- ¿Este? – Me quedé estupefacto, por segunda vez, al ver el rostro de la persona que se encontraba frente a mí - ¿Te sientes bien? – Pregunto al ver que no decía palabra alguna.
- ¡¿Qué haces aquí?! – Frunció el ceño ligeramente ante mi pregunta.
- Los jóvenes deberían de tener algo de respeto hacia sus mayores ¿no crees?
- ¡Oh!, disculpe señor, ¿me podría decir qué es lo que usted está haciendo aquí? Desperdicio segundos de mi vida con tanta formalidad ¿sabes? – Dije con algo de fastidio, aunque posiblemente me estaba pasando, apenas y lo conocía y ya había roto tal vez el poco respeto que debía de haber entre nosotros dos. No hubo respuesta. Me dio la mano en señal de ayuda, pues seguía tirado entre los arbustos después del gran susto que me lleve.
- Niño tonto – Me mostro su lengua y luego una dulce sonrisa, presentía ya un enorme rubor en mis mejillas, ¡como odiaba que me delataran así!
- Oh Sehun, ¿verdad? – ¿Cómo olvidar el nombre de ese perfecto hombre? Lo recordaba perfectamente, creo que hasta él sabía que mi intento de desinterés era en vano.
- ¿Luhan?
- Sí. Así es.
- Entonces enano será. – Volvió a sonreír y yo a ver el cielo a través de su blanca sonrisa.
- ¡Oye! Sehunnie – Ahora fui yo quien frunció el ceño intentando mostrar enojo claramente falso y luego recordé a mi padre – No respondiste mi pregunta, ¿qué haces aquí? - ¿Estaba bien bromear en esa situación? ¿Mi padre lo había mandado? Seguramente.
- Creo que es un poco duro, tú sabes… - Era obvio que se refería a la infección, probablemente ahora me convertiría en objeto de burla, lastima, polémica… - Tu papá es insoportable cuando se enoja, pero estaba preocupado por ti – En alguna otra ocasión, en otra situación, me hubiese gustado conocer a alguien así antes, daría mi mayor esfuerzo para… Bueno, eso ya no importa. Tenía un aspecto tan serio, y su mirada tan fija no me ayudaba en nada, pero se mostraba divertido y cuando reía parecía que su rostro cargaba toda la felicidad e inocencia, era como un niño pequeño… Bueno ya Luhan, deja de pensar tonterías, concéntrate. ¡Dios!, me avergüenza lo cursi que puedo llegar a ser, un desastre, todo un desastre… - ¿Tienes hambre?, ¿Quieres ir a cenar? – Pregunto al notar mi total distracción y el hecho de que no eran las palabras que salían de su boca las que captaban mi total atención.
- ¿Estuviste siguiéndome todo el día? – Se sobresaltó un poco. Incluso yo me sorprendí por la pregunta. Decir tantas cosas sin pensar no me llevaría muy lejos, o… Posiblemente tres metros bajo tierra si sería algo lejos…
- Lo siento, no queríamos que fueras a hacer algo imprudente - ¿Queríamos?
- Tengo hambre – Soné algo egocéntrico, como la mayoría de las veces. Sehun me pidió que lo siguiera, y sin percatarme completamente de la situación ya me encontraba en el asiento copiloto de su auto.- ¿Qué quieres cenar enano?
- ¡Oye! Deja de llamarme así. – Hice un puchero. – No creo que haya mucha diferencia entre nuestras edades. No te ves muy viejo, ¿o sí? – Esa pregunta fue más bien para mí mismo. ¿24?, ¿25?, ¿Cuántos años tendrá? A mi papá no le gustan los novatos, de lo poco que sé de él, es algo que si podría asegurar.
- Tengo 21 - ¡¿Qué?! ¿Es tan joven? ¿Debería de considerar eso como algo bueno o malo?
- ¿Qué?, pero, estás trabajando para mi padre, ¿no?, ¿son prácticas o algo?, el no acepta practicantes, eres muy joven, a él no le gusta tener inexpertos – Me sentía, un poco orgulloso… El solía ser muy exigente con todo, se fija en cada detalle, es demasiado perfeccionista, le gusta que la atención este completamente puesta en él, y odia que los demás no cumplan con sus expectativas, no tiene paciencia, así que encuentro raro y hasta inaceptable que tenga a Sehun trabajando para él, su forma de ser cuando se trata de trabajo es desagradable desagradable y puedo decirlo porque, somos parecidos en eso.
- Es difícil de explicar… Si estoy trabajando para él, aunque todavía me falta algo de tiempo para terminar mi carrera, pero, las razones por las que estoy ahí también son otras, pero es un secreto. – Me guiño el ojo y sin darme tiempo para contestar, prosiguió rápidamente - ¿Te apetece una hamburguesa?, pero comeremos en mi casa, claro, si no te molesta.
- Claro, me encantas, ¡me encantan!, digo. Lo siento. ¡Me encantan las hamburguesas! Si… Eso. - Reí tontamente. ¡Aprende a hablar Luhan! ¡Aprende a hablar! Ya no podré verlo a la cara por hoy, genial…
- Perfecto enano, entonces, vamos – Dijo decidido.
Hubo silencio en todo el tiempo transcurrido en el camino, pero, me sentía cómodo. Estaba casi seguro que Sehun también. Una de esas ocasiones en las que puedes estar con alguien sin necesidad de palabras, con confianza, tranquilidad, es un ambiente grandioso y maravilloso para ambas personas. Pues no todo el tiempo se obtiene ese ambiente perfecto que uno desea con las personas más cercanas, sean amigos o la familia. Me estire un poco regocijándome en mi asiento, incluso me había entrado algo de sueño, pues todo el día anduve de un lugar a otro como nómada. Sehun se dirigió al primer restaurante de comida rápida en donde vendieran hamburguesas. Que desesperado, y yo que quería una del Carl’s… Estaciono el carro.
- ¿Por qué no pedimos por ventanilla?, era más fácil, no tenías por qué pararte, y más rápido… Que hyung tan poco pensante es este – Lo último intente que fuera lo más inaudible posible, pero me dirigió una mirada desafiante en respuesta. Y se bajó del auto. Ya me había acomodado perfectamente, ¿lo hacía a propósito? Suspire rendido.
- ¡Chanyeol!, ¡muévete tonto! – Esa voz…
- ¡¡Baekhyun!! – Me inmute. Salí rápidamente del auto, ese tipo… ¿Por qué tenía que aparecer? Tener que verlo todos los días ya era más que suficiente.
- Oh, ¡mira!, es el marica con VIH, no te acerques Chanyeol te puede intentar seducir para infectarte también – Su acompañante me miro con algo de extrañeza, creo que más bien era lastima… - ¿Tienes algo que decirme?
- No – Si quería, y eran tantas las cosas que tenía que arreglar con ese sujeto, tantas… Que era una sensación de malestar que llevaba tiempo asfixiándome por dentro. No soporto dejar algo inconcluso.
- Imbécil… - Se dio la vuelta y, como la mayoría de las ocasiones en las que no pienso, me acerque rápidamente, lo tome bruscamente del hombro para que se girase a verme y le di un puñetazo con toda la fuerza que pude acumular, creo que me pase un poco… El impacto fue tanto que cayó sobre el pavimento. No paraba de quejarse y sobarse la parte más afectada de su cara, su nariz.
- Que demo… ¡¿qué demonios estás haciendo?! ¡Ah! – Debe ser muy duro como para que el golpe que le había dado no haya culminado en una hemorragia.
- Tenemos que hablar – Lo sujete del brazo y lo ayude a ponerse de pie, bien… Eso era una acción muy contradictoria a la anterior.
- No tengo nada que decirte Luhan, ya te he dicho todo, ¿qué más quieres escuchar?
- ¡¿Todo?! ¡Lo único que hiciste fue huir!
- ¿¡Cómo tú lo hacías todo el tiempo?! – Pude ver como unas lágrimas comenzaban a asomarse. – Ya te había dicho que no me llames, no me hables, no me busques, no quiero saber nada de ti Luhan. Ya no me importas en absoluto ¿sabes?, de hecho, creo que nunca me importaste, sólo quería divertirme un poco, pero fue más desagradable de lo que creía. Gracias por… ¿caer? – Dirigió su mirada con una sonrisa en ella al pavimento, giraba su cabeza a todas direcciones incómodamente, trataba de evitarme… - Por todo lo que me dijiste, lo que me diste, tu sabes… - Seguía siendo un hablador después de todo… - Eres patético. Ten algo de orgullo y déjame en paz.
- ¿Y yo soy el marica? No te has visto en un espejo.
- Baek – Se acercó su, ¿nuevo novio?, ¿nuevo esclavo será? - ¿Estás bien? – Ya sería el colmo que me quedara observando como ese chico, más alto que yo, más bien visto que yo, lo tocaba… le hablaba como si lo conociera de toda la vida, compartía su tiempo con él, algo que yo no podría hacer ya. Otra vez sacando mis propias conclusiones. Baek… mi… Que tonto Luhan, me das pena. Suspire.
- Luhan, ¿estás bien? - ¿Cuántas veces me han hecho esa pregunta este día?
- ¡Hey! ¿Por qué te quedas ahí parado? ¡Quiero mi hamburguesa!
~~~~~~~~~~ BAEKHYUN POV ~~~~~~~~~~
- Lo siento Yeol.
- ¿Te preocupa verdad? – Pregunto con una sonrisa mostrando que ya sabía la respuesta.
- Cállate tonto, ¡claro que me preocupa! Y también me frustra no poder ayudarlo, pero es mejor así – Luhan había sido mi primer novio, mi primer capricho. El me parecía tan hermoso, tan dulce e inocente, todo lo contrario a lo que es, ¿o no? Bueno, no. Pero es muy inestable emocionalmente, al igual que yo, así que nuestra relación era… No encuentro las palabras para describirla, pero de buena, sana y feliz, no tenía nada.
- Bien. Sólo quería confirmar mis sospechas.
- ¿Estás celoso? – Chanyeol, el… Es toda una caja de sorpresas, siempre tan inusual, tan curioso, positivo. Era una persona muy noble con un corazón de niño.
- ¿Todavía lo quieres?
- ¿Desde cuando eres tan inseguro? – Me reí un poco, sabía que no era celoso, y mucho menos inseguro, tenía plena confianza en sí mismo, pero ¿a qué quería llegar con esas preguntas?
- Nunca me contaste nada Baek. Cuando te conocí me hablaste sobre un chico que te había lastimado, alguien a quien ya no querías volver a ver. Yo respete eso y preferí no preguntar para que no te sintieras incómodo. Quería que estuvieses seguro y tranquilo, pero no puedes evadir el problema todo el tiempo, disculpa… Ni siquiera sé de qué va todo eso y ya te estoy diciendo que es lo que deberías hacer – Chanyeol tenía razón. No podía evitar a Luhan.
- ¡Ya recordé!, lo siento Yeol, no te preocupes, sólo estas tratando de ayudar, creí que ya te había hablado sobre eso, no era que quisiera ocultar algo, la verdad. Lo siento, bien… Pues… ¿Qué podría decirte? No sé cómo resumirlo. Luhan… Estamos en el mismo colegio, distintas clases. Siempre fue muy popular, tenía tanto mujeres como hombres detrás de él. Al principio era un buen chico, inteligente, respetuoso, responsable, tímido, muy tímido y eso era lo que no lo dejaba avanzar, a parte de su súper baja autoestima, aunque todo el mundo le quería, alumnos, maestros, sus padres y amigos, él era indiferente de ello. Me daba curiosidad… Por ser tan callado, algo me decía que no estaba bien en él, sentía que habían tantas cosas que quería decir, ¿qué no se lo permitía?… - Chanyeol me escuchaba atentamente – Yo también tenía mis contactos, y cierta atención de más, así que… Comenzamos a platicar, solíamos ir a mi casa después de clases, ¡casi todos los días!, éramos muy cercanos, ¿tenía que conocerlo mejor verdad? Creo que sentía mucha curiosidad por saber que guardaba en su mente y… No era como mostraba ser, nunca se callaba, ¡podía hablar hasta por los codos!, era travieso, divertido, siempre sonreía pero, como dije antes, tenía baja autoestima, depresivo, se guardaba todo, una vez me dijo que era muy diferente por fuera a como era por dentro, se volvió tan tímido e introvertido al principio que cuando intento exteriorizarse ya era dos personas diferentes, por dentro una, por fuera otra, no estaba fingiendo, sino que después de tanto tiempo, su yo interior se separó del exterior, algo así… - Tal vez iba demasiado rápido. Chanyeol aun así intentaba seguirme el paso. - Pero incluso sus facetas exteriores e interiores se dividieron y se convirtió en un completo desastre. Nunca entendí bien como se sentía, nunca sabía lo que pensaba, cómo iba a reaccionar ante algo, nada… Siempre me preocupó mucho que eso le fuera a causar problemas más graves después – Di un gran suspiro – Pasaron las vacaciones, que en aquel verano se me hicieron las más largas de mi vida y no nos vimos en ellas, no supe nada de él. Hasta que acabaron. Ya era alguien con una nueva faceta exterior, alguien feliz, con una autoestima restaurada, capaz de hablar frente a una gran cantidad de personas, y… Seguimos siendo amigos, pero más irresponsables, como su popularidad nunca cambio, íbamos a todas las fiestas, y luego me dijo que si quería ser su novio, conocíamos desde un principio la orientación del otro, y éramos inseparables, así que le di un sí por respuesta, pero, fue algo imprudente, demasiado tal vez… Porque yo no lo quería y el, estaba tan, ilusionado… Y en nuestra relación hubieron tantos problemas, lo que creí que era ya un chico renovado, era toda una farsa, y saliendo con él me lo demostró. Maquillo su baja autoestima con arrogancia, intento curar su tristeza y llenar su vacío conmigo… Reemplazo su timidez con imprudencia. ¡Ah! ¡Me da tanto coraje Yeol!, ¡Era mi amigo! Me siento tan impotente… Nunca pude hacer algo para sacarlo de ese agujero negro en el que siempre ha estado. Nunca estuvo enamorado de mí, ni yo de él, sólo quería intentar querer a alguien, pero tenía miedo, tiene mucho miedo… Y como yo no me comportaba como lo que era un “novio” para él, todo se complicó. ¡Ah!
- Tranquilízate Baek, no es tu culpa… - Pensé por unos momentos.
- ¡No Yeol! Se supone que era su amigo, y lo único que hice fue huir de él, sinceramente, sus cambios de humor, su forma de ser, sus problemas, ¡Me tenía abrumado!, ya no podía soportarlo, ¡Estaba harto! Y eso me hacía y me hace sentir la peor persona del mundo, tan egoísta… Ya quería deshacerme de él – Lo último lo dije casi en un suspiro. Recordaba los días más brillantes de mi amigo, como se escandalizaba por todo, ahora, con esa infección…
- ¿Qué tiene de malo?
- ¿Qué?
- Digo, no tiene nada de malo que te hayas hartado, que ya no quisieras intentar ayudarlo porque parecía en vano, no te culpes, deberías de decirle cómo te sentías, que era lo que pensabas, y lo difícil que fue también para ti. No era tu responsabilidad Baek, hiciste lo que pudiste. El no intento hacer el mínimo esfuerzo por cambiar, no te culpes por ello. - Escucharlo me quito un gran peso de encima. No llegue a hablar con alguien más de esto, no podía cargar ya con ello. Y Chanyeol en cuestión de unos momentos se había encargado de esa tarea que era tan pesada para mí.
- Intentare comunicarme con él para arreglar las cosas.
- ¡Perfecto! – Sonrió. Yo sólo me recosté en su hombro. Creo que esta noche podré dormir mejor…
- ¿Recuerdas cómo nos conocimos? – Quedo pensativo unos segundos.
- Todo comenzó con una nalgada…
- ¡Cállate tonto así no fue!
- ¿Ah no? ¿Quieres que te recuerde cada detalle?
- ¡Qué así no fue! ¡Ya supéralo! – Imposible, ni siquiera yo lo olvidaría.
~~~~~~~~~~ LUHAN POV ~~~~~~~~~~
El silencio anterior que era cómodo había cambiado drásticamente. Me encontraba intranquilo, cansado, estresado, pero podía ocultarlo, supongo que el olor a comida lograba ese efecto, pero Sehun estaba muy callado y eso me hacía sentir incomodo, había una extraña tensión. ¿Estaba pensando en lo que había pasado? ¿Ahora que pensara de mí? Si desde un principio creo que no ha de haber tenido una buena imagen, no importa… Ya estoy acostumbrado y el golpe que le di a Baek me dejo más tranquilo.
Baek… Mi precioso Baek…
- ¿Por qué tan callado? ¿Quieres decir algo? – Si había algo que amara, eso era incomodar a las personas y hacer lo que más odian, me hacía sentir satisfecho.
- Bastantes, o tal vez, ninguna, creo que la escena lo dijo todo – Su tono de frialdad me erizo la piel y de pasar a ser el que lo iba a incomodar, el termino incomodándome a mí. - Ya llegamos.
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Me siento extraño. Por más que intente prestar atención en algo en concreto, no puedo. Después de la noticia mi mente quedo en blanco, incapaz de concentrarse, incapaz de ver claramente, incapaz de… Vaya, incluso mis ideas han caído con ella. Me encuentro diferente y aunque pueda sonar como un loco, algo feliz. Pareciese como si me encontrase siempre buscando una excusa o justificación para cualquier actividad que me resultara molesta. Intentando hallar una manera de esconder o ignorar mi débil voluntad, y ahora la tenía. Quizá y hasta iba a morir pronto, bueno, realmente uno no sabe cuándo, al día siguiente será atropellado, sufrirá de un paro cardiaco o algo que lo haga traspasar la delgada línea entre la vida y la muerte. Mi bella excusa. Estoy perdiendo el control. Quiero llorar… ¡Ah!, comencé a quejarme más y a patalear en la cama, ¡¿cama?! Me levante sobresaltado.
- ¿Qué paso ayer? ¿dónde estoy? – Sentía que me daría un tercer paro cardiaco, el primero cuando me dieron la noticia, el segundo, cuando vi a Baek, y este ya sería el tercero. - ¿Qué hora es? Mi celular… – Intente buscarlo entre las sabanas. Ya sería el colmo no tenerlo por segunda vez.
- ¿Este?