- Gracias Iza-chan – dijo una gatita muy sonriente modelando la ropa que su amiga le había traído.
Por suerte Izanami había podido encontrar la ropa que traía Keityn normalmente y que había dejado en el bosque cuando Jack se la llevo a la mansión. Era una camisa blanca con tirantes con una falda negra bastante bonita. También traía unos guantes negros sin dedos y una máscara blanca la cual se podría comparar con la de Masky o incluso la de Jane. Y como toque final unas medias a rayas las cuales le pusieron muy contento a Jack ya que se parecían a las que el usaba.
- de-de nada – le respondió esta algo apenada.
- Porciento Iza-chan me he estado preguntando algo todo este tiempo... – dijo sentándose en el sofá en el cual Izanami descansaba.
- ¿que?
- Slenderman.... ¿el como es? Hablo de su forma de ser, claro
- Bueno... como decirlo... el es como una combinación de sus hermanos, según su madre.
- ¿su madre? ¿tienen una madre ellos?
- Por supuesto que sí, aun que los visita más de una vez al mes o a la semana, depende de su humor...
- Ya veo... entonces ¿Slender es alegre como Esplendor y refinado como Offender? Je entonces sus fans no lo conocen bien...
- ¿¡como que fans!?
- Ah ¿no te lo he dicho? Allá afuera en la ciudad y en otras partes se esparcen muchos rumores acerca de Slender, sus hermanos, Jeff, incluso de Jack y de otras personas. Yo solía buscar ese tipo de historias hace tiempo, en parte no puedo creer que no me acordara de eso hasta ahora.
- Sí, estoy al tanto de la existencia de los rumores, pero eso no responde mi pregunta.
- A si, si. Existen muchas personas que admiran a Slender y a los demás, ya sean por “respeto”, por miedo o por seguir la idea de en verdad son buenos, no quieren hacer daño, no quieren espantar a los demás y cosas como esas.
- Aunque creo que eso ultimo es lo mas cercano a la realidad.
- Si, ya me di cuenta. Pero nos estamos desviando del tema, ¿me puedes explicar eso de que es como sus hermanos? Por lo poco que he visto, el no me da esa impresión...
- Con respecto a lo de Esplendor su madre me dijo que existió una temporada en la cual sonreía bastante, pero por alguna razón esta desapareció casi por completo. Y con lo de Offender... la verdad es que yo tampoco acabo de entender eso.
- Bueno eso no importa mucho. – dijo levantándose del sofá – iré a dar un paseo.
- ¿Te puedo acompañar?
- Claro Iza-chan
*************
Mientras tanto en el cuarto del menor, él y el payaso seguían acostados ya que estaba asiendo demasiado frio como para levantarse (N/A: flojos N/X: el burro ablando de orejas...)
- Slender... ¿sigues despierto?
- No...
- Es que te quería preguntar algo, pero... si te molesto te dejare descansar...
- ¿Que quieres?
- S-si mi pasado fuera oscuro... ¿aun así seguirías siendo mi amigo? – la voz del payaso empezó a temblar, sonaba muy triste, demasiado si tomábamos en cuenta el dueño de la voz.
- ¿A qué te refieres? – Slender se empezó a preocupar demasiado, había volteado a ver la cara de Jack pero este nomas se cubrió con la sabanas, sin embargo con solo escuchar su vos imaginaba que él se encontraba apunto del llanto.
- Ya no es nada, lo siento por molestar. – rápidamente le quito la sabana de la cara dejando ver lo que sospechaba, lagrimas, lagrimas a punto de caer de sus hermosos ojos grises.
- Dime lo que te pasa, tu dijiste que tu serias mi amigo y los amigos no se tienen secretos... – dijo el mayor al tiempo que le agarraba el rostro para que no lo volviera a ocultar.
- Pe-pero...
- ¿Pero qué?
- Pero tengo miedo de que cuando te lo cuente ya no quieras ser mi amigo...
- Sea lo que sea lo escuchare, no tengas miedo. Nadie sabe cómo va a hacer el futuro.
Jack miro hacia donde debería estar el rostro de Slender y aunque él no poseyera uno le dio la impresión de que estaba sonriendo, y no solo eso, el estaba preocupado por Jack. Así que este último se armo de valor y decidió contárselo.
- como sabrás yo estuve encerrado en una caja – Slender asintió ante esto.
- Sí, mi hermano había encontrado tu caja mientras que cavaba. – dijo al momento que con sus tentáculos traía dicha caja.
- Pero no sabes de donde vengo, ni que he hecho, mucho menos él porque me encontraba en ese lugar... – dijo al momento que se le quebraba la voz con eso último.
- Continua – no dejaría que Jack se detuviera, quería saber más de él. Así que Jack no tenía otra opción, esta sería una muy larga historia para ambos.
- Yo soy un ser cósmico. Fui creado por un “hada madrina” como le dicen algunas personas de por aquí, para un único propósito. Ser el mejor amigo de un niño solitario. Eso fue hace cientos de años... el hada tenía planeado que yo adoptara los justos del niño asiéndolo algo obligatorio... y que después de que el muriera yo fuera a buscar un nuevo niño solitario para alegrarle la vida.
“al principio todo salía como ella tenia planeado, yo tenía todos los colores del arcoíris, mi pelo rojo, mis ojos azules y lo que ahora solo es planco y negro tenían los colores más hermosos del mundo... pasamos los primeros 3 meses de maravilla, jugando cada vez que su madre no le ponía atención, que era casi siempre, y refugiándonos en su cuarto cuando su padre regresaba borracho, que era casi todas las noches... pero un día mientras que estábamos jugando... mate al gato del vecino y aunque el intento decirles que fui yo el que lo hiso no le creyeron y lo mandaron a un internado, mientras que yo siguiendo sus ordenes, me quede esperándolo en esa caja musical hasta que volviera... al entrar en esa caja no tenía otra opción no podría salir hasta que le dieran cuerda a la caja y él lo sabía...”
- ¿¡entonces as pasado cientos de años encerrado en esta caja!? – Slender empezó a alarmarse no podía creer tal cosa.
- No, no... no fue así... el... me libero de la caja – ya un poco más relajado Slender le pregunto
- Entonces siguieron jugando en cuanto el regreso y perdiste tu color cuando el murió ¿verdad? – quería creer que así paso, lo quería creer pero en el fondo sabía que no era así.
- N-no exactamente... el regreso cuando ya era un adulto... pero no me libero... el creyó que esos 3 meses los había imaginado... ya no me quiso ver, incluso me reemplazo con una chica. Y... con esa chica jugo un juego interesante, me gustaba mucho verlo jugar con ella y con muchas otras personas... y cuando él me libero porque mi caja y otras cosas se habían caído al suelo... jugué con el... el lloraba, me gritaba, dijo que yo no era real... incluso me insulto... en parte no lo cupo... ¿sabes? Durante los años que permanecí en ese lugar había acumulado mucho polvo, telarañas e incluso había perdido mis colores y debido a que no había hablado con nadie, ni conmigo mismo, se me había deformado la voz asiéndola un tanto rasposa y de ultratumba...
“después de eso seguí jugando ese juego, con un niño, luego otro, y otro, y otro... incluso creo que he perdido la cuenta con cuantos he jugado... y seguí así hasta que llegue con uno en especial... el aun cuando solo tenía 13 años ya estaba muy apegado al internet, los videojuegos, eso sí era muy listo el chico. El me reconoció de mi historia y corrió de mí.
Eso me había tomado por sorpresa, ya que a pesar por mis colores muchos niños antes que el se habían acercado a mi por su propia voluntad. Le pedí que me contara todo lo que sabía de mi y como recompensa yo me iría de ese lugar, cosa la cual el acepto un tanto dudoso...
Me dijo mi pasado con mi amigo, de como él fue enviado a ese lugar... también me dijo que lo que yo jugaba no tenia nombre. Yo le dije que sí que tenía un nombre...”
- ¿y cómo se llamaba esa cosa?
- “El ultimo y nos vamos” así fue como llame ese juego... pero al ver el rostro de ese chico asustado me di cuenta de unas cuantas cosas. Así que después de eso fui a buscar mi caja y fue por la que sería la última persona con la que jugaría. Le mencione a ella como podría deshacerse de mi si ella lo quisiera y ella se lo comento a su padre... cuando yo jugué con ella “el ultimo y nos vamos” el estuvo cerca y abrió la caja para que entrara en ella. Je, claro que por voluntad propia ya que no se me puede forzar a hacerlo... la niña se salvo por los pelos y el padre izo algo que no esperaba... me fue a enterar al pueblo que esta cerca de tu bosque... yo al menos esperaba que dejara mi caja en algún lugar apartado en su casa. O que me regalara a alguien... pero, pero ¡EL ME DEJO EN ESE LUGAR PARA QUE ME PUDRIERA JUNTO CON ESA MALDITA CAJA!... solo, en la oscuridad, solo, donde no volvería a ver la luz del sol... solo – para ese entonces Jack empezó a temblar y llorar, se notaba que en verdad no le gustaba para nada esa idea. – no me gusta estar solo, le tengo miedo al ático ya que fue ahí donde él me abandono, no quiero estar solo, volver a esos días en los que dudaba si yo existía, si a alguien le importaba. No quiero, no quiero, no quiero. Si tu hermano no me hubiera ido a buscar hubiera llegado a un punto que ni siquiera tendría blanco y negro en mi piel. Hubiera sido transparente, hubiera desaparecido. Nadie me vería otra vez... ¿sabes porque quise a Keityn como mascota? ¡Es porque todo empezó con la muerte de ese gato!, no quiero que vuelva a pasar algo parecido, si ella vive tal vez se mejore todo ¿v-verdad? – Slender estaba mudo, no podía creer todo lo que había escuchado, Jack avía hecho sufrir y había sufrido mucho por igual, así que no supo hacer algo mejor que abrasarlo y ponerlo contra su pecho.
- Yo no te dejare solo, sabes, a mi no me importa el pasado de nadie. Yo soy tu presente y seré tu futuro. Reparare tu alma y no dejare que nada te haga daño. – Jack correspondió el abraso esta vez feliz ya que confiaba de que Slender cumpliría su palabra y no lo abandonaría nunca.
- Soy un fracaso, se supone que yo debería contentarte, no al revés... te prometo que nunca jugare ese juego otra vez...
Ambos se quedaron dormidos así, abrasados, dándose su apoyo el uno al otro, aun con barias preguntas en su cabeza pero que ignorarían para que el otro estuviera feliz. Y tanta fue su concentración en el otro, que no notaron que tenían un espectador el cual le puso atención a cada acción y cada palabra que decían esos dos.
- “esto lo tiene que saber Offender...” – fue lo que pensó a la vez que se alejaba para dejarlos en paz.
*************
Hace apenas una hora que Jeff había empezado a caminar sin rumbo por el bosque, sus pies se movían casi automáticamente, recordando una y otra vez su sueño, olvidando ... olvidando cada vez mas y mas aquella voz que lo torturaba.
- ¿PERO QUE E ESTADO ASIENDO? – dijo a la vez que empezaba a reír cada vez más fuerte. – E ESTADO PERDIENDO MI TIEMPO CON ESOS DEMENTES. – cayó de rodillas al piso agarrándose el estomago. Enverad que estaba riendo mucho.
- Que tiene de malo estar loco? – a Jeff no le importo lo mas mínimo el escuchar esa voz raramente familiar y no se volteo para ver de quien se trataba.
- Por supuesto que nada, lo único que importa es ser feliz en este mundo. No importa que. – continuaba riendo a la vez que le contestaba a esa voz, tomando aire cada vez que podía.
- Eso es cierto. Solo por tener diversiones deferentes dicen que estamos locos.
- Ellos se lo pierden... Ellos son los únicos inhumanos – dijo aun riendo Jeff cuando recordaba las caras de pánico de todas sus víctimas.
- Se podría decir que al menos en ese aspecto le asemos un bien común al mundo jeje.
- Claro, alguien se tiene que hacer cargo de la mierda de este mundo.
- Pero dime, ¿acaso Jack es como ellos?
- Claro que no, el es... mas parecido a mí.
- Por supuuuueeeestoooo, son como dos gotas de sangre – dijo esa voz con un cierto sarcasmo.
- ¿Como dos gotas de sangre?
- Si, una tipo B y otra tipo AB
- Y qué hay de Slender? – pregunto Jeff curioso
- El seria del tipo A. Y yo que pensaba que no te interesaba ese “larguirucho”.
- Claro que me importa – dijo ya serio.
- ¿Enserio? Eso no fue lo que dijiste ase unos momentos....
- bueno, es que... eso no importa ya, me marcho – dijo Jeff a la vez que se paraba y caminaba hacia la ciudad con las manos en la cabeza.
- ¿porque huyes de todo?
- Yo no escapo de nada – menciono Jeff ya molesto y caminando mas rápido.
- Escapaste de tu vida anterior matando a tus padres, escapaste de Slender la primera vez que te encontraste con él, has estado escamando de tu otro yo durante años. Incluso hoy as escapado de ellos y de mi porque tienes miedo, miedo de la verdad, miedo de matarlos al igual que tu familia, miedo de quedarte solo y miedo de herir a los que te rodean.
- CALLATE – Jeff había comenzado a temblar otra vez. No quería escuchar esas palabras, sabía que todo eso era cierto, lo sabía, pero no quería admitirlo. empezó a correr, más y más rápido pero esa voz lo seguía con facilidad y no lo dejaba en paz. – ¡¡¡YO NO SOY ASI!!! Yo no me preocupo por los demás, yo solo me preocupo por mí mismo, no tengo miedo de lastimar a las personas, me divierte hacerlo, no me siento mal por la muerte de mi familia, estoy más que feliz por eso. No estoy enamorado de Slenderman y Jack, los quiero matar. – dejo de correr. No podría creer todo lo que había dicho.
- ¿Quien menciono el que si los amabas?
- Este... yo... – el asesino se había parado en seco justo en el borde del bosque. La piel de su cara se estaba empezando a tornar de un color rosado.
- Además, creo que tooodo lo que has dicho ha sido al revés.
- No-no es cierto – dijo volviendo a temblar
- tú te preocupas por los demás, no solo por ti mismo, tienes miedo de lastimar a las personas y no te divierte hacerlo, te sientes mal por la muerte de tu familia y no estás para nada feliz por eso. Estas enamorado de Slenderman y Jack pero no los quieres matar. – a Jeff se le soltaron las lagrimas al escuchar eso...
- ¿y si es cierto? ¿q-que puedo hacer?
- Solo ve a donde quieras ir, ya sea matar o amar. No te preocupes por eso, además esos dos con más resistentes de lo que crees.
- Está bien... – dijo al momento que retomaba su camino a la ciudad – “necesito pensarlo, necesito hacerlo... si no estallare”