Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un giro inesperado. (Jongtae twoshot) por yeraldy y javiera

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

hola, les trajimos un two shot en diculpa por nuestra demora en actualizar nuestros otros fanfics. esperamos les guste...

Un día de mierda. Ese era el resumen perfecto para mi día sin duda alguna. A pocas horas de haber finiquitado esa absurda relación, que a este punto me preguntaba el porqué de haberla prolongado durante tanto tiempo, porque estaba más que claro: Jessica y yo no éramos el uno para el otro. Nuestra compañía mutua se remontaba a una atmosfera rutinaria, donde prácticamente estábamos sólo por costumbre. Pero su reciente engaño había sido el punto culmine de nuestra relación, donde sin escándalos ni nada la deje partir.

Asimismo me atormentaban los problemas restantes que me envolvían, aquellos vinculados a mi campo laboral. Si la reciente discusión con mi jefe no llevaba a mi despido traería consecuencias de una u otra forma.

-Un vaso de vodka, frío.

 Deslice un billete de gran valor en la mano del barman. Examine el bar una vez más;  clientela consumida en sus propias preocupaciones, música fuerte pero sin llegar a ser sofocante,  y luces que se alternaban tenuemente al ritmo de las vibraciones emitidas por el sonido. Un lugar perfecto para acudir un día como este.

-Aquí tiene- Un llamativo pero envolvente olor atrapo mis fosas nasales, un trago de color transparente que trague gran parte de su contenido de un solo sorbo en mi garganta.

Parte de mis preocupaciones seguían vigentes. Motivándome a distraerme, gire sobre mi propio asiento en dirección a la pista de baile, la misma que contaba con diversas personas moviéndose a un ritmo uniforme, como era usual.  Pero una mirada oscura mimetizada bajo el neón llamo toda mi atención.  Sus movimientos no eran iguales a los del resto, su cuerpo danzaba de una forma difícil de ignorar. Sus pies se deslizaban por el suelo sutilmente, mientras sus delgadas piernas seguían a la perfección el ritmo de la eléctrica canción, poseía unos muslos que lucían firmes bajo la estreches de su pantalón negro, y sus caderas se meneaban de manera casi hipnotizante en ambas direcciones. Su pecho subía y bajaba levemente entretanto sus brazos seguían sus pasos en perfecta coordinación a su sensual baile. Me miraba fijamente, sabía que era en mi dirección y lo confirme al mirar hacia ambos lados y no hallar a nadie lo suficientemente cerca para que me robara esa mirada.

Atrapo parte de su labio entre sus dientes mientras de un movimiento levantaba de manera casi imperceptible su camiseta, permitiéndome ver un fragmento de su níveo abdomen. Lamí mis labios antes de darme la vuelta nuevamente. Había observado demasiado.

Ingerí el líquido restante y repetí mi previa petición al encargado de servir los tragos. Un escalofrío llego a mí prácticamente al mismo tiempo que me sirvieron la bebida, cuando una mano corría un mechón de mi cabello tras mi oreja.

-Un Consierge Martini.

Si en la pista se veía apetecible, a centímetros de mi era razón suficiente para perder la cordura. Lo observe depositar sus labios suavemente sobre la orilla del vaso, tragando un leve sorbo de su pedido.  Sus finas y delicadas facciones hacían contraste con su desempeño en el baile.

-¿Soy bonito, cierto?- Reí ante su repentina pregunta.

-¿Disculpa?

- Me has estado observando por bastante tiempo- Musitó mirando a un punto inexistente antes de beber otro sorbo. – Entonces, ¿soy bonito?- Mi risa sonó mucho más nerviosa de lo que esperaba.

-Sí, lo eres- Sonrió victorioso, como quien acaba de ganar un gran premio. -¿Puedo saber el nombre de alguien tan bonito como tú?

-Primero, gracias- Añadió una melodiosa risa. Solté más aún el nudo de mi corbata, estaba sintiendo algo de calor. –Soy Taemin.

-Jonghyun- chocamos nuestros vasos antes de decir un “salud”.

Era por unos escasos años menor que yo. Sin entregar mayor detalle, me comentó que un infortunio amoroso semejante era lo que le traía esa noche a un lugar como este y atribuyendo a semejante baile, me informó que era el resultado de tantos años ejecutando esa afición. Eso fue de lo que me pude enterar en nuestra larga charla, que luego se vio interrumpida por mi acompañante y su necesidad de ir a bailar su canción favorita.

Lo observe en todo momento, desde que se levantó de su asiento, permitiéndome ver el compás de sus juguetonas caderas al caminar hasta su bien formado trasero.  Bebí un poco más para quitar la sequedad que mi garganta había comenzado a producir. En el mismo lugar que antes se movía de manera más lenta y seductora, sentía que los metros de distancia eran nulos mientras el bailaba para mí. Guiñó un ojo y con una mano me indico a que me acercara a su encuentro.

Trague las sobras de esa valentía en formato líquido y sin dudarlo me acerque a él, uniéndome a su baile. Su cuerpo se pegaba cada vez más al mío, ajustándose en un calce perfecto. Sentía el rose de sus caderas entre las mías, tome su cintura entre mis manos esperando intensificar esa dulce sensación. A esa nula lejanía, Taemin me bailaba lentamente, atento a cada una de mis reacciones, mientras unas gotas de sudor resbalaron por su frente, cayendo delicadamente sobre sus mejillas y extinguiéndose en un punto de ellas. Sólo una palabra venía a mi mente, que no sólo lo definía a él ni a la circunstancia, si no como yo además me sentía en ese instante.

Excitante.

Su lengua humedeció sus labios, y ese fue mi detonante para perderme en su boca.

La primera impresión que me lleve fue lo tersa que era esta, suavemente lo bese con la intención de saborear por primera vez aquella tan abultada boca, mientras sus manos inmediatamente subían perdiéndose en mi cabello, provocando así más cercanía entre nosotros tras jalar despacio algunas hebras. A un ritmo completamente descoordinado, agitados, comenzamos un efusivo encuentro con nuestras lenguas.  De él desprendía un sabor delirante, una dulzura inexplicable que no me permitía tener algo de fuerza de voluntad para alejarme en busca de oxígeno, por ello agradecí que él se separara escasamente.

-Tengo que ir al baño…- Susurró sobre mis labios entrecortadamente ante la necesidad de aire. El brillo de sus ojos tenía algo oculto pero significativo que no pude identificar, apresuradamente se deshizo entre mis brazos y salió de allí. Incrédulo, voltee a ver como se alejaba en medio de la multitud entre la premura de sus pasos.

Medite unos minutos en el mismo lugar; que debía hacer, cómo responder a eso. En una milésima de segundo mi mente se ilumino en una idea. Decidido, me dirigí a al baño de hombres, que para mi sorpresa se encontraba vacío.

Pero el sonido del cerrojo de la puerta me indicó otra cosa, voltee rápidamente encontrándome con una pícara sonrisa.

-¿Por qué tardaste tanto?- Se abalanzó sobre mí. Sus brazos rodearon mi cuello, y nuestras bocas se encargaron de sustituir palabras innecesarias desatando una lucha insaciable de una desesperación hambrienta por el otro.

Buscando más contacto, baje mis manos hasta llegar a sus muslos. Los estreche antes de elevarlos, cerciorándome de los firmes que eran estos. Taemin cerco mi cintura con sus extremidades, entretanto sus manos se aferraban a mi espalda con exasperación.

A tientas localice el lavamanos, sentándolo en el borde de él sin eliminar la ubicación de sus piernas. Descendí hasta su cuello, ahora degustado del todo por mí. Sin separarme le otorgaba ligeras mordidas mientras colaba mis manos bajo su camiseta, acariciando todo lo que estuviera a mi alcance en esa sedosa piel bajo mis manos, llegue a un par de pezones pellizcándolos con la yema de mis dedos. La dulce boquita de Taemin se encargaba de dejarme claro cuan placentero era para él con sus jadeos y suspiros.

-V-vamos a un lugar más… cómodo- Murmuró a penas en mi oído. Me estremecí al sentir ese caliente murmullo chocar con mi piel. Eleve mi rostro para observar su pronunciado sonrojo, algunos mechones de su flequillo caían pegados a su frente tanto por la agitación de su baile como por nuestra desesperación. Lo baje de allí mientras besaba sus labios una vez más.

Nos abrí paso entre la multitud con Taemin atrás mío, y nuestras manos entrelazadas. Visualice mi vehículo en el lugar que lo había estacionado anteriormente y guie al joven hasta el medio de transporte.

___

-¿Puedes ir más rápido?- Su mentón se apoyaba en mi hombro desde el asiento de copiloto.

-Créeme, si alguien quiere llegar rápido soy yo- Acaricie su muslo de arriba abajo con la mano libre del volante. –Ten paciencia bebé.

- Pero…- Pronunció sus labios levemente. La bendita luz roja me dio paso a callarlo con un prologado beso.

Continué manejando en dirección a mi departamento. Algunas cuadras y por fin llegaríamos. Sus labios repartían besos por todos los lados que su posición le permitía, mi mejilla, oreja, barbilla, e inclusive mi cuello se vio expuesto a sus mordidas y lamidas.

-Te necesito…- Murmuró roncamente. A este paso lo tomaría aquí mismo.

-Si quieres que lleguemos con vida se paciente, porque no me importaría soltar el volante sólo por ti.

-Entonces estaciónate.

No necesite que lo repitiera de nuevo, aparque el auto aun sabiendo que el escaso trecho que me separaba del edificio no sería suficiente. A horcajadas se sentó sobre mis piernas, devorando mi boca con devoción. Tome su nuca incitando acercarlo más a mí.

Gemidos escapaban de sus labios a medida que yo simulaba estocadas desde mi posición.

-Pásate hacia atrás- Cegado en el deseo llegó rápidamente a los asientos traseros, esperándome hasta que llegue a ubicarme entre sus piernas. Sin quitarle la camiseta, la levante para morder ese delicado abdomen, lamiendo y besando sobre las marcas que iba adquiriendo. Su pecho temblaba mientras sus manos tomaron mi rostro llevándome a su boca.

-Te… necesito dentro de mí...

Mi ropa interior y los pantalones sobre ella hacían casi imposible de soportar la presión sobre mi erección. Lleve mi mano a su entrepierna cerciorándome de que pasaba por lo mismo. No quería que lo hiciéramos en el auto, pero eso no me impidió buscar otras formas de saciarlo. Desabroche su pantalón y gracias a que elevó sus caderas pude bajarlo llevando su bóxer con él hasta un poco más arriba de sus rodillas. Tome su miembro entre mis manos, lamiendo solo la punta, lentamente para fijarme en su reacción. Sin apartar nuestras miradas comencé a repartir besos en toda la extensión, Taemin era una cosa exquisita de ver, su rostro levemente sonrojado, sus ojos entrecerrados pero con la vista fija en mí, su boca ligeramente abierta emitía suaves gemidos mientras enterraba sus uñas en el cuero del asiento. Metí su miembro completo en mi boca, sacándolo e ingiriéndolo una y otra vez. Sus gemidos y jadeos comenzaron a ser cada vez más sonoros, clamando mi nombre de una manera placentera a mis oídos. Finiquite ese ritmo frenético para comenzar a morder y besar la caliente carne erguida. Su estremecimiento se sintió bajo mi cuerpo terminando en diluir toda su esencia en mi boca, tragando cada gota y lamiendo mis labios para retirar cualquier residuo. Sabía bastante bien. Llegue a la altura de su rostro, besando la sonrisa cansada que pronunciaba.

-¿Satisfecho?- Él negó lentamente manteniendo su incitadora sonrisa. –Tampoco yo.

-Sólo apresúrate…- bese la manzana de Adán que sobresalía de su garganta. Su delicada voz formo un ronco gemido que erizó los vellos de mi piel. Me pase al asiento del piloto y emprendí el viaje llegando luego de unos malditos minutos.

Nos besábamos sobre las paredes del pasillo de la recepción, agradeciendo que a esas horas nadie se encontrara allí. El elevador lucia como una buena opción para el momento, apenas entramos a través del vacío cubículo estampe de manera nada delicada a Taemin sobre una de las caras del estrecho espacio. Su rostro de deseo me observaba en todos sus reflejos de los espejos en el elevador, excitándome aún más.

Tome sus labios con brusquedad, y de ellos escapo un pequeño gemido mientras paseaba mis manos por su fina cintura. El ascensor llego al piso correspondiente más rápido de lo creía. Como pude camine a la puerta de mi departamento sin parar de besar al bailarín quien desesperado ya me desabotonaba la camisa y a tientas nos quitábamos los zapatos en la entrada. A tan sólo poner un pie dentro del lugar me deshice de la chaqueta y estampe a Taemin contra la puerta.

Estrujé mis manos en sus glúteos mientras que él arrimaba sus piernas en mi cintura, facilitándome las cosas. Me deleite en marcar su cuello de todas las maneras que mi boca pretendía, motivándome con sus suaves ronroneos emitidos sólo para mis oídos entretanto sus manos delineaban todo mi torso a su puro antojo. Su delgado cuerpo se aferró más al mío con ímpetu, frotando su miembro tan duro, nuevamente, como el mío como pude comprobar.

Gruñí y lo llevé en mis brazos a mi habitación, antes de recostarlo en la cama quite el estorbo de su camiseta y la lancé lejos, para luego ubicarme sobre él. Su pecho quedó bajo el mío, permitiéndome sentir como nuestros pulsos exageraban aumentando su velocidad.

-Mhh…- Su columna se curvo cuando mis dientes mordisquearon los rosados relieves que sobresalían de su pecho. Pero me interrumpió jalándome del cabello hasta reencontrarme con sus dulces labios. –Mi turno.

En un movimiento rápido se ubicó sobre mí, con una pierna a cada lado de mi cintura, sentado tortuosamente sobre mi entrepierna. Retiró mi camisa y la lanzó seguramente tan o más lejos que su camiseta. Comenzó a besarme lentamente, dejándome saborear cada milímetro de su boca, mientras sus manos se deslizaban por mi cuerpo a su disposición, terminando en apoyarse sobre mi sexo. Sabía lo que quería, sus ojos en un destello peligroso me miraron, hambrientos. Era la misma mirada que había llamado mi atención esa noche. Desabrocho mi pantalón con tal urgencia que parecía que su vida dependía de ello, y sin querer hacerlo esperar, alce mis caderas para ayudar en su propósito igual de ansioso que él. Relamió sus labios sin sutileza alguna mientras con la yema de sus dedos acariciaba mi bóxer. Mordió sobre la tela antes de desprenderla, dejándome expuesto ante su ahora juguetona sonrisa.

-Taem…- lo llamé a tientas.

-¿Mmm?- Acerco su rostro al mío.

-No tienes que… ya sabes…- aunque por dentro moría porque no me escuchara. El sin embargo me miró divertido de la situación.

-¿Bromeas?- se acercó a mi oído y antes de susurrarme mordió mi lóbulo- no sabes cuánto quiero saborearte, Jonghyun.- no bastó nada más.

Retomo su posición y desde allí me guiñó un ojo. Comenzó a lamer sólo el extremo, hasta luego delinear con su lengua toda mi extensión. Sus besos mezclados con suaves mordidas me llevaron al límite de la cordura, provocándome emitir jadeos y suspiros por el joven. Ya preparado, comenzó a engullir mi palpitante pene en su exquisita boca, mientras sus manos acariciaban mis testículos. Tomó un poco de aire, depositando su aliento cansado sobre mí, enloqueciéndome aún más en el momento en que retomó con lamidas desde mi base. Cuando las succiones parecían no dar tregua incrementó la velocidad a su vaivén, finiquitando con mi líquido en sus manos y su nombre saliendo vigorosamente de mi boca. Cuando retome mis cinco sentidos lo observe con mi respiración entrecortada, como lamía uno de sus dedos. Tan hermoso.

Invertí nuestras posiciones. El llevó sus brazos a mi cuello permitiéndome saborear mi propia esencia en sus labios. –…Te necesito…ya.

Le quité los pantalones llevando con ellos su ropa interior de forma instantánea. Ahora lo tenía en todo su esplendor bajo mi cuerpo. Su piel era tan tersa y delicada que parecía poder dañarse con sólo un roce. Lástima que lo que le esperaba era mucho más que sólo eso.

Me ubique entre sus piernas, sin detener los besos fugases por todo su pecho. Gracias a la lubricación previamente proporcionada por su boca el trabajo sería más fácil, pero de igual manera debía prepararlo. Tras lamer mis dedos y entre besos distractores comencé a introducir mi índice a la entrada ajena, Taemin se removía un tanto incomodo al parecer, seguí indagando suavemente hasta dar con el punto exacto.

-Mmh… ahí, muévelo ahí-Su voz excitada era lo más provocador que había oído alguna vez.

Cuando los dedos eran dos en su interior mordió su labio con fuerza, me separe a pocos centímetros de él.

-¿Quieres que continúe?- Asintió lentamente. Bese su frente antes de ver una mirada algo sorprendida, aproveche su distracción para ingresar un tercer digito, donde un gemido placentero fue emitido de lo más profundo de su garganta, erizando los vellos de mi piel. Ya era demasiado.

Retire mis dedos para colocar ambas manos a los costados de su cabeza, aferrándome al almohadón.

-¿Estás listo Minnie?- Lujuria. Todo él era lujuria pura.

-Cariño… estoy listo desde que te vi en el bar- saboree sus palabras por breves segundos, antes de adentrarme en su estrecho interior. Continué besándolo para distraerlo del dolor inicial, hasta que permitió mi lengua entrar a su boca comencé a moverme. Sus paredes eran tan calientes y estrechas que me sabían a gloria, cada embestida era un deleite que no me resistí a intensificarlas aumentando la velocidad.

-Bebé, Eres exquisito- Arqueó su espalda. Ahora con la localización definida de su próstata no pensaba en distanciarme de ese punto.

-M-más…r- rápido- Estrechó mis nalgas con sus pequeñas manos, era imposible no obedecerle. Ahora una de mis manos se aferraba al respaldo de mi cama, provocando que esta comenzara a emitir fuertes crujidos mezclados con el delicioso sonido de mi piel impactando contra la suya. -¡Ah! ¡S-sí, así!

Llegue a sus labios otra vez. Ese carnoso par era tan adictivo como para perderme en ellos, succione, mordí y bese sus labios entretanto ambos jadeantes clamábamos por el otro. El cuarto completo ardía, sus manos ahora dejaban seguramente marcas en mi espalda y sus piernas se cogían entrelazadas a la misma.

Ahora sus manos se aferraban con fuerza a las sábanas, alzando sus caderas en una insaciable petición por más. Las estocadas eran tan duras como se me hacía posible, respondiendo a la satisfacción de ambos.

-J-jong…-no pudo terminar la frase cuando un desgarrador gemido desprendió de sus labios, se estremeció bajo mi cuerpo ejerciendo un leve temblor que acabo en ambos cuerpos. Mis músculos se tensaron y pude experimentar esa magnífica sensación al llegar al orgasmo, gritando su nombre entre tanto placer. Llegamos al clímax juntos, extremadamente agitados, sonriendo como tontos mientras nos mirábamos.

Nos quedamos tendidos en tanto recuperábamos el aliento. Oí una leve risita nerviosa, gire a verlo y lucia levemente sonrojado, con gotas de sudor pegadas en su rostro, sus ojos cansados me observaban con una sonrisa satisfactoria. Como dije antes, hermoso.

-Eso fue increíble- alcanzó a musitar. Sonreí dándole la razón.

-Y lo bueno- lo besé dejando una mordida en sus labios. –es que tenemos toda la noche.

Cansado o no, debía ser mío, porque mi apetito por su cuerpo parecía insaciable.

Notas finales:

esperamos que les haya gustado jaksjakskasa el primer lemon que subimos comentenos que les parecio y luego le traemos el otro cap

gracias por leer *o*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).