Lo que me despertó esa mañana de Lunes no fue el despertador para ir a clases, sorprendentemente fue la hermosa mañana que cuyos rayos del sol bañaban mi pieza cual cascada porque la noche anterior no tuve tiempo ni ganas de cerrar las cortinas.
Tomé mi celular y eran las 7:00 AM. Me desperté media hora antes lo que me daba tiempo de hacer mas cosas, así que me dispuse a hacer mi rutina diaria para luego ver que hago. Empecé con bañarme, luego me vestí con mi uniforme, ordené mi dormitorio y cuando me cercioré de que todo esté en su lugar tomé mi celular y ya eran las 7:30, hora en la que se suponía que me tenia que levantar. Entonces fui a despertar a mi papá que estaba en la habitación de al lado. Y acto seguido bajé con mi mochila y mi chaqueta ya que estaba nublado. Me dispuse a hacer el desayuno para ganar tiempo. Y cuando terminé mi padre y estaba en la mesa esperando la comida.
-¿Qué hay de desayunar?- preguntó mi padre frotándose las manos una contra la otra.
-Pan con huevo y café-
-Que bueno que tengo mucha hambre-
-Pero me tienes que dejar a mí también-
-Tendrás que apurarte entonces-
Dicho esto nos sentamos a comer mientras conversábamos sobre su trabajo y su jefe y sobre mi trabajo y mis estudios. Sobre las cosas del hogar y sobre temas random.
Alcanzamos a abacar muchos temas antes de que llegara la hora de irme al colegio.
-Hijo, me parece que ya es hora de irte, yo voy a estar aquí para cuando llegues y después me voy- dijo esbozando una sonrisa de disculpas.
-Bien, trataré de llegar temprano para poder despedirme-
-Como quieras, pero no descuides las tareas-
-Nunca lo hago- dije cerrando la puerta al momento en que me iba al colegio que por cierto queda muy cerca.
La verdad siempre me va bien en el colegio, no siempre estudio pero tengo muy buena memoria, y el que me vaya bien en las notas, hace que me valla mal en lo social, tengo muy pocos amigos, solo están los del restaurante pero ellos van a otros colegios, el único que estudia en el colegio donde voy, es Gaara, pero está dos cursos por encima mío y nuestros recesos no coinciden.
Al llegar a la entrada del colegio me dirigí a mi aula pasando la dirección y subiendo la escalera, la primera sala a la derecha, me senté en el rincón de la última fila, como siempre lejos de todos, aunque cuando toca prueba estoy rodeado de “amigos”.
Pasaron 30 minutos que parecieron horas hasta que el profesor llegara, pero llegó con una sorpresa, una sorpresa de pelo azabache y ojos negros, realmente no tuve un buen presentimiento, y todo empeoró al momento de decir:
-Hola, me llamo Sasuke Uchiha, un gusto en conocerlos- algo en su voz resonó en mi mente y chocó en la parte de mi cerebro que te alerta del peligro.
El profesor Iruka le señaló el asiento a mi lado entonces se dirigió a mi lado para sentarse, y yo que me senté aquí para estar lo mas lejos posible de la humanidad.
-Hola, ya sabes mi nombre, ¿Cuál es el tuyo?- me preguntó con una sonrisa.
-Naruto- dije cortante, ya que mi cerebro aún estaba alerta.
-Em…un gusto en conocerte- yo quería responderle animado, como soy, pero mi cerebro controlaba mis extremidades e hizo que diera media vuelta la cabeza. Y pude ver de reojo su cara de tristeza.
El resto de la clase transcurrió normal un tanto tensa por mi parte, y en el recreo fui al comedor a comer un rico sándwich, después a la biblioteca. Cuando tocó el timbre para entrar a clases llegó la profesora Kurenai de artes visuales donde yo estaba y me dijo:
-Disculpa, Naruto, necesito de tu ayuda, se que eres bueno en eso de la pintura y el dibujo y necesito que me ayudes con un mural, pedí permiso para pintarlo en una de las paredes de la biblioteca de la ciudad-
-Claro, cuente conmigo, pero dos seremos muy pocos-
-No te preocupes por eso, ya se lo pedí a otros niños para que nos ayuden-
-Claro, ¿Cuándo?-
-Hoy, después de clases-
-Mmm, voy a avisarle a mi padre y de mi casa voy a la biblioteca-
-Me parece divino-
Después me acompañó a mi sala de clases y cuando entré me fijé que habían muchos chicos alrededor de mi mesa, o quizá no era mi mesa, si no Sasuke. Con solo pensar su nombre me dan escalofríos. Solo me sentaré y listo.
No fue nada fácil sentarse con toda esa gente al lado y yo pidiendo permiso. Era muy molesto, lo mismo me pasó a mi cuando era nuevo, entonces ver esa situación me produjo, odio, pena y risa. También odiaba que durante la clase las chicas le estuvieran mandando cartitas, por que a el y a mi no, ¡que tiene el que no tenga yo!
Transcurrió toda la jornada así, incluso en el almuerzo no lo dejan tranquilo, por que a el y a mi no.
Llegué a mi casa relativamente temprano y ahí estaba mi padre, le comenté lo pedido por mi maestra y el me dejó ir con tal de que llegar temprano, me cambié de ropa y fui.
Cuando llegué habían cinco chicos mas, Gaara y sus hermanos Temari y Kankuro, Ino, de mi curso y el estupido de Sasuke. No pensé que es supiera por lo menos como tomar una brocha, pero las apariencias engañan..
-Muy bien, se preguntaran de que temática será el mural, bueno, el tema será sobre el daño producido por los incendios forestales causados por el hombre.
Todos teníamos buenas ideas pero las que mas destacaron fueron la mía y la de Sasuke, eran ideas totalmente distintas, y para colmo, la profesora eligió la suya, definitivamente ese idiota llegó para arruinarme la vida, por suerte ahí estaba Gaara para distraerme, estonces hablamos sobre el trabajo y de que escuchó que durante toda la semana no habrán clases por una huelga que habrá, eso me ayudó mientras pintábamos, pero cada vez que buscaba pintura, él estaba ahí.
Casi, terminábamos cuando llamó papá, para que me fuera a casa, avisé a la profesora y me fui.
Llegué al cabo de un rato y mi padre me esperaba con la cena en la mesa, es el mejor padre del mundo.
Conversamos sobre distintos temas que usualmente sacábamos de las noticias que estaban dando en la televisión. Temas como la huelga de mañana, el alza de precios, hasta que salió el tema de el matrimonio y la adopción gay. Mi padre apagó la TV de inmediato, y me comentó sobre lo enfermos y degenerados que podrían ser algunas personas al enamorarse de alguien de su mismo sexo, de verdad los aborrecía, a mi me daba igual, solo que era mejor seguirle la corriente. Cuando se enoja de verdad se enoja.
Después de la “amena conversación” maldiciendo a personas con distintos gustos, yo no los apoyaba, pero no significaba que estuviera en contra, porque en parte es su decisión pero por otra parte si los apoyo mi padre de seguro me castiga.
Me bañé y me lave los dientes, pero por alguna razón tenia un sabor amargo en mi boca, a pesar del enjuague bucal, pero me pude dormir aunque no muy a gusto de mi pensar.