-3: En primer lugar, ¿por qué?-.
Esta vez el escenario era una especie de salón de clases, pero más pequeño, más bien como un aula de tutorías privadas. En la pizarra que estaba en una de las paredes se leía: “¿Quiénes somos? Dos personas y ninguna de las dos” y frente a ella se encontraban nuevamente los cinco hombres, sentados en unos pupitres que habían sido alineados frente al pizarrón.
-Ahora sabrán cuál fue el motivo por el que decidimos ser: “su the GazettE”- inició Uruha, el último sentado a la izquierda.
-No es una historia muy complicada, suponemos que la entenderán- le siguió Kai, sentado a su lado.
-De cualquier manera da igual, la historia es la historia- seguía Aoi, quien no parecía muy interesado.
-Sabemos que tal vez sea raro para ustedes, intentaremos hacernos comprender- Reita ladeo la cabeza y sonrió.
-Como sea- Ruki era el último a la derecha y se levantó para encender un proyector- Esta es la historia- se hizo un silencio sepulcral.
Las luces se apagaron en la habitación y el pizarrón fue iluminado con una imagen del primer the GazettE, los Gazetto en su etapa debutante.
-He allí la banda- la inconfundible voz de Uruha resonó en el fondo.
-¿Adorable, no es cierto?- esta vez habló Aoi- Puras patrañas- chasqueó la lengua con fastidio.
-Cuando decidimos formar la banda nos dimos cuenta de que en el escenario, haciendo música y todo eso, conectábamos perfectamente- Reita tomó la palabra- Pero fuera de eso…
-No nos soportábamos- lo cortó Ruki.
-Aún no lo hacemos- agregó Kai con una medio visible mueca de desagrado.
-En Matina daba igual- el ciclo volvió a comenzar con Uruha- Nuestra actitud fuera del escenario- en la pizarra apareció la portada de Wakaremichi- A ellos no les interesaba, total éramos unos perfectos desconocidos.
-Todo eso cambió cuando recibimos la oferta con PSC- la imagen volvió a cambiar, ahora se apreciaba el logo de la compañía- Para ellos la imagen que sus bandas transmiten al público siempre ha sido sumamente importante, así que en cuanto se dieron cuenta de que la nuestra era por mucho sumamente patética nos ofrecieron un trato- la forma en que Aoi arrastró las palabras de la última frase indicaba que cedía la palabra.
-Teníamos que ser otro tipo de banda a los ojos del mundo, y tuvimos dos opciones. La primera era mejorar nuestra relación y la segunda era fingir que teníamos una muy buena, a que no adivinan por qué nos decidimos…- un descarado sarcasmo acompañó aquellas palabras de Ruki.
-El caso era que no sería tan fácil- la voz de Reita sonó casi preocupada- Íbamos a necesitar una organización demasiado minuciosa, además de grandes dotes de actuación.
-¿Por qué creen que renunció Yune?- le siguió Kai- No pensarán que fue porque sintió una inmensa necesidad de dedicarse a la vida campestre o algo así- añadió mordazmente.
-De esa forma, antes de salir Cockayne Soup- la imagen del mencionado EP apareció en la proyección- ya teníamos claro lo que debíamos hacer- Uruha no mostró ninguna emoción ante aquel comentario.
-Y nos convertimos en la banda que conocían hasta ahora- Aoi señaló al frente y en la pizarra la imagen cambió a una foto del segundo Gazetto, ahora con Kai en él.
-Nos fueron dados nuestros papeles, y aprendimos a ejecutarlos a la perfección- casi se podía palpar la prepotencia en aquella frase de Ruki.
-Fuimos evolucionando- ahora la pizarra era iluminada con imágenes y fotografías de ellos, sus discos, vídeos, conciertos y cambios de look a lo largo de los diez años restantes, hasta llegar a la apariencia que acompañó a Beautiful Deformity y detenerse allí- Crecimos musicalmente, también nos volvimos más conocidos y exitosos, y por supuesto todo este teatro se fue haciendo cada vez más creíble- Uruha chasqueó los dedos y las luces volvieron a encenderse.
-Ahora ya saben qué fue lo que sucedió, no creo que tengan motivos para seguir confundidos- Aoi dejó caer su cabeza sobre la mesa.
-Si aún no lo entienden dudo que lo hagan- dijo Kai.
-No hay nada más que decir de todos modos- Ruki se encogió de hombros.
-Entonces, ahora les mostraremos cómo logramos ser tan convincentes, es un trabajo muy duro- Reita se llevó ambas manos a las sienes, en una expresión aturdida- Nos vemos- le sonrió a la cámara y nuevamente todo se puso de color negro.
La mejor palabra para describir a la fanaticada de la banda en ese momento era consternación. No se esperaban una historia de ese tipo y, siendo sinceros con ellos mismos y los demás, aún esperaban que de un minuto a otro todo lo que estaban viendo cambiara de curso o despertarse de ese extraño y retorcido sueño.
Volvieron de golpe a la realidad cuando la pantalla volvió a ser iluminada, esta vez con la frase: “Cuarto blanco”, que les indicaba que era el momento de la próxima revelación.