Capítulo No. 12
Buscaron en todas partes, por fin se rindieron y comenzaron a marcar los números de la gente más cercana a ellos.
Ya habían llamado a Sakura, y había prometido comunicarse si sabía de él. El siguiente en la lista, obviamente había sido Kaz, otra vez, pero nada. Ahora él también buscaba por su lado.
Ya habían llamado a todos los conocidos, incluso Tetsuya se había tragado su orgullo y había llamado a Gackt, quién se había dado el lujo de burlarse de él y regañarlo por ser tan idiota como para perderlo, de nuevo.
Tetsuya había regresado al departamento de Hyde, con suerte éste llegaría allí a dormir.
Cerca de las dos de la mañana escuchó la puerta abrirse y corrió a recibirlo, pero…
-¿Qué haces tú aquí?
-Supuse que estarías esperándolo aquí, además te habría llamado a tu móvil pero no tengo el número, así que vine.
-¿Cómo supiste que estaría aquí?
-Es fácil, es lo que yo habría hecho. Por cierto, sé dónde está.- Le dijo el callado guitarrista, extendiéndole un papel.
-¿Te llamó?- preguntó Tetsuya desesperado. Entonces reaccionó. Qué tonto, era Kaz, la actual pareja de Hyde y él pretendía que lo ayudara, sí que era tonto. –Perdóname, yo… sé que no tengo ningún derecho, pero… sé que ustedes están juntos y yo…
-Hyde es libre, entre nosotros ya no hay nada. Dudo que alguna vez lo hubiera.- Se dijo a sí mismo, aunque Tetsuya logró escucharlo. -Así que por favor no lo eches a perder esta vez, ¿quieres?, no dudaré en recuperarlo si vuelves a cometer otra estupidez así.
Tetsuya le sonrió agradecido, y se prometió a sí mismo, que si podía recuperarlo, no lo volvería a perder. No se lo permitiría. Jamás. Tomó la dirección y corrió a su encuentro.
Claro, que idiota era. ¿Cómo podía haberlo olvidado?, por supuesto que Hyde estaría allí, siempre que se sentía perdido iba a ese lugar, ese parque.
“Cuando llegaron por primera vez a Tokyo, Hyde se sintió abrumado por la celeridad de una ciudad tan grande como esa. Se sentía tan pequeño, tan insignificante, odiaba sentirse así.
En algún punto perdió la confianza en sí mismo.
Un día cuando se sintió tan asfixiado por todo lo que estaba pasando. Renunció. Sí, dejaba la banda.
Le había dicho a Tetsuya que él no era vocalista, era un simple guitarrista. Le había dicho que podía encontrar otro mucho mejor que él, y que entonces alcanzarían el cielo. Corrió fuera del edificio y caminó tanto, hasta que los pies le dolieron. Había llegado hasta ese parque para cuando se ponía el sol. Sonrió al verlo. Era el mismo… era idéntico al que solía visitar en Osaka, donde se reunía con sus amigos. Donde se sentó a hablar por primera vez con Tetsuya. “¿cómo es que una banda de rock tiene un nombre tan tonto como “arcoíris”?”le había preguntado Hyde en ese entonces. “Es porque estaremos en el cielo, ya verás, nosotros seremos el “arcoíris” después de la tormenta” y Tetsuya le había sonreído por primera vez. Ese simple recuerdo le había hecho sonrojarse.
Había pasado la tarde pensando, recordando. Una sonrisa se dibujó en el rostro de Hyde al escuchar la voz de Tetsu, que le había dado alcance. Mientras hablaba, o mejor dicho, mientras Tetsu hablaba, Hyde rememoraba ese momento vivido hacía un par de años. Lo atesoraba. Y sin saber cómo o por qué, ese simple recuerdo, la sonrisa de Tetsu, le había dado la seguridad que necesitaba. Fue por ese entonces que decidió que cantaría sólo para él.
Sin percatarse de que un pequeño sentimiento estaba germinando en su interior.”
-Por fin te encuentro, Doiha, estaba muy preocupado por ti.- Al no recibir ninguna respuesta se acercó a él. Hyde no se movió. Se sentó a su lado y prosiguió- Lo olvidé. Fue él quien me dijo que estarías aquí.- confesó avergonzado.
-¿Por qué no me dijiste? Si me hubieras dicho que ella se aprovechó de la situación, yo… -no lo observaba, tenía la mirada perdida en algún punto en el horizonte –si tan sólo me hubieras dicho que te mudaste o que te estabas divorciando, entonces yo…
-Doiha… perdóname. Necesitaba tiempo. Creí que si te lo decía entonces tú te culparías.- Se acercó más a él. –Y aquí el único culpable soy yo.-
Hyde por fin lo miró, profundamente, intentó sonreírle pero no pudo, sólo logró hacer una mueca extraña, y no atinó más que bajar la mirada.
-Lo he pensado mucho, Tetchan.- Recargó la cabeza en el hombro del bajista. –Tal vez nosotros no debemos estar juntos, después de todo, sólo les hacemos daño a los que nos importan, tal vez estamos tan concentrados en lo nuestro que no nos damos cuenta del daño que les ocasionamos a las demás personas, y…
-Basta Doiha.- Se había movido para poder verlo a los ojos. –Esta es la razón por la que no te dije nada desde un principio. Pensaba contártelo una vez que todo se calmara. Una vez que arreglara las cosas con ella.- No quería nombrarla, no quería herir aún más a Hyde.
-Sí, pero nunca me dijiste nada. Tuviste muchas oportunidades y no me lo dijiste. Aquella vez en el café. O el día en que fuiste a mi departamento. O mientras estábamos de gira.- Sonrió tristemente. -Tal vez inconscientemente te negabas a decírmelo, porque… tal vez…
-Doiha…- lo tomó de las manos –estaba asustado. Confundido. Especialmente el día que fui a tu departamento, pensaba confesarte todo pero… cuando vi a Kaz allí, yo… no pude, creí que realmente me habías olvidado, que ya no sentías nada por mí. Yo sólo quería que tú fueras feliz. Lo que fuera que eso implicara.
-Lo intenté…- sonrió amargamente –intenté olvidarte, pero no pude. Te amo demasiado Tetchan.- volvió a acurrucarse en el cuello del bajista. -¿Soy una mala persona por querer estar contigo? ¿Por ser tan egoísta?
-No, claro que no.- Lo tomó de las mejillas para obligarlo a mirarlo a los ojos.-Podemos hacer que esto funcione Doiha, ya no cometeremos más errores. ¿Quieres intentarlo Hyde?
-¿Y tu familia?- bajó la mirada.
-Hyde… ahora tú eres mi única familia.
-¿Y tu hijo?
-No dejaré de verlo. Aunque no lo creas Ayana es una persona muy razonable y llegamos a un acuerdo pacíficamente.
-¿De verdad?, porque esta mañana no parecía muy razonable. – Dijo con ironía.
-Sólo está herida. No debió haberse descargado contigo. Dale tiempo.
-…mmm…- Asintió. Por fin una verdadera sonrisa. –Tengo frío.- Se acurrucó en sus brazos.
-Vamos, te llevo a casa. No quiero que te resfríes.- Deshizo el abrazo.
Antes de que Tetsu se levantara Hyde lo atrajo y lo abrazó fuertemente.
-Te extrañe.- Le dijo en un murmullo, cerca de los labios. –Te extrañe tanto- y por fin lo besó. Un beso tierno, dulce. Apenas un rose, temeroso. Tetsuya sonrió, le recordó aquél primer beso. La primera vez que Hyde lo besó.
-Y yo a ti Doiha. No tienes idea de cuánta falta me hacías.- Ahora fue Tetsuya quien lo beso profundamente, familiarizándose, reconociéndolo. Un beso más apasionado. –Creo que ya tenía hartos a Ken y a Yuki con mis lloriqueos- rio al recordarlos. –Por cierto, voy a llamarlos para avisarles que te encontré. –Dijo sacando el celular del bolsillo del pantalón.
-Déjalos, conociendo a Ken, deben estar “ocupados” a estas horas de la noche.- Ambos rieron. Tetsuya se quedó largo rato mirándolo reír, era la primera vez en mucho tiempo que lo veía así, realmente feliz. Era increíble la paz que podía llegar a sentir con tan sólo tenerlo cerca.
-Tienes razón, pobre Yuki- dijo pensativo. Se sentía culpable, ya que sus amigos no habían podido concentrarse en su recién comenzada relación, gracias a los problemas entre él y Hyde. Sonrió. Agradecía tener amigos cómo ellos. -Será mejor que nos vayamos.
-Mmm- Hyde asintió. Pero antes de partir volvió a besarlo, quería recuperar el tiempo perdido.