~~~~~~~~~~ FLASHBACK - BAEKHYUN POV ~~~~~~~~~
Estaba en éxtasis a causa del juego. Era nuevo en esto pero el hecho de que fuese ganando incitaba la culminación del elevo de mi ego. A mi oponente le quedaban pocas piezas, y lo tenía en jaque.
Comenzaba a creer que se estaba dejando perder a propósito. Yo no era más que un principiante y él, ¡tenía hasta premios! Si, era más que obvio. Pero aun así me sentía feliz. Tal vez por la atención que estaba recibiendo, por la amabilidad que me mostraba y unos ojos que no apartaban su vista de los míos desde el comienzo. Pasó un largo tiempo, ya que tardaba tal vez, demasiado, en hacer cada movimiento. Mi acompañante hizo una media sonrisa, tomo mi mano lo más delicadamente posible, como si temiera lastimarla. Yo le permití hacerse con ella; sujeto al rey blanco, el equipo que estaba bajo mi dominio, y con él, empujo al rey negro sacándolo del tablero de juego. Finalizó diciendo: "desde el comienzo habías ganado" sin dejar de mirarme con esas perlas oscuras, las que ya me estaban causando todo un enredo de pensamientos, y ligero temblor en las piernas.
Bufé algo molesto por tal actitud, me había emocionado, probablemente para él no era algo de importancia, pero para mí sí.
- Vamos pequeño, tendremos mucho tiempo para eso después. - Intento arreglarlo con esa actitud coqueta con la que se había ganado una inmensa fama entre muchas personas. - Se levantó de su asiento y comenzó a acercarse lentamente a mí.
- Si no quieres que me vaya entonces no me dejes ir - Esa voz seductora era la que me había traído aquí. Por esa voz tenía las más sucias fantasías cada noche que no lograba encontrar los brazos de Morfeo. Sólo por esa voz lograba terminar mis masturbaciones con total éxito; escucharla llamar mi nombre, y decir las mayores perversiones que mi mente conocía... Deje salir un profundo suspiro, junto con mis preocupaciones, el recuerdo de un rostro cruel y un poco de orgullo. Ya estaba frente a mí. - Abre tu boca - Adentro su dedo índice en mi boca. Pasaba suavemente su dedo en mis dientes inferiores. Ya sentía mis mejillas arder, no quería que se percatara de ello. Sólo lo observaba a los ojos con una expresión de enojo, aunque en el fondo quería decirle que no parara. - Quítate la ropa.
- ¡¿Qué estás diciendo?! Claro que no. - Exclame algo aturdido, a lo que él respondió encarcelándome contra la pared. Uso una de sus manos para tratar de evitar que hiciera movimiento alguno, y la otra, la metió dentro de mi pantalón. Comenzó a frotar suavemente mi miembro, por encima de la ropa interior. Sólo deje escapar un leve gemido.
- Suficiente. - Dijo sacando su mano de mi pantalón.
- Maldito bastardo... - Sólo pude decir esto mientras trataba de ocultar mi agitada respiración y me quede reposando sobre el suelo. El otro de espaldas, con cierta pereza y un cambio de actitud, giro su rostro sobre su hombro y me lanzó una mirada fría, que a la vez mostraba algo de desinterés, y de esa forma, sin decir nada más, salió de la habitación.
- ¡Hey! ¡Espera! - Intente detenerlo. Puse una mano sobre su hombro e intente tomar un poco de aire, pues había quedado hecho un desastre por un simple roce de su mano. - Rio para sí mismo y me observo de pies a cabeza con una sonrisa pícara. Se lamio los labios, se acercó a mí y paso su brazo izquierdo por detrás sujetando fuertemente mi trasero y con su mano desocupada me tomo del mentón. Parecía ahora más serio, si me veía así, podría jurar que era una persona seria, algo que en él, nadie se creería.
- ¿Me tienes miedo Baek? ¿Tienes miedo de perder el control por mí? Si te vieras a ti mismo cuando te deshaces ante mi presencia, podría pensar en la posibilidad de... hacerte mío. - La mano que me sostenía por detrás pasó a sujetar suavemente mi rostro, ambas manos sobre él, acariciando mis mejillas con su dedo pulgar, sin perder ambos la vista del contrario. Otro profundo suspiro. Uno más y mi alma también se iría.
En un fuerte impulso mis labios buscaron los suyos, giro su rostro evitándolo. Sentí una pequeña sensación de malestar.
Soltó mi rostro y permaneció viendo a la nada y pensando en, sabrá Dios en que pensaba aquél tipo que cargaba cierta aura de misterio - Oye bonito - Regreso en sí. - El viernes habrá una fiesta, será una gran fiesta, asistirán muchas personas, tendrán alcohol también, creo que será para recordar. ¿Quieres venir? Estarán también algunos amigos ahí, personas que has visto ya antes. La dirección y la hora te las hago saber mañana. Espero verte. - Intento sonreír de manera amable, ¿más formal?, no lo sé, como si lo que sucedió hace segundos fuese sólo una ilusión creada por mi confusa mente, por mi desesperado subconsciente en intento de ayuda a salir de esta soledad.
Algo que paso, algo que no paso, algo que pasará.
Cosas totalmente distintas.
Pero había ocurrido. Kim Jongin me estaba invitando a una fiesta. ¡A mí! El chico más popular y codiciado, incluso más que Luhan. - Me voy. Tengo algunos asuntos pendientes, hasta ese el viernes. – Se marchó, dejándome ver la espalda que esperaba desgarrar si tenía la oportunidad, esa fiesta la es, no la desperdiciare.
Las emociones emergidas chocaban unas con otras, encendiendo una llama que creí, había apagado ya.
Elevada felicidad, codiciada atención, un choque de emoción.
Kai... Kim Jongin... Otro bello capricho. Su piel ligeramente morena, su complexión delgada, su altura, todo... Todo en él era perfecto. Ese alborotado cabello café oscuro con el que solía jugar cuando estaba nervioso, esa traviesa sonrisa que hacía derretirse a todo aquél que la presenciara, esa intensa mirada con la que te clavaba sus profundos ojos... ¡Y sus brazos! ¡Ah! Maldito Kim Jongin, me hacía quedar como un completo marica cada vez que lo veía. Estaba pisoteando mi orgullo con el simple hecho de pensar en él.
"¿Qué es lo que usted piensa del amor? ¿Se come? ¿Te da energía? ¿Te consume? No Byun, es algo, con más significado de lo que te podrías imaginar. Bien Baek, entonces dime, ¿para ti qué es?" Puede sonar loco, pero me gusta hablar conmigo mismo, Byun y Baek, yo... Creo que, necesito hacer amigos. Incluso si tuviese no les diría, "¡oye amigo! ¿Qué piensas del amor?" Pensamientos que se mantienen solo en uno, emociones que no puedes describir, ideas que no puedes compartir. ¿Orgullo? ¿Amor? ¿Dinero? Al contrario de Luhan y su inmensa obsesión por el dinero, prefiero quedarme con el orgullo. Ninguno elige al amor. ¿Miedo?
Tan separados por lo que más nos une.
Igualdad.
Había huido de Luhan hace apenas dos semanas. Daño mi autoestima y mi orgullo. Mis puntos más débiles. Él tenía coraje hacia Jongin, envidia... Lo idolatraba demasiado, y eso no le hacía nada de gracia a Luhan. Nuestra inmadurez nos dejó bastantes heridas. Nos lastimamos. Desquitamos toda la rabia que sentíamos con el otro. No tiene sentido... Las tonterías que hicimos, lo que nos dijimos. Arruinamos nuestra amistad por ser tan inmaduros, por no poder ayudarnos a nosotros mismos. Nuestra baja autoestima, nuestra incapacidad para querer, ¿por qué somos tan parecidos mi querido amigo?
No estábamos hechos para estar juntos. Y desde un principio lo sabíamos, pero aun así, decidimos continuar. ¡Y mira! como termino.
Ahora estoy aprendiendo. Creo que necesitaba estar solo para darme cuenta. Tanto tiempo desperdiciado… Si dijera que te extraño sería una mentira. Lo siento, Luhan.
¿Tú me extrañas?
El tiempo corrió más rápido que yo cuando mi mamá va detrás de mí con la chancla. Me encontraba tan ansioso, había pensado en este día toda la semana, soñado con mi capricho y yo juntos. Incluso tenía preparado lo que iba a utilizar esa noche desde el día en que Kai me invito, había pensado en cada detalle, accesorios, zapatos, maquillaje, todo. Sé que no es tan bien visto que un hombre utilice esas pinturas, pero, ¡Todo es culpa de esos tutoriales! Recuerdo que fue en Halloween la primera vez que puse aquellos polvos en mi rostro. Desde esa fecha me volví un maniático de ello. Ahora es extraño que no ande aunque sea con un poco de maquillaje. La verdad, ¡debo decir que se me da muy bien! Bueno, eso no sonó muy masculino… Pero, también… No ha sido un avance para la mejora de mi autoestima. No me siento conforme con mi aspecto, con mi cuerpo, con mi cara… Y el maquillaje encajo perfectamente en mí para cubrir ese rostro que me es difícil ver con satisfacción en el espejo.
Me bañe. Las mil y un horas que tardo no contribuyeron nunca en nada, ya que siempre llego tarde, pero hoy estaba más que preparado, en una hora ya me había arreglado. No era tan bueno idea teniendo en cuenta que la fiesta comenzaba hasta las 9:00pm. y el reloj marcaba las 5:00pm. Tal vez, solo posiblemente, exagere un poco. Comí, leí un rato, jugué los videojuegos que Luhan y yo antes disfrutábamos juntos. ¡Incluso ya cene! Sonó el celular.
"Te espero en la entrada, no quiero que llegues a perderte". Kai... ¡Ya no tengo ni ganas de ir! ¡Todo por estas malditas ansias! Otro mensaje, mismo remitente, sólo la figura de un corazón. Creo que... mis ganas han vuelto más rápido de lo que esperaba.
¿Debería de hacerlo esperar un poco? Quizá para darle algo de emoción al asunto. No. Definitivamente no. Por lo que he escuchado, es una persona de un carácter muy difícil, no me gustaría hacer enojar a alguien con su genio.
La hora ahora marcaba, 8:20pm., quería llegar temprano. Tome las llaves y salí de mi casa lo más rápido que mis piernas me permitieron, no es que tenga las piernas más largas que digamos... ¡Ahí vamos con otro defecto! Si me sobran tantos, ¡¿por qué no pueden convertirse en virtudes?! No necesito perfección, pero ¡ah! algo bueno no me haría daño de vez en cuando.
Tomé un taxi, por suerte que encontré uno rápido.
La espera más larga de mi vida.
Miles de imágenes pasaban por mi mente, Kai y yo, si seguía haciéndome tantas ilusiones, si esperaba algo, terminaría muy lastimado. Supongo que desde el principio lo sabía y por eso mi desesperación porque llegara es momento era demasiada. Tenía la sospecha de una noche que terminaría en lágrimas.
No tuve más tiempo para pensar en que decirle cuando lo viera debido a lo rápido que llegue. 8 minutos no son suficientes, dos horas no lo son, ni una semana lo fue. Pagué al señor del taxi y me baje con algo de inquietud. Estaba acostumbrado a fiestas así, pero el hecho de que Kai me haya invitado hacía la situación completamente diferente.
El lugar era un popular club que solía tener mucha clientela, pero era algo difícil conseguir entrar, la palabra caro mostraba el por qué. Luces por todos lados de todos los colores salían destellando por las ventanas. Unas bocinas gigantes hacían retumbar el lugar con la potencia de su sonido. Entre tantas personas creo que me sería imposible encontrar a Kai
“Perfecto…” Alguien me sujeto del hombro, era él.