Cap. 1
Introducción
Hace cientos de años existió una guerra llamada Tántrica entre dos Demonios Íncubos (varones) donde hubo derramamiento de sangre por AMOR. Peleaban a muerte por un Demonio Súcubo (mujer) el Patriarca Siwon luego de un viaje regreso a su hogar encontrando su hermoso Edén destruido, enfurecido manda a traer a los Íncubos decapitándolos en el acto ante la mirada de toda la Monarca, su fiel Neko Heechul quien es amante de Siwon muy a su estilo estrangula a la mujer con su larga cola por haber hechizado a dos Íncubos guerreros.
Fue el final de las rencillas por un amor no correspondido… Siwon junto a Heechul firmaron un pacto de sangre en el cual se dijo: – “Todos los Demonios vivirían en paz junto a los Nekos en la Monarca” levantando su bastón a lo alto reparando todo lo destruido ante los ojos curiosos quienes lo miraban con fascinación e impuso una ley:
– “A partir de este momento todos los niños que nazcan en mi Edén, en algún lugar de la Monarca también nacerá su complemento, su alma gemela” todo los residente estuvo de acuerdo de esa manera nadie envidiaría a nadie y reinaría la paz.
~ Metrópolis.
Dieciocho años después una mujer (Súcubo) dio a luz a su primer hijo llamado Kim Jongin a penas lo tuvo en sus brazos supo inmediatamente que sería como su hermano Siwon por ello a pesar de ponerlo como nombre Jongin su esposo decidía nombrarlo Kai como el Dios de la inmortalidad. Esa misma noche mientras la primeriza pareja de esposos sostenían en brazos a su bebé, en los límites de la Monarca también nacía un hermoso bebé, quien sería el alma gemela del pequeño Kai, quien al terminar su evolución como Íncubo podría reclamar a su pareja y alimentarse de ella.
Kai a los cinco años siempre hallaba la manera de escapar de los brazos protectores de su madre pasando horas viendo la puerta de una de las pastelería más famosas del Edén, algo de ese lugar lo atraía… más nunca se atrevía a cruzar la acera. El tiempo transcurría lentamente, Kai dejo de ser un niño para convertirse en un fuerte y atractivo adolescente de diecisiete años.
–Kai tú padre se marchó temprano, recuerda que hoy es tu primer día en la Academia –al oír lo último rápidamente se puso en pie, corrió a bañarse sintiendo los chorros de agua caer por su cuerpo refrescándolo con tibia agua que salía de la regadera, se cambió de ropa inflando el pecho orgulloso, por fin luciría su uniforme de Elite, ya listo salió de su habitación.
–Madre buenos días –dijo robándole una de las tostadas servidas en la mesa, la mujer giro viendo a su hijo.
–Buenos días ¿Dormiste bien? –preguntar, este asintió sin más al ver por la ventana llegar a su amigo Kris y Chanyeol.
–Llegaron por mí.
– ¿Sobrevivirás sin los manjares que sueles comer? –cuestionaba la mujer, Kai puso las manos en sus hombros.
–Todo estará bien, puedo sobrevivir un par de meses solo.
– ¡KAI no tenemos todo el día! –gritaba Kris enfurruñado, el moreno se despidió de su madre marchándose junto a sus amigos. La mujer vio partir a su hijo, tenía una mala corazonada, algo le decía que debía quedarse pero su esposo la necesitaba, sus ojos se pusieron negros como la noche misma, estiro sus alas negras emprendiendo vuelo.
~*~
–Por fin viviré solo –sonrió Kris con mofa, el más alto de los tres Chanyeol tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras seguía metiéndose más galletas a su boca, Kris negaba con la cabeza viendo por el espejo sin entender cómo es que siendo Chanyeol un Íncubo no dejaba de comer –Cuando tengas a tu pareja esta dormirá, si resulta ser un gato durara dos meses en despertar, si es de nuestra especie será un mes… o quizás jamás despierte –dijo burlón ganándose un gruñido de su amigo, al llegar a la Academia bajaron del auto, Chanyeol algo torpe dejo caer todas sus galletas quedando paralizado Kai y Kris frenaron su andar viendo a su amigo como sus ojos cambiaban de color de negros a un azul profundo.
–Yeol regresa…
– ¡CHANYEOL! –grito Kai sus ojos volvieron a su estado natural.
–Ya paso... vámonos –camino dejando a sus amigos atrás Kris siguió caminando sin pronunciar palabra no era la primera vez que ocurría algo similar.
Chanyeol estaba rechazando el vínculo que tenía con su alma gemela… su pareja destinada estaba cerca, hace más de cuatro meses sus padres se lo revelaron pero se negó no queriendo dejar su vida cómoda donde era libre y hacia lo que deseaba sin restricciones, una tarde decidido fue con los Monje pidiendo que forjara un anillo para reprimir sus deseos de poseer a su pareja, no sería por siempre pero sería lo suficiente para poner en orden su confusa cabeza.
En una esquina escondido detrás de un contenedor un jovencito pálido lloraba a mares cubriéndose la boca para no ser oído… su pareja lo rechazaba, su corazón sentía fuertes punzadas Baekhyun había encontrado su alma gemela, viajando de nación en nación hasta llegar a la Monarca, no tenía a nadie en cuanto sus padres se enteraron de su fertilidad trataron de venderlo al mejor postor, en su desesperación cuando creyó estar perdido una luz de esperanza se encendió, abandonando su hogar donde fue maltratado siguiendo ciegamente el sendero hacía el amor de su vida Park Chanyeol, al llegar a la Monarca–Metrópolis todo se complicó pues el muchacho al que estaba vinculado no quería saber nada de él. Lentamente se levantó del suelo regreso por donde vino dirigiéndose al Santuario.
–Baekhyun donde estabas te estuve buscando –escucho una voz detrás de él, giro tratando de sonreír fallando en el intento.
–Necesitaba ver a alguien por última vez Tao –de sus ojos brotaron lágrimas, sollozando amargamente por ser tan desdichado en el amor, Tao sonrió tristecito, su situación es diferente a la suya.
Tao fue criado para servir, orar y hacer ofrendas en el Santuario con el tiempo se le fue revelado quien sería su alma gemela, al saber de quien se trataba no dudo en renunciar al amor… su pareja era un Demonio cruel y arrogante disfrutando de hacer maldades a las personas mientras él se encargaba de sanar las heridas de todos en la Monarca no sabía porque ni como sucedió pero tenía un don___ uno que fue otorgado por Siwon el Patriarca de la Monarca quien desde hace muchos años está a un profundo sueño junto a su compañero de vida Heechul.
–Hice el desayuno tienes que comer, hoy hornee panquecitos de chocolate –tomo la mano de Baekhyun adentrándose al Santuario.
–No tengo hambre Tao.
– ¡Nada! Tienes que alimentarte estas delgado Baekhyun.
–Mira quien lo dice el muchacho que está a punto de desaparecer.
–No es lo mismo. –reprocho –Yo tengo que hacer ofrendas a la tierra es obvio que mis energías sean absorbidas y baje de peso considerablemente a pesar de comer mucho –replico encendiéndose de hombros restándole importancia Baekhyun mantuvo los ojos puestos en él, siempre le estaría agradecido por haberse apiadado y acogido en su hogar.
–Tao antes de irme me gustaría hacerte una pregunta.
–Escucho… –sonrió dulcemente mientras se metía un pedazo de pan a la boca.
– ¿Nunca has salió del Santuario? –Tao al escuchar tal pregunta se atraganto empezando a toser Baekhyun asustado acerco un vaso de agua, Tao lo tomo rápidamente minutos después se calmó… contesto con un semblante serio.
–Jamás he puesto los pies fuera de mi hogar, no puedo hacerlo.
– ¿Por qué? –volvió a preguntar curioso viendo como Tao tomaba una taza de té.
–Baekie me has visto curar a las personas infinidad de veces –dijo mirándose las palmas de la mano –desde que nací mis padres me entregaron a los Monjes –levanto la vista al ver que Baekhyun quería saber porque, prosiguió suspirando nostálgico –mis padres eran guerreros, no podían cuidar de mí, lamentablemente en el campo de guerra murieron, quede huérfano a temprana edad los Monjes son como mis padres nunca me atrevería a desobedecer, son mi única familia… con el tiempo desarrolle el poder de la curación, los monjes me instruyeron –dijo orgulloso –Como premio por ser un buen alumno me mostraron a mi alma gemela dándome a escoger –Baekie agrando los ojos sorprendido.
–Co-como es posible….
–Ellos son muy poderosos querido amigo me hicieron ver lo cruel que es mi alma gemela… lo desdichada que sería mi vida.
– ¿Decidiste renunciar a conocer ese sentimiento por el que nosotros los Nekos mataríamos?
– ¿De dónde sacas que soy un Neko? –pregunto, se quedaron callados por un breve momento, Baekhyun movió sus orejitas de un lado a otro confundido.
–Creí que escondías tus orejas y cola por respeto al Santuario –Tao sonrió enternecido.
–Soy un Íncubo que puede procrear igual que tú Baekhyun.
–No te pareces en nada a los Íncubos con los que me he topado. –musito contrariado. Tao asintió entrecerrando los ojos sintió la presencia de unos intrusos asiendo que se pusiera en guardia, Baekhyun se escondió asustado. Tao sintió su corazón acelerarse… no podía respirar con normalidad, entro en pánico.
Al salir de la Academia antes de lo previsto Kris pidió ser acompañado al Santuario hace mucho que tenía pesadillas, sus padres murieron pero su madre siempre dijo que si llegaba a tener pesadillas fuera al Santuario, los monjes se encargarían, Yeol se ofreció no queriendo llegar a su casa su madre al igual que los padres de Kai se fue a una misión… Kai se disculpó tenía otros planes, Kris dejo libre sus alas negras extendiéndolas Chanyeol las vio sintiendo envidia al igual que Kai algún día ellos podrían volar por su cuenta, Yeol se sujetó fuerte del brazo de Kris emprendiendo vuelo al Santuario, al llegar el rubio percibió a dos individuos lo curioso es el aroma dulzón que desprendía de la habitación un deseo inexplicable broto desde sus entrañas haciendo que su sexo viril vibrara como si tuviera mente propia.
~*~
Un hermoso Neko decoraba uno de sus famosos pasteles de vainilla para su amigo, Sehun vendría de visita y quería hornear el mejor pastel, durante el día preparo muchos pasteles mientras cantaba una hermosa melodía, cuando llevo el último pastel para ser horneando sintió un escalofrió recorrer todo su cuerpo más pretendió hacer caso omiso y siguió… el teléfono comenzó a sonar, apresuro a contestar.
– ¡Pastelería YEHET en que puedo servirle!
– ¿Kyungsoo? Soy Sehun… no llegare a tiempo, se me hizo tarde mi camioneta decido descomponerse el día de hoy –el pequeño Kyungsoo resoplo, no era justo tenía todo planeado para pasar una tarde esplendida – ¿Kyungsoo? ¿Estás ahí?
–Si…
–Lo siento… si tuviera mis amadas alas todo…
–Sería más sencillo –completo la frase –bien te espero mañana se puntual, hoy te hornee un delicioso pastel pero creo que lo venderé si lo guardo se echara a perder.
–Kyungsoo no hagas eso, igual puedo comerlo.
–Olvídalo Sehun, tengo que cortar, adiós.
–Kyung… –no lo dejo terminar de hablar cortando la comunicación, cuando se dirigía a abrir su tienda para que los comensales ingresaran volvió a sentir un escalofrió en todo su cuerpo, este era distinto a los demás, se sentía observado, sentía miedo… un fuerte viento golpeo su rostro y la puerta principal se abrió dejando ver a un muchacho moreno, por instinto retrocedió sin dejar de verlo a los ojos, aquellos ojos como dos perlas negras estaban hipnotizándolo, sus respiración se disparó… hacía mucho calor soltando un suave gemido.
– ¡Quiero follarte! –hablo el extraño, el pequeño Kyungsoo de orbes agua marina agacho sus orejitas sin comprender asustado sosteniendo una navaja fuertemente asiendo sobresalir sus garras.
– ¿Qué?
–Quiero….
–N-no debes estar aquí –dice asustado –nadie puede verme –susurro corriendo a sus brazos como si fuera un imán, sin dejar de verse a los ojos –soy un neko y… –fue callado por unos labios gruesos quienes lo incitaban a pecar, Kai no entendía que le pasaba más se dejó llevar por el deseo que sentía, quería poseer a ese gato que tenía enfrente, moría por fundirse en su piel, sentía como el pequeño minino templaba entre sus brazos e intentaba soltarse lo cual era contradictorio cuando fue él quien se acercó.
– ¡Quítate la ropa! –ordeno, Kyungsoo asustado negó con la cabeza abofeteándolo indignado.
– ¡No soy tu puta! –grito molesto aun en los brazos de Kai, este sonrió de lado, con la mano derecha tomo la barbilla de Kyungsoo obligando a abrir la boca pero este mordió su labio inferior… el moreno lo soltó llevando su mano a la zona afectada frunciendo el ceño, el neko sonrió triunfante.
–No sabía que los Nekos fueran unas fieras, según tengo entendido son muy sumisos ¿Qué te hace tan especial? –Kyungsoo trago grueso ¿Debía decirle la verdad? ¡No! ese sujeto era un extraño jamás lo había visto puede que sea su culpa, Kyungsoo sale de la pastelería una vez por semana, las probabilidades de que se conociera eran nulas ¿Entonces porque estando entre sus brazos se sentía seguro? No era como cuando Sehun lo protegía era diferente sentía calidez, acaso ese joven de mirada penetrante que quería fallárselo era su… ¡No! imposible –En que tanto piensas gatito –dijo malicioso, Kai perdió la cordura estaba cegado deseaba arrancarle la ropa, el aroma que desprendía de su piel lo enloquecía. Kyungsoo vio oscurecer la mirada de Kai tenía mucho miedo pero al mismo tiempo curiosidad.
–Pienso en muchas cosas unas más importantes que otras –mintió – ¿cómo te llamas? –su cola se comenzó a mecer juguetonamente mientras Kyungsoo no despegaba su vista del individuo, Kai sonreía descaradamente acercándose a él.
–Me llamo Kai ¿Me dirás cuál es tu nombre gatito?
–Kyungsoo me llamo Do Kyungsoo
–Un nombre bonito para alguien sumiso. No pienso repetirlo otra vez, quítate la maldita ropa enano –enfureció al escuchar como lo llamo, era bajito pero tenía que recordárselo ¿No sabía lo ofensivo que llegaba a ser para alguien de su condición? Ese idiota era un animal sin tacto.
– ¡IDIOTA! ¡A QUIEN LE DICES ENANO! –grito sin retroceder al ver que Kai se acercaba.
– ¡QUITATE LA MALDITA ROPA DE UNA VEZ! –levanto la voz furioso tenía un pequeño problemita en sus pantalones como para perder el tiempo hablando, se acercó a Kyungsoo lo suficiente como para tomarlo entre sus brazos, con sus manos agiles le arranco el mandil rosa junto con la camiseta de gaza dejando su torso desnudo, Kyungsoo entro en pánico agarrando una bandeja tratando de cubrirse, Kai se lo arrebato de las manos tomo a Kyungsoo de la cintura sentándolo en la mesa comenzado a devorar su cuello expuesto, el pequeño Neko trato de alejarlo con todas sus fuerzas pero Kai logro dominarlo asiéndolo gemir.
–Suéltame Kai…
–Sé que te gusta no te resistas. –susurro, mordiendo levemente su oreja asiéndolo sonrojar dejándose hacer por el moreno quien lo tenía sometido, Kai mordía su piel y con sus manos acariciaba todo su dorso desnudo, Kai levanto su rostro acercándose a devorar sus labios rojos acorazonados, Kyungsoo tenía los ojos cerrados levantando sus brazos enrollándolos en el cuello del moreno profundizando el beso… Kyungsoo no sabía besar por lo que se estaba dejando llevar, nunca nadie lo había tocado de esa forma, le gustaba y quería más, fue ahí que recordó a Sehun, abrió los ojos alejando a Kai asiéndolo retroceder y chocar con la pared, rápidamente bajo de la mesa salió corriendo a la calle siendo perseguido por un furioso demonio.
– ¿Te gusta jugar Kyungsoo? Bien… juguemos, veamos quien gana gatito –susurro entre dientes viendo a su objetivo correr por la calle principal, enfureciendo más de lo que estaba al ver como las personas que transitaban por las calles vean correr a un lindo Neko con el dorso desnudo, en ese momento fue donde Kai deseo con todos sus fuerzas tener alas, chasqueo la lengua, no tendría sus ansiadas alas hasta que hiciera algo bueno, siendo un demonio era difícil obtenerlas solo los privilegiados tenían ese obsequio de Siwon. Vio cómo se escondía por un callejón de mala muerte – ¿Acaso quieres ser carnada de esos buitres?
Kyungsoo llego a una angosta calle sin salida detrás se encontraba Kai “Diablos” pensó al ver como se acercaba, miro a ambos lado más no tenía escapatoria, respiraba entrecortadamente.
–No huyas de mi pequeño gato mimoso –dijo arrogante comiéndoselo con la mirada, fue cuando cayó en cuenta que se encontraba desnudo de la parte de arriba, se ruborizo al pensar en que corrió por las calles en ese estado.
– ¡No me hagas daño! –pidió suplicante el moreno no escucho y se aproximó sacando de su bolsillo una corbata.
–Extiende las manos.
– ¿Co-cómo?
–Dije extiendas las manos.
– ¿Qué piensas hacer? ¡MALDITO VIOLADOR! –grito, era sumiso por ley pero tenía orgullo, no dejaría que un recién aparecido jodidamente guapo lo desvirgara, no podía abrirle las piernas… ¡oh! ¿Sí?
–Definitivamente eres muy respondón, así jamás nadie te querrá.
Kyungsoo cambio su semblante, sintió como bofetada las palabras de Kai pues eso le recordó su posición, los Nekos no podían perder su glamur… era su encanto, sin él no era nadie más que un objeto sexual, odiaba ser un Neko, odiaba ser….
– ¡Extiende tus malditas manos! –exclamó Kai asiendo que Kyungsoo apretara los labios conteniendo la rabia que sentía –Excelente minino –dijo al ver como extendía los brazos por lo que decidió atar ambas muñecas.
– ¿Ahora qué? ¿Piensas ponerme una correa en el cuello y bozal en la boca para exhibirme como un perro por la plaza? –pregunto sarcástico, mientras lo miraba girarse para buscar dentro de un contenedor de basura.
–Esto servirá –pensó para sí mismo mientras se acercaba lentamente sosteniendo una caja de madera comprobando que pudiera soportar su propio peso, se sentó en ella y llamo al pequeño Kyungsoo – ¡Ven! –ordeno, con semblante sereno, Soo frunce el ceño negando con la cabeza.
– ¡VETE A LA MIERDA! –dijo Kyungsoo indignado ¿Qué pretendía? Estaban solos en la estrecha calle, pronto los faroles prenderían iluminando la cuidad.
–Eres un… ¡MALDITO LUNATUCO! –antes que siguiera replicando Kai jalo de sus brazos amarrados asiendo que se hinque entre sus rodillas.
Sin pronunciar palabra alguna Kai comenzó a desabrochar el botón del pantalón del joven de baja estatura de piel lechosa, quien entendió lo que pretendía hacer por lo que comenzó a moverse de un lado a otro tratando de alejarlo sin éxito aparente.
– ¡SUELTAME! ¡DEJAME IR! –gritó desesperado sintiendo como su pantalón cedía ante los habilidosos dedos del Íncubo.
– ¿Te das cuenta de donde nos encontramos pequeño Kyungsoo? –Se dignó a hablar después de permanecer callado –Tus gritos están atrayendo a los curiosos –dijo tranquilamente comenzando a bajarle los pantalones.
Horrorizado giro a la izquierda mirando cómo no muy lejos dos jovencitos los miraban azarados la escena desde la entrada del estrecho callejón.
– ¡Idiota! –trataba de soltarse inútilmente.
– ¿No te gusta que te miren pequeño gatito? –musito Kai deslizando el pantalón hasta los muslos dejando ver su blanco y carnoso trasero.
–Suéltame…
–No tienes idea de lo que soy capaz de hacer por conseguir lo que quiero –dice posando sus manos por las tersas y firmes nalgas comenzó a devorar con hambre su blanquecino cuello embriagándose con su dulce aroma en el transcurso, mordí y chupo todo lo que quiso, Kyungsoo sintió una electricidad recorrerle el cuerpo sintiendo unas enormes ganas de llorar, para ese entonces ya eran diez personas las que miraban aquello desde la entrada del estrecho callejón, Kai dejo de morder su cuello para hacer girar al Neko –Mira Kyungsoo nuestro público crece –el pequeño felino se ruborizo, Kai vio a las personas aglomeradas mirar aquello muy atentos.
–Piensas someterme aquí mismo maldito animal… no quiero estar aquí –mascullo al verse acorralado entre la pared.
–No defraudemos a tus Fans –dijo poniendo sus brazos encima de un fierro retorcido que estaba incrustado en la pared, Kai desnudo completamente a Kyungsoo dejándolo solo con los calcetines puestos.
Sintió un calor abrumador recorrerle todo el cuerpo al verse expuesto sin poder ocultar su genitales frente a toda ese muchedumbre que ya no se podía contar.
–Te are mío… –susurro el moreno comenzando a besar su cuello.
Continuara…