- ¡Llegaste temprano! – Sonrío con una expresión de alegría en su rostro. Su comportamiento en algunas ocasiones me hacía pensar que había uno más de él. A veces tan atrevido, pero en otras ocasiones, tan distinto... Gentil, tímido, serio... Me gusta más esta forma de ser suya.
- ¡No calcule bien el tiempo de llegada!, ¡¿Y tus amigos?! - Por lo que veía se encontraba solo. Eso era muy poco común en él, pues siempre andaba de un lado a otro con el grupo de amigos que tenía.
- ¡Están adentro!, ¡¿Entramos?! - Saco su celular antes de que nos moviéramos de ahí. Dio una media sonrisa y contesto.
- ¡¡Chanyeol!! ¡Maldito bastardo! Te encanta hacerme esperar ¡¿Verdad?! ¡Te quiero mostrar algo! – Tenía que gritar debido al ruido que la música producía, sino estuviese acostumbrado a tanto escándalo mis oídos hubiesen explotado ya. Gracias mamá, por tantos regaños, gracias, musité con una sonrisa triunfante. Kai colgó. ¿Un amigo? ¿Su novio? ¡¿Amante?!
- ¡¿Quién era?! - Algún día dejaré de pasar vergüenzas cuando deje de meter las narices en donde no me llaman, ¡pero hoy!, no será ese día.
- ¡Un amigo!, ¡Baekhyun! - Si tú dices Kai... Un amigo, claro... Me preparare mentalmente antes de que lo vea, insisto en que, ¿cuándo vas a comenzar a valorarte Baekhyun? Di un leve suspiro.
- ¡¿Qué?! - Apuesto a que mañana permanecería ronco todo el día.
- ¡Nada! - Hice una cara extraña a la que él respondió con otra cara extraña, ambos reímos. Se acercó a mi acabando con lo que llamamos "espacio personal", sujeto mi mano, como solo él sabía hacerlo, con tanta delicadeza... No podría comparar esa sensación que me llenaba de ilusión a las veces en que Luhan me había sujetado de la mano, normalmente siempre era para tomarme como si fuera de su propiedad, tenía celos de todos, era tan inseguro, absolutamente no confiaba nada en mí. Kai con sus tibias y suaves manos comenzó a introducirme a través de toda la multitud. Empujones y manoseos, si no eres capaz de soportar aquello, entonces las fiestas de ser algo divertido, pasan a ser algo completamente molesto. Tuvo que pasar un extenso tiempo para que pudiera acostumbrarme a ello. Logramos por fin entrar. Había visto fotografías del club a través de internet, pero presenciarlo por mí mismo era otra cosa, ¡Se veía incluso mejor! No como en otros lugares en donde su publicidad termina estafándote peor que los comerciales de comida rápida.
También podía escuchar mis pensamientos, eso ya era algo. El sonido de la música era aproximadamente tres veces menos retumbante que a fuera. Agradecía grandemente por ello. Con sinceridad, odio las fiestas. Casi tanto como odio el dolor del golpe de la chancla en mi cara, supongo que debo controlar un poco mi temperamento para evitar ya esa molesta rutina que practicaba con mi mamá.
Ruido, golpes, alcohol, manoseos, ¡todo! La música a todo volumen, el atasco de personas. Luhan era quien siempre quería aparecerse en todas las grandes fiestas y en los mejores clubes y Baekhyun, tan tonto siguiéndole el juego como siempre. Ya no Baekhyun, no habrá más "si" por respuesta a las cosas que no quieras hacer, a las peticiones, a ¡Nada!, ya no. - Bonito, tengo que buscar a mis amigos, los muy cabrones quien sabe dónde se metieron, les avise que no se movieran de aquí pero ya ves cómo me escuchan, ¿puedes esperarme? - Si lo decía así podía esperar todo el tiempo del mundo. Se había puesto frente a mí, con una de sus manos sujetando mi mejilla y su suave voz hablándome al mismo tiempo que no apartaba sus ojos de los míos, era su mayor táctica para convencer a las personas, ¿Cómo demonios decirle que no a eso? - ¡¿Entonces puedes?! - Grito con todo burlón por la respuesta que no llego debido a lo paralizado que estaba.
- ¡Ya no es necesario que grites tan fuerte! Me dejarás sordo, bien, puedo esperarte - La verdad no quería quedarme solo, otra de las cosas desagradables que me suceden en este tipo de lugares, pues Luhan siempre me abandonaba a los 5 segundos de entrar.
- ¡Lo sé! ¡Yo te llamo cuando los encuentre! ¡No te muevas de aquí!
- ¡¡Sí!! - Lo hacía a propósito, parecíamos ridículos. Haciendo como si me hubiese quedado sordo, tonto...
En segundos lo perdí de vista, como solía perder a Luhan... Es una tontería estar pensando en el a cada momento. Reí para mí mismo. - Adiós a... No habrá más sí por respuesta. No duró ni cinco minutos esa decisión. - Hable en voz baja y deje salir, una vez más, un leve suspiro.
Se supone que no debo mover un sólo musculo de aquí, pero ya han pasado alrededor de diez minutos, ¿Será el lugar realmente enorme? Estoy comenzando a desesperarme y tengo tanta sed.
Agua... Agua... ¡Demonios! Ya me las arreglare para encontrar a Kai.
Buscaba la barra, sino, posiblemente moriría, si, moriría, así de dramático como suena. Dando varios empujones logré llegar, pedí el agua y la debí de un sorbo. Exhale intentando encontrar el oxígeno que ya me estaba haciendo falta. Agradecí al hombre que me atendió, quien se quedó mirándome algo sorprendido por mi desesperación, o tal vez era porque no había pedido alcohol, no lo sé, pero ya comenzaba a molestarme su mirada, me dio el cambio y lo revisé para ver si era correcto, al lado mío había otro chico que al igual que yo trataba de hacerse espacio entre la muchedumbre para poder hacer su pedido, no pude observar su rostro, pero su cuerpo no se veía nada mal... Era… ¿Unos 15 centímetros más alto que yo? No lo sé, nunca fui bueno con las medidas, pero ahí recargando sus brazos sobre la barra, un poco incómodo buscando la manera de pedir una bebida, también que se le permitiera el paso, pues el lugar está repleto, y gracias a eso yo me podía dar el lujo de mirar a detalle su cuerpo, junto con sus atributos, y unas grandes orejas que me sacaron una pequeña risita. Tenía que moverme e ir a buscar a Jongin, pero no quería, o más bien, no podía, sentía que no tendría ya otra oportunidad, era ahora o nunca, debía aprovechar. No lo pensé más, no era tiempo para hacerlo, le di... Una nalgada. Trague algo de saliva por los nervios, ¿Qué es esto que estás haciendo Baekhyun? El giro su rostro y yo rápidamente el mío, hacía el piso claro. Dime que es mentira lo que hice Dios. Mis manos temblaban, no voltees… No lo pude evitar. Me estaba carcomiendo por dentro la curiosidad. Mi mirada se encontró con la suya, me dirigió una sonrisa que no sé cómo clasificar, ¿Dulce? ¿Pícara? Con esa apariencia de niño bueno no podía diferenciar.
- Baekhyun - ¿Debería de empezar ya a acercarme al suelo? Kai no había visto ¿verdad? Yo seguía parado frente al chico de orejas especiales y dulce semblante, a quien acababa de poner mi mano sobre su trasero.
- Que bueno que te encontré, supongo que no te habrías movido si no era por algo necesario - ¿Quién se cree que es? Ni que estuviera tan bueno como para permanecer esperando la mitad de una hora en medio de un motón de molestas personas con miradas insoportables.
- Tenía sed, no pude evitarlo - El chico seguía con sus curiosos ojos nuestros movimientos y se mantenía atento a nuestra conversación. Trágame tierra...
- Discúlpame por haberte dejado ahí. No quería que tuvieras que salir todo manoseado de entre tanta multitud. – Manosear. Ya no quiero escuchar esa palabra por hoy. Kai tan tranquilamente hablando de ello sin saber que yo acababa de hacerle eso a la persona que seguía observándonos sin perder detalle alguno, me preguntó si es que Kai es muy distraído o yo le estoy prestando demasiada importancia, pues en un lugar así, supongo que es normal… Bueno, en las fiestas de todo puede pasar, ya había presenciado de todo.
- Si pequeño, nunca sabes cuando alguien puede aprovecharse de ti en cualquier momento de despiste - Me inmute completamente, era... ¿Esa persona? ¿Le diría a Kai que yo era igual a todo ese montón?
Kai no se sorprendió, su rostro mostraba indiferencia, me dio algo de terror el silencio y su cambio de actitud tan repentinos. Si mencione que la espera en el taxi había sido la más larga de mi vida, retiro lo dicho, esta fue aun peor. Siento como si hubieran pasado horas en esos veinte segundos de silencio total entre nosotros y la persona que se había unido a la conversación. Observe a Kai, su sonrisa se ensancho grandemente y sus ojos brillaron como diamantes recién pulidos.
- ¡Chanyeol! ¡Orejón inocentón! - Los nudos que han estado en mi mente durante el tiempo que llevo de vida se enrollaron aún más. Que coincidencias esas que te hacen pensar en la posibilidad de que cosas tales como el destino existan. Chanyeol... Mierda... Maldigo esta suerte con la que siempre he tenido que lidiar.
- ¡Negro! Ya se te extraña en mi casa - Intentaré no sacar mis propias conclusiones, y, no estorbar. Así que este era el dichoso Chanyeol, el amante-novio-amigo de Kai. Si así es puedo estar tranquilo, se ve que es un buen tipo, me agrada, tiene chispa... ¡Es sonó muy anticuado Baekhyun! Hay... Y luego me quejo de las vergüenzas que suelo pasar.
- Tu familia me ama más que a ti - Comenzó a juguetear con el más alto, porque, de verdad que era más alto que Kai, aunque fuese solo un poco más. Yo solo los observaba intentando dar pequeños pasos lejos de los dos. Kai lo noto. - Quiero presentarte a mi amigo, se llama Baekhyun - Adiós plan de escape.
- Mucho gusto, Byun BaekHyun para servirte - Sonreí forzosamente, tanto que hasta me remordió la conciencia.
- El gusto es mío, Park ChanYeol - Hizo una reverencia y no tuvo que fingir sonreír. Se giró hacia Kai - Es más hermoso de lo que me dijiste Negro, si no fuera porque soy tu amigo te estaría haciendo ya la competencia - Le mostró su lengua juguetonamente. Yo seguía en silencio, pero... Ahora que lo pienso, no debería de estar comportándome así. ¿Tan rápido deje que me afectara? Tengo que ser justo. Esa persona no se merece un mal trato por algo en lo que no tiene culpa. Soy yo el único que lo está viendo como el malo de la historia.
- Púdrete imbécil - Kai se mostró más disgustado que yo. Kai... Tal vez podía presentir la incomodidad por la que estaba pasando.
- ¡Vamos Kai! ¿Ya vas a empezar a ser agresivo? Es sólo una broma.
- ¡Chanyeol! - Los amigos de Kai llegaron, Suho, Kris, Chen y Xiumin. Se aventaron hacia Chanyeol abrazándolo y dándole pequeños empujones, deje de prestar atención. Empecé a ver el panorama, no encajaba en ese lugar. Posiblemente en ninguno, no era la primera vez ni la última en la que tenía que soportar esta situación, con Luhan también lo hice... No te acerques melancolía, espera a la noche; la esperamos una semana, unas horas más no nos matarán. Se me figuro ver una silueta conocida, para mi desgracia, demasiado conocida... Lay. Y lo peor se encontraba a su lado, era tan torpe de mi parte no haber pensado en esta posibilidad. Luhan...
Ahora sí. Mi casa ya me espera, la noche ahora de verdad comienza.
- ¡Baekhyun! - Grito a lo lejos Lay. Se acercó rápidamente y me saludo cordialmente. Lay tenía unos principios y modales muy estrechos, me agradaba eso de él, pero era el confidente más leal de Luhan, eso no me permitía tenerle confianza.
Se regresó a Luhan, como era de esperarse. Kai me sujeto del hombro con un poco de fuerza, sentí un ardor en mis mejillas, que interpretaban mi enojo. Si algo odiaba era que fueran agresivos conmigo, ni siquiera a mis compañeros más cercanos los dejaba, aunque de juego se tratase.
Luhan lo fulmino con la mirada, y Kai, no quería ni ver, su rostro enojado provocaba algo de miedo en mí, me sentía algo impotente, perdía mi fuerza con él en ese estado. Era algo desagradable.
Luhan...
- Baekhyun, ven conmigo - Otra vez tomo mi mano. Otra vez me debilite. Pasamos a través de la multitud, de nuevo a esos molestos empujones, pero respondimos a ellos más bruscamente, fue divertido, poder desquitarme así me ayudaba a relajarme. Llegamos a una habitación. Kai cerró la puerta.
- ¿Hasta cuanto se llega cuando quieres conquistar a alguien? -Su pregunta llamo mi atención, ¿Era una indirecta? Hasta el punto de tener que estar soportando todo esto. ¿O era una broma? Me sentía tan atraído hacia Jongin, pero sabía también que no podía fiarme de él. Aun así, no vino aquí para nada. Y sé que lo sabe perfectamente.
Se sentó en la esquina de la cama que se encontraba en la recamara, me indico que lo hiciera también. Opté por la otra esquina, intentando mantener la mayor lejanía posible. Sólo por el momento, claro. Necesitaba prepararme para lo que venía.
- Dime tú. ¿Qué harías por mí? - Si quieres jugar, jugaremos.
- Nada. Eres más puta que tu amigo Luhan ¿sabes? - Respondió burlón. Parpadee incontables veces, en un corto lapso de tiempo. ¿Qué era lo que acababa de escuchar...?
- ¿Qué mierda dices? ¿El gran Kim Jongin ahora sólo se mete con niños vírgenes y fieles? No me hagas reír Kai. - No me iba a quedar atrás permitiendo que me insultara.
- No soy yo el que se ha acostado con casi todos los hombres de la cuadra - Comenzaba a ver enojo en su mirada, ese enojo que me congelaba...
- ¿Acaso crees que lo he hecho? - Pregunte indignado. Si en realidad supieras... Que lastima que demuestres que eres tan parecido a Luhan.
- ¿Por qué no? Eres Baekhyun. La puta diva que disfruta jugar con las personas. - Lo dijo tan seguro, con frialdad en sus palabras, con molestia en su mirada, ¿Esa era la imagen que tenía de mí? Dolía... Sus acusaciones me estaban lastimando más de la porción que esperaba recibir hoy de dolor. ¿Qué está pasando? ¿Por qué siempre Luhan tiene que salir a la superficie en cualquier tema? En cualquier momento... Siempre. Con mis compañeros, con mis padres, con mis pensamiento... ¡Sólo no quiero saber más de él! Me torturo a mí mismo con mis recuerdos, es suficiente conmigo, pero no. ¿Kai tenía que hacerlo también?, torturarme mucho peor.
- Espera. He dejado de entender el punto de esto. ¿A qué quieres llegar? - Movía sus manos intranquilamente, yo seguía sin entender la situación.
- A puesto a que te encanta que te follen duro, como de seguro el marica de tu amigo te enseño. Ser la pasiva de Luhan ya es demasiado Baekhyun, ¿No tienes dignidad? - Me sentía tan agitado, agobiado, sorprendido, desconozco lo que esté pasando por la cabeza de Kai o lo que este sintiendo, y aun así, seguíamos inmóviles, cada uno en un extremo, en esa habitación en la que reinaba el silencio, quien había aplastado triunfante a esa fastidiosa música. Oscuro, también estaba algo oscuro, pero lograba ver con perfección cada reacción de Kai, cada expresión...
- Vamos, ¿qué mierda tienes? Creo que tanto alcohol ya te afecto. A puesto a que te encantaría estar en su lugar - Intente encararlo, no dejaría que dañara más mi orgullo. No mi más grande debilidad.
- Para darte duro todas las noches, sí - Respire profundo, y estaba mucho más agitado que antes. Sigo sin... entender. Pero por ofensivo que sonó, me hizo sentir algo, algo de emoción... De, felicidad. Ya no continúes. Si lo sigues haciendo, terminarás rompiéndome.
- No bromees. Eres Kai y yo soy Baekhyun. Eso significa que deberías, simplemente pasar de mí. - Mi respiración era irregular. Me miro algo extrañado. Y... con algo de tristeza, si es que mi interpretación es buena.
- ¿En serio tu complejo de inferioridad es tan grande? - Acaso... No. Nadie sabe de eso. Sólo Luhan... ¿Qué estaba pasando...? Cada vez me sentía más perdido.
- ¿Te importa? - Mi lado más grosero comenzaba a mostrarse. Me sentí libre cuando le conteste así a Jongin.
- Sino fueras tan puta, habría pensado seriamente en ti. - ¿Cómo se supone que debo tomarme eso? ¿Me está reclamando ser como ni siquiera era? La gente hablaba mucho, rumores por todas partes, pero si te dejas llevar por sus palabras y no conoces la situación real, distorsionaras las cosas. Kai estaba distorsionando todo.
- ¿Qué estás diciendo...? - Seguía sin apartar su seria mirada. Sentía que podía ver a través de mí.
- Que me encantas idiota, eso. - La distancia que nos separaba se convirtió en sólo dos centímetros, podía sentir su aliente en mi nariz, y mi pecho latir tan fuerte que empezaba a creer que estallaría. Coloco su frente sobre la mía, y rozamos lentamente nuestras narices, cerró sus ojos y estuvimos así por unos momentos. Simples segundos que pueden parecer horas. Hoy experimente tantos momentos así. Di un brinco de sorpresa, su mano estaba sobre mi entrepierna, acariciando sobre ella. Buscaba la manera de desabrochar mi pantalón con una sola mano. Le dio un poco de trabajo pero lo consiguió, bajo la cremallera.
- Espera no... - Me entro pánico.
- ¿Por qué no? ¿Acaso no es lo que querías? - Lo era.
- Creo que no estoy listo Kai... - Su cara reflejaba que no entendía lo que trataba de decir.
- ¿Cómo qué no? Está bien si es Luhan ¿pero yo no puedo? - Luhan tampoco. Luhan... ¿Por qué...? No... ¿Entonces todo esto es por Luhan?
- ¿Haces esto por él? ¿Es por esa competencia que tienen? - Siempre se habían odiado, siempre se insultaban, competían... Kai observo un momento el suelo. Levanto su mirada nuevamente, cambiando su serio semblante por uno que demostraba diversión.
- ¿No lo sabes? ¿No sabes que estuvo apostando? Apostábamos por quien conseguía follarse primero a Baekhyun - Me maree. ¿Luhan había hecho eso? ¿Era capaz? Luhan... No, ¡Eso no puede ser! Él no es así...
- ¡¿Qué?! - Ahora si perdí totalmente el control.
- El sólo quería demostrar el efecto que tenía sobre todos. Y te utilizó a ti, sabiendo que tirabas baba por mí. - Hablaba tan cínicamente. Yo quería llorar, me sentía tan... Insignificante...
- ¿Y apostaron para ver quién de los dos era mejor? - Huye. Corre de ahí, ya no tienes que escuchar más.
- Al principio, pero sabía que no valías la pena, y la envidia y odio que tenía hacia Luhan era realmente porque me cabreaba el hecho de cómo me hacía sentir. Me encanta. Quiero tenerlo en cuatro como te tendré hoy a ti. - ¿Este era el verdadero Kai? ¿Está bien si sólo huyo? ¿Si salgo corriendo de aquí? No. Baekhyun quería terminar aún más lastimado.
- Ese desgraciado. - Tomo mi mano fuertemente. Sentí repulsión. - ¡No me toques! - Me da tanto asco que me toquen. Lo había olvidado, cuando me sentía más vulnerable, cuando esa capa que no me permitía sentir el amor de los demás hacía mí se abría yo, sentía asco de todo. De los abrazos, de los halagos, pero más, que me llegaran a poner un dedo encima. No estaba acostumbrado a sentir el afecto de los demás.
- Vamos, sabes que deseas esto más que nadie - Si cerraba la boca se la cerraría yo del golpe que le daría.
- ¿Por qué haces esto? Yo no soy Luhan, no tengo nada que ver en sus asuntos. Esto no me concierne. - Quedo pensativo, y yo confundido. Demasiado confundido.
- Porque perdí mi oportunidad con él por tu culpa. Estaba totalmente clavado en ti como para llegar siquiera a mirarme. - El tono de su voz disminuía conforme hablaba - Quiero ver si realmente eres tan bueno como él te hizo parecer. Aunque no te ofendas. No eres mi tipo, preferiría mil veces tener a Luhan aquí, y no a alguien que depende de tanta superficialidad. No te compares al pequeño. Siempre supe de tu envidia hacia él, ¿A quién tratabas de engañar? - Me sujeto bruscamente de ambos brazos, el espacio era corto, lo tenía sobre mí con ese gran odio emanando de él.
- Suéltame...
- ¿Qué? ¿No te gusta? Si eres una puta, compórtate como tal.
- ¡Que me sueltes! - Grite con gran furia intentando zafarme de su agarre, pero su fuerza era más que la mía.
- ¡Jongin detente! ¡¿Qué estás haciendo?! - Finalmente mi mente asimilo lo sucedido.
- No... - Mi vista se nublo, era por las lágrimas que comenzaban asomarse. Ahora sí me sentía repugnante y tan estúpido... ¡Tan estúpido! Me deje llevar por un completo imbécil, estuve idiotizado por el tanto tiempo, ¡¿tantas vergüenzas para venir a quedar más humillado?! Me siento fatal...
Salí corriendo, algo tambaleante, y ahora lleno de lágrimas y sollozos, sin volver a dirigir la mirada hacia Jongin. Ya es suficiente. Ya aprendí la lección.
Entre al baño. Me metí en uno de los cubículos y me dormí.
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- Baekhyun, Baekhyun - Escuchaba una voz a lo lejos... ¿Es un sueño? ¡No! Abrí los ojos bruscamente y me di un golpe fuerte con... ¡¿Qué hago aquí?! ¿Me quede dormido? ¿Qué hora es? - ¿estás bien? - Esa voz... Esa persona... Todavía se puede escuchar el sonido de la música, me siento un poco aliviado, capaz y cerraban el club y yo aquí dentro del baño dormido en un cubículo aferrado a mis piernas y con los ojos hinchados. Me levante y sacudí. No quería abrir, me moría de la vergüenza... - ¿Estás bien?
- Yo, bueno, este... perdona por la incómoda de hace rato y por... La nalgada. - La sensación de tranquilidad después de haber llorado tanto y haber logrado conseguir algo de descanso era inexplicable. Después de ello siempre sentía la capacidad de poder decir lo que quisiera, de expresarme sin importar lo que dijeran los demás.
- Perdóname tu a mí. - Miro con una cara de cachorro entristecido al suelo. Levanto la vista con esos grandes ojos llenos de inocencia que tenía e hizo una media sonrisa.
- ¿Por qué?
- Soy muy curioso y no pude evitar escuchar todo lo que dijeron. - Suspiro. Me percate que era alguien que no podía quedarse quieto.
- ¿Qué?
- Lo siento... - Dijo con sinceridad. - ¿Puedo decirte un secreto?
- ¿Qué es? - Pregunte más por cortesía que por interés.
- Kai es un gran mentiroso. Somos amigos desde la infancia, me ha hablado mucho de ti. - ¿Y eso quiere decir...?
- ¿Pues soy su rival no? De seguro de sus formas de deshacerse de mí. - Se rió un poco. Me sentía algo ofendido.
- ¿Tu lo crees? O es mucha envidia, o es por otra razón. - Eso no es posible. ¿Envidia? ¿Kim Jongin? Tonterías.
- No podría tenerme envidia, es imposible. ¿Cuál es la segunda razón? - Pregunté, aunque seguía sin tener interés. Chanyeol lo sabía, pero no se sintió incomodo, ni pareció molestarle.
- Le importas. - No mostré alguna reacción.
- ¡Ja! ¿A Kai? Es como si me dijeran que... que... Hay, olvídalo. - Necesitaba dormir un poco más para que mi inspiración regresara.
- ¿Por qué crees que sabe tanto de ti? Que se muestre tan celoso, que te conozca. - ¡¿Conocerme?! No me hagas reír.
- Claro. Me conoce tanto que me llama "puta", sin saber que en realidad aun soy virgen. Aunque también me llamo envidioso y superficial, eso no lo voy a negar, acertó bien en eso. Al menos tiene buena puntería. - Que vil. - Me quedo con la primera opción. Me tiene envidia, aunque, insisto, es imposible.
- Te espero desde las 8:00 pm. Aunque te cito a las 9:00 pm. Estuvo a fuera esperándote. Dijo todo eso porque envidia a Luhan. Y si recuerdas bien, lo que te dijo no tenía ni pies ni cabeza. Primero que apostaron, para darte una mala imagen de tu amigo, luego, que era porque estaba enamorado de él. ¿No te diste cuenta de sus mentiras? Él es un chico, algo especial... - Ahora si me cabree.
- ¡¿Y por eso me trato así?! Eso no lo justifica. No me conoce, si le importara pudo intentar hacerlo. ¡Es un completo idiota! Mintiendo para culpar a mi amigo de algo que no le concierne, engañándome... ¡¿Qué demonios piensa ese tipo?! - Chanyeol parecía sentirse culpable, y a mí no me importaba. Era la verdad y no me sentiría mal por decirla.
- Lo siento - Hizo una gran reverencia. - Sé que no puedo disculparme en su lugar por el comportamiento tan inmaduro, pero de todas maneras, lo lamento mucho. - Incluso serio no podía perder nada esa cara de ternura.
- Esta bien... No te preocupes por ello. - Tendría que mantener la calma si no quería lastimar a una persona inocente.
- Muchas gracias. - Estrecho mi mano. Eran frías... y grandes. No sentí asco con su tacto, supongo que era por mi indiferencia.
- A ti. - Le respondí. Era un cálido y agradable ambiente. Bueno, ¡estamos en el baño! ¡¿Cómo demonios puede ser eso cálido?! - Reí por mi estupidez.
- ¿Pasa algo? - Rayos... Ha de pensar que estoy loco.
- No, nada. Lo siento. - Ahora si pude sonreírle con sinceridad. - ¿Qué hora es? - Cierto, ya lo había olvidado... Pero, si Chanyeol estaba buscándome no creo que haya pasado mucho tiempo, quizá sólo dormí unos veinte minutos.
- Son las 4:15 am. - Mierda.
- ¡¿Qué?! - Ya podía presentir la chancla en mi cara. - ¿Y cómo supiste que aún estaba aquí? - Fue una coincidencia seguramente.
- Te estuve buscando, en menos de diez minutos te encontré pero estabas profundamente dormido y no quería despertarte, así que me recargue del otro lado de la puerta y te acompañe a la pijamada. Cuando desperté ya eran las 4:00 am. - No es cierto... ¿Por qué hizo algo así?
- ¿Por qué lo hiciste? Me hubieras dejado ahí, no era necesario. Aunque no parezca puedo arreglármelas solo. - Que gran mentira Baekhyun.
- ¡Claro que no! Podrían hacerte algo, no iba a dejarte ahí nada más, pero no podía ser tan insensible como para despertarte, aparte de veías muy bonito mientras dormías. - ¿Qué demonios hace este ángel aquí? Su comentario me hizo sentirme feliz.
- Gracias... - Suspire profundamente - Mi segundo capricho... - Recordé a Kai y la decepción que me había provocado.
- A la tercera va la vencida ¿verdad?
- No. No quiero otro capricho más. Algo, diferente... - Sonrío. Y ahí termino mi segundo capricho, y comenzó, algo más...