---Cap 2---
Narra Akira.
Escuché la reja abrirse, no sabía quién era pero no me preocupaba. Unos segundos después pude ver que quien había entrado, sólo era Takashima. Comenzó a hacerme preguntas, tenía ese tono de molestia que siempre usaba conmigo, el cual no me importaba en lo más mínimo, sin embargo, de momento solamente quería poder fumar. Cuando me preguntó que como había entrado, le respondí de la manera más obvia que encontré
—No me refería a que si entraste por la puerta o volando, la reja siempre está cerrada.
—Hay chicas que hacen lo que sea para que las voltees a ver. Deberías intentarlo si quieres conseguir algo.
—No, yo no soy un aprovechado como tú.
—Te lo pierdes –Me estiré y bostecé, para después acostarme sobre el pasto.- Sí, podría dormirme aquí.
—Idiota, tenemos clase. Uno no va por la vida saltándose clases y durmiéndose donde sea. ¡El pasto está sufriendo!
—No lo escucho quejarse, además, ¿por qué te importa tanto? Siempre he sido así, relájate un poco. Puedes quedarte aquí, o entrar a la aburrida clase de matemáticas, yo escogería la primera, es más divertido.
—Tenemos historia. Me importa porque, tal vez sí decida ser tu tutor y tomarme un pequeño “descanso”. Y prefiero mil veces entrar a la aburrida clase de historia que quedarme aquí contigo, seguro ni se puede tener un buen tema de conversación contigo.
Estaba a punto de reírme, Takashima no sabía mentir en lo absoluto. Me resultó un tanto divertido, tal vez éste chico podía ser… interesante.
—Historia es aún peor. No necesito un tutor, no voy a subir de calificaciones, simplemente no. Así que ahora ve, disfruta de los nombres y biografías de personas que iniciaron guerras y no me importan en lo absoluto.
—Eres terco, pero sí, me iré ya. Yo no soy un irresponsable como tú.
—Oh, me halagas tanto con tus palabras.
Narra Kouyou
No quería seguir hablando con el terco que poco le importaba su vida escolar, así que sin más, me fui directo al salón.
Si bien era cierto que la case de historia era un poco –muchísimo.- aburrida. Era en la que mejor me iba, tenía una buena memoria. Por alguna razón ésta vez me quedé perdido, el idiota me corrompió.
Las clases se me pasaron muy rápido, cuando me di cuenta, ya podíamos irnos.
El día siguiente fue igual… al principio.
De nuevo me encontraba sentado viendo ese maldito cabello de mírame a… fuerza. El tarado estaba muerto de risa con algunos de sus amigos, me preguntaba que estarían viendo que les causara tanta gracia, pero por obvias razones, no iba a ir a preguntarle. No era como si pudiese llegar y decirle “Hola, Akira. Sé que te odio y te quiero seis metros bajo tierra, pero quiero saber que te causa tanta gracia. Por cierto, vas a reprobar historia, como siempre”. Es capaz de golpearme ahí mismo. Hubiese sido todo más fácil, si no estuviesen repitiendo y repitiendo el mentado video una y otra vez. La peor parte de todo es que, se reían de la misma forma que la primera vez que lo vieron. Era tan molesto.
Clase tras clase, clase tras clase. Todo seguía igual. Al salir al descanso, el idiota terminó en el jardín trasero, igual que ayer. La curiosidad me carcomía tanto que mi nivel de estupidez sobrepasó los límites, y así fue como Shima terminó de nuevo en ese jardín preguntándole al idiota por qué carajos reía tanto. Sorpresivamente accedió sin problema alguno a mostrarme el video.
No me arrepiento de haberlo hecho, el video mostraba a un niño de no más de seis años bailando, de la manera más graciosa que algún día. Terminé llorando de risa en el hombro del idiota y éste también reía, era uno de esos videos insuperables.
—¿Cómo encontraste eso? –Pregunté secándome las lágrimas.-
—Está dando la vuelta por todo internet, ¿no lo sabías?
—No, no tenía idea.
—¿Acaso no usas internet?
—No me da tiempo.. –mentí.-
—Eres un extraterrestre.
—Sólo no quiero atrasarme…
—No, no. Eso es diferente. Me lo creas o no, algún día, hace mucho, mucho, mucho, pero mucho tiempo llevé buenas calificaciones. Y tenía vida social.
—No te creo ni la mitad.
—No entré aquí por palancas, increíble, ¿no?
—Pero sí te vas a ir por pendejo.
Estallamos en risas, no me veía riendo de esa manera con el idiota, pero ocurrió.
—A lo que iba, puedes tener vida social y no ser un tetazo, recomiendo la primera opción. Empieza por ver porno o algo así.
—¡AKIRA!
Probablemente me puse rojo..