su pulgar r13;. Tienes que hacerme sentir bien Rin, meterás esto en tu boca y lo chuparas como a un caramelo, ¿sí?

 

r13;P…pero, eso es por donde haces pis. ¿Me darás tu pis? r13;pregunta inocente ladeando la cabeza.

 

r13;No Rin, no te daré mi pis. ¿Me quieres hacer feliz? r13;Rin asiente r13;. Entonces haz lo que te dije r13;ordena con voz neutra; Rin mira de nuevo aquello que se irgue orgulloso, la punta estaba brillosa por el pre seminal, y de pronto a Rin aquello se le antoja, parecía una paleta, y él adoraba las paletas, ¿sabrá igual que una?

 

Con sus manitas toma la base, pasa la lengua por la punta, contrae el rostro al sentir el sabor amargo inundar su paladar, aquello no sabía a dulce, era salado, amargo; pero adictivo. De nuevo saca su lengua, pasándola un par de veces por la cabeza, en su mente se repetía “Es un caramelo, como una paleta”, para borrar aquel horrible sabor que tal vez se asemejaba a la cerilla de las orejas, aunque sabía mejor que la cerilla de las orejas.

 

r13;M-muy bien pequeño. Aaah, ahora… tienes que abrir la boca e… intr-oducirlo r13;asintiendo abre su boquita lo más que puede, haciendo una “O” perfecta. De una sola vez trata de meter toda la extensión, provocando una arcada y tos r13;. Rin idiota, tienes que hacerlo despacio.

 

r13;Cof, cof, l-lo siento Haru-nii, cof r13;al recuperar el aliento intenta de nuevo, esta vez siendo menos precipitado, una de sus manos alcanza a cubrir la mitad del pene y lo sobrante lo engulle, su lengua se pasea, metiéndose en el prepucio, provocando estremecimientos y maldiciones por parte de Haru.

 

Aquello se sentía espectacular, y los pequeños dientecillos rosándole… no podía explicar todo aquello, era tan nuevo, tan placentero…

 

r13;¡AH! Rin, me mordiste

r13;¡L-lo siento! ¡M-mi boca e-esta acalambrada y-y…! r13;sus ojitos se llenan de lágrimas lastimeras que provocan en el monstruo de Haru bajar un poco la temperatura.

 

r13;No, ey, Rin, está bien, no te preocupes. Ven aquí r13;extiende sus brazos, el pelirrojo se acerca temeroso recibiendo el abrazo que Haru le regala.

 

r13;Puedo intentarlo de nuevo onii-chan r13;aquellos rubís brillan con una ingenuidad casi segadora, el subconsciente del pelinegro despierta de su forzada hibernación y lo golpea, una y otra vez junto con la culpa, ¿de verdad corrompería aquel ser crédulo?

 

Y su libido despierta una vez más al ver al pelirrojo tocar la punta de su pene, sí, definitivamente lo haría suyo, quitaría esa inocente mirada, dejaría marcas en su piel nívea, sus labios los hincharía por tanto besarlo… y no se arrepentiría.

 

r13;Déjalo ya y probemos algo más, hazme muy feliz Rin r13;le toma entre sus brazos, lo besa apasionadamente, como besaría a una chica de su edad, dirige su mano hasta aquella extensión peluda, la mueve un poco provocando gemidos que salen de la garganta de Rin, quien se aferra a su camisa gimoteando.

 

Le recuesta en la cama, con sus brazos y piernas apoyados en el colchón; su culo al aire. Se relame los labios ante aquella vista, saca y mete la mitad de las bolas, el pelirrojo se convulsiona ante aquel placer, soltando lágrimas y gemidos placenteramente dolorosos. No pudiendo soportar aquello saca de una sola vez la cola de gato, amasa los glúteos de Rin, tratando de gravar cada una de las texturas (porque en cada centímetro de piel descubre una sensación nueva), y tardaría años en recorrer toda su piel, y solo tenía unas pocas horas. Dejando pequeños besos en ambas montañas se prepara para entrar.

 

Primero la punta, la cual es abrazada por aquellas paredes, siente calor, mucho calor, y quiere seguir, meter todo de una sola estocada, pero debía controlarse o le haría daño, y eso era lo que menos quería.

 

r13;¡AH! Ha-Haru-nii… r13;arruga las sabanas, muerde la tela, cierra los ojos, pero no puede acostumbrarse a eso que se va adentrando lentamente en él, ¿qué era? ¿Haru estaba metiendo su “chinchin” por allí? ¡Eso no era para meter cosas, y menos algo como eso!

 

r13;Fuuuh, s-solo… un poco más, respira r13;besa su espalda repetidas veces, baja la cremallera y deja libre su pequeño pene, le acaricia, sus manos son como anestesia, ya que aquella incomodidad va desapareciendo eventualmente, y lo agradece porque siente que lo partirá en dos, que su “chinchin” saldrá por su boca, que morirá en ese mismo instante.

 

r13;Haru… nii r13;levanta sus caderas, algo dentro suyo le pedía a gritos que aquello siguiera hasta la última consecuencia, porque le gustaba, porque aquello era lo que veía en los mangas, en libros, en películas, aquello demostraba amor, y él amaba a su onii-chan, por eso le insistió a su madre que no quería ir a aquel lugar, que era mejor dejarlo al cuidado de aquel guapo vecino que nunca lo saludaba, que solo le enviaba miradas frías y distantes, sí, aún con toda esa inexpresividad le amaba, tanto como un niño de doce años podía hacerlo.

 

El pelinegro le muerde sin querer una porción de piel, porque aquello lo ha vuelto loco, y si no descargaba su desesperación en otro lugar, arremetería inevitablemente contra aquel ser tan vulnerable que pide silenciosamente más de él.

 

r13;Me vas a matar niño r13;y sucede; lo que queda de su extensión la adentra de una sola estocada, el menor gime estruendosamente arqueando la espalda, lágrimas entre placer y dolor abandonan sus cuencas, y jadea.

 

Envestida tras envestida, cuidadosas, calculadas, porque no quiere hacer más daño del que ya ha hecho, y le besa, le acaricia, le saborea. Rin quiere ver lo que el rostro inexpresivo de su onii-chan tiene para mostrarle, trata de girarse, pero el cuerpo del pelinegro se lo impide.

 

r13;Ha-Haru-nii, qui-quiero verte r13;le concede el deseo, porque su voz es increíblemente tierna, lo gira, los rubíes se abren con sorpresa, aquello no se lo esperaba, sus azules eran turbios, oscuros y húmedos por el placer, su boca hacia una perfecta “O” y el sudor perlaba su rostro, aquella imagen era perfecta, y jamás la olvidaría r13;. Quiero… más de ti, Haru-nii r13;le abraza por el cuello, sus labios se unen y la danza toma de nuevo su curso.

 

 

 

Había esperado tanto ese momento, al fin paz y tranquilidad, Rin durmiendo en su regazo mientras él estudia, o Rin dormido en la cama, pero lo que él más ha querido es un momento de tranquilidad para estudiar… pero eso no había sido posible, o solo por unos escasos cuarenta minutos, Matsuoka había caído rendido en su pecho, respirando tranquilamente, y creía haber ganado la batalla… hasta que paso el tiempo y BAM, Rin despertó más enérgico que nunca.

 

r13;¿Podemos hacerlo de nuevo? ¿Por favor?... ¡Haru-nii, me gusto mucho y quiero repetirlo!... ¡Es injusto, quiero hacerlo!... Podría ponerme de nuevo el disfraz y bailar para ti.

 

Sí, aquel plan para que el pequeño demonio de ojos soñadores lo dejase en paz había fracasado, le había salido el tiro por la culata(*) y se odiaba por eso, ahora estaba seguro de que el jarabe para la tos era la mejor opción.

 

 

FIN

Notas finales:

Tiro por la culata(*): Es un refrán que expresa que lo que quería hacer lo ha hecho mal o al revés.

Bueno, no siento que sea buena escribiendo pero al menos lo intento, espero que hayan disfrutado de esta pequeña y extraña idea, me vendrían bien unos cuanto Reviews expresando su opinión sobre la historia. Habrá un extra, así que espérenlo.

 

Pasen a leer mis otros proyectos *guiño*


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