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Floating por Togetherweare50

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Notas del capitulo:

Moderato: velocidad moderada

 

Hola!! Perdón por no subir ayer. ^^

Lean y mueran conmigo!!

Minseok presionó su cuerpo contra el de Luhan, y trazó su  lengua sobre sus labios, animándolo a que abriera su boca y le dejara entrar. Luhan lo besó de vuelta, deslizando sus manos alrededor de su cuerpo, acariciando su espalda. Se estaban dejando llevar por las hormonas y el instinto, la fuerza la cual los empujó pasaba a un punto sin retorno.

Minseok pasó su mano por debajo de Luhan, y agarró su trasero mientras presionaba su creciente miembro contra él. Luhan gimió en su boca, y empujó sus caderas de regreso. Separando sus piernas con la rodilla, Minseok apretó su mano sobre el chico más alto, acariciando la parte posterior de su muslo, al mismo tiempo que lo embestía a un ritmo constante.

—¿Qué pasa si alguien nos ve? —Luhan jadeó, entre besos.

—Nadie viene aquí. Además, estamos escondidos de la carretera —dijo él, mordiendo su mentón juguetonamente.

Eso fue suficiente para que Luhan disipara sus miedos, tomara a Minseok por el cabello, y lo besara de nuevo. Minseok gimió y profundizó el beso aún más.

 Con los dedos temblorosos, desabotonó los pantalones cortos de Luhan y deslizó su mano dentro de ellos, apretando gentilmente su erección. Luhan jadeó. Alentándolo, Minseok movió su boca de su cuello hasta su pecho, dónde lamió su pezón antes de succionarlo, sintiéndolo endurecerse contra su lengua. Luhan gimió y empujó contra la mano de Minseok mientras él acariciaba su pene. Moviéndose hacia el otro pezón, Minseok dejó un beso sobre él, antes de continuar su camino besando el estómago contraído de Luhan, parando para succionar la suave piel debajo de su ombligo. Lo miró, buscando alguna señal de protesta por lo que iba a venir. Luhan mordió su labio inferior, sus ojos enviando un claro mensaje de que por favor continuara.

Él levantó sus caderas mientras Minseok tiraba sus pantalones, quitándoselos y arrojándolos al césped a un lado de ellos. Luhan se puso de rodillas, y besó a Minseok mientras desabrochaba sus pantalones, bajándolos hasta sus caderas. Cuando tomó su pene en la mano, se sorprendió de lo pesado y caliente que se sentía. Lo apretó un poco y Minseok gimió en su boca. Los sonidos de placer saliendo de su amante lo encendían aún más. Continuó acariciando y apretando el grueso miembro de Minseok, sonsacándole más gemidos.

—Me estás volviendo jodidamente loco —gruñó Minseok y alejó a Luhan, quitándose el resto de sus pantalones antes de presionarlo de nuevo sobre la manta y besar sus  temblorosos muslos. Gentilmente tomó su pene y pasó su lengua desde la base hasta la punta lentamente, succionándola en su pequeña y húmeda boca. Miró hacia Luhan y observó sus ojos vidriosos, y luego bajó su cabeza, hasta que sus labios rozaron su suave vello púbico.

—Minseok-ah —gimió Luhan, enredando sus dedos en el cabello de Minseok, mientras él deslizaba su boca a lo largo de su erección, solo dejándola el tiempo suficiente para succionar uno de sus testículos, masajeándolo con su lengua y sus labios. Minseok separó las piernas de Luhan, colocándolas a los lados de su cabeza, y besó la suave piel debajo de su escroto antes de pasar la lengua sobre su ano. Luhan mordió su labio y observó a Minseok mientras lamía y succionaba su lugar más íntimo. No sabía que podía llegar a sentirse tan bien. Minseok acariciaba su ano con el dedo, mientras lamía y succionaba la piel sensible, y su otra mano lo masturbaba. Lentamente, empujó un dedo dentro.

Luhan se sacudió instintivamente.

Minseok se detuvo. —¿Estás bien? Podemos parar si quieres.

—No. No, quiero hacerlo. Solo me asusta que vaya a doler. —Luego recordó algo. Estirándose, alcanzó una botella de miel que había empacado con el almuerzo y se la dio a Minseok—. Usa esto.

Con una sonrisa, Minseok tomó la botella y apretó un poco en su mano y  luego algo sobre la parte privada de Luhan. Arrojando la botella a un lado, succionó la erección embebida en miel—. Ahora sabes incluso más dulce —dijo y volvió a su trabajo, su boca sobre su miembro, mientras deslizaba un dedo sobre su entrada antes de empujar lentamente, la miel aliviando la fricción.

La cabeza de Luhan cayó hacia atrás y cedió ante el placer de la boca caliente y los dedos ágiles de Minseok. Relajó los músculos de su trasero mientras le preparaba.  Luhan gimió de placer y  Minseok gimió en respuesta alrededor de su miembro y deslizó otro dedo dentro. Luhan dejó caer sus piernas y su cabeza, tirando del césped, en éxtasis. Minseok se acercó y se inclinó sobre él, besándolo con sus labios embebidos en miel al mismo tiempo que deslizaba sus dedos dentro y fuera de él. Con cada estocada de sus dedos, Luhan dejaba salir un gemido, haciéndole saber que estaba sintiendo placer y no dolor.

Pronto, Luhan sintió que iba a perder su cabeza del placer. Se empujó contra el pecho de Minseok.  —Déjame hacerte sentir bien también, Minseok-ah.

Empujó a Minseok hacia atrás y se sentó a horcajadas en él. Presionó su cuerpo sobre el más pequeño y enredó los dedos en su cabello y lo besó con fuerza, mordiendo sus labios hinchados.

—Sabes tan bien. Solo quiero comerte.

—Por favor, hazlo —dijo Minseok, dándole una sonrisa torcida.

Luhan lo besó de nuevo, y luego se movió hacia sus pezones, mordiéndolos ligeramente, y luego aplacándolos con la lengua. Desviando su atención a la hombría de Minseok, acarició la cabeza con sus dedos delicados, logrando que sus caderas saltaran en respuesta. Se colocó boca abajo entre sus piernas y envolvió ambas manos alrededor de su erección, mientras la deslizaba en su boca. El sabor salado del líquido preseminal era casi intoxicante, Luhan cerró sus ojos y succionó más fuerte, deslizando sus dedos a lo largo de su miembro al mismo tiempo.

Minseok se apoyó sobre sus codos para poder mirar, su boca colgando en el ágape del placer, pequeños sonidos de goce escapando de su garganta.

—Luhan-ah, hhng, se siente tan bien.

Chupando la suave piel debajo de la cabeza  su miembro, Luhan sonrió, feliz de que Minseok estuviera disfrutándolo tanto como él. 

Minseok, puso una mano sobre la cabeza de Luhan, acariciando su cabello. El otro chico lo miró, sus ojos lujuriosos debajo de sus largas pestañas.

—Eres tan jodidamente hermoso —dijo Minseok—. Vas a volverme loco. Quiero cogerte tanto, Luhan. Por favor, necesito estar dentro de ti.

Luhan se sonrojó aún más y le preguntó a Minseok: —¿Cómo me quieres?

Tomando la miel, Minseok roció un poco sobre su miembro duro y luego le hizo una seña a Luhan para que se acercase.

—Te quiero encima de mí. Quiero verte mientras me usas para complacerte.

Luhan se posicionó sobre Minseok y  se dejó caer hasta sentir la punta de su pene contra su ano. Minseok puso sus manos sobre sus caderas, estabilizándolo.

—No quiero lastimarte, así que solo haz lo que te haga sentir bien.

Luhan asintió y lentamente empujó hacia abajo, cerrando sus ojos ante el dolor cuando la cabeza de Minseok entró. Se quedó inmóvil, obligándose a relajarse, antes de presionar hacia abajo sobre Minseok. Entonces lo sintió. Minseok tocó algo en su interior que provocó que una ola de placer lo invadiera. Soltó el aliento que había estado conteniendo y dejó caer su cabeza hacia atrás. Movió su cuerpo luego, lentamente, meciendo sus caderas como si estuviera montando una ola,  pequeños suspiros saliendo de sus labios.

—¿Se siente bien, Luhan? —Minseok preguntó, sus dedos sujetando sus caderas.

Luhan dejó escapar un suave gemido, y apretó los antebrazos de Minseok.

—Dilo —Minseok empujó sus caderas—. Necesito oírte diciéndolo.

—Se siente bien —Luhan susurró, sin aliento.

—No puedo oírte.

Inclinándose hacia Minseok, Luhan lo besó. Rompió el contacto y dijo en el tono más alto que nunca había usado, normal para cualquier otra persona: —Se siente tan bien… que voy a morir si no me coges ahora.

Minseok gruñó y tiró de él hacia abajo, mientras empujaba sus caderas hacia arriba para embestirlo, hasta que estuvo completamente enterrado dentro. Luhan jadeó en su boca, y meció sus caderas hacia adelante mientras se penetraba así mismo adentro y afuera. Cada estocada sonsacándole un pequeño gemido.

—Ah...ah… ung... ung... ung... oh, Dios, se siente tan bien.

Minseok se aferró a su cuello, chupándolo y mordiéndolo a medida que se sentaba, moviendo a ambos hacia atrás,  hasta que Luhan quedó acostado en la manta, dónde levantó sus rodillas y caderas para poder  rehacer su camino en su interior.

Luhan gimió. Con cada nueva embestida de las caderas de Minseok, quería más. Necesitaba más.

—Más fuerte —susurró.

—¿Qué es eso? No puedo oírte —Minseok preguntó, descendiendo el ritmo de sus caderas.

Luhan lo miró y abofeteó su cadera. —¡Maldición, Minseok! —rogó—.¡Cógeme! ¡Más fuerte! ¡Por favor!

Minseok sonrió. —Bien, ¿por qué no lo dijiste? —Luego empujó con más fuerza, haciendo a Luhan gritar de placer—. ¿Quieres más fuerte? Te daré más fuerte. —Minseok apoyó sus manos a cada lado de su cabeza y apretó las caderas contra sus muslos, enterrándose en su interior.

Luhan se aferró a los brazos de su amante, su cuerpo sacudiéndose ante el poder de cada embestida. Pronto, un nudo de placer comenzó a desplegarse desde su estómago, el vello rizado haciéndole cosquillas en los testículos, provocando que se tensen.

—Creo que me estoy… viniendo. Ah, mierda, me estoy corriendo… ung… ung...

Minseok se inclinó y lo besó, metiendo su lengua dentro de su boca hasta alcanzar con ella el mismo ritmo de sus caderas. Pronto, él también estaba en el borde. —Córrete conmigo, Luhan. Quiero ver tu rostro mientras te corres.

Se miraron a los ojos, como reflejos en un espejo, observando el placer sobrepasándolos. Luhan se vino primero, sus testículos se tensaron, y liberó su semilla sobre su estómago y su pecho. Viendo la expresión de éxtasis en el rostro de su amante Minseok se corrió junto a él, manteniéndose  dentro del chico que amaba.

Minseok inclinó su frente contra la de Luhan, tratando de recuperar el aliento. —Te amo, Luhan.

Pasando sus manos sobre la espalda empapada de sudor de Minseok, Luhan sonrió. —Creo que te amo, también.

El otro chico sonrió y lo besó. Luego se retiró y le sonrió para decirle: —Aceptaré eso por ahora. 

Notas finales:

¿Qué les pareció?

A mi me dio algo cuando lo leí. 

Muchas gracias por siempre leernos!


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