~~~~~~~~~~~~~~~ LUHAN POV ~~~~~~~~~~~~~~~
- Sueles repetir mucho las cosas ¿sabes?, Tal vez no sería tan malo tenerte como mi maestro, así quizá pondría atención - No me percaté de que eso pareció más una extraña insinuación.
- Estoy seguro que en esa cabeza tan pequeña que tienes no te cabe nada. - Ya. Ahora sí creo en que la línea de respeto ya está completamente rota.
- ¡Oye! No estoy tan perdido aunque lo creas. ¡Ah! Y para tu información, soy de los más inteligentes de mi clase. - Le dije con tono presumido y sintiendo algo de orgullo al recordar eso. Tal vez no era un completo desastre después de todo. - Dame mi celular, quiero saber qué hora es, y en primera, ¿qué estoy haciendo aquí?
- Chico inteligente, te quedaste dormido ayer en el auto, tuve que cargar tu pesado cuerpo hasta acá y te deje dormir en mi cama, deberías de estar al menos un poco agradecido. ¡Ah! Tienes bonitas fotos por cierto. - Me arrojo el celular de forma descuidada haciendo que me sobresaltara un poco.
- No es mi culpa. Estaba agotado, ayer tuve un pésimo día, aunque no significa que hoy vaya a mejorar o que lo que escuche ayer haya sido solo una mentira o algún mal sueño. - El sonido de mi voz iba disminuyendo al recordar. ¿Qué más daba? Tenía que resignarme. Sehun era algo extraño. No parecía mostrar pena hacia mí, parecía, indiferente... ¿Eso era algo bueno? No era como si estuviese esperando que todo el mundo fuese más amable conmigo por esta noticia ni nada. ¿O tal vez si...? ¡Que contradictorio! Sentía algo de desagrado por ello, pero a la vez, tranquilidad. Necesito aprender a entenderme a mí mismo, no quiero seguir teniendo estos problemas internos, quiero madurar... Sería una vergüenza ser una carga todo el tiempo, o estar tratando de descargar mi cólera contra los demás, no por nada Baekhyun me había dejado.
- Tengo que ir a trabajar enano, tu padre se pondría furioso si llego incluso cinco minutos antes de mi turno, ya sabes como es. Puedes quedarte mientras llego, si quieres claro. Ten una copia de la llave por si quieres salir un rato. ¡Ah! También, tu hamburguesa se quedó en el refrigerador, debes comer algo, aunque... Creo que es algo muy pesado para tales horas, mejor déjala para la tarde - ¿Cómo podía tenerme tal confianza como para dejarme una copia de las llaves de su departamento? Y al escucharlo hablar así, ¡me recordó un poco a mi mamá! Que hombre tan extraño...
- ¿Eso significa que tengo que estar aquí para cuando llegues? Al darme las llaves lo afirma. - Si ya no sentía vergüenza por casi nada, ¡ahora realmente no la tenía! No hay nada más maravilloso que poder decir lo que uno quiere. Antes no era capaz de eso, ahora ya nada importa.
- Vaya, eres astuto. Te debo una cena. - Pasó sus manos por mis cabellos castaños, sentí un poco de calidez.
- Gracias. - Dije indiferente por no saber cómo reaccionar. Sehun tomo las llaves de su auto y salió más rápido que yo cuando... Sí, eso mismo. Cuando corro lejos de la chancla voladora.
Ahora me encontraba en su apartamento, y todavía, en su cama. Un leve olor a perfume la cubría. Me aferre fuertemente a las blancas sábanas, era la gloria estar ahí... Pero no podía permanecer acostado todo el día, ¿o sí?
Tomé mi celular para entretenerme un rato en el que debatía si salir o no de la cama, vi la hora y aún tenía tiempo para ir a clases. Si algo odiaba, bueno, en realidad odio muchas cosas, pero sentía la necesidad de ir, quizá porque no me gustaba faltar y andar todo atrasado con los deberes, o... Estar al menos ahí, como si nada hubiese pasado. No creo que Lay allá corrido el rumor, ya sería demasiado por su parte. Aunque tampoco podía fiarme mucho de él...
Decidí que iría. Me levante, y con tiempo aun, busque el baño para tomar una ducha. ¿Sería correcto si lo hacía? Estaba seguro de que no lo era, pero no podía irme así, además, la curiosidad me carcomía por dentro, pues todo el departamento era enorme, no podría evitar por mucho tiempo la tentación de ver cada rincón de él. Lo busque pasando por la sala de estar, la cocina, otra habitación que se encontraba llena de papeles y libros, pero como todo un obsesionado por la organización, estaba completamente ordenado, y tenía un ambiente agradable. Por fin encontré el baño, posiblemente sentía más atracción hacia este porque suele la parte más íntima de la casa. Incluso tuve algo de nerviosismo y trague con dificultad la saliva que ya se estaba acumulando en mi boca por la ansiedad y una sensación de estar siendo vigilado, o que en cualquier momento Sehun aparecería para decirme "¿qué estás haciendo', ¿por qué estás husmeando?" o algo por el estilo. También éste era grande, y casi completamente blanco. Posiblemente tenga una obsesión por este color... Yo me sentiría en un psiquiátrico, pero, pues cada quien sus gustos. Limpio y ordenado, con un agradable olor. Un cesto de ropa sucia hizo a mis manos moverse por inercia hasta abrirlo y observar lo que había dentro de él. Algunos atuendos a los que no preste atención, y unos boxers color negro se asomaban. "Oh Luhan, ahora compruebo que eres un completo pervertido. No, no, no... ¿Por qué me siento tan atraído y excitado por algo así? Necesito ir al baño... Ah, bien... ¿Y ahora?" Si me lo pensara dos veces, como quiera terminaría haciéndolo... Con manos algo temblorosas busque torpemente el cierre del pantalón, no sin antes deshacerme de la camisa que traía puesta. Sin saber cómo, en menos de un minuto termine completamente desnudo en la bañera cuyo color, a diferencia de todo lo demás del baño, no era blanca, era de mármol color café. Intente relajarme un poco, estaba más tenso que de costumbre, y sentía una insoportable agitación, y un miedo de que él llegase a enterarse de esto. Sentado, recargue mi cabeza sobre la pared, y tome mi miembro entre mis manos, sin poder evitar pensar en algo más que no fuese él. Comencé a masturbarlo suavemente dejando escapar uno que otro gemido, mi mano derecha lo sostenía en la izquierda mantenía sujetados los boxers. Estaba empezando a desesperarme, lo masturbe cada vez con más velocidad, me estaba siendo difícil lograr el orgasmo, hasta que intente visualizarlo a él haciendo este trabajo por mí y, toque el cielo; para después, estrellarme fuertemente con el terrible pavimento. Unas horrorosas ganas de vomitar me invadieron. Salí rápidamente de la bañera para ir a chocar con el inodoro, a veces suelo ser algo torpe, y por decir a veces, creo que estaría bien tomarlo por casi siempre, o quizá, bueno, siempre, sí, lo admito, pero prometo mejorar. Ya no quiero meter la pata cada vez que lo intento menos. Estuve por un rato al lado del inodoro, nada salía. Bien... Falsa alarma, ¿qué fue ese dolor? Una sensación molesta me invadió, me puse mi ropa y salí del baño. "Lo siento Dios... Si es que existes. No me molestaría si me dieras una mano en estos momentos..."
Al colegio. Ese era mi entretenimiento ahora, el cual, casi toda mi vida desde que tengo memoria, he odiado y evitado. Pero posiblemente sería agradable, más que la noticia que recibí ayer. Comparado a eso, todo podría considerarlo agradable...
Me fui directo hacia allá. Tome el autobús y recé porque nadie supiera nada y todos me vieran con los mismos ojos de siempre. Algunos con odio, algunos con suplica porque les regrese la mirada, otros con lujuria... Daba igual, cualquiera de ellas era mejor a una mirada de pena o asco. ¿Que sería lo primero que vería...? Llamé a Lay.
- ¡Hey! Tonto, ¿dónde estás? - Trate de disimular. Sería mejor hacer como nada hubiese pasado.
- ¿Luhan...? ¿Eres tú? - ¿Qué le pasa?
- ¿Quién más va a ser? ¿Ahora además de olvidar todo también eres retrasado? - No hubo respuesta.
- Lo siento. ¿En dónde estás?
- Voy para allá. Supongo que estás en el colegio. Una falta más y creo que te expulsan. - Dije en tono burlón.
- ¿Qué? ¿Vas a venir? - Lay... ¿Qué demonios?
- Si... Tengo que ir ¿no? Sabes, adiós, prefiero no perder mi tiempo. - Colgué algo estresado. Si de algo me arrepintiese en mi vida sería el no haber podido hacer nunca un verdadero amigo. Tenía muchos conocidos y compañeros, algunos otros tipos que me buscaban solo para follar y yo se los permitía si me gustaban sus rostros. Creo que puedo decir que soy como toda una puta, como ya me llaman, pero eso no me molesta, reconozco que lo que hago o digo no le parece a nadie, pero tampoco pienso que debo de seguir los estándares de la sociedad. Puedo hacer lo que me plazca, con este rostro, no divertirse sería un grave pecado. ¿Por qué no podría aprovechar algo así? Lo que algunos no tienen, es algo que disfruto día a día. Y no puedo decir que me da pena por ellos, pues no pienso que todo en esta vida debe ser belleza, pero soy un amante de ella, y de la superficialidad, pero más que nada, de personas con total confianza en sí mismas, sin tener que depender de un recurso que muchos utilizan para obtener lo que quieren. Como posiblemente yo. La confianza en uno mismo es lo más respetable para mí. Aquellos a quienes he conocido que no son vistos como los más guapos ni hermosas, pero que se aceptan como son, que se quieren, respetan y tiene plena confianza en lo que pueden hacer y lograr. Estimo a esa clase de personas. Pero creo que me salí del tema. ¡Quiero un amigo ahora! Alguien quien esté a mi lado a todo momento preocupándose por mí, ayudándome, divirtiéndose conmigo, escuchándome, que confíe y que yo pueda confiar en él, como un hermano... Suspire sintiendo a mi alma salir junto con ese aire. Siendo tan joven no debería de estar tan desgastado ni agotado. También recordé a Baekhyun. ¡Mierda! Todo lo que veo, todo lo que me rodea, todo me recuerda a lo malo que he hecho hasta ahora. Siempre que terminaba un curso, siempre hacía como si empezase de nuevo, como si estuviese renaciendo. Siempre intento empezar de nuevo, ¿acaso soy tan cobarde como para no poder cambiar las cosas que ya hice mal a algo mejor? Siempre termino huyendo... Y pensé en eso cuando recordé a Baek. Buscar a alguien más y volver a empezar. ¿Con esta infección? No puedo hacerlo, ya no... No quiero estar toda mi vida huyendo, intentando que las personas se acoplen a mí, y si no lo logran, desecharlas, no quiero... Me siento como un total cobarde, esto es fatal. Y las lágrimas comenzaban a asomarse otra vez. No podía, no debía. No quería que me vieran llorar y empezaran a hacer rumores tontos. Me seque las pocas gotas que salieron de mis ojos y cuando llegue, intente tomar algo de valor para bajar del autobús. Me sentía tan ansioso. Di mis pasos rápidos, casi como si estuviese corriendo. Algunos se giraban a verme, y yo pasaba de ellos, era normal para mí. Luego por cosas del destino vi a Lay. No sé si es algo bueno o malo, pero para no tener que andar solo preferí acercarme a él. Cuando ya estaba cerca, sus amigos se percataron y me miraron extrañados.
- Luhan... No deberías de haber venido. - Este unicornio drogado cada vez decía más incoherencias.
- ¿Qué? Lay, ya estás perdido. Si sigues así Suho ya no te va a querer. - Se veía algo desconcertado y a la vez asustado.
- Lo siento Luhan. - Se apartó de mí y salió corriendo. - Sin prestarle mucha atención a su extraño comportamiento entre al colegio. Y Dios dijo "Hágase el silencio" Ah, no, no dijo eso. Bueno, el punto es que todos se callaron. Al principio no entendí, pero iban haciéndose algunos murmullos, y se alejaban de mí conforme pasaba por los pasillos. No es cierto... Lay...
- ¡Miren es el chico con sida! - Alguien de entre la multitud grito en tono burlón. ¿Cómo? ¿Lay era tan capaz de hacerme esto? ¿Acaso no podía cerrar nunca la maldita boca? ¡Mierda! Acelere, si es que se podía, más el paso. Pero me sentía extrañamente débil. Todos me evitaban, giraban su mirada cuando se cruzaba con la mía, otros se burlaban, pero todos murmuraban sobre mí. Tenía miedo. Hace mucho que no tenía esta clase de miedo, en la que solo quería sentirme protegido por alguien. Quería esconderme. Quería correr lo más lejos posible de ahí. El tiemble sonó, las clases ya comenzarían. ¿Debía entrar? La cosa solo empeoraría. Pero mi maestro me vio. No podía escapar ya.
Entre al salón. El silencio fue incluso más desgarrador que el anterior. Mi maestro ya se encontraba ahí, pero pude prever que, el también ya estaba bien enterado. Tome un asiento en frente que se encontraba vacío, sentía todas las miradas puestas en mí, me encogí de hombros por la incomodidad. Baekhyun también debía encontrarse aquí, pero tales fueron mis nervios que no me percaté de ello.
- ¿Escuchaste que Luhan tiene sida? - La voz de una chica resonó en todo el salón, por tanta tensión puesta en mis hombros y un enorme agujero en el estómago no pude reconocer de quien era la voz. El maestro abrió los ojos como platos, eso me hizo pensar que entonces no sabía de la noticia. El salón entero comenzó a murmurar destrozando el silencio, el que había sorprendido algo a mi maestro, pues mi grupo era de los más ruidosos y no era normal encontrar una escena tan pacifica en él.
Quería huir, vaya... Sólo he pensado en eso desde que llegue, desde que supe que Lay era un maldito tipo al que no se le podía confiar nada. "Uno, dos, tres, corre." Mis piernas tambaleaban y las sentía demasiado pesadas... Mi vista se nublo, y en un mal paso el suelo y yo nos volvimos uno. Bien, como dije anteriormente, esta torpeza como me causa problemas, tengo que empezar a manejarla o pensare seriamente en la estrecha relación que tenemos el suelo y yo. No hice esfuerzo por pararme, no sentía las ganas de hacerlo, sólo me quede ahí plasmado como un tonto, y una que otra persona pasaba mirándome extrañamente, pero nadie tenía la voluntad para ayudarme.
Alguien me tomo del brazo bruscamente, y comenzó a levantar mi pesado cuerpo del piso, no puse nada de mi parte para ayudarlo, no quería hacerlo. Me sentía cómodo así.
- ¿Por qué demonios tienes que llamar siempre la atención así? - Me sorprendí un poco y sentí que el aliento de esa persona me había regresado algo de energía. - Párate, maldita sea... Pesas más de lo que parece. - Sonreí algo atontado, tantas situaciones extrañas habían pasado en tan poco tiempo. Desde un tiempo viví con tanta adrenalina y haciendo siempre lo que me viniera en gana, pero aun sentía que nada podía compensar los días en los que no sabía cómo exteriorizarme, los días en los que me sentía como si no tuviera vida, como si no fuera yo, y ahora, por estúpido que suene, me sentía en una aventura de esas en las que al protagonista le pasa de todo pero el final termina en uno feliz. Me pregunto si podré vivir algo así. O tal vez es por... - ¡Hey! ¿Me estás escuchando retrasado mental?
- ¡Lo siento!, lo siento... Y, gracias... ¿Desde cuándo tú haces este tipo de cosas? Digo... Soy yo, y tú eres... El punto es que nos odiamos porque, tú - Dije señalándolo - Me quieres quitar a mi Baek. - ¿Mío? Debo de pensar bien antes de abrir mi enorme boca.
- ¿Tu Baek?, eso ya paso Luhan, ya ni siquiera el más feo te pondrá atención con esa infección que llevas, que por cierto, conseguiste porque eres un imbécil. Y tu Baek, ya está con alguien más, alguien que si lo valora y lo respeta.
- ¿Y tú lo permitiste...? ¿No eras tú el que se iba follar a Baekhyun? Y no sé qué tantas cosas más decías. Creo saber quién es, y se ve como alguien distinto de nosotros dos... Pero hubiese preferido que fueses tu idiota... - Mis lágrimas ya no podrían ser detenidas. - Tú eras el único que estaba enamorado de Baekhyun, estabas totalmente cegado por él, y yo sólo... ¡Eres un tonto! - Perdí el control y comencé a gritarle a Kai. Ahora si me arrepentía de no haberle dejado el camino libre, el, a pesar de todo, no era un mal chico... Y quería mucho a Baekhyun, podía percatarme de ello por como lo miraba, como lo trataba y todo el odio que mostraba hacia mí.
- Luhan, cálmate, ¿qué demonios te pasa? ¿Desde cuándo te volviste tan marica? Bueno, con la notica supongo que, olvídalo... Te acompaño a tu casa, estoy harto de los rumores que llevo escuchando toda la mañana. - Ahora mi mente se ha aclarado un poco, ayer vi a Baekhyun y él ya lo sabía... A Lay enserio que no se le escapa nada.
- Fue Lay el que esparció el rumor ¿verdad? ¿No has visto a Baekhyun hoy? No lo vi en el salón, no puse mucha atención, no quería cruzar mi mirada con nadie. - Preguntaba lo obvio. Fui yo quien se lo había contado.
- No lo he visto, tal vez prefirió no ser parte de esto. A él también lo molestarían, si es que pensaste un poco. - Me miro con algo de preocupación y cierto enojo. - No llegaste a tocarle un sólo cabello ¿o sí? No me gustaría saber que él está como tú - Eso me dolió. El pensar que Kai estaba un poco preocupado por mí, pero que realmente lo hacía por Baek.
- Baek está limpio, por si es lo que quieres saber.
Siguió su camino una vez que llegamos a mi casa, a la que ni siquiera tuve las ganas de entrar, y opté por otro camino. Mamá posiblemente no querría verme, y mi papá está en el trabajo. Había un edificio al que solía ir cuando sentía que todo se me venía encima, era muy alto, y también se podía disfrutar de una gran vista, lo que me hacía sentirme a veces mejor, y lo que otras veces, me hacía perder la cabeza y querer arrojarme de, al menos, un lugar que sentía, alcanzaba el cielo.
Baekhyun también iba, se nos hizo costumbre ese lugar. Tan desolado, tan maravilloso... Si me quitase la vida, me gustaría que fuese ahí. Y sin pensarlo más, me dirigí hacia allá. Sehun no me dijo a qué hora regresaba, pero iría un poco más tarde, ya cuando estuviese oscureciendo. Tomé otra vez el autobús, y cuando llegue, sentí un viento melancólico. ¿Cuándo había sido la última vez que había pisado este mismo suelo? ¿Y cuándo la primera? De todas las veces que he ido, ya no puedo ni recordar. Pero no es necesario, ¿o sí? Tengo una obsesión con querer recordar todo, aunque son más las cosas que olvido que las que se quedan en mí.
~~~~~~~~~~~~~~~ SEHUN POV ~~~~~~~~~~~~~~~
Salí del trabajo, cada día me encontraba más estresado con todos los deberes que el padre de ese mocoso me dejaba. Sentía que intentaba explotar cada parte de mí, pero no había otra opción que pudiese elegir si quería lograr mí objetivo. Marque el número de Luhan. Podía hacerlo, podía continuar, incluso si me costaba mucha molestia, esfuerzo y tener que soportar esta situación. Me mando al buzón las cinco veces que intente contactar con él. ¿Dónde se había metido? O tratando de descifrar a ese chico, es capaz que no tiene batería. Mientras se encuentre en casa todo estará bien, mientras no se le ocurra hacer algo imprudente.
Llegue zafando la apretada corbata que llevaba asfixiándome todo el día y dejando mi maletín de trabajo sobre el sofá. Todo se veía igual a ayer.
- ¡Enano! - No servía de nada gritar. Ya presentía desde el comienzo que no estaba aquí, el silencio lo denotaba. Ese mocoso no era de estar tranquilo, a menos que se haya quedado dormido otra vez o se encuentre en el baño. Me dirigí hacia este, pero antes revise el refrigerador para ver si se había comido la hamburguesa que dejo ayer. Nada. Todo estaba intacto. Abrí la puerta del baño. Nada diferente. Pero mi mirada se desvió a algo distinto, algo que no había cuando salí. - Ese mocoso... - Fruncí el ceño y salí furioso del baño. Si algo debía estar diferente, a parte de mi tina, debía ser también la habitación, posiblemente tendió la cama, y cuando entre, vi... Que no. ¡No lo hizo! ¿Qué clase de persona es? ¿Acaso no tiene modales? La tonada de un celular hizo que me sobresaltara un poco.
- Que extraño que lo haya olvidado. - Dije sarcásticamente y vi la pantalla de él. Baekhyun. - Si estás buscando a Luhan,
- ¿Quién habla? ¿Eres el de ayer? ¿Sabes en dónde podría estar? - Me interrumpió rápidamente con un notorio tono de preocupación.
- No.
- Discúlpame, es solo que estoy algo preocupado, en su casa no se encuentra, y en la mañana fue al colegio, pero al parecer tuvo problemas... Creí que podría encontrarlo si lo llamaba pero fue una mala idea, siempre deja el celular en donde sea.
- No me digas... Tú eres su amigo ¿no? Deberías de ser capaz de saber en dónde está, ¿crees que sea capaz de hacer alguna tontería? - No me preocupaba ser grosero con aquél mocoso, no tenía por qué, pero no me convenía perder de vista a Luhan. Tardo en contestarme pero me termino dando una dirección y colgó.
Ahora también tendría que tomarme la molestia de ir a buscarlo. Salí rápido y subí al auto, había quedado impregnado su olor en él. Llevaba conmigo el celular que había dejado olvidado, volvió a timbrar. Baekhyun. ¿Ahora qué? No contesté, no lo creí necesario.
El edificio no estaba muy retirado de mi departamento, llegue en cuestión de minutos y subí hasta la azotea. Ahí estaba, sentado en la orilla de esta, sobre la alta y delgada pared de pavimento, sin parecer importarle lo peligroso que eso incluía. Movía sus piernas como un niño pequeño cuando en los asientos no alcanza a tocar el suelo, y su cabello era despeinado por el viento. No tenía intención de moverse, eso podía asegurarlo.
- ¿Estás aquí para ver el espectáculo? - Se levantó y comenzó a dar pequeños y cuidadosos pasos siguiendo la línea, tratando de mantener el equilibrio. Me invadió un miedo terrible y un mal presentimiento.
- No se te ocurra dar un paso más... - Intente acercarme lentamente a él.
- ¿Y qué si lo hago? Yo seré el único perjudicado.
- Luhan... Si lo haces, ya no serás capaz de disfrutar aquellas cosas que tanto te gustaban. - No sabía que hacer más para detenerlo. No lo conocía, no sabía nada de él. ¿Era tan cabezón como para no entender razones? Giro su rostro a verme, y luego bajo la cabeza.
- ¡Luhan! - El sonido de otra voz. La voz del celular. Luhan se sorprendió e intento bajar, pero uno de sus pies se resbalo...