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Siempre estaré a tu lado por Dynast

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Abrió los ojos lentamente debido la brillante luz que entraba por la ventana. Movió sus manos, sintiendo la refrescante agua acariciar su piel con gentileza. Notó cómo la opresión que tenía en su pecho disminuía levemente. Se incorporó y dejó durante un instante su mente en blanco, mientras observaba las palmas de sus manos. Cerró los ojos y apoyó su cabeza sobre el borde de la bañera. Decidió volver a pensar únicamente en ese elixir cristalino que mecía su cuerpo y que siempre lo había ayudado a relajarse hasta el punto de dejar de lado todas sus preocupaciones. Pero, al cabo de unos minutos, terminó saliendo de ese agradable trance.

 

¿Qué haría ahora? Ya había decidido qué era lo que quería hacer con su vida. Deseaba seguir nadando, por siempre. Había conseguido comprender, finalmente, que no necesitaba dejar de ser él mismo, que no necesitaba centrarse únicamente en los tiempos y en ser reconocido por unos desconocidos. Nadaría y nadaría, y con la práctica seguiría mejorando, y conseguiría más logros, eso estaba claro. Pero sobre todas las cosas, nadaría porque eso es lo que lo hacía realmente feliz, y si tomaba cualquier otro camino en su vida, haría que se sintiera incompleto. Quería nadar a lo ancho y largo de todo el mundo.

 

Pero entonces, la siguiente pregunta era... ¿Cómo iba hacerlo? ¿Iría a alguna universidad? ¿Intentaría conseguir un entrenador personal? ¿A dónde tendría que ir? ¿Cuánto le costaría? ¿Cuándo podría volver a ver a sus amigos? En ese momento, alguien en concreto pasó por su cabeza y sintió una punzada en su corazón. Apretó los labios y entrecerró los ojos, totalmente frustrado. Pero como si de algún tipo de magia invocadora se tratara, escuchó la voz del susodicho retumbar por el pasillo de su casa.

 

- ¡Haru! Aaah... En serio deberías empezar a preocuparte por este hobby que tienes... - escuchó cómo se acercaba y su corazón comenzó a palpitar un poco. - Un día vas a terminar quedándote dormido, y puedes ahogarte... Voy a entrar.

 

Vio cómo abría la puerta del baño y lo observaba con una expresión de preocupación. Se acercó y le extendió la mano como siempre acostumbraba y un pensamiento cruzó la cabeza del moreno.

 

- No me ahogaré, porque tú siempre vienes a...

 

De pronto abrió los ojos completamente y se quedó en trance. Makoto observó su reacción y se asustó un poco.

 

- ¿Haru? - preguntó mientras éste terminaba de salir de la bañera. - ¿Estás bien? - le agarró de los brazos mientras lo seguía observando, un poco angustiado.

 

- Sí... - respondió éste en cuanto pudo, dándose cuenta de que no estaba haciendo otra cosa que preocupar a Makoto. - Voy a vestirme y salimos.

 

Makoto lo siguió con la mirada, aún preocupado. Sabía perfectamente que algo le ocurría, y siempre que veía a Haru en ese estado le producía cierta ansiedad.

 

- Si no te encuentras bien, puedo decirles a Nagisa y Rei que ya quedaremos otro día.

 

- No - respondió tajantemente tras pararse en el pasillo, lo cual sorprendió un poco a Makoto. - Quiero decir... - observó a Makoto un momento, intentando tranquilizarse - tenemos que aprovechar a vernos estos últimos días, porque luego ya... - giró su cabeza y se quedó en silencio unos segundos, antes de continuar andando hacia su habitación.

 

- Haru... - murmuró el castaño para sí mientras se llevaba los dedos a los labios, en gesto de preocupación.

 

Tras estar ambos listos, salieron a encontrarse con los otros dos chicos del equipo. Habían decidido ir a dar una vuelta por un área recreativa tras pasear durante un rato y hablar sobre lo que tenían decidido hacer en el futuro. Al final Nagisa los terminó convenciendo para que fueran a una heladería que le encantaba y todos terminaron probando alguno de esos dulces. Era verano, así que el día era largo y cuando comenzó a oscurecer ya era algo tarde. Tras despedirse de ambos, sintiéndose totalmente refrescados, decidieron volver a casa.

 

- Así que esos dos siguen sin tener muy claro qué hacer con sus vidas - comenzó a comentar Makoto con una sonrisa. - Bueno, tú y yo tampoco lo sabíamos el año pasado - miró durante un momento a Haruka, percatándose de que éste no contestaba. - Aaah - soltó un suspiro mientras colocaba sus brazos detrás de su cabeza - voy a echarlos de menos... - de pronto Haru se detuvo, sorprendiendo a Makoto, y éste se dio cuenta de la situación. - ¡Ah! Pero eso no quiere decir que no vayamos a volver a verlos, Haru. No tienes de qué preoc-

 

- Lo sé - le interrumpió, y siguió caminando.

 

Terminaron llegando a la calle, y los tiernos hermanos de Makoto lo apresaron en la entrada de su casa como acostumbraban a hacer en más de una ocasión.

 

- ¡Hermano! ¡Llegas tarde! ¡Te estábamos esperando para cenar! - le replicaron en un puchero.

 

- ¡Ah! ¡Lo siento! Debí avisar. No me he dado cuenta de que era tan tarde porque el día es largo - se disculpó mientras se agachaba a abrazarlos. - Entonces, Haru... - se giró y observó que el mencionado ya estaba subiendo las escaleras para ir a su casa. - ¿Haru?

 

- ¡Hermaaanoooo! - le volvió a replicar su hermana pequeña.

 

Makoto seguía sin apartar la mirada de su amigo y de pronto se giró para hablarles.

 

- Está bien, está bien... Lo siento - les acarició la cabeza mientras sonreía. - Pero hoy voy a cenar con Haru, ¿vale?

 

- ¿Eeeeeh? - se quejaron los pequeños.

 

- Para compensaros mañana jugaré con vosotros a ese juego nuevo que hemos comprado - volvió a sonreírles dulcemente.

 

- ¡Está bien! Avisaremos a mamá.

 

- Gracias, y lo siento - volvió a disculparse con amabilidad.

 

Tras observar cómo sus hermanos volvían a casa, comenzó a subir las escaleras rápidamente para alcanzar a Haruka.

 

- ¡Haru! - lo llamó cuando ya estaba a punto de entrar a su casa.

 

- ¿Eh? - éste se giró, confundido, y observó a Makoto pararse junto a él algo sofocado por subir las escaleras corriendo.

 

- ¿Puedo cenar hoy contigo? - le preguntó mientras se incorpora y le dedicaba una sonrisa.

 

- ...

 

- La verdad es que hace un tiempo que no me paso por aquí. Últimamente siempre eres tú el que viene a mi casa. Puedo ayudarte con la cena.

 

- ... Está bien - terminó aceptando el moreno mientras agachaba la mirada, algo avergonzado.

 

Ambos entraron y decidieron ponerse a hacer la comida.

 

- Sólo tienes caballa y arroz, ¿verdad?

 

- ...

 

- Aaah... Como no vaya de compras contigo normalmente no coges otra cosa - se giró a observarlo un momento. - ¿Cuándo vuelven tus padres? Dijiste que iban a venir cuando les dieran las vacaciones, ¿no?

 

- Dentro de dos semanas.

 

- Ya veo... ¿Cómo les está yendo por -

 

- ¿No prefieres estar con tu familia? - lo interrumpió mientras preparaba un poco de ese pescado a la plancha.

 

Makoto se fijó en que estaba algo decaído. Hizo un gesto de negación con la cabeza mientras sonreía y se acercó hacia él.

 

- Está bien. Quería estar contigo un rato más.

 

- Pero... ya sabes... Vas a marcharte. Querrás aprovechar a estar con ellos.

 

- Van a seguir estando ahí, no importa donde vaya - respondió Makoto con un tono tranquilo. - No es como si me fuera para siempre, así que está bien.

 

De pronto Haruka se tensó totalmente.

 

- No está bien... - murmuró mientras apretaba fuertemente la espátula.

 

- ¿Haru?

 

Observó cómo el moreno comenzaba a temblar un poco y se acercó para retirarse el utensilio de cocina y girarlo hacia él.

 

- No está bien... - volvió a repetir.

 

Makoto se fijó en la expresión de tristeza que tenía en el rostro. Realmente parecía que iba a empezar a llorar en cualquier momento. Sintió cómo su corazón volvía a contraerse dolorosamente por verlo así y no pudo soportarlo más.

 

- Haru, ven aquí un momento - le agarró de la mano y lo sentó en una silla para sentarse él en otra mientras le seguía agarrando la mano. - ¿Qué sucede, Haru? - el chico se mantenía con la cabeza agachada y el rostro apático, pero realmente se veía desolado. - ¿Tiene... - dudó un momento y desvió la mirada, nervioso - ¿Tiene que ver conmigo? ¿Con lo de que me marcho a Tokio?

 

Haruka finalmente alzó la mirada y contempló el rostro de Makoto, con tristeza. En ese momento, el castaño se dio completa cuenta de que había dado en el blanco.

 

- Haru... Ya lo he dicho. No es como si fuera a desaparecer - acarició su mano para intentar reconfortarlo mientras seguía con su rostro risueño, algo melancólico.

 

- Pero no será lo mismo - murmuró mientras desviaba la mirada, algo afligido. Makoto observó ese habitual inexpresivo rostro que en esos momentos se mostraba tan entristecido y agachó la mirada, afligido. - Pude aceptar lo de mis padres, aún cuando mi abuela murió. Rin también se marchó, y pude estar bien, pero... porque Makoto... Tú, siempre has estado... junto a mí... y... - desvió la cabeza, consternado, al notar que le empezaba a temblar el labio inferior.

 

Makoto lo volvió a encarar, preocupado. Realmente parecía que fuera a romper a llorar en cualquier momento.

 

- Haru... - lo mencionó, casi en un susurro.

 

El nombrado lo encaró con una expresión totalmente seria y afligida, y después agachó la cabeza para seguir hablando.

 

- Sólo es que siento que algo faltará si tú no estás aquí - confesó finalmente mientras una solitaria lágrima se deslizaba por uno de sus pómulos.

 

Makoto abrió totalmente los ojos y lo observó, nervioso.

 

- ¡Haru! - su cuerpo se impulsó a abrazarlo, sin tan siquiera pensárselo ni un instante.

 

Se mantuvo así durante unos segundos, intentando reconfortarlo, a la par que sentía que Haruka se zafaba un poco de su ropa. En ese momento se dio cuenta de lo que intentaba decirle, "Me sentiré sólo en esta casa si tú no estás aquí, pero no voy a decirte que no te vayas porque no sería justo, no sería nada más que un egoísta". La verdad es que a él también lo entristecía totalmente el tener que separarse de él. Después de haber estado toda la vida juntos, preocupándose porque estuviera bien, porque no se sintiera sólo... No culpaba a sus padres por ello, pero eran la principal razón por la cual Haruka era así, tan inexpresivo, tan distante... Su entorno era totalmente diferente al suyo. Por eso siempre tuvo claro que haría lo que fuera para hacerlo feliz.

 

- Haru... - comprobó que su amigo ya se había calmado y acarició su cabeza de forma cariñosa. - Sé que ahora lo que quieres hacer es disfrutar mientras sigues mejorando en la natación, así que lo mejor sería que ingresaras en algún lugar con buenos entrenadores - se mantuvo un momento en silencio, sintiendo cómo Haruka terminaba afirmando con la cabeza. - Así que... ¿Ve-Vendrías conmigo a Tokio? - preguntó mientras se le entrecortaba un poco la voz por los nervios.

 

Haruka se separó repentinamente para mirarlo a los ojos. Tenía esas orbes color zafiro totalmente abiertas mientras arrojaban un centelleante brillo. Tras permanecer así unos segundos, reaccionó y afirmó con la cabeza, a la par que la descendía y encogía un poco su cuerpo, presa de la emoción. Makoto sonrió totalmente feliz mientras notaba cómo se le humedecían los ojos.

 

- Aah... Menos mal que has aceptado - comentó a la par que sentía que su corazón se calmaba y un sentimiento de calidez lo envolvía por completo.

 

Haru observó que había comenzado a llorar de una forma muy tierna mientras sonreía e intentaba disimularlo girando la cabeza y limpiándose con la manga, y cayó en la cuenta.

 

- ¿Ya habías pensado en proponérmelo? - preguntó mientras lo agarraba del hombro en un intento de hacer que se tranquilizara.

 

- Sí... - murmuró éste mientras dejaba de secarse los ojos. - De hecho ya he estado informándome sobre la universidad a la que voy a ir. También ofrecen becas para formar a nadadores olímpicos. Tú no deberías tenerlo difícil para conseguir una ya que eres realmente impresionante. Pe-Pero no quería forzarte a venir conmigo si preferías ir a algún otro lugar - le dedicó una cándida sonrisa. - Ahora veo que ambos queremos lo mismo, así que está bien. La próxima vez, simplemente... dímelo. No quiero que vuelvas a pasarlo mal por mi culpa, ¿vale, Haru?

 

 

 

Notas finales:

Lo de enseñar a niños a nadar está bien, Makoto, pero sería perfecto si terminaras de entrenador personal de Haru x,D lol

 

Espero que os haya gustado el primer capi :3 Va a ser una historieta muy puke rainbows, y tampoco quiero que se alargue mucho y eso, será cortita ewe

 

Saludos :D

 

 

 

P.D.: Y la caballa se quemó ;_;

 

P.D.2: Sí, estos dos son unos tontitos xD

 

P.D.3: No sé cuándo lo continuaré, porque esto ya lo tenía escrito y tengo unas ideas para la continuación pero em... ando ocupada esta temporada x.x


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