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Nosotros somos the GazettE. por Kem2011

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Notas del capitulo:

Hola!

¡Adivinen quién está de vuelta! :D ¿Me extrañaron, me extrañaron? :3 ... ¿No me extrañaron? *Pucheros* ¡Ya no me aman! *Llanto doloroso y desconsolado (?)* :'(

Bien, obviemos eso... Lamento la desaparición, me abdujeron los aliens u.u (?) Bien, no... Pero tuve que mudarme, las primeras semanas en la uni que ha sido una locura, en mi casa nueva no tenía internet... En fin, cosa tras cosa :O La buena noticia es que ya he venido para dejarles a Kai, tal como prometí *-*

Este va dedicado a mi preciosa neko miri chan (con este creo que ya es tú último favorito, cielo X3) y a yoite (sin miedo querida, todo está bien (?) :3) por ser Kai su preferido. Y sólo por esta vez el capítulo va también para mí, porque este hermoso baterista de matadora sonrisa es mi gazetto favorito <3

Ahora sí el capítulo es todo suyo *o* ¡Disfrútenlo!

-8: Kai-.

 

 

 

La imagen se hizo nítida de nuevo, enfocando el entorno con claridad. Se trataba de una habitación del mismo tamaño que las anteriores, bien iluminada y con un mobiliario que guardaba un armónico estilo rústico. Tenía una mesa con un par de sillas, dos sillones, dos mesas más pequeñas, estantes, algunos armarios y otros muebles, y al fondo junto a la pared reposaba armada y colocada a una altura mayor que todo lo demás una increíble batería. El propietario de la misma entró en la toma y tomó asiento en un pequeño sillón, haciendo notable con su expresión que preferiría estar haciendo cualquier otra cosa.

 

-Ya lo vieron todo, ¿no?- dijo sin dirigir la mirada a ningún lugar en específico- No sé qué les habrán mostrado los demás, pero yo no me amargué la vida con esta habitación- negó con la cabeza- Sólo cambié el estilo de los muebles y la traje a ella- señaló a la batería- Para tener que decorar y todo eso ya tuve suficiente con mi casa- afirmó.

 

Cambió su posición y se sentó de frente, mirando a la cámara como si acabara de reparar en su presencia.

 

-Puedo entender que la imagen que tienen de mí- se señaló- Es muy diferente a la que ven ahora, pero eso es porque Kai y yo no nos parecemos en nada- aseguró simplemente- La estrellita puede decir lo que quiera- su expresión se transfiguró a una de molestia al mencionar a Ruki- Pero mi papel es el más difícil de interpretar- dijo con seriedad.

 

Volvió a removerse en su lugar y al final optó por levantarse y dirigirse a una pared que se encontraba frente a él, hasta llegar frente a una gruesa cortina negra. A simple vista cualquiera pensaría que se trataba de una ventana, pero al deslizar la tela por el cortinero quedaba al descubierto la misma fotografía que previamente había sido vista en las tres habitaciones anteriores.

 

-Fue la forma más decente que encontré de deshacerme de esto- explicó Kai, señalando la cortina- Si tengo que mirar esa cosa por más de cinco minutos arrojaré por la ventana todo lo que hay aquí- señaló la foto con absoluto odio- Estoy seguro de que se mueren por saber mi opinión sobre esos- hizo un gesto con la cabeza hacia el retrato- Veamos qué les parece- una sonrisa surcó su rostro.

 

Aquel gesto resultaba absolutamente irreverente. No era la misma sonrisa dulce, emocionada, tierna e irresistible de siempre, era más bien una mueca prepotente, socarrona, sarcástica y un poco aterradora. Miró fijamente a quienes aparecían en la imagen, casi escanéandolos con su penetrante mirada, y sin previo aviso estrelló sus dedos índice y medio de la mano derecha sobre la cabeza de Aoi.

 

-Este sujeto- dijo sin moverse ni un ápice- Es un total y completo inútil- fue su simple opinión- Excepto tocar la guitarra, les aseguro que no sirve para nada, es algo que se le nota- se encogió de hombros- Nunca es capaz de seguir las instrucciones siquiera, y estamos obligados a cuidarnos de sus constantes errores- negó con la cabeza- Además de eso se cree capaz de todo, y es un orgulloso sin remedio. ¿Tienen idea de cuántas apuestas ha perdido contra mí?- rió de forma prepotente- Yo tampoco, han sido demasiadas- y de nuevo la misma tétrica sonrisa hizo acto de presencia.

 

Deslizó sus dedos rápidamente, sin despegarlos de la foto, y los pasó sobre el que venía a la derecha de Aoi, él mismo.

 

-A mí ya me están viendo- se señaló de arriba hacia abajo con su mano izquierda.

 

Repitió su acción anterior y se encontró con ambos dedos sobre el retrato de Ruki. La expresión de desprecio no se hizo esperar.

 

-La estrellita es la persona a la que más detesto- dijo de forma tajante- Se cree de otro mundo, el tipo perfecto, el que lo hace todo, sin el que no viviríamos- enumeró hastiado- Cuando en realidad no es más que un enano neurótico de mente retorcida y autoestima exagerada- puso los ojos en blanco- No hay momento en el que deteste más mi título de líder que cuando dice que soy sólo: “un líder de adorno para no sobrecargar la ya de por sí impresionante imagen de Ruki-sama”- dijo con una escalofriantemente perfecta imitación de la voz del vocalista- Porque sí, yo soy el líder- añadió- Y por mucho que lo odie y se niegue a admitirlo todas sus decisiones deben ser aprobadas por mí, más de una vez le negué la razón sólo por no complacerlo, y créanme que ni un niño de cinco años hace tanta pataleta como Ruki cuando le niegan algo- esbozó una sonrisa de macabra satisfacción.

 

Pasando de Ruki colocó los dedos sobre Reita, y torció el gesto con bastante desagrado.

 

-Reita jamás me ha hecho nada, jamás le ha hecho nada a nadie de hecho, pero ese es justamente el problema, que no se puede ser tan bueno- negó con la cabeza- Puede simplemente ponerme de malas con todo ese positivismo y aura de felicidad que lo rodea, siempre da la impresión de que se alegrara de vernos o estar con nosotros, y la verdad puedo asegurar que eso nos irrita de forma increíble, porque no se puede ser feliz en estas circunstancias, no se puede- afirmó, zanjando con eso la cuestión.

 

Siguió el camino de su mano sobre la fotografía, y se topó con el último a la derecha. Giró los dedos y los separó un poco de la superficie para golpear con los nudillos la foto de Uruha.

 

-Oh vaya, Uruha- por un momento pareció contrariado- Uruha es una persona completamente irrelevante, si justo ahora desapareciera notaríamos que no está sólo porque no habría quien hiciera callar a la estrellita- golpeteó con las uñas sobre la fotografía- Por lo demás yo ni siquiera me doy cuenta de su presencia o ausencia, y sinceramente para alguien tan frío hace tiempo que creo que más que desplazarse como los demás se desliza movido por fuerzas de otro mundo, porque no existe otra forma de mover un cuerpo sin vida- movió su mano en círculos frente a él- Lo único que admiro de Uruha es que cuando está en personaje parece humano, y cuando está en el escenario nadie es capaz de dudar de sus emociones, no puede negarse que sabe actuar- asintió lentamente- Pero eso no significa que me caiga bien, no lo hace- aclaró para concluir.

 

Volvió a correr la cortina sin detenerse a mirar la imagen que cubría, y regresó a su anterior posición en el sillón.

 

-Lo siguiente que tal vez quieran saber es si de verdad me gusta cocinar- dijo más para sí mismo que otra cosa- Pues, ¡sorpresa!- pronunció con un tono de entusiasmo totalmente fingido- No me gusta- sentenció- Sé hacerlo, no soy un completo inútil, como ya habrán notado- torció el gesto- Pero eso no quiere decir que me guste, simplemente no me gusta- especificó- Además, detesto profundamente la mayonesa- añadió, frunciendo los labios en una expresión de asco.

 

Abandonó su asiento y se dirigió a la batería que reposaba tranquilamente en su posición, se sentó tras ella y por un par de minutos sólo se escuchó una melodía desconocida y se apreciaron los movimientos del baterista mientras tocaba completamente despreocupado de lo que pudiera suceder a su alrededor. Se detuvo cuando al parecer había terminado lo que fuera que estuvo tocando, se secó la cara con una toalla y bebió agua de una botella que estaba bajo su asiento.

 

-Siempre me ha gustado descargar todas mis emociones en la batería- habló, mientras aún jadeaba un poco por el esfuerzo- La toco desde hace ya tanto tiempo, y siempre que tengo oportunidad me siento tras ella y la dejo acompañarme con cualquier cosa que esté viviendo, es lo único que me hace feliz- repiqueteó distraídamente con los dedos en uno de los platillos- No crean que no me gusta hacer música, si fuera así, ¿creen que haría todas las cosas que tenemos que hacer?- negó con la cabeza- Jamás. Por muy planeados y sometidos a actuación que sean nuestros conciertos deben saber que me gusta sentarme tras la batería y simplemente vivir el momento, también me gusta llegar a mi casa después de un insoportable día aquí y escuchar alguno de nuestros CD's, ver lo que tienen ustedes para decir siempre es interesante, pueden irse a dormir esta noche con la certeza de que si no hubiesen sido tan fieles todos estos años ya nos habríamos asesinado los unos a los otros- y despreocupadamente se levantó del asiento de la batería.

 

Se dirigió hasta un estante y tomó una banda elástica con la que recogió su cabello, se abanicó un poco con una hoja de papel y tras eso se dejó caer en una silla que estaba allí.

 

-Ahora ya saben cómo soy en realidad y lo que pienso de los otros, dense por satisfechos- miró por un par de segundos a la cámara- No estoy esperando que lo acepten ni mucho menos que lo entiendan, pero la verdad es esa y no va a cambiar, les aconsejo que se resignen- se encogió de hombros- Creo que eso es todo lo que tenía para compartir con ustedes, lo mejor será que terminemos con esto- miró al techo por un momento, al parecer recordando algo- Ahora sólo queda Uruha, jamás en mi vida lo he visto hablando de sí mismo y me pregunto si será capaz, pero en fin, tendrán que escucharlo- se pasó el brazo por encima de los ojos- Adiós- y con esa palabra se pudo dar por terminado su segmento del vídeo, y la oscuridad volvió a apoderarse de la imagen.

 

Todo lo que acababa de suceder había sido un golpe muy duro para los admiradores, el concepto que tenían del baterista se había desmoronado por completo y había sido sustituido por el de aquel hombre prepotente e insensible que vieron hasta unos segundos antes. Kai tenía razón en algo y era en que no podían aceptar nada de lo que veían y escuchaban, era demasiado inverosímil, y aún así él les había pedido con toda la calma del mundo que se resignaran. ¿Cómo podía siquiera pensarlo? Era inimaginable creer que ellos podrían resignarse considerando todo lo que sentían en ese momento, se equivocaba terriblemente si esperaba que así fuera.

 

En ese punto ya ni siquiera tenían voluntad para angustiarse por lo que pasaría con Uruha, el único que faltaba. Como ya había pasado en las otras ocasiones la pantalla se iluminó, con la palabra “Uruha” en ella, y el momento que los fans del primer guitarrista tanto temían al fin llegó.

Notas finales:

¡Y hasta aquí nos trajo el río! :D ¿Qué tal Kai? ¿Ha sido lo que esperaban? Espero con muchas ansias sus comentarios, que me alegran la vida *-*

Ahora viene nuestro zombie favorito *o* Esperen con muchas ganas a Uruha chicos, será genial :3

En el siguiente terminamos con los segmentos individuales, y para no perder la costumbre éstas son las palabras pista de Uruha: Cinta. Silla. Gris.

Que emoción, nos acercamos ya al capítulo nueve X3 Que si el destino me deja (últimmente comienzo a creer que conspira en mi contra e.e) se los subo este fin de semana porque está de retocarlo nada más ;)

Hasta entonces cuídense mucho, sean buenos, sonrían y escuchen mucha música

Besos,

Kem.


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