Minseok no estaba en la cama cuando Luhan despertó la mañana siguiente. Una rápida mirada al reloj le dijo que eran pasadas las siete. Luhan rodó en la cama y caminó por la casa, buscándolo. La computadora de Minseok estaba sobre la mesa de la cocina, pero él no estaba en ningún lado. Bajando las escaleras hacia el restaurante, Luhan preguntó a su madre si sabía dónde estaba Minseok.
—Estaba en la cocina la última vez que lo vi, lo cual fue hace una hora.
Le dio un rápido beso y volvió a subir las escaleras. Justo cuando llegó al rellano, escuchó la puerta del frente abrirse. Minseok la cerró detrás de él y saltó al ver a Luhan.
—¡Whoa! Me asustaste —rió, comenzando a sacarse los zapatos.
—¿Dónde estabas? Estaba preocupado.
—Solo quería salir a caminar.
—Nunca volviste a la cama anoche.
Minseok se acercó y deslizó sus brazos alrededor de la cintura del otro hombre, acercándolo. —Fui a tomar un respiro por un momento, luego volvería contigo. —Le dio a Luhan un pequeño beso—. Murmuras cuando duermes. Muy tierno.
Luhan envolvió el cuello de Minseok con sus brazos y le devolvió el beso. —Gracias, dormí mejor de lo que nunca había dormido.
—Otra razón para nunca dejarme ir —dijo Minseok con su sonrisa torcida. Decidieron salir a caminar después de que Minseok tomara una siesta. Ya que era un lindo día, Luhan quería ir a su lugar preferido junto al río para observar las nubes. Sería la primera vez llevando a alguien con él. El pensamiento de sí mismo y Minseok tumbados en la tierra a la orilla del río, mirando las nubes flotar sobre sus cabezas, hacían a Luhan sonreír. “Hoy será un gran día” pensó para sí.
Minseok despertó antes del mediodía y tomó una rápida ducha. Bajaron las escaleras corriendo para recoger algo para comer antes de irse a caminar.
—Así que, ¿dónde irán ustedes dos? —preguntó la mamá de Luhan, colocando sus platos de hamburguesas con papas frita delante de ellos.
Luhan metió una papa en su boca. —Iremos a caminar al río.
Ella asintió. —Suena bien. ¿Les gustaría que les prepare algún tentempié?
—No gracias —dijo—. Creo que estaremos bien después de esto.
—Bueno. Diviértanse y tengan cuidado. —Luego les besó el casco de la cabeza y volvió a la cocina. Minseok la miró irse.
—En verdad estoy muy agradecido con tu madre, Luhan.
—No solo le agradas, Minseok —rió Luhan—, ella está así de cerca —dijo, mostrando sus dedos casi pegados— de adoptarte. —Minseok sacudió la cabeza con rapidez.
—¡No sucederá! ¡No quiero ser tu hermano! ¡Eso sería incesto! —Los chicos rieron ante la idea y volvieron a comer, ansiosos de comenzar con su aventura.
———————
—Es lindo —dijo Minseok, recostándose en el césped, con sus brazos bajo su cabeza.
Luhan sonrió y le siguió sobre el pasto. Era lindo. Blancas y mullidas nubes se movían perezosas por el cielo mientras una fría brisa soplaba en sus rostros.
—Así que, esto es lo que solías hacer para divertirte antes de que yo llegara, ¿huh?
—Creí que dirías eso. Aunque no piense en esto como una forma de diversión, realmente. No creo que haya pensado en algo como diversión, para ser honesto. Solo… hacía… cosas. ¿Sabes?
Minseok asintió. —Sí. Creo que sé a lo que te refieres.
Cayeron ante un confortable silencio; mirando las nubes arriba moviéndose por el cielo, transformándose en algo nuevo en su camino. Algunas desapareciendo juntas.
—Me pregunto dónde irán las nubes que desaparecen —pensó en voz alta Luhan.
—No creo que vayan a ningún sitio —dijo Minseok, ondeando sus brazos hacia el cielo—. Creo que simplemente pasan a ser parte de otras nubes cercanas. Ya sabes, para hacer nubes más grandes.
—Sí… —dijo Luhan—. Probablemente tengas ra…
—¿Están pasando un buen rato, maricones?
Luhan y Minseok se sentaron y giraron para ver a Kris y otros tres chicos parados junto a él.
—Oh, por favor. No nos dejen interrumpir su pequeña cita —dijo Kris con burla.
Minseok se levantó y ayudó a Luhan. —Ya nos estábamos yendo.
—¿Quién te piensas? —dijo el chico alto, señalando a los otros que bloquearan el camino.
—¿Cuál es tu problema, Kris? —preguntó Minseok acercando a Luhan.
—¿Cuál es mi problema? —se mofó—. Me avergonzaste enfrente de toda la escuela y me suspendieron, estúpido. Cuando mi puto padre lo descubrió, me golpeó como si fuese mierda. ¿Honestamente piensas que no te haré pagar por esa porquería?
Luhan tiró de la manga de Minseok. —Vamos. Mejor corramos.
Kris señaló a Luhan. —Puedes sentarte y cerrar la puta boca, princesa. Me encargaré de ti una vez termine con este hijo de puta. Veamos cuanto te aman las chicas cuando no tengas dientes.
Empujando a Luhan detrás de sí, Minseok tomó su mano. —No tocarás un solo pelo de su cabeza. Pégame si quieres, pero déjalo tranquilo.
Kris metió su mano en el bolsillo y sacó un rollo de monedas, envolviéndolo con sus dedos y golpeando su otra palma.
—No solo te golpearé. Te meteré en un puto coma —dijo, comenzando un paso amenazador.
Minseok solo retrocedió y le susurró a Luhan. —Voy a distraerlo, tú corre.
Luhan agarró el brazo de Minseok con fuerza. —No, no te dejaré.
—¡VE, LUHAN! —gritó, girándose y empujándolo—. ¡CORRE! —Luego se giró y lanzó un puñetazo hacia Kris, golpeándolo en la tripa, antes de correr en la dirección opuesta.
Kris gritó con frustración. —¡Ustedes dos vengan conmigo! ¡Chen, tú agarra a ese maldito antes de que se aleje! —Luego corrió hacia Minseok.
Chen echó a correr tras Luhan, quien estaba casi a diez yardas de distancia.
—¡¡AYUDA!! —gritó Luhan, sin atreverse a mirar por su hombro—. ¡ALGUIEN AYUDENOS! —Vio un grupo de mujeres cerca y corrió hacia ellas—. ¡AYUDA! ¡LLAMEN…! —Sintió una mano tomarlo por la remera, atrayéndolo hacia atrás, ahogando sus palabras. Luhan se giró y pateó al otro chico, rasgando su remera en la lucha.
—¡¿Qué estás haciendo, muchacho?! —gritó una de las mujeres mientras otra llamaba a la policía—. ¡Déjalo ir, ahora!
Chen miró las tres mujeres acercándose hacia ellos. Dejó ir a Luhan y corrió hacia donde los otros chicos se habían dirigido. Luhan saltó y sacó su teléfono, intentando llamar al 119.
—Ya llamé a la policía. Están en camino —dijo una de las mujeres—. Solo cálmate.
—¡No puedo simplemente calmarme! —dijo Luhan, con el pánico en la voz—. ¡Ellos lo golpearan!
—¿A quién golpearán? —preguntó ella.
—¡A mi novio! ¡Ellos son cuatro! ¡INTENTARÁN GOLPEARLO HASTA DEJARLO EN COMA!
Luhan giró y corrió hacia donde había venido. No podía quedarse ahí mientras Minseok estaba allí solo con esos chicos. Se sentía como si hubiese corrido sin cesar cuando finalmente los vio. Vio a alguien que no podía ser nadie más que Minseok recostado en el suelo, siendo pateado por Kris y los otros chicos.
—¡¡¡NO!!! —gritó Luhan, acercándose, empujando a dos de los chicos fuera de su camino y cubriendo a Minseok con su cuerpo. Luhan aulló con dolor al sentir un golpe en las costillas y la espalda. Brillantes haces de luces aparecieron a través de sus ojos al un puño conectar con su nuca. Se aferraba a Minseok, protegiéndolo todo el tiempo con su cuerpo y los chicos continuaron con su ataque. Justo cuando pensó que no podría soportarlo más, Luhan escuchó a uno de los chicos gritar.
—¡LA POLI! ¡CORRAN!
Una patada más golpeó a Luhan y los escuchó correr. Levantó la mirada para ver a dos policías acercándose a ellos. Luhan suspiró con alivio.
—Ya se fueron, Minseok. Ya terminó. —Miró hacia abajo y rodó el cuerpo de Minseok hasta que quedó de espaldas a suelo—. Minseok, despierta —dijo, palmeando su mejilla sucia. Él no respondió. Luhan lo sacudió—. ¿Minseok? ¡¿Minseok?! —Entonces vio la sangre, en el enmarañado cabello del otro chico y saliendo de su oído. —No. no, no, no, ¡NOOOO!
Luhan comenzó a temblar. —Estarás bien. Vas a estar bien —susurró, meciendo a su amor entre sus brazos.
Miró alrededor.
—¡AYUDA! ¡¿ALGUIEN?! ¡¡POR FAVOR!! ¡¡AYUDENNOS!! —gritó Luhan al cielo—. ¡¡¡POR FAVOOOOOOR!!! —Bajó la mirada hacia Minseok y limpió la suciedad de su rostro—. Estarás bien —lloró, sus lágrimas cayeron sobre el rostro del chico. Atrayendo el cuerpo de Minseok más cerca de su pecho, Luhan sollozó y se meció más fuerte—. ¡Tienes que estar bien! ¡NO! ¡¡NOOOO!!
Alguien tiró de Luhan, intentando liberar a Minseok.
—¡Ayúdenlo! Por favor ¡AYÚDENLO! —suplicó. El hombre extendió a Minseok en el suelo y revisó su pulso y levantó sus párpados. Dirigió su vista a alguien tras Luhan y sacudió la cabeza. Luhan miró al hombre, sus ojos se ampliaron.
—¿Qué significa eso? ¡¿POR QUÉ ESTÁ SACUDIENDO LA CABEZA?!
Empujó al hombre de Minseok y lo sostuvo entre sus brazos. —¡NO LO TOQUES! —le gritó—. ¡ÉL ESTARÁ BIEN! ¡SOLO MIRA! —Luhan comenzó a hiperventilar—. Solo mira. Él va a despertar en cualquier instante. —Luego, la visión se volvió borrosa y se desmayó, aun sosteniendo a Minseok entre sus brazos.