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no fue mi intencion por laughing jill

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Notas del capitulo:

Hola cuanto tiempo.

Mil disculpas por aberme tardado tando, enserio lo lamento mucho, pero se me juntaron demasiadas cosas una despues de otra:

Un viaje importante, una enfermedad que me mantubo en la cama una semana entera, ponerme al coriente en la escuela y estudiar para los examenes ademas de la falta de inspiracion ya que muy tarde descubri de que no habia forma para que el fic acabara tan rapido

Dare otros avisos al final del fic ya para no aburirlos mas.

PD: este capitulo tiene una dedicatoria a kurocisFT agradesco mucho su apoyo y el de todos los que comentan :)

-         SLENDYYY!!!! -  grito Jack al notar que se encontraba solo en la cama. De inmediato corrió dirigiéndose a la puerta para buscarlo pero la puerta no cedía. – Slendy, ¿estas afuera? Sleeenndyyyy – el payaso se empezó a preocupar demasiado, sentía que las paredes se encogían a su alrededor, la luz del cuarto empezó a extinguirse dejando una oscuridad con la cual difícilmente podía ver a su alrededor. – ¿Slendy me oyes? – su voz temblaba, estaba a punto de quebrarse –... ¿acaso es por lo que te conté hace rato? Te juro que no pasara nada parecido de nuevo, nunca mas... – lagrimas se empezaban a escapar sin permiso de los ojos de Jack recorriendo su rostro – te lo juro, pero por favor, por lo que más quieras, no me abandones.


 


 


Inundado en la tristeza y del abandono Jack se dejo caer y abraso sus piernas, esa era su posición favorita, ya que así, rodeándose a sí mismo en un abraso, no se sentía tan solitario, recargando su cabeza en sus rodillas sentía que tenia al menos algo en que apoyare para no derrumbarse. Comenzó a llorar, no quería estar solo, no le gustaba, lo odiaba. Una vez, solo basto el que lo abandonaran una vez en su existencia para dejar esa herida en su alma la cual no importara cuanto tiempo pasara no se podía curar.


 


 


-         ¿Jack?


-         “esa voz”


-         ¿Jack que te pasa? – pregunto Slender preocupado corriendo a socorrer al payaso el cual se encontraba temblando en el piso. – Jack ¿volviste a tener una pesadilla? – el otro solo se limito a negar con la cabeza – ¿te sientes mal? ¿estás enfermo? – otra vez negó – en ese momento fue cuando Slender noto los caminos que sus lagrimas habían dejado en sus mejillas, - “soy un idiota” – el mayor empezó a limpiar las mejillas con la palma de su mano, Jack al notar esta acción solo sintió como el calor subía de poco a poco hacia su rostro dejando ver un pequeño sonrojo, cosa que no paso desapercibida por el mayor... ni por la madre de este.


-         Entones él es uno de tus nuevos amigos Slender – el mencionado solo sintió como se le erizaba la espalda y como se le quería ir el alma del cuerpo al ser descubierto por su madre.


-         S-si.


-         Vamos abajo.


-         Cla-claro. – Slender se disponía a seguir a su madre al piso de abajo cuando sintió que agarraban la manga de su saco. – ¿Jack?


-         No me dejes solo – respondió el otro en apenas un susurro, mirando al mayor con ojos que incluso el gato de shrek quisiera poder imitar, a lo cual en mayor solo respondió con un suspiro cargando al otro al estilo princesa. – ¿ti-tienes que levarme de esta manera? – dijo al momento que en su rostro aumentaba mas la tonalidad roja.


-         No puedes usar tus piernas correctamente ¿verdad?


-         Eh? ¡Lo avía olvidado! – recordó que esa posición que era su favorita siempre hacia que se le durmieran sus piernas, no importaba si fuera poco o mucho tiempo en el que adoptaba esa posición siempre se les dormían y en este momento a duras penas y las podía sentir.


-         Si te cargo en otra posición será muy incomodo para ti.


-         Gr-gracias, creo.


 


Slender tenía mucho cuidado al caminar por la casa, no quería que nada hiciera sentir mal a Jack, pero no solo por sus piernas, ya había presenciado dos veces la debilidad del menor, cosa que fue suficiente para penetrar en el duro  corazón de Slender. El hombre delgado había tomado una decisión ya, no dejaría que nada ni nadie le hiciera daño de nuevo y tampoco lo abandonaría para así poder ser el la razón de su sonrisa, y no de su llanto como en las últimas horas, no importaba lo que tuviera que pasar.


 


Al fin habían llegado a la sala donde estaban los demás, Jack el cual afín miraba atentamente a otra cosa que no fuera a Slender se dio cuenta de la escena que estaba ante ellos. Los hermanos de Slender entiban sentados en un sillón algo nerviosos, con la cabeza abajo, Izanami estaba en un rincón tapándose los ojos, asomándose debes en cuando al bulto en un rincón que era nada más ni nada menos que Keityn, la cual aunque no se notara del todo asustada si se veía muy nerviosa.


 


-         ¿qu-que pasa aquí? – pregunto Jack contagiado un poco del nerviosismo del ambiente.


-         Jack, me gustaría que conocieras a mi madre – dijo Slender señalando a una mujer delgada y alta... comparadora con una persona normal. Ella si poseía un rostro el cual era uno de los más lindos que había visto, sus ojos tenían una tonalidad roja y su cabello aunque era totalmente negro parecía brillar. En efecto ella tenía un muy buen aspecto, pero no se imaginaba que fuera la madre de Slendy, cualquier persona pensaría que es una persona normal, claro a excepción de sus ojos.


-         Mucho gusto. – dijo la madre mientras que le dedicaba una sonrisa. – tal parece que tu y mi pequeño se llevan bastante bien, o me equivoco.


-         No, quiero decir, n-no se equivoca. – Decía el payaso nervioso mientras intentaba bajar aunque sus piernas aun no le respondieran bien. – mi nombre es Laughing Jack, es un placer conocer a la madre de Slendy – del mencionado solo lo bajo con cuidado poniéndolo en uno de los sillones desocupados.


-         El gusto es mío. Y dime Laughing, ¿que opinas de mis pequeños? – esa pregunta sorprendió a todos, Jack miro a todas partes por ayuda pero ninguno sabia que decir ni que hacer, así que Jack solo se limito a contestar con la verdad.


-         Bueno, Offender es bastante maduro, además que también sabe algo de plantas y es bueno para encontrar cosas. Esplendor por otro lado es un muy buen amigo, es divertido y nos entendemos bastante bien, además de que tenemos muchas cosas en común. – ese último comentario avía echo efecto tanto en Offender como en Slender asiendo que ambos sintieran, aunque sea por un momento, un fuerte odio por Jack y Esplendor respectivamente. Cosa que su madre y cierta gatita notaron.


-         Y dime, ¿que opinas de Slender? – los colores se subieron de nuevo al rostro del payaso.


-         Bu-bueno... no sé por dónde empezar.


-         Empieza por el principio, ¿por dónde más?


-         El me da seguridad... cada vez que estoy cerca de él me siento seguro... un calor me invade y me siento muy feliz cuando el sonríe... porciento, ¿podrirá dejar de ponerlo nervioso? – al fin Jack se avía calmado y ahora la sorprendida era la mujer en frente de el aunque esta no lo refregara en su propio rostro.


-         ¿Conque reconoces cuando sonríe?


-         Si, aunque no soy el único, también otro amigo nuestro puede hacerlo.


-         ¿Enserio?


-         Si, aunque en estos momentos no se encuentra cerca que yo sepa.


-         Oh, es una lástima, me gustaría conocerlo.


-         Lamento mucho el que no este.


-         Tengo una idea, Izanami, ¿puedes venir pequeña? – la mascota de Slender se acerco rompiendo así la burbuja que apartaba a la madre de los 3 hermanos y Jack de los demás – ¿puedes ir a buscar a ese joven? – Izanami dudo un poco, pero recordaba el aroma del menor, podría encontrarlo siempre y cuando siguiera su rastro, así que al final solo asintió. – estupendo, tráelo para acá en cuanto lo encuentres, no importa que.


-         Kei-chan – Dijo el payaso llamando la atención de la gatita. – acompaña a Izanami, lo más seguro es que este en la ciudad – dijo recordando que el chico aficionado de los juegos menciono algo sobre asesinatos de algún fan de otra leyenda que sucedían últimamente por esa zona – tú la conoces mejor que ella así que cuida que nada le pase ¿si?


-         Claro Jack – respondió la gatita – “cualquier cosa para reunir al trió otra vez” vamos Iza-chan – dijo la gatita coriendo-arastrando a Izanami hacia la salida.


 


 


************* Mientras tanto con Jeff **************


 


el se encontraba en su casa desayunando algo sencillo como siempre, no podía darse el lujo de tener algo muy elaborado ya que en el lugar en el que se quedaba aduras penas y tenia agua y electricidad. Pero bueno ¿que esperar de un centro psiquiátrico abandonado?


 


-         “este lugar... recuerdo cuando escape de el... ja me parece broma que ahora sea mi “hogar”, pero bueno, algo es algo, ya avía asesinado a todos y nadie se atrevía a dar 2 pasos dentro de este lugar más que yo y-” – sus pensamientos fueron interrumpidos por una chica delgada la cual tenía su pelo amarado en una coleta estando sus ojos cosidos para que no los cerrara.


-         JEFF – grito la chica al momento que le intentaba dar un abraso al mencionado y este la esquivaba – que malo, yo que me había preocupado porque no regresabas.


-         No es la primera vez que tardo un par de días en regresar – respondió Jeff cortante. Nina era una buena chica, siempre dispuesta a hacer lo que fuera por él, además de que no era débil ni mal agradecida como cierta otra persona.


-         “ella nunca te lo pidió” – hay estaba de nuevo esa voz, pero decidió ignorarla.


-         Pero es la primera vez que te adentrabas a ese bosque, como no me iba a preocupar cuando dicen que Slenderman es el que controla y que no soporta que se metan intrusos a sus tierras.


-         Yo pondría eso en duda... – dijo en un susurro recordando su primer encuentro y al payaso.


-         ¿Que dijiste?


-         Nada – en verdad Jeff no sabía cómo reaccionaría su discípula al enterarse de su nueva relación con el... sumándole el hecho de que no estaba del todo seguro de sus sentimientos.


-         ¿Entonces sí o no?


-         ¿Si o no que?


-         ¿si o no te lo encontraste?


-         Esa era la idea pero- AGACHATE -  grito Jeff mientras que tumbaba a Nina esquivando por los pelos una bala de un flanco tirador. – maldición, Nina ve por tus cosas, nos vamos ya.


-         Cl-claro.


 


Ambos asesinos corrieron en dirección a sus cuartos tomando todas sus cosas personales, en el caso de Jeff solo fue algo de ropa y algunas de sus libretas en las cuales escribía sobre su vida (N/A: por no decir unos diarios) sin olvidar claro, dejar aparte la única libreta en la cual escribía únicamente de sus asesinatos para asustar a los que investigaran al el lugar. Mientras Nina estaba en un apuro, ella siempre tenía sus cosas en sus maletas por si acaso ocurría algo parecido, pero no conto que las 2 pesaran tanto.


 


-         no pierdas tiempo,  hay que irnos ya.


-         Lo siento, pero no puedo dejar nada de esto, pero si me lo llevo no podre defenderme si aparece alguien.


-         No hay otra opción, llévate la mía, yo me encargare de los policías – dijo desviando otra bala con su cuchillo. – apresúrate a la salida 6, enseguida te alcanzo. – y así fue, la asesina corrió bajando los escalones hasta llegar al sótano, en ese lugar existía una salida la cual era un túnel que avían cavado hasta las afueras de la ciudad.


 


Las balas empezaban a ser disparadas con mayor frecuencia, pero esto no significaba que Jeff no las esquivara con gran facilidad, al no tener ya el peso que representaba Nina dejo que la locura se apoderara de él. Avanzaba por un pasillo en dirección contraria a la de Nina matando a todo el que se cruzara, le daba risa el hecho de que aquellas personas que se habían atrevido a molestarlo temblaban del miedo al ver de lo que era capaz de hacer, incluso algunos les pedían piedad. La escena ante sus ojos no hacía otra cosa más que darle risa, barias personas intentaban huir, mientras que otras tantas se limitaban a disparar al azar para probar suerte, y aunque más de una lo alcanzo a rozar, a el asesino no le importo y siguió atacando. Incluso recuerda el haber tomado una de las pistolas de los cadáveres y dispararle en las piernas del otro.


 


-         dígame oficial, como es posible que un niñato que nunca toco un arma en su vida tenga mejor puntería que sus compañeros – dijo a la vez se que reía a todo pulmón, se sentía muy confiado, ya casi no quedaba nadie en pie ya había ganado la batalla. – y tú que planeas hacer – dijo volteándose y perforando el estomago del que se acercaba a él lo mas sigilosamente que podía, lástima que no fue suficiente. – se un buen niño y vete a dormir  como tus compañeros. - dijo para después rematarlo cortándole la yugular. – sabe oficial creo que este será un nuevo capítulo en mi libro ¿no cree que sería genial? – dijo sacando la libreta en donde escribía de sus asesinatos – oh está llena, bueno libretas vacías hay muchas en el mundo, y asesinatos aun mas. Ya sé como recuerdo se la puedo dejar – Jeff dejo la libreta en el pecho del policía el cual se encontraba inmovilizado y solo esperaba el momento que llegara su muerte por desangramiento ya que al parecer el asesino no le iba a dar el placer de morir en ese instante, o eso pensó hasta que sintió un impacto en su frente.


 


Jeff camino hacia la salida por donde se dirigió Nina, de seguro si no se apresuraba se preocuparía, siguió avanzando por un rato hasta que vio la salida encontrándose con una escena de lo más curiosa, Nina estaba batallando contra lo que parecían ser las mascotas de Jack y Slender, las 3 estaban muy centradas en su pelea al punto que no notaron la presencia del asesino hasta que este hablo.


 


-         ¿ustedes, que asen por aquí? – grito el asesino refiriéndose a las mascotas.


-         Vinimos a por ti, por que más – respondió la felina.


-         No creas que dejare que le hagan algo – respondió Nina enfurecida.


 


La batalla se estaba intensificando caga vez más, Nina y Kei recibían mas y mas cortadas mientras que esta ultima cuidaba que Izanami no recibiera daños.


 


-         "porque me protege?"Yo puedo cuidarme sola” – pensaba la zorrita mientras que otra vez era defendida de otro ataque.


-         ¿Por qué no me ayudas Jeff?


-         ¿Por qué debería de hacerlo? – Nina abrió los ojos como platos.


-         ¿N-no me ayudaras?


-         Solo digo que deberían de relajarse, después de todo Nina es mi discípula y kei e Izanami no vienen a hacerme daño. – las 3 se detuvieron en seco.


-         Que dijiste? – respondieron las chicas en coro.


-         Nina ellas son Izanami y Keityn, las macotas de Slender y Laughing Jack. Izanami, Keityn ella es Nina mi discípula, ¿y ahora que ya hicimos las presentaciones podemos irnos ya? dudo que esos tipos nos dejen en paz tan fácilmente. – las 3 asintieron – perfecto – Jeff sello la salida y recogió sus cosas que había dejado Nina del suelo. – a si por cierto toma – dijo pasándole a kei un conjunto de ropa que le pertenecía a Nina. – es mas cómodo verte hablar cuando tienes tu forma humana.


-         ... – kei no podía hacer otra cosa más que asentir así que cuando se aseguro que Jeff miraba a otro lado adopto su forma humana y se cambio con la ropa de Nina. – prefiero mi ropa, pero no me quejo.


-         ... – Nina ya no sabía ni que decir solo se mantenía con la boca abierta.


 


Todos empezaron a caminar por el bosque, todo era muy silencioso, ninguna de las chicas sabia como romper el denso ambiente que se había formado, eso sumándole que a Izanami le incomodaba el ver la ropa de Jeff choreando de sangre, no es como si fuera muy ajena a eso ya que ella era la encargada de hacer desaparecer a las personas que se adentraban en el bosque, pero no le agradaba nada la idea de que Slender lo viera en ese estado, no sabía cómo reaccionaría, mucho menos la madre de este.


 


-         Jeff, dice Iza-chan que si te puedes cambiar la ropa y lavarte un poco el pelo en el rio de más adelante, no quiere que Slender te vea de esa forma – dijo Kei que había entendido a la perfección a su compañera.


-         Claro – dijo este dirigiéndose al rio.


 


 


************ Y en la casa *************


 


 


-         veo que se están tomando su tiempo -  menciono la mujer delgada mientras que tomaba una tasa de  té. – me pregunto que abra pasado...


-         yo puedo ir a buscarlo – se ofreció Jack, al notar la cara de angustia de Slender. – no tardare mucho.


-         Oh que bueno, pero no me gustaría hacer trabajar a un invitado


-         No importa, quiero hacerlo – dijo el payaso esbozando una sonrisa, sus piernas desde hace rato le respondían bien así que no tendría ningún problema.


-         Está bien pequeño, te lo encargo mucho.


-         Sip – y sin mas desapareció y se fue al techo de la casa para tener una mejor vista. – por ahí - dijo señalando un rio y en un momento avía aparecido en las ramas de un árbol cerca de la orilla, no había rastro de Izanami ni de kei, pero no se preocupo por eso, lo único que le llamo la atención fue el joven asesino que se estaba bañando en medio del rio dándole la espalda a él.


 


La vista del asesino cautivo a Jack en un instante, la luz que se reflejaba en el agua hacia que la piel del menor tuviera un brillo único, su cabello nunca se vio más hermoso, era muy deseable, quería tocarlo, acariciarlo. Eso pensaba al payaso hasta que noto las múltiples heridas en su piel, no las recordaba de la noche anterior, eran nuevas. Enojado quería darle su merecido a quien  se las hubiera hecho, sanar al menor y protegerlo.


 


-         ¿Jeff ya terminarte? – era la voz de Kei.


-         Ya voy – respondió el asesino.


 


Ya salido del transe, Jack decidió aparecer a la horilla del rio.


 


-         ¿oye Jeff porque tardas tanto? – pregunto el mayor con un tono un tanto seductor.


-         ¿J-Jack que ases aquí? – dijo nervioso el menor al cual mostraba un ligero sonrojo en las mejillas.


-         Vine por que se estaban tardando mucho – dijo el payaso cada vez más cerca. – ¿por cierto como te hiciste esas heridas?


-         Unos tipos llegaron a mi casa y empezaron a atacar con pistolas, tuve algunos rasguños pero nada del por qué preocuparse.


-         Si, ya veo – dijo Jack al momento que le ponía un bóxer al menor al notar su nerviosismo, cosa la cual no noto el pequeño asesino. – si quieres te puedo curar.


-         No hace falta – dijo retrocediendo al notar que el payaso se acercaba mas y mas a él.


-         Tonterías – apareció una mesa de la nada e hiso que él se sentara en ese lugar mientras que aparecía un envase de color blanco. – con esto se te quitaran hasta las cicatrices. – dijo esbozando una sonrisa.


-         “¿porque estoy nervioso?” – se pregunto el asesino mientras que cerraba los ojos y sentía su cuerpo ser recorrido por las manos del payaso.


-         Buen chico – continuo untando la crema por todo el cuerpo de Jeff, despacio y con cuidado – “en verdad que tienes una piel hermosa” – pensaba el payaso mientras que disfrutaba de la vista, enternecido por la imagen de un Jeff sonrojado y a su merced. – ya termine.


-         Gracias – el asesino se bajo de la mesa y busco su maleta para cambiarse.


-         Alto hay Jeffrey – Jack de puso una mano frente del asesino para detenerlo.


-         ¿Qu-que pasa?


-         Cuando lleguemos a la casa conocerás a una persona especial y me gustaría que usaras otro tipo de ropa. – dijo mostrándole la ropa que recién había escogido. – ¿por favor podrías usarla?


-         Supongo que no tengo otra opción – respondió más nervioso aun, intentando esquivar la penetrante mirada de la persona frente de el.


-         Nopi


-         E-está bien, supongo – Jeff se cambio rápidamente con la vista del payaso clavada en el


-         “¿porque me haces sentir así?” – pensaron ambos.


-         Listo. – es estaba llevando una camisa negra que le quedaba bastante bien y unos pantalones de mezclilla de un azul claro, algo siempre pero que le quedaba de maravilla al muchacho. – ¿ya podemos irnos?


-         Claro.


-         Chicas ya pueden venir – grito Jeff a lo cual Nina apareció. – ¿y las otras 2?


-         Izanami percibió a alguien y Keityn fue con ella a ayudarle.


-         Esos malditos nunca se rinden...


-         ¿Jeff quien es ella? – dijo señalando a la chica.


-         Te lo contare cuando lleguemos, es una molestia estarlo repitiendo tantas veces.


-         Okey – dijo dedicándole una última mirada llena de desconfianza a la chica la cual se asusto por un momento por aquella acción. – bueno acérquense y denme un abraso – ordeno con una sonrisa poniendo nervioso a ambos asesinos. – ya hemos tardado mucho y si me tele transportó con ustedes dos será mas rápido.


-         Está bien – ambos asesinos se dirigieron al payaso y con sus cosas en mano se sostuvieron fuertemente.


-         ¿Listos? Tres, dos, uno... ya nos vamos – los 3 observaron cómo fueron rodeados por una espesa nebrina la cual al desaparecer los dejo enfrente de una casa bastante lujosa. – y ya llegamos.


-         Por cierto Jack, a quien voy a conocer? – dijo Jeff analizando las posibilidades.


-         Pues a la madre de Slendy, ¿a quién mas bobito? – dijo abriendo la puerta mientras que agarraba de la mano a Jeff para evitar que escapara.


-         ¿que? No, ¡espera! – casi gritaba Jeff al ser jalado al interior de la casa...

Notas finales:

Bueno lamento mucho informar que de ahora en adelante subire los capitulos sin ningun "horario" en espesifico. esto debido a que no quiero preometerles subir capitulo "X" dia para que al final no cumpla con lo prometido ya sea por "x" o por "y" razon.


Otra cosa que quiero informar es que apartir de ahora tambien subire mas fics que se me han ido ocuriendo durante este tiempo (que bonito es querer tener ideas para una cosa en espesifico y se te ocurren cien ideas pero de temas diferentes -.-) y como la mayoria tienen que ver con este fic decidi aserlo una "serie" osea aunque no esten en un horden cronologico si perteneseran al mismo universo siendo algunos de estos proximos fics susesos que tubieron lugar al mismo tiempo que algunos susesos de este fic (no se si me di a entender)


Sin mas que decir nos vemos la proxima.


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