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Vergonzosos Accidentes por RozenDark

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Notas del capitulo:

Aqui traigo el capitulo de R27 jeje y espero que les guste, otra cosa como veo que me atrazo mucho con mis actualizaciones creo que hare una votacion y el que quede en primer lugar sera el que actualizare hasta el final y luego el que sigue no se como lo vean jeje espero que me sigan en sus comentarios Los personajer de cada anime/manga son de sus respectivos autores y los demas de mi retorcida cabeza Y sin mas que decir les invito a leer

"Una Placentera Tortura"

 

~°ɞ°~ღ~°ɞ°~

 

La situación en aquella oficina era crítica, el ambiente estaba sumamente tenso y el pobre castaño no sabía dónde meter la cara porque sabía que aquella vergüenza que pasaron el y su pareja fue por su culpa o al menos eso creía porque no recordaba muy bien lo que ocurrió aquella noche que llegó al hospital.

Mientras que el empresario solo se sentó con sus brazos cruzados mientras veía a la doctora con una extrema frialdad.

 

—Supongo que Tsuna y yo no podremos irnos, hasta dar nuestra versión. —Hablo el azabache con una extrema seriedad.

—La rubia tembló un poco, sabía que ese hombre era peligroso, pero no se rendiría, ella quería escuchar por boca de las parejas lo que había ocurrido y lo lograría solo tenía que aguantar un poco más en aparentar lo que no era y no sacar su lado Fujoshi a la luz, al menos no frente al hombre frente a ella.—Esta en lo correcto, así que por mi pueden comenzar a relatar su versión.—Dijo con nerviosismo mientras trataba de aparentar seriedad, pero le resultaba difícil porque cada vez que veía al castaño, su lado Fujoshi pedía salir a gritos como cada que veía a los Ukes de las parejas anteriores, así que para olvidar eso se tomaba grandes porciones de sake justo como ahora.

—Bien, vieja borracha escuche bien porque no lo repetiré, todo comenzó cuando...

 

---FLASHBACK---

El azabache se encontraba firmando papeles en su oficina, no le faltaban muchos y eso lo aliviaba bastante porque lo único que quería era llegar a su lujoso departamento donde su lindo prometido lo esperaba. El solo pensar en aquel castaño hacia que quisiera tomarlo una y otra vez para darle fuerte contra el muro pero, se tuvo que calmar porque si no tendría un enorme problema en los pantalones.

Termino de firmar y guardo sus cosas en su maletín para después salir y cerrar su oficina pero, cuando giro se topó con lo que menos quería su muy molesta secretaria, la cual solo hacía que se calentará aún más y no es que la chica lo atrajera, más bien era otra cosa, la chica le preguntaba cosas muy personales como, ¿anoche le dio tan duro a su lindo Uke que no pudo pararse en todo el día? O ¿qué tan a menudo lo hacen?, y eso solo hacía que quisiera llegar más rápido a su hogar, es más no le importaba si su castaño estuviera en la calle, el gran Arcobaleno Reborn era capaz de violarse a su prometido en un callejón oscuro. Sacudió la cabeza con negación y aparto a la peli rosa de su camino.

 

—Bianchi, ahora no tengo tiempo. —Dijo el azabache con seriedad.

—Y yo que le quería dar esto para que disfrute mucho más a su Uke.—Dijo la peli rosa con una extraña sonrisa y un muy notable sonrojo en las mejillas mientras le daba al azabache una botella de soda la cual tenía un extraño líquido.

—El azabache agarro la botella para después alzar una ceja. — ¿Qué se supone que es esto?—Preguntó con intriga.

—Hoy inicia el fin de semana y como gracias a usted que es nuestro apuesto y muy amable jefe, en esta empresa no se trabajan los sábados y domingos pensé que usted querría divertirse con su pareja, así que me tome la molestia de darle este afrodisíaco, pero ojo no vaya a usar más de dos gotitas porque es muy potente. —Dijo para después irse con extrema rapidez.

—Gokudera Bianchi es una mujer muy extraña, pero no puedo despedirla porque es hermana del mejor amigo de Tsuna. —Susurró para después guardar la botella en su maletín y salir del edificio.

 

~.o0o.~

 

El azabache llego a su hogar y lo primero que vio al entrar fue a su lindo leoncito bailando con un delantal mientras cocinaba, ok le dijo adiós al autocontrol y se fue a sorprenderlo.

 

—El castaño sintió que lo abrazaban de la cintura y comenzaban a besarle el cuello, pero ahora no tenía ganas de hacer nada pervertido. —Reborn...ahora no...mejor más tarde.—Susurró con nerviosismo mientras se apartaba con delicadeza de los brazos de su prometido.—Ahora a terminar la cena.—Dijo con decisión para después seguir con lo que hacía, dejando a un azabache con un enorme problema.

—Dame-Tsuna esta me la pagas...no quería usar ese afrodisíaco, pero te lo buscaste. —Susurró con molestia el azabache.

 

Una vez que estuvo lista la cena, Tsuna alisto la mesa lo mejor y más presentable que pudo, no quería que nada saliera mal y menos esa noche que cumplía un año más de ser pareja de su amado y por eso no lo dejo seguir con lo que quería, porque le tenía una mejor sorpresa para todo el fin de semana.

 

—Reborn la cena esta lista. —Hablo en voz alta siendo escuchado por el azabache que entro al comedor con una toalla en el cuello y una camisa negra de mangas cortas y un pantalón del mismo color.

—Ya era hora. —Dijo con molestia.

—Permíteme un momento es que olvide el jugo ahora vuelvo. —Dijo para ir por la dichosa bebida, pero fue detenido por su prometido.

—No te preocupes yo iré después de todo te esmeraste mucho con la cena, creo que es lo menos que puedo hacer. —Dijo para después ir a la cocina, cuando agarro el jugo, vertió un poco en el vaso de Tsuna y luego vertió no una ni dos gotas, sino casi la mitad del afrodisíaco, olvidando así la advertencia de Bianchi. —Con esto aprenderás a no rechazarme Dame-Tsuna. —Susurró para después salir y darle su vaso al castaño y beber del suyo propio.

 

La cena continuo tranquila, ambos terminaron, así que Tsuna se dispuso a limpiar todo, pero con algo de tristeza porque Reborn en ningún momento le dijo, "feliz aniversario de dos años"  y eso lo desilusionaba, no esperaba un regalo, pero si algunas palabras lindas, pero decidió seguir con su plan hasta el final y por alguna razón se empezó a sentir muy caliente, pero no le tomo importancia y se fue a alistar para dar su regalo a su pervertido prometido.

Cuando Reborn entro a su habitación no espero que Tsuna lo recibiera solo con un diminuto y pegadito bóxer de color naranja, el cual no dejaba nada a la imaginación y en su cuello un enorme moño del mismo color, pero lo que llamo la atención del azabache fue que su leoncito tenía la respiración agitada y sus mejillas estaban muy sonrojadas y la inocente mirada ojimiel tenía un brillo lleno de pasión y lujuria a lo cual sonrió de medio lado, ya que sabía que el afrodisíaco había funcionado, aunque no espero ver a su prometido vestido así, pero no le tomo importancia y se quitó toda su ropa.

 

—Esto sí que será divertido.—Dijo mientras se acercaba al castaño pero, lo que no espero fue que el menor lo arrojara a la cama y lo esposara para después bajar su bóxer y comenzar a masturbar su miembro lenta y tortuosamente.—Dame-Tsuna, ¿qué crees que haces?—Preguntó con sorpresa mientras se movía con persistencia y desesperación por el ritmo.

—...—El castaño solo continúo con lo que hacía sin decir alguna palabra para después meterse el miembro de su prometido a la boca y comenzar con su tortuosa tarea.

—Tsu...Tsuna ve más rápido. —Ordenó lo más serio y tranquilo.

—...—Tsuna no respondió siguió con el mismo ritmo, de vez en cuando mordía levemente la punta de aquel gran trozo de carne para que después lo lama como si de un helado se tratara.

 

Reborn estaba más que sorprendido era la primera vez que su leoncito tomaba la iniciativa, normalmente era el quien iniciaba aquel acto, pero lo que más le sorprendió fue ver como Tsuna engullía su miembro mientras que se preparaba el mismo y eso hacía que quisiera tomarlo el mismo y tocar aquella delicada y blanca piel con sus manos, pero las benditas esposas no se lo permitían y lo único que podía hacer era observar con frustración.

Cuando Tsuna estuvo listo no lo pensó ni dos veces y se subió encima de Reborn, para después meter aquel trozo de carne en su entrada, cosa que sorprendió al azabache, pero lo que lo dejo sin palabras fue ver y sentir como Tsuna se movía una y otra vez mientras jadeaba y se apoyaba las manos en el fuerte y musculoso pecho de su pareja.

 

—Reborn comenzó a preocuparse cuando sintió algo líquido y caliente escurrir de la entrada de su leoncito a sus piernas, todavía no se había corrido y Tsuna tampoco, así que viro a ver y lo que vio lo lleno de angustia.—Sangre.—Susurró con preocupación para después virar a ver al castaño, el cual tenía la mirada perdida y de sus ojos caían lágrimas de dolor y placer.—Tsuna...detente te estás haciendo daño...si continuas me voy a venir dentro y estoy seguro que te harás más daño.—Dijo contrabajo, pero el castaño comenzó a ir más rápido y fuerte, cosa que lo preocupo, parecía que su leoncito estaba en una especie de trance, pero no sabía porque y fue allí donde recordó las palabras de Bianchi, "ojo, no use más de dos gotas" y con eso llego a la conclusión de que él tenía la culpa del comportamiento de su leoncito.—Tsuna libera mis manos...tenemos que ir al hospital...esto no está bien.—Susurró contrabajo, pero por más que le hablara al castaño, este no reaccionaba.

—Ahhh~...ahhhh~...caliente...todo mi cuerpo se siente caliente...y duele...mucho. —Murmuró con mucho trabajo mientras se movía una y otra vez hasta que se corrió manchando su vientre y el de su pareja y haciendo que su entrada se contraiga y apretando el miembro de Reborn, el cual no pudiendo evitar se corrió dentro del castaño, pero se preocupó al ver la expresión de dolor que ponía y como se desvanecía su leoncito encima de él.

—Tsuna...Tsuna reacciona.—Pero el menor no reaccionaba, así que ágilmente y aguantándose el dolor, logró dislocarse la mano derecha y por fin pudo sacar su mano de la esposa, tomo con mucho esfuerzo la llave y logró liberar su otra mano para que después regresará la mano derecha a su lugar y luego sacar su miembro con mucho cuidado de la entrada de su leoncito, pero se preocupó al ver cuanta sangre salía.—Tranquilo Tsuna, ahora mismo te llevare al hospital.—Dijo para después vestirse y vestir a su castañito y luego tomarlo en brazos.

 

Después de que Reborn subiera al auto con su castaño manejo como loco, le preocupaba que la temperatura de Tsuna subía cada vez más y más, además de la cantidad de sangre que perdía, por suerte llego al hospital más cercano y ni bien se estaciono y salió con su preciada carca en brazos.

 

~.o0o.~

 

Cuando entro se acercó a un enfermera peli azul, la cual al ver el estado del castaño, no lo dudo y guio al azabache a una habitación para después llamar a la doctora.

Reborn no tuvo de otra, le conto todo a la pelinegra, la cual se sonrojo, pero se preocupó por el tipo de afrodisíaco y sobre todo la cantidad que el castaño ingirió, lo único que se le ocurría para bajar la calentura era un baño de agua helada, así que alistaron la tina especial para esos casos y sumergieron al castaño, el cual comenzó a llorar y gritar, pero por fin lograron hacer que su temperatura regresara a su nivel normal, luego con toda la pena del mundo, la doctora y su enfermera limpiaron y curaron la lastimada entrada del menor y como vieron que si había perdido una no muy grande cantidad de sangre le hicieron una transfusión por si las dudas.

En todo ese tiempo, Reborn estuvo al lado del menor, se sentía muy culpable y arrepentido por lo que había ocurrido y desde ese día se prometió así mismo que no volvería a aceptar cosas que Bianchi le diera y mucho menos volver a usar un afrodisíaco en su leoncito, no se lo perdonaría nunca si su prometido sufriera nuevamente de esa manera, claro que cuando estuvo a punto de explicar lo que había ocurrido, Tsuna le dijo que sentía mucho que se arruinara su aniversario de dos años siendo pareja, así que Reborn mejor no dijo nada porque si su leoncito se enteraba que fue su culpa tendría serio problemas.

---FIN DEL FLASHBACK---

 

—Y eso fue lo que paso, ahora que lo sabe y que gracias a usted Tsuna me está matando con la mirada, nos vamos. —Dijo con molestia, pero muy en el fondo estaba muy nervioso por la mirada que su leoncito le mandaba.

—Entonces esto es el adiós...pueden retirarse. —Dijo Tsunade, tratando de aguantarse el sangrado de nariz.

—Dame-Tsuna ve al auto, ahora te alcanzo y allí tendremos la conversación que quieres tener. —Dijo seriamente sin mirar a Tsuna.

—El castaño se levantó y miro con molestia a su prometido. —Más te vale Arcobaleno, porque de esta no te salvas. —Advirtió el castaño con frialdad y molestia.

—Ya cuando Reborn no sintió la presencia de su prometido, miro a la rubia con seriedad. —Supongo que en cuanto nos hubiéramos ido mi prometido y yo, usted comenzaría a brincar y desangrarse por la nariz, después de todo es una Fujoshi muy pervertida. —Dijo Reborn con una ladina sonrisa al ver la cara de la rubia.

— ¿Cómo lo supo?—Preguntó con sorpresa.

—Le recuerdo que mi secretaria me hace toda clase de preguntas acerca de mi intimidad con mi prometido, además de que ella misma me dijo que era una Fujoshi a toda honra y lo que significaba esa palabra y no dudo que usted lo sea, claro que me sorprende que el Uchiha no lo descubriera, después de todo, es uno de los mejores empresarios y también me sorprende que, ni Ichijou Ryouma, ni Yuki Eiri se hayan dado cuenta, si ambos tienen cerca a personas que saben del tema, claro que deduzco que Usami Akihiko la descubrió porque él es experto en el tema.—Dijo con seriedad mientras se acercaba a la puerta.—No se preocupe no diré nada, pero si usted llega a hacer algo en mi contra le juro que pagará caro las consecuencias.—Advirtió con frialdad mientras hacia un ademán de despedida.—Chaos.—Dijo para después salir no solo de la oficina, sino que también del hospital.

 

Cuando Reborn entro a su auto, cerró con seguro las puertas, encendió el aire acondicionado y cerró las ventanas, para que después con rapidez tomara las manos de su leoncito y las amarrara con su corbata.

 

—Arcobaleno Reborn, ni se te ocurra hacer lo que estoy pensando, porque alguien nos puede oír y ver. —Dijo el castaño con molestia.

—No te preocupes que nadie nos verá porque los vidrios están polarizados y nadie nos escuchara si no haces ruido. —Dijo para después desvestir a su leoncito, el cual se movía y retorcía porque sabía que de esa no se salvaría.

 

~.o0o.~

 

Tsunade puso una boba sonrisa y de su nariz comenzó a salir un chorrito de sangre pero, la tuvo que limpiar cuando Shizune entro.

 

— ¡Tsunade-sama tenemos grandes problemas! —Dijo en voz alta y con un enorme sonrojo en sus mejillas.

—Shizune, ¿qué pasa?—Preguntó alarmada mientras se limpiaba la nariz.

—Venga a verlo por su propia cuenta. —Dijo la pelinegra con nerviosismo.

 

Ambas mujeres se dirigieron a la habitación donde estaba la emergencia y cuando la rubia vio de que se trataba, salió del lugar y se fue directo al baño a lavarse la cara.

 

—No lo puedo creer...otra historia para mi mente Fujoshi. —Susurró con una ladina sonrisa mientras se limpiaba la nariz que nuevamente comenzaba a sangrar.

 

Sin duda alguna la pareja que acababa de llegar, no sabía a qué hospital ni con qué clase de doctora fueron a parar.

 

 

 

 

CONTINUARA

Notas finales:

Espero que les haya gustado y me lo hagan saber al igual del fic que quieren que actualice jejej. Y pues como veran en este ya estamos llegando final jeje en el Proximo capitulo veremos a una pareja de mi autoria jeje como siempre pasandola mal con la pervertida de Tsunade ;) Proximo capitulo "Pegados" En fin nos leemos pronto Chau chau


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