-ABUELO JIRAIYA - el grito del menor alegro a todos y el abuelo solo abrió los brazos para recibir a su adorado nieto.
-Mi querido Naru – dijo cuándo el menor lo abrazo
-¡¿Abu, tú eres el director de mi nueva escuela?! – preguntó entusiasmado
-Oh mi querido nieto, que más me gustaría que ser el director de ese internado – dijo el mayor con cara triste y soltando al doncel
-entonces ¿quién es el director del colegio? – preguntó el rubio confundido
-soy yo Naru-chan –una voz muy conocida para el menor salió de la entrada
-Kakashi-sensei ¡¿usted es mi nuevo director?! – la exclamación del menor hizo sonreír al peliblanco aunque no se notó mucho porque su rostro era cubierto por dos banditas que dejaban ver solo un ojo
-si peque, yo soy tu nuevo director
-¡Sugoi! y yo que estaba tan nervioso de que mi nuevo director sea un viejo verde y amargado – decía el menor con tono alegre
-oe, oe, yo soy mayor que tú, pero no soy viejo y no soy verde ni amargado – contestaba el mayor con falsa indignación
-hai hai –siguieron hablando de trivialidades hasta que el menor interrumpió – etto oka-san ¿qué hay para cenar? – todos se quedaron callados para escuchar
-bueno… hay ramén – los ojitos del menor brillaron- arroz con curry y de postre habrá dangos – todos se emocionaron, pues hace mucho que Kushina no preparaba sus adictivos dangos caseros y todos estaban igual que el menor (con brillos en los ojos) luego de esa bienvenida pasaron al comedor en donde se sirvieron los platos ya dichos, la comida paso amena y divertida hasta el momento del postre
-Naru-chan ¿me acompañas a traer el postre? – Preguntó Kushina a Naruto, y como este estaba con la boca llena solo hizo un movimiento con la cabeza – bueno ven – ambos fueron a la cocina a recoger el postre donde el doncel vio con sorpresa a su madre
- OKA-SAN! Hay muchos – el menor miraba la mesa llena por completo de ese delicioso manjar en forma de pirámide
-hay Naru, no hay tantos – decía Kushina con una sonrisa incomoda y con una gotita en la cien
-Oka-san creo que… se te pasó un poquito la mano – el menor estaba por coger uno cuando Kushina lo detuvo
-espera Naruto primero hay que coger los que están arriba, para que no se derrumbe y caiga sobre nosotros
-hai – Naru tomo un plato y comenzó a poner los dangos – etto oka-san ¿cuántos pongo en cada plato?
-emm… pues no lo sé, creo que hice 142 dangos, así que creo que veinte para cada uno sería suficiente – dijo con una sonrisa la mujer
-hai – Naru empezó nuevamente a poner los dangos en los platos – etto oka-san sobran 43 dangos
-¿si? ¿Cuántos platos has preparado?
-emm 5 platos – dijo el menor
-¿no te falta nadie? – El menor asintió – ¿seguro? – el menor lo pensó
-¡KYUBI! – la madre sonrió al ver a su retoño recogiendo el plato del cachorro y poniendo los dangos que le correspondían
-bueno, ahora si hay que pasarlos – los dos llevaron los platos y los pusieron frente a los comensales respectivos, Kyubi fue el primero en empezar a comer el postre, luego siguieron los demás que muy felices empezaron a comer.
Ya casi todos habían terminado solo faltaba Kakashi que tenía su ultimo dango en la mano. Kyubi que había terminado primero había quedado con ganas de más postre, así que viendo el dango se subió a la silla al costado de Kakashi y cuando miró que este llevaba el dango a su boca subió a la mesa y mordió el dango junto con la mano de Kakashi
-eh… - el peliblanco y todos en la mesa se habían quedado en shock, cuando de pronto
-JAJAJAJAJAJAJA… - las carcajadas del menor no se hicieron esperar sacando a todos de la impresión
-WAAAAAAA!!!!!!!! – Kakashi empezó a gritar zarandeando al zorrito para que lo suelte, mientras el rubio menor reía a carcajada limpia y se acercaba a él sin dejar de reír
-Kakashi-sensei Kyubi se enamoró de usted jajajaja – el menor y los demás reían, en determinado momento el menor se acercó al varón y cogió a Kyubi que de inmediato soltó al peliblanco
-mi mano – decía el mayor con unas lágrimas en los ojos cuando el zorrito ya estaba en brazos de su dueño
-¿le hizo mucho daño sensei? - preguntó Kushina acercándose al peliblanco
-no Kushina-san, solo me hizo un raspón – dijo sobando su mano – bueno, creo que la velada fue muy hermosa y me gustaría quedarme un rato más pero, ya es tarde y mi amado doncel me está esperando
-demo Kakashi-sensei, ¿por qué no trajo a Iruka-chan?
-etto… Naru-chan ¿recuerdas que te dije que Iruka estaba embarazado? – el menor asintió
-si pero, ¿eso que tiene que ver? – preguntó el menor dudoso
-pues ahora que ya tiene seis meses de embarazo no es recomendable que vaya por ahí haciendo locuras
-pero yo eh visto muchos donceles que tienen ocho meses y siguen haciendo sus cosas normalmente
-si pero no todos esos donceles tienen gemelos en camino – el rubio lo pensó y asintió
-cierto – Kushina se acercó a Kakashi y le dio un recipiente con dangos para Iruka
-mándale mis saludos a Iruka-sensei
-ok bueno ya me voy, adiós Naru-chan te veo el lunes
-hai – Kakashi se terminó de despedir de todos con una reverencia y se fue
-Naru es hora de que duermas, mañana tienes que alistar tus cosas para el internado – el rubio menor asintió a su padre y se despidió de todos subiendo a su habitación seguido de Kyubi
-Kyubi – el rubio observo a su zorrito y se entristeció quería llevarlo al internado junto con él, luego de sacarse su kimono y ponerse su pijama fue a la cama y con Kyubi a su lado se puso a dormir.
*LUNES*-*MANSION*
3:36 a.m.
Se veía un pequeño rubio despertando de su sueño los nervios lo tenían alerta y casi no había podido dormir, Kyubi que estaba a su lado al sentir movimiento también se despertó y lo miró
-oh Kyubi no sé qué hacer, mis maletas están hechas, ya casi estoy preparado, pero si no te llevo conmigo siento que estaré solo, te extrañare mucho – dijo el doncelito con un semblante triste, de pronto la puerta de su habitación fue abierta asustándolo, pero al ver quien era se calmó – oto-san ¿qué pasa?
-hay mi niño, me siento muy extraño, estoy preocupado por ti, ¿estarás bien en ese internado? –preguntaba dudoso el rubio mayor
-si oto-san no te preocupes, solo me gustaría llevar a Kyubi para que me haga compañía, pero creo que estaré bien sin él – decía triste
-etto, Naru-chan ¿quién dijo que no podías llevar a Kyubi? – preguntaba Minato haciendo que Naruto lo mirara confundido
-¿si puedo llevar a Kyubi? – preguntó esperanzado
-claro que sí, yo pensé que si lo sabias – al ver a su niño más alegre se dio cuenta que el doncel no había dormido mucho – bebe duerme aún hay tiempo para que descanses, mamá o yo te levantaremos más tarde ¿sí? – el rubio menor asintió y se puso a dormir, su padre lo arropó y le dio un beso en la frente, cuando levanto la cabeza vio a Kyubi con las patas hacia arriba y por raro que parezca se escuchaban los pequeños ronquidos de este, Minato salió de la habitación cerrando la puerta tras de sí y dando una pequeña risa por la actitud de Kyubi.
*INTERNADO*
5:30 a.m.
Se veía a un impaciente Sasuke sentado en su cama, el fin de semana se la había pasado limpiando todo el mini departamento para que el doncel llegara y se estabilizara, y no es que el lugar estuviera sucio, solo que había escuchado hablar a sus compañeros de clase que a los donceles los ponía histéricos el desorden, se estaba empezando a estresar, no quería conocer a ese doncel por más lindo o feo que fuera, no le interesaba conocerlo, pero aun así por obligación y parte por responsabilidad trataría de ser lo más sociable que podía con él, tan pensativo estaba que no se percató que el tiempo había pasado de forma rápida y ya era 6:43, en solo una hora estaría conociendo al doncel
*MANSION*
7:01 a.m.
-Naru levanta ya es hora que te cambies – Kushina entraba a la habitación del menor sin encontrar al rubito en su cama – ¿Naru? – Miró a todos lados, fue a abrir el cuarto del baño, pero él no estaba – ¿Naru? ¿Dónde estás?
-aquí oka-san - el doncel salía de su cuarto de ropa ya cambiado con unos vaqueros negros ajustado, una polera blanca, sus zapatillas converse azules y un collar emblemático de las Namikase Uzumaki que le había dado su abuela por ser su nieto consentido y al costado del rubio salía Kyubi con una chamarrita negra de cuero – ya estamos listos – la mujer se sonrió, desde hace unos años su niño había comenzado a levantarse en las madrugadas para ayudar con los quehaceres del hogar
- ok mi amor, vámonos – la pelirroja tomo una de las maletas del rubio que estaban listas para llevar y el doncelito tomo la otra, ambos bajaron al salón donde los esperaba Minato
-¿ya están listos mis amores? – un asentimiento por los dos – bien vámonos – salieron de la casa subiendo a una limosina polarizada por completo siendo manejada por Pein un chico extraño y extravagante pero sumamente responsable y educado
-Sr. Y Sra. Namikase buenos días, Joven Naruto – el mencionado elevo su rostro – es un día excelente para empezar la clases y hacer nuevo amigos
-hola Pein – saludo el menor con una sonrisa – es cierto es un excelente día – afirmó y subió a la limosina, Pein ayudó con las maletas y subió a la parte delantera del coche
-bien adelante, vámonos – el viaje en auto fue corto, demasiado corto en opinión del doncel que en esos momentos estaba con los nervios a flor de piel y encima para tristeza del rubio sus padres no podían bajar del auto ya que si lo hacían seria expuesto su secreto
-Amor, ten cuidado dentro ¿sí? – su madre lo besaba y abrazaba
-si mamá
-Naru cuídate y cuida a Kyubi – dijo el mayor abrazando a su niño y dándole palmaditas en la cabeza a Kyubi – y tu Kyubi protege a Naruto – el zorrito lanzo un gemidito como señal afirmativa
-Adiós oka-san, adiós oto-san, los quiero mucho – el pequeño rubio bajo del auto – vamos Kyubi tenemos que hablar con Kakashi – dijo el rubito empezando a caminar al interior.
Dentro del internado un azabache avanzaba con paso apresurado a la oficina del director, no por ser tarde, todo lo contrario, en ese momento era la hora de levantarse e ir a desayunar para todos y Sasuke avanzaba rápido para no toparse con alguna mujer o algún doncel, ese día estaba de malas, ya que llegaría el nuevo alumno al colegio y encima el circulo de chicas populares lo rodeó y empezó a acosarlo
-hola Sasuke-kun - esa voz chillona y arrogante como la escuchaba el varón le empezaba a hablar – ¿qué pasa? ¿por qué tan apurado? – preguntaba la chica con una pose sensual según ella
-Porque tengo que ir a ver al director – respondió apretando los dientes Sasuke
-A ¿sí? Y ¿por qué?
-porque si y deja de joder Sakura – Sasuke se fue corriendo.
Sakura como se llamaba la chica era una de las típicas chicas populares era arrogante, presumida, vanidosa e irresistible para cualquier hombre según ella. Su cabello era de un extraño color rosa, sus ojos color jade y su cuerpo era bien moldeado nada que una cirugía no pudiera hacer, ella era la chica que más acosaba a Sasuke hasta tal punto que un día trato de meterse en su cama y como resultado consiguió que la sacaran de mala forma de un cuarto, pues la muy “inteligente” se había confundido de sección, quedando avergonzada delante de todos, pero aun así no se rendía.
- tú serás mío Sasuke Uchiha – decía con una sonrisa que daba miedo
*MIENTRAS*
Sasuke ya había llegado a la oficina del director, este se encontraba hablando con Kakashi sobre el doncel, cuando de pronto tocaron la puerta
-adelante – la puerta fue abierta dejando entrar a un hermoso rubio y su mascota
-Kakashi-sensei ohayo – saludó Naruto sin notar a Sasuke
-hola mi rubito hermoso – el ojito de Kakashi indicaba felicidad
-ejem – la falsa tos llamo la atención del varón y el doncel
-oh Sasuke casi olvido presentarte…
-no se preocupe profesor, yo me presento – dijo el azabache interrumpiendo al peliblanco – hola soy Sasuke Uchiha hijo de Fugaku y Mikoto Uchiha
-Hola yo soy Naruto Na. Uz. Y soy hijo de personas confidenciales – se presentó el doncel dejando a Sasuke con una ceja alzada y con una incógnita en su mente ¿Quién era ese doncel?