---Cap 1---
Otro día más de mierda viendo ese estúpido color amarillo pollito en su cabello. Tanto peróxido seguro ya de daño el cerebro. Odiaba tanto a ese maldito.
Se preguntarán de quién hablo, pues nada más y nada menos que de Akira Suzuki, el maldito infeliz que me quitó a mi novia hace ya tiempo. Me deja un poco tranquilo que ésta lo engañó.
Si mi vida escolar ya era bastante jodida –Aunque en mis notas no me iba tan mal.- con tener que verle la cara mis días se arruinaban completamente. No era por mi ex, debo admitir que no le tomé tanto cariño y ya sabía que era una de esas chicas fáciles.
Y hablando del rey de roma, éste se aparece por la puerta, sentándose en su lugar, mejor dicho, desparramándose en su lugar. Nada le da pena y tiene ese ego de “yo soy genial, y los demás no me importan”. Me dan ganas de ahorcarlo con ese trapo que le atraviesa la cara.
Honestamente, por mucho que lo odie, no dejo de pensar en él, me hace perder toda la fe en la humanidad. Es una basura de persona. Aunque dejar de insultarlo me resulta difícil un poco de música siempre es buena, me relaja y hace que me olvide del desnalgado ese.
Saqué mis audífonos, me dejé llevar por la música y no en mucho tiempo ya ni me acordaba de la escoria amarilla. Mi mente de momento estaba en blanco, tarareaba las canciones. Sin embargo, lo bueno no dura mucho, las clases comenzaron y no me quedó de otra más que poner atención si no quería atrasarme.
-Por favor, me entregan el trabajo que les pedí para hoy.
-¿Cuál trabajo?, Yo no recuerdo que haya dejado algún trabajo –Comentó en malandro que no quieren en su casa.-
-Pues usted Suzuki tiene una muy mala memoria y está reprobando mi materia, así que será mejor que se ponga al corriente.
-Neh, mejor mañana.
Éste nunca va a cambiar. Me levanté de mi lugar para dejar el trabajo en el escritorio del profesor, acto que después los demás alumnos también hicieron.
-Takashima, muy bien, usted es el único que lleva diez hasta ahora.
No quería responder así que simplemente sonreí.
-Me gustaría que Suzuki fuera igual de responsable que usted, podría darle algunos puntos extra si los llegara a necesitar si acepta ser el tutor de Suzuki.
Prefiero cortarme el pene. Pensé para mis adentros.
-Suena bastante interesante, pero de momento no tengo tiempo.
-No hace falta, puede reprobarme desde ahora –De nuevo la iguana abriendo el hocico.-
-Ya está reprobado, pero podría aprobar si se pone al corriente. Le estoy dando oportunidad.
-Déjeme pensarlo. Haré lo que pueda –Después de decir eso soltó una carcajada y eso en el lenguaje del idiota es equivalente a definitivamente no.-
El profesor suspiró pesado.
-Pueden salir al descanso.
Todos salieron disparados, tenía hambre, así que me dispuse a comer. Hoy sí que no tenía ganas de hacer nada.
Saqué de nuevo mis audífonos. Volví a perderme en la música.
Tras algunas canciones, noté que la reja del jardín trasero estaba abierta. Se me hizo raro, así que me dirigí hasta ahí para ver si había alguien, porque siempre estaba cerrado. Era un jardín descuidado, se notaba por qué no abrían.
Pero, sólo me encontré al idiota fumando,
-¿Qué haces aquí? –Le pregunté.-
-Estoy fumando, ¿no es obvio?
-Vas a morirte pronto –mejor para mí.- Además ya tendríamos que estar en el salón. Más importante, ¿cómo entraste? –Ni siquiera sabía por qué lo preguntaba.-
-Fuma, folla y bebe que la vida es breve. ¿No es obvio que no voy a entrar? Llevas bastante de conocerme para saber que me vuelo la mayoría de las clases. Y entré por la puerta, igual que tú.
Quería irme, pero algo no me dejó, me quedé ahí.. Supongo que me había entrado curiosidad y quería seguir haciéndole preguntas.