Hace unos momentos atrás había llegado a la casa de campo de los padres de Sarah, era un sitio enorme como una parcela con una casa muy grande y hermosa. Bastante distinta a la que tenía su padre. Miraba con curiosidad cada rincón de la casa mientras la llevaban a lo que sería su cuarto por ese fin de semana. Al llegar los padres de Sarah se veían felices. Ella agarro el picaporte y abrió, grande fue su sorpresa al encontrar a Sarah dentro del cuarto, estaba acomodando su ropa que tenía en su maleta, se llevó la sorpresa al ver entrara Jill, sus padres se acercaron sonriendo y su madre exclamo.
- Como se llevan tan bien… creo que es momento de que compartan cuarto- dicho esto ambas jóvenes se sonrojaron violentamente, provocando aún más risa en los padres de Sarah- diviértanse- les guiño el ojo- quiero nietos-
- M-ma-mama- dijo avergonzada- ¿q-que tratas de decir?-
- S-señora… nosotras no podemos tener hijos- dijo apenas
- Ella dormirá en el suelo- dicho esto Sarah les cerro la puerta en la cara
- No quiero dormir en el suelo- dijo desganada Jill
- La última vez dormiste súper bien, no tuviste quejas-
Jill solo hizo un puchero tierno agarro una almohada y se tendió en la alfombra, un aura negativa empezó a rodearla, mientras miraba con cara de cachorrito triste a Sarah de vez en cuando, Sarah la miro, sin decir una palabra su actuación le parecía de los más divertida y tierna, quien diría que la ruda y seria Jill, estuviera haciendo semejante escena tierna, sonrió de lado y negando con la cabeza, se levantó y acercándose a Jill la toco por el hombro.
- Está bien… puedes dormir en la cama- Jill al escuchar aquello sonrió emocionada abrazo a Sarah, quien solo se sonrojo levemente
- ¡Si!- dijo feliz y despegándose de Sarah se fue a tirar a la cama, como si fuera una niña de 5 años.
- A veces dudo de la edad que tienes- dijo sonriendo Sarah-¿cuánto fue que me dijiste 5 o 6 años?-
- Jum… que impertinente soy mayor que tu tengo…- dicho esto se paró y reviso su celular- 17 casi recién cumplidos… jejeje- se rasco la nuca
- ¿qué?- la miro confundida- explícame eso
- Bueno… tengo 16… es solo… que… em…- se sonrojo levemente- no te… rías ni te asombres… es que mañana cumpliré 17…-
- ¡¿QUEE?!- Dijo sorprendida Sarah- ¿Por qué no dijiste nada?-
- Yo… bueno… lo olvide- dijo apenada, es que casi nunca celebro mi cumpleaños-
- Como olvidas tu cumpleaños….- dijo Sarah seriamente, tomo su celular escribió un mensaje y luego lo guardo- tonta-
- No te enojes-
Al atardecer Jill se encontraba mirando por la ventana la puesta de sol, Sarah se había ido por un largo rato y estaba aburrida, podía apreciar perfectamente los colores desde donde estaba, se sentía relajada y por fin desde hace mucho tiempo logro colocar su mente en blanco y disfrutar de aquella pequeña escena, observar colores y sentir como poco a poco la temperatura bajaba haciendo que su piel se erizara, la luz se iba poco a poco y dio origen a la noche.
- Qué bonito- sonrió de lado y cerrando la ventana se dio la vuelta y ahí encontró a Sarah parada en el marco de la puerta con los brazos cruzados.
- Bonita vista ¿no crees?-
- Si - sonreí de lado
Al verla me puse a pensar en lo mucho que cambiamos, quien diría que unos meses atrás nos odiábamos a muerte y yo me entretenía molestándola cada día, deseando que en algún momento se marchara de mi vida para siempre, pero hoy, simplemente no soy capaz de dimensionar que aria si no estuviera cerca mío, no digo que es indispensable para mí, pero a pesar de ser odiosa llego a llenar un espacio en mí que estaba vacío, no pensé que la persona que llegue a odiar, hoy estaría besándola y durmiendo junto a ella. Las cosas cambiaron bastante, desde que llego, mi vida se volvió un poco más emocionante y me hizo sentir cosas que pensé que nunca sentiría, tal vez, en algún momento llegue a contarle lo de mi madre y sea capaz por primera vez expresar como me siento en realidad respecto a ese tema, me es difícil, pero llegue a confiar en ella como lo hago con Vivian y Jake.
Creo que es momento de admitir, que me gusta, que me gusta estar cerca de ella, que me gusta sus besos y sus caricias.
Me acerque a ella lentamente y la bese, ella al principio se sorprendió pero luego me correspondió, se acercó un poco más a mí y me rodeo el cuello con sus brazos, eso me permitió cerrar la puerta del cuarto para luego abrazarla por la cintura, hice todo eso sin cortar el beso. Pronto necesite profundizar el beso, mi mano derecha se deslizo por su espala y se entrelazo con su cabello negro, hasta llegar a su nuca y haciendo una leve presión en sus labio introduje mi lengua en su cavidad bucal, ella emitió un pequeño quejido pero no opuso resistencia, abrió un poco más su boca para darle mejor acceso a mi lengua para recorrer cada rincón de su boca, pronto ella se hizo partícipe y entrelazo su lengua con la mía, produciéndose una batalla, mi corazón latía cada vez más fuerte y un extraño calor invadía mi cuerpo, pronto el aire falto y nos separamos.
- ¿Q-qu-que ha..ces?- me dijo tratando de recomponerse, su respiración era agitada y sus mejillas tenían una leve tonalidad roja, la mire con intensidad e ignorando su pregunta la volví a besar, esta vez apretándola más asía mi cuerpo.
No sabía con exactitud qué era lo que estaba haciendo, algo en mi necesito en ese momento tenerla cerca, besarla y tocarla. Mis manos recorrían nerviosamente su espalda sobre su ropa, pronto bajaron aún más y tocaron sus firmes muslos, provocando un leve suspiro a mi compañera. La cargue y la lleve a su cama, la aprisione con brazos, para que no escapara y la seguí besando con bastante intensidad. Una de mis manos recorrió su abdomen y se introdujo bajo la blusa que tenía, tocando su estómago y sus yemas levemente tocaban el sostén de su compañera. Pronto mis labios bajaron de sus labios a su cuello, mordiéndolo y succionándolo, mis manos torpemente se asomaron y empezaron a desabrochar su blusa con poco éxito, mi cuerpo temblaba bastante. Luego de batallar bastante logre desabrocharla completa y dejando lo que hacía la contemple, al verla de esa manera, no pude evitar sonrojarme y morderme el labio inferior, realmente ella era una chica sumamente sexy, más cuando su respiración era agitada y sus mejillas eran adornadas con un rojo carmesí, aprecie su cuerpo superior sin su blusa, diablos ese calor interno se hacía cada vez más intenso y se centraba en mi entrepierna, mi ropa empezaba a estorbar.
- No… me mires así- dijo Sarah al fin, al escucharla me sentí sumamente avergonzada, por mi actitud, por lo que estaba haciendo y por mis pensamientos.
- L-lo siento- dije mirando a otro lado, me aparte un poco de ella dejando una distancia prudente para que pudiera levantarse de la cama, ella se sentó y se tapó el pecho con sus brazos- no sé qué me paso- trate de excusarme- am… hace un poco de calor… creo que iré a dar una vuelta- le di la espalda y tratando de salir de la cama sentí un brazo que me lo impidió, al darme vuelta, la vi sonrojada.
- No es justo- aquellas palabras hicieron eco en mi mente, no entendía el por qué a esas palabras, vi cómo se sonrojaba aún más- no es justo que sea yo la que se quede sin ropa- ante su comentario solo sonreí nerviosamente y colocándome de rodillas sobre la cama, me despoje de la polera que usaba quedando iguales, ella se avergonzó un poco más y acercándose a mí me beso, recorriendo mi espalda.
Decidí continuar con lo que hacía y termine por sacarle su blusa, dejándome tocar su piel con mayor libertad, pronto su sujetador me empezó a estorbar y se lo desabroche, empezó a bajar por su cuello, mientras lo besaba y poco a poco baje dejando un rastro de saliva hasta llegar a uno de sus senos, ella se tendió en su cama y yo algo dudosa de lo que hacía, empecé a besarlo, produciendo suspiros un poco más fuertes que los anteriores, empecé a lamerlo y a succionarlo con fuerza, produciendo que Sarah se estremeciera. Estuve un buen rato atendiendo a sus pechos succionándolos, lamiéndolos y mordiéndolo levemente hasta que quedaron duros, podía oír como sus suspiros iban en aumento, lo que me agradaba, pronto sentí como sus brazos me rodeaban y con fuerza me atraían hacia ella uno de sus manos recorrió mi espalda y desabrocho mi sujetador, ella en una maniobra rápida lo tiro a un lado, sin soltarme me apego a ella y dando un giro me dejo debajo de ella, completamente a su merced.
Ella mordió mi clavícula, produciendo temblor y pronto como imitando mi acción ataco mis pechos, succionándolos con fuerza, yo emití un leve gemido.
- No seas ruda- dije tratando de ocultar mi respiración algo agitada
- Te ves tan tierna así- me dijo de una forma completamente seductora, me miraba de una forma lasciva que me avergonzó y miro a otro lado, pero ella con una de sus manos la poso sobre mi mejilla me obligo a mirarla- muéstrame más esa expresión-
Volvió a besarme de una forma más brusca, sus manos se deslizaron a mi pantalón y torpemente lo desabrocharon, yo al darme cuenta de esa acción la imite, desabroche su pantalón y empecé a bajárselo poco a poco, me gire tomando a Sarah de la cintura y la deje abajo mío, era otra vez mi momento de tomar el control, la bese de nuevo y empecé a bajar otra vez por su cuerpo, llegue hasta su estómago y lo bese otra vez y con un poco de mayor libertar mordí su pelvis asiendo que emitiera un gemido más fuerte que los anteriores, me quede pasmada por unos segundos, ahora iba a dar un paso importante y no sabía si Sarah me daría permiso para indagar aún más, le mire buscando respuesta en sus ojos, ella me miro con deseo, entendí lo que quería acaricie su entrepierna y note que estaba húmeda, algo dudosa me acerque a su entrepierna y empecé a lamerla y a succionarla, ante esto Sarah se arqueo de placer emitiendo gemidos cada vez mas fuerte, entendí que lo hacía bien, mis manos recorrieron sus muslos apretándolos suavemente, pronto la situación se volvió invertir y Sarah me dejo abajo y recorriendo mi cuerpo a través de besos bajo hasta mi entrepierna, deslizo mi ropa interior junto a mi pantalón. Me estremecí ante su acto.
- Estas mojada…- dijo con una voz ronca cargada de deseo
- No digas… cosas vergonzosas- exclame
Dicho esto ataco con gentileza mi entrepierna, al principio trata de evitar que de mi boca saliera algún sonido, pero luego de un tiempo fue inevitable.
Ambas estuvimos dándonos placer por toda la noche, experimentando, descubriendo nuestros puntos de placer, entregando todo de nosotras en esa noche, abrazándonos, besándonos, acariciándonos, tocándonos, llegando al clímax juntas, así hasta que los primeros rayos de sol empezaron a iluminar la pieza, ambas exhaustas nos tapamos en la cama y nos quedamos dormidas abrazadas.
Al despertar me encontré rodeada por sus brazos desnudos, e inmediatamente recordé lo ocurrido, sentí una mescla de emociones entre alegría y vergüenza, cerré mis ojos y me escondí más entre sus brazos, sentí que ella me presiono mas entre sus pechos desnudos y rio un poco.
- Te ves tan adorable sonrojada- pude ver esa mirada azul invadir la mía, ella inclino su cabeza un poco y beso mis labios- buenos días Jill-
- B-buenos d-días- dije avergonzada- creo que deberías vestirnos-
- ¿Tan pronto?- dijo, ante ese comentario mi vergüenza creció y me escondí aún mas entre las frazadas
- Ya…. Deja de decir cosas vergonzosas pervertida- esclame debajo de las frazadas
- ¿yo? Pervertida, quien comenzó todo esto fuiste tu Jill, tu me provocaste, tu empezaste a besarme y a explorar mi cuerpo sin permiso, yo solo vine anoche a preguntarte si querías café-
- Tu continuaste…- me defendí, ella se escondió como yo en las frazadas y volvió a rodearme con sus brazos
- Te quiero Jill- susurro en mio oído para luego besar mi hombro
- Yo también Sarah- dije mientras sentía como su manos se deslizaba por mi brazo