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MISTAKES por Sakurako

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Notas del capitulo:

Como dije, actualizaré lo más seguido que pueda, antes de iniciar clases. Después será un poquito dificil, pero intentaré no atrasarme mucho. 

Ok. Disfrútenlo por favor. 

Capítulo No. 4

 

La puerta se abrió, entró, y al cerrarla un sonido sordo inundó todo el lugar. Caminó hacia el sofá en la penumbra, temía que al encender la luz, las sombras aparecieran. Se sentó, y sin poder evitarlo hundió el rostro entre sus manos y comenzó a llorar.

Después de un rato, el llanto cesó. Permanecía en la misma posición, pensando en todo lo que había sucedido en ese café, repasando cada palabra que había dicho, pero sobre todo en las que él le había dedicado. Escuchó un sonido, un gorgoreo. Se levantó y caminó hacia la cocina.

Ahí estaba, de espaldas buscando en la alacena quién sabe qué.

Se sintió estúpido. Por un segundo creyó, no, deseó que fuera él, Tetsuya. Que tal vez había llegado antes a su departamento y lo estaba esperando para pedirle perdón y decirle que no podía estar separado de él, que lo amaba tanto que… Sonrió. Era patético.

Pero quien lo esperaba no era su amado bajista, no, era, otra vez, el callado guitarrista que siempre aparecía cuando más lo necesitaba, donde menos se lo esperaba. No sabía si era una habilidad innata o era una habilidad que había adquirido con el tiempo. Tendría que preguntárselo algún día. 

-¿Hace cuánto que estás aquí?- preguntó con voz apenas perceptible.

-El suficiente para saber que necesitas un buen té- respondió sin voltear a verlo -¿dónde los guardas?, ¿no puedo encontrarlos?- Justo en ese momento sintió unos brazos que lo rodeaban y un rostro que se escondía en su espalda.

-Gracias…- susurró.

-No tienes por qué agradecerme, sólo es té…- Sabía exactamente a qué se refería. Se giró y correspondió el abrazo. –Ve a sentarte, en un momento te lo llevaré, ¿sí?, lo necesitas- lo incitó para que regresara al sofá, pero Hyde no se separaba, seguía con el rostro oculto en su pecho.

-Yo aún lo amo,- dijo en un leve susurro, sin levantar el rostro –desearía que fueras tú, desearía poder corresponderte, pero temo que me será difícil olvidarlo… yo quisiera…

-Hyde… yo no te pido que dejes de amarlo, yo no quiero obligarte a nada. Yo sólo quiero que me dejes estar a tu lado, hacerte feliz, aliviar un poco tu dolor.- Dijo con una sonrisa mientras le acariciaba el cabello.

Hyde levanto el rostro, lo miró fijamente, como si quisiera encontrar una mentira en sus palabras, pero la mirada del guitarrista era tan sincera, tan transparente que esa tranquilidad lo invadió. Asintió. Elevó sus manos tomando su rostro y lentamente lo acercó para besarlo. 

 

-¿Cómo sabias que estaría aquí?- preguntó recostado en el sofá, mientras descansaba la cabeza en el regazo del guitarrista, mientras este aún acariciaba su cabello. En la mesa ratona humeaban un par de tasas de té.

-Te conozco demasiado. Sabía que buscarías un lugar para esconderte de… todo,- quiso decir de Tetsuya pero se arrepintió - y qué mejor que tu propio departamento.  

-…Mmm…- asintió.

-Será mejor ir a la cama.- dijo el guitarrista casual, pero Hyde lentamente giró su rostro para verlo a la cara, y Kaz notó algo extraño en la mirada de éste, un brillo que hacía tiempo se había extinguido, o eso pensaba -¿qué?, ¿qué pasa?

-Kaz-chan… apenas empezamos y ya quieres llevarme a la cama?- esa sonrisa socarrona, ese tono burlesco, esa mirada pícara, ya comenzaba a ser el Hyde de antes.

-Idiota… lo que quiero es que descanses- su rostro estaba totalmente rojo, y el tono de ofensa mal fingido, le causó tanta gracia al vocalista que no pudo evitar soltar una risilla. Le gustaba tanto verlo alegre y bromista –tienes que descansar, mañana tenemos que preparar las maletas para el viaje y arreglar los últimos detalles. Mañana será un día muy pesado.

-De acuerdo.- Se levantó y se dirigió a su habitación, no sin antes darle un beso de buenas noches. -¿Y tú?- se giró antes de entrar a su cuarto.

-No te preocupes ya preparé la otra habitación.- Le sonrió -Descansa.

La puerta se cerró.  

 

Ya todo estaba listo. Las maletas en el compartimento, los chicos del staff ya estaban en camino, habían salido hacía dos horas. Y ahora ellos sólo esperaban la llegada de Kaz.

Era increíble. Desde que Hyde se quedaba en casa del guitarrista, éste ya había adquirido los malos hábitos del vocalista.

-¿Dónde rayos está?- preguntó por enésima vez Ju-ken- Hyde, seguro que no le hiciste nada, ¿verdad?, eres capaz de haberlo mordido y chupado toda la sangre del cuerpo, y tal vez ahora yace moribundo en algún lugar de…

-Ya cállate, ¿quieres?, llegará en cualquier momento- realmente le estaba cansando la actitud infantil del bajista. Una cucharada de su propia medicina, pensó.

-Hyde, ¿te dijo algo esta mañana?- el que preguntó esta vez fue Arimatsu, más calmado, pero un tanto preocupado.

-Ya se los dije, me dijo que tenía que hacer algo importante. No me dijo qué.- Agregó, antes de que de que le preguntaran.

A lo lejos se escucharon los pasos apresurados de un guitarrista que corría lo más rápido que sus piernas le permitían.

-Lo siento chicos ya estoy aquí.- Decía con una reverencia a modo de disculpa. –Lo siento mucho, no creí que tardaría tanto. Lo lamento, ¿falta algo?

-Nada solo tú faltabas. Ya podemos irnos.- Dijo Ju-ken molesto, subiendo al autobús. –Y… ¿se puede saber a dónde fuiste?

-Tenía algo importante que recoger.- Dijo mientras se sentaba aun lado de Hyde, ya dentro del autobús.

-Y se puede saber qué es eso taaan importante.- Ironizó el bajista.

-Ya cállate Ju-ken.- Esta vez fue Jin. –Déjalo en paz.- Arimatsu y Hyde rieron por lo bajo, lo que molestó aún más al bajista. Kaz sólo le sonrió a modo de disculpa.

-Ten…- murmuro, para que nadie le escuchara. Le tendió un paquete al vocalista.

-¿Qué es?- estaba realmente curioso y comenzó a abrirlo. -¿Una libreta nueva?, y es de cuero- Sonrió ampliamente mientras acariciaba su nombre grabado con letras plateadas. -¿Dónde la conseguiste?

-Bueno… dijiste que necesitabas una y, pues hace tiempo mandé encuadernar y grabar ésta.- Sonrió nervioso. –Quería dártela antes de iniciar la gira.

-Gracias…- Entrelazó los dedos con los del guitarrista y descansó la cabeza en su hombro, sonriendo tontamente. Sonrisa que los demás notaron, pero ninguno dijo nada. Todos sabían que Hyde la estaba pasando mal, así que verlo sonreír de esa manera les causaba cierto alivio. 

Notas finales:

Espero les agrade el rumbo que lleva la historia. 

Continuará...


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