—De verdad. Estoy bien —dijo Minseok otra vez, mientras la madre de Luhan acariciaba sus magullados nudillos. Era más de medianoche y estaban sentados en la mesa de la cocina, discutiendo los eventos del día.
—Aun no entiendo porque tuviste que ir y golpear a ese otro chico, Minseok.
—Le dije. Insultó a Luhan…y a mí.
Suspirando, la madre de Luhan puso su mano en la cara de Minseok. —Es sólo que no quiero que te lastimes. —Ella se estiró y tomó la mano de Luhan—. Cualquiera de los dos. De hecho, no quiero que vayas a la escuela por el resto de la semana, Luhan. Llamaré a la escuela mañana y diré que estás enfermo. Sólo quédate en casa con Minseok y hazle compañía. —Luhan no intentó discutir con ella—. Ahora, necesito ir a la cama. Los veré mañana, chicos. —Besó a cada uno en la frente y caminó a su habitación.
Minseok se inclinó sobre la mesa y tomó la mano de Luhan. —Ven acá. —Luhan se puso de pie y se acercó a su amante, que lo empujó a su regazo—. Me siento mejor ahora que no irás a la escuela.
Sabía que lo quería decir. La puerta había sido reabierta. El bullying comenzaría otra vez. Minseok envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Luhan y presionó su rostro contra su pecho. —Déjame sostenerte así por un rato.
Luhan presionó su mejilla en la parte superior de la cabeza del otro chico y acarició su pelo. Se dio cuenta que el contrario estaba defraudado por la pelea. —¿Quieres hablar de ello? —preguntó.
Minseok suspiró contra su pecho. —Simplemente no pude evitarlo. Sólo escuchar tu nombre salir de su sucia boca me hizo enojar tanto… Reaccioné por instinto. —Miró a Luhan y tocó su rostro—. Tú eres más valioso que cualquier otra cosa para mí.
Inclinándose, Luhan presionó sus labios contra los de Minseok. El beso fue dulce y pausado. Luhan derramó su amor en él, llenando a su amado con la misma fuerza. Una lágrima escapó del ojo de Minseok cuando los llega a cerrar. Acarició la espina dorsal del contrario con una mano, la otra fue a su cuello mientras lo besaba nuevamente.
Luhan se puso de pie y caminó de espaldas a su habitación, tirando de Minseok. Una vez que estuvieron dentro y la puerta fue cerrada, Luhan se sacó su playera sobre la cabeza y la tiró al piso antes de que su amado lo ayude a hacer lo mismo. Minseok se sentó en la cama y Luhan se subió, quedando de rodillas sobre él.
—Amo tu cuello —dijo mientras rozaba sus labios al otro lado de la nuca de Minseok.
—¿Es eso todo lo que amas de mí? —preguntó él, inclinando su cabeza hacia un lado mientras Luhan hacía un camino de besos hasta el cuello. La sensación del cálido aliento de su amante lo hizo gemir.
—No, pero es una de mis partes favoritas —dijo mientras se estiraba y pasaba los dedos por los pezones de Minseok, haciéndolo arquear su espalda por placer.
Minseok giró y apretó a Luhan contra la cama, sosteniendo sus brazos por encima de su cabeza mientras lo besaba. —¿Quieres saber cuál es mi parte favorita de ti? —Preguntó entre besos.
Luhan asintió, con su curiosidad al máximo.
—Es tu estómago —respondió, frotando su caliente mano sobre el vientre de Luhan—. Es tan suave y besable, pero firme a la vez. —Minseok bajó por el cuerpo de Luhan y lamió una lenta línea desde su cintura hasta su ombligo.
Una tenue sonrisa se dibujó en el rostro de Luhan mientras su amado tiraba hacia abajo sus pantalones sobre uno de los huesos de su cadera y la besaba.
—Y tus caderas. ¿Nunca te dije que amo tus caderas? —Besó el otro lado—. ¿A quién engaño? Amo todo tu cuerpo.
Minseok jaló sus pantalones, sacándolos de su camino. Luhan jadeó cuando pasó su lengua sobre la punta de su pene, que succionó en su boca. Fue casi demasiado para manejar, haciéndolo retorcerse y gemir, mientras su amante lo devoraba. Llevó uno de los dedos de Minseok a su boca, imitando lo que el otro chico hacía con su boca en él. Retirando su mano, Minseok deslizó uno de sus dedos empapados de saliva dentro del trasero de Luhan, después otro, mientras Luhan gemía de placer. Los ojos de Luhan se desenfocaron mientras observaba al hombre entre sus piernas, por la sensación de los pequeños dedos de Minseok acariciando su lugar especial.
—Por favor. Te necesito dentro de mí.
Minseok se puso de pie y desabotonó los pantalones. Su miembro ya presionaba contra la tela de sus interiores. — ¿Estás seguro? —preguntó, con su voz en tono burlón.
Le dio una patada. —No te burles.
Minseok rió y salió de sus vaqueros, luego se subió encima de Luhan, besándolo. —Tus labios son tan suaves y dulces. —Dijo, mordisqueando el labio inferior de Luhan. —Como duraznos.
Luhan se agachó y se apoderó de la erección de Minseok, guiándolo. —¡Sólo entra en mí antes de que pierda la cabeza!
Lamió su mano y esparció el líquido pre seminal sobre la punta de miembro, desenvolviendo sus caderas hacia adelante, deslizando su duro pene dentro de su amado, que dejó salir un satisfecho gemido. Luhan envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Minseok, sus manos agarrando su trasero. Con lentas y controladas embestidas, Minseok se empujó adentro y ahora de él, cayendo sudor a lo largo de su espalda y frente por el esfuerzo. Nada era más importante que él a la hora de hacer el amor que el placer de Luhan. Así que, tomó las cosas despacio, asegurándose que el otro chico estuviese siendo satisfecho.
Luhan tiró de él por un beso y envolvió sus piernas alrededor del hombre más bajo.
—¡Más fuerte! Por favor. ¡Cógeme duro! ¡Haz que me corra! ¡Necesito correrme! —gimió en la boca de Minseok.
Minseok se puso de rodillas y agarró las caderas de Luhan, penetrándolo fuerte y rápido. Luhan gimió y cubrió su boca con el dorso de su mano, mordiéndola. Miró al chico encima suyo, sus ojos llenos con amor, usando su cuerpo para darle lo que necesita. Supo muy seguro entonces, que lo amaba también.
El orgasmo lo golpeó fuerte, haciendo su cuerpo contraerse por completo cuando se vino, con gruesas gotas de semen cubriendo su estómago y pecho. Minseok hechó su cabeza para atrás y gimió, por la sensación del trasero de Luhan apretando su pene cuando eyaculó, empujándolo al límite. Silbó, sintiendo sus testículos apretarse y soltarse cuando se vino también. Minseok cayó encima de Luhan entonces, jadeando contra su pecho.
Luhan pasó sus dedos a través del sudoroso cabello de Minseok. —Gracias. Eso fue… Asombroso.
Minseok rió contra su pecho. —Es un placer.
Unas horas más tarde, después de que los chicos se habían duchado e ido a la cama, Luhan despertó encontrándose solo. Abrió la puerta de la habitación, viendo una luz en la cocina. Encontró a Minseok allí, viendo la pantalla de su laptop, con los audífonos puestos.
—Hey, ¿por qué estás levantado?
—Debería preguntarte lo mismo —dijo Luhan, sentándose en frente de él.
Minseok rascó su mejilla. —No podía dormir. Quería trabajar en tu demo.
— ¿Puedo oírlo? —Preguntó Luhan, poniéndose de pie caminando hasta la mesa.
— ¡Todavía no! —se quejó Minseok, tomando a Luhan, empujándolo de regreso a la habitación—. Debes esperar hasta que esté terminado.
—Bien. Bien, sólo no te quedes toda la noche. —Se regresó a la cama, y con pensamientos de Minseok flotando en su cabeza, se quedó dormido casi de inmediato.