"Pegados"
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Las cosas estaban muy, pero muy tensas en aquella oficina, Tsunade veía a la pareja frente a ella con una ladina sonrisa, muy en el fondo trataba de esconder su lado Fujoshi, pero de solo recordar cómo habían llegado esos dos le hacía querer arrojar esa pose seria y calculadora para sacar su lado de Fujoshi pervertida, pero si quería que esos dos le contaran su historia tendría que aguantarse.
La rubia miraba desde al apuesto y joven hombre de complexión alta, delgada y musculosa sin exagerar, de piel ligeramente blanca, ojos azul zafiro con una mirada seria y calculadora, de cabello corto y alborotado de un color gris platinado con las puntas de un color café cenizo, vestido con una camisa negra de botones dejando dos desabrochados y mangas largas y un pantalón blanco y zapatos negros hasta al lindo y tierno chico de complexión baja y delgada y de una figura frágil y delicada, de ojos color verde limón que expresaban una mirada llena de inocencia y pureza pero, lo que llamaba más la atención era que ese par de lindos ojos parecía resaltar con un toque de delineador negro, de piel blanca y delicada como la porcelana, de cabello largo y atado a una coleta baja que le llegaba un poco antes de la cintura con la parte de arriba alborotada de un color negro con algunas puntas blancas y otras amarillas muy extraño y llamativo para el mismo chico, vestido con un pescador negro que se ajustaba muy bien a sus bien formadas piernas y esbelta y formada figura, una camisa de mangas cortas de un color verde claro con un suéter ligero de mangas largas de un color blanco, zapatos tipo tenis de un color blanco.
Y cada que la rubia veía a la pareja tenía que tomar un gran sorbo de sake porque si no, ya hubiera mandado todo al diablo y sacar su lado pervertido.
—El ojo azul miraba a la doctora de muy mala gana, nunca en su vida había pasado por una vergüenza como la que paso con su pareja y francamente le aliviaba que nadie los vio en tan penosa situación.—Mire vieja borracha, más le vale que lo que vamos a decir se quede entre nosotros y que nunca salga a la luz esta información, porque le juro que será lo último que haga en su perra vida.—Hablo el muchacho con evidente molestia, nunca le ha gustado llamar la atención de los doctores y ahora que tenía la atención de una doctora tenía ganas de asesinarla con sus manos.
—Luna por favor cálmate, no seas un grosero que, aunque esta mujer sea una metiche, aún sigue siendo una mujer y eso no te da derecho de insultarla. —Regaño el ojo verde con mucha seriedad.
—Green ya deja de defender a esa vieja borracha. —Hablo con molestia el ojo azul.
—Cuando la rubia vio que la pareja iba a iniciar una pelea decidió intervenir.—Jóvenes no se preocupen que esta información quedará entre nosotros, así que no se preocupen.—Dijo la rubia lo más serio posible.—Haber Vega Luna y ¿Vega Green?—Dijo sorprendida al ver los nombres escritos en los papeles y por poco se desangraba de la nariz al pensar que aquella pareja de amantes, eran unos hermanos aplicando muy bien el incesto.—¿Son hermanos?—Preguntó en susurro mientras veía a la pareja.
—La pareja no pudo evitar enrojecer debido a aquella pregunta. —¡¡CLARO QUE NO!!—Gritaron ambos jóvenes con mucha pena, sabían que era comprensible y más si llevaban el mismo apellido.
— ¿Y por qué llevan el mismo apellido?—Preguntó con intriga, después de todo, no todos los días llega una pareja de amantes con el mismo apellido.
—Eso no es de su incumbencia. —Dijo el ojo azul con molestia.
—Luna no seas grosero. —Regaño el ojo verde para después virar a ver a la rubia. —Llevamos el mismo apellido porque la hermana menor de la madre de Luna me adopto cuando tenía ocho años, esa es en parte la razón, lo demás es algo muy personal, así que por favor no lo tome a mal si no le digo más al respecto.—Explicó el menor con una sonrisa.
—Bueno será mejor que le cuente lo que ocurrió antes de que se le ocurra preguntar cuando voy al baño. —Dijo el ojo azul con molestia. —Todo comenzó cuando...
---FLASHBACK---
La joven pareja estaba en su departamento pasando la mañana de la forma más simple y sencilla, no había nada que hacer más que ver la tele y comer, no tenían que estudiar porque estaban de vacaciones y justamente el ojo azul acababa de iniciar las vacaciones en su trabajo y como su pareja no trabajaba ambos se quedaban solos y aburridos.
Claro que el mayor de los dos no se iba a quedar de brazos cruzados y ese día encontraría algo con que divertirse y eso lo hizo recordar que hacía poco compro un potente afrodisíaco, así que decidió que esa noche lo probaría y que mejor que hacerlo con su pareja.
Llego la noche y ambos estaban en la habitación ya bien cachondos, el ojo azul se tomó más de lo que debía, así que era el más afectado de los dos, la ropa ya había desaparecido y ambos se besaban con pasión y lujuria.
—El menor rompió el beso al sentir dos dedos invasores en su interior. —Ahhh~...Luna estas yendo muy rápido. —Dijo Green con nerviosismo al ver la mirada de su pareja.
—Es que...ya no aguanto más...perdóname Green. —Dijo el ojo azul para después adentrar su muy despierto miembro en el interior del menor, sacándole un gran grito de dolor y algo de placer.
—Eres un bruto...más te vale no moverte. —Dijo entrecortadamente, pero su pareja, ni espero un poco y se movió como si su vida dependiera de ello.—Ahhh~...ahhh~...no vayas...tan rápido...por favor~.—Suplicó de manera entrecortada, de verdad no soportaría tanto dolor y placer de esa manera.
Luna siguió moviéndose como poseso, ese afrodisíaco sin duda era algo muy potente, pero cuando por fin pudo terminar de correrse junto con su pareja algo muy inusual ocurrió.
Aparentemente aquel afrodisíaco causo una reacción alérgica en el momento más inoportuno y de la manera más vergonzosa, el gran "amiguito" de Luna se hinchó justo antes de sacarlo de la entrada del ojo verde, cosa que lo altero demasiado.
—Luna...ya salte que me lastimas. —Ordenó el menor con molestia, ya que su pareja lo había tratado con bestialidad.
—Green no te vayas a alterar, pero parece que estamos pegados...es que mi amigo se hinchó demasiado y no puedo sacarlo. —Dijo con un ligero sonrojo en el rostro.
—El ojo verde se sorprendió, pero luego frunció el ceño. —No digas tonterías...ya salte de mí. —Ordenó con molestia mientras trataba de separarse, pero le dolió hacer el intento.
—Tranquilo...vayamos al hospital. —Sugirió con mucha pena.
— ¿Y cómo esperas llegar allí genio?—Preguntó con molestia lo obvio.
Luna de alguna manera logro cubrirlos de la parte baja con una sábana y ambos sin hacer movimientos bruscos se pusieron cada uno su respectiva camisa para después salir del departamento, por suerte para ellos ya todos los del edificio estaban dormidos y no los vieron en tan penoso momento. Cuando llegaron al auto fue lo más difícil, ya que cuando Luna se sentó en el asiento de conductor, Green tuvo que sentarse encima y eso solo los estaba lastimando a ambos. Por suerte para ellos pudieron llegar a un hospital cercano, bajaron del auto caminando de una manera muy chistosa y lenta, tanta era su desesperación y concentración por entrar al hospital que ni le prestaron atención a los indecentes sonidos que provenían de uno de los autos estacionados.
Cuando entraron al hospital no dudaron en acercarse a un par de enfermeras, que en cuanto los vieron se acercaron a preguntar lo que ocurría y ellos con toda la pena y vergüenza contaron lo sucedido. Ambos fueron llevados por las enfermeras directo a emergencias y cuando la doctora vio su estado, no pudo evitar salir del lugar gritando, cosa que avergonzó aún más a la pareja.
---FIN DEL FLASHBACK---
—Eso es todo lo que nos pasó. —Dijo Luna con evidente molestia. —No recuerdo muy bien cómo nos separaron y dudo que Green lo recuerde, después de todo fue el primero en desmayarse. —Hablo con sinceridad.
—La rubia solo suspiro, ella recordaba perfectamente como separaron a ambos chicos. —“Que inocentes son, yo si lo recuerdo perfectamente”. —Pensó triunfalmente mientras hacía memoria.
---FLASHBACK---
Después de que regreso del baño, se puso sus guantes de látex y entro a la sala de emergencia para poder ver la manera de separar a ese par.
Les hizo toda clase de preguntas rutinarias y llego a la conclusión de que el Seme era alérgico a uno de los ingredientes de aquel afrodisíaco, así que pregunto a que era alérgico pero, el chico ni lo sabía, eso le hacía preocuparse aún más porque el Uke, ya tenía claros signos de dolor, además de estar sangrando de su entrada, así que se le ocurrió que tal vez y solo tal vez el mayor de los dos chicos no era alérgico a nada y que en realidad lo que tenía era un caso de excitación extrema, claro eso ni ella se lo creía pero, hasta ahora era lo más lógico, así que mando a preparar la tina especial para casos con fiebre y luego hizo que la pareja se metiera al agua congelada, donde le lanzaron todo tipo de maldiciones.
—Es por su bien. —Dijo la rubia con una sonrisa.
—Mal...Maldita. —Dijo contrabajo el ojo azul debido al frío, pero se calmó cuando sintió un que su miembro se estaba deshinchando. —Green espero que puedas soportarlo y si no pues lo siento mucho. —Dijo para después sacar a su gran amigo de la entrada de su pobre pareja, el cual no pudo evitar gritar de dolor.
Después de ver aquello, la rubia llamo a sus enfermeras para que le dieran unas toallas y sillas de ruedas, porque ambos jóvenes se habían desmayado.
Claro que no solo tuvieron que desintoxicar a ambos jóvenes, sino que además le receto al mayor un ungüento especial para su miembro y al menor tuvieron que lavarle y curarle su entrada, la cual quedo muy lastimada, tanto que el pobre salió del hospital en silla de ruedas y ella pues para saber cómo llegaron a eso los cito y desde eso había pasado una semana.
---FIN DEL FLASHBACK---
—¡¡DOCTORA!!—Grito el menor con fastidio.
— ¿Qué ocurre?—Preguntó la rubia.
—Le preguntaba si ya nos podíamos ir. —Respondió el ojo verde.
—Si claro, después de todo ya hemos terminado. —Respondió la rubia con una sonrisa.
La pareja se levantó para salir de aquel lugar y francamente esperaban no volver a toparse con aquella doctora, claro que antes de que el ojo azul saliera vio a la mujer con una ladina sonrisa.
—Fujoshi pervertida. —Dijo con prepotencia y una ladina sonrisa para después salir sin esperar una respuesta.
Cuando llegaron a su auto, ambos jóvenes se besaron con desesperación, sin duda se habían aguantado demasiado.
—Creo que hoy quiero hacerlo en el comedor. —Dijo el ojo azul con una ladina sonrisa.
—No sé, ni para qué me dices o preguntas, tú siempre haces lo que te venga en gana y aunque odie admitirlo, eso me encanta, así que apresúrate. —Dijo el ojo verde con un leve sonrojo en las mejillas.
Luna no lo pensó ni dos veces y aceleró para después ir a toda prisa con dirección a su hogar, porque esa noche lo harían en el comedor.
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La rubia seguía en su oficina con su cara llena de asombro, debido que otro la había descubierto.
—Él lo sabía desde el principio. —Susurró sorprendida.
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Después de ese día pasaron dos semanas y ese día había chequeo de papeles y lo que la rubia encontró en las carpetas de las parejas que habían ido a su hospital le dejo súper feliz porque gracias a eso podría volver a verlos sin queja de ellos.
—Con esto ellos tendrán que venir a mi hospital tarde o temprano. —Hablo la rubia con suma alegría.
Sin duda alguna lo que había en aquellas carpetas solo era una mala señal para las parejas y claramente aunque no quieran verían nuevamente a la Fujoshi pervertida, Senju Tsunade.
CONTINUARA