Me hice un ovillo sobre la cama mientras me abrazaba y él se sentó al filo de ella, lo observe borrosamente por las lágrimas como tomaba su ropa del suelo y se vestía. En la habitación todo sería un silencio profundo, si no fuera por mis sollozos y nuestras respiraciones. Se levantó y sin mirarme directamente, me cobijo con las sabanas de la cama y se retiró sin más.
Yo me quede hay, solo, adolorido y con las palabras en la boca…
~*~*~*~*~Fin Flash Back~*~*~*~*~
CAPITULO 2.
Eran ya las 7:00 pm. De la tarde/noche. Estuve todo el día acostado por el dolor que me invadía al momento de levantarme o hacer cualquier movimiento brusco. Pero para esas horas después de descansar casi todo el día, el dolor había cesado un poco, hasta ser soportable. Me levante a duras penas de la cama, fui a mi armario; me puse lo primero que encontré, ropa interior, una camisa blanca de manga larga y unos pantalones. Camine hasta la cocina por un vaso de agua, no había hecho completamente nada en todo el día, ni comer, bañarme, nada.
Llegue como pude a la cocina, tome un vaso de las repisas y serví en el agua. Me la tome toda de un trago, lave el vaso y me recargue en el lava trastes, me di la vuela y me tire en el piso abrazándome por las rodillas y empecé a llorar.
« Odio esto. Odio mi vida. Odio no poder expresar mis sentimientos. Odio no saber cómo decir lo siento. Odio amarlo… Estoy harto de ser tratado de esta manera. Yo te amo y no pude evitarlo. A veces dudo que tú sientas algo por mí que no sea un deseo carnal. Si tan solo pudiera verte a los ojos y saber lo que verdaderamente sientes, tal vez encontraría un señal de que tú me amas al igual que yo, o que sientes algún cariño por mí. Ya no me interesa nada, ni lo material, ni la escuela, o pagar esta tonta deuda, lo único que quiero es que de tu boca salgan esas palabras tan deseadas para mí. Quiero oírte decir que me amas como a nada en este mundo, que soy lo más importante para ti, que sin mí no podrías vivir, que me necesitas para poder sentirte completo y feliz, así como yo me siento al estar a tu lado, aunque de ti solo reciba maltratos. Tal vez tengas miedo de sentirte débil al decir esas palabras o sentir que necesitas de alguien. Tal vez tengas miedo de bajar la guardia y hacerte blando. No te pido las estrellas o el universo, tampoco las joyas más caras del mundo o una mansión, solo te pido que me ames. Me pregunto si ¿alguna vez te han lastimado? ¿O tienes miedo de mostrar que tienes sentimientos y corazón? La vida puede ser dura y cruel, cada suceso que ocurre en nuestra vida tiene una lección que par, pero… ¿Qué estamos aprendiendo de esto? Me dices tantas cosas y lo único que nunca me has dicho es que me amas, entonces nunca sabré lo que sientes por mí. Sé que es difícil demostrar tus sentimientos, pero… ¿y si ya me los estas demostrando, y soy yo el único que no los ve? Si es así, ¿Qué sientes por mí? ¿Qué sientes al estar a mi lado?
Enojo… furia… dolor… tristeza…
¿Acaso soy una carga?...
Odio el muro que has creado a tu alrededor. Yo quiero ser una persona que pueda atravesarlo, o hasta derrumbarlo y hacerte sentir bien, pero... ¿Qué hago yo para lograrlo? Trato de hablar contigo y no me escuchas, con mis besos he intentado demostrarte mi cariño, pero no lo vez, estas segado bajo ese manto de rencor y odio que llevas encima. Tal vez crees que la gente no puede amarte por cómo eres, o por quien eres; pero yo te amo, con cada uno de tus defectos y virtudes. Estoy consciente de lo que esto conlleva, y ¿Qué más da? Si esto me permite ser feliz; Y creo que no solo a mí.
La verdad a veces no sé qué pensar. Me digo que no tengo que amarte de esta manera, pero solo te veo y todo se me olvida; recuerdo que cuando no estas me siento solo, desprotegido, sin rumbo.
El tiempo pasa, personas nacen, cresen, ríen, lloran, sueñan, pero todo los lleva a un solo final, morir. Así que tenemos que vivir y amar a quien se nos plazca sin importar nada, porque todo terminara con un suspiro. Y en ese momento nos damos cuenta del tiempo que hemos perdido. Por eso me he dado cuenta que te amo. Y no quiero cometer este error que vivirá conmigo para siempre, preguntándome que pudo ser de nosotros...
¿Pero cómo decirte que te amo?... »
—Ayase, ¿Qué haces ahí tirado? —escuche la voz de Kanou-san desde la entrada de la cocina. Yo levante mi cabeza rápidamente sorprendido, mi cara estaba toda llena de lágrimas y mi cabello echo un desastre. Cuando me miro sus ojos se abrieron mucho y su cara mostro una mueca de preocupación— ¿Qué ocurre Ayase? —camino hacia mí, lo mire directo a los ojos y mi corazón empezó a latir como loco, mi respiración se hizo irregular y por instinto me pegue más a donde estaba recargado.
— Es-estoy bi-bien… —le dije y se acercó más a mí.
—Ven, te ayudo a levantarte —Me dijo el extendiéndome sus manos cuando se encontró enfrente de mí y me miraba desde arriba. Yo mire sus manos y después lo mire de nuevo a él. Kanou-san doblo las radillas hasta estar a mi estatura. Me tomo de las mis muñecas y me dolió como el infierno.
— ¡Auch! —grite con un gemido de dolor y él me soltó. Me miro a los ojos y yo agache mi cabeza, tomo mis manos delicadamente sin apretarme y levanto la manga de mi brazo derecho y ahí estaban sus dedos delineados y marcados de un color azulino y morado; después levanto la otra manga y estaba de la misma manera. El miro mis moretes detenidamente y las soltó para abrazarme fuertemente contra su pecho. Me quede sorprendí y me quede quieto. Estaba temblando a más no poder y mi corazón latía a mil, y respiraba con notable dificultad.
—Lo siento Ayase —dijo apenas audible. Se separó, yo seguía con mi cabeza agachada, el con su dedo me la levanto hasta que nuestras caras quedaran una enfrente de la otra, acerco su boca lentamente hasta estar a centímetros de que me besara y yo cerré mis ojos fuertemente. Pasaron los segundos y no pasó nada, abrí los ojos y el solo me miraba. Su mirada era profunda y ensombrecida, se separó y con cuidado me cargo.
« ¿Qué fue eso? ¿Por qué se detuvo? ¿Por qué no me beso? Acaso... ¿ya no le gusto? »
Camino hasta la sala y se sentó en el sillón conmigo en sus piernas y abrazándome.
—Ayase he pensado en algo desde hace tiempo y cada vez me convenzo mas de que es lo correcto. —me dijo y yo me separe un poco para mirarlo a la cara.
— ¿En-en que has pe-pensado? —pregunte temeroso.
—En que… sería mejor si olvidamos la deuda y te dejo libre. Es lo mejor para los dos. —me dijo mirando a la nada.
« ¡¿Qué?! Pero yo no me quiero alejar de ti, yo no puedo vivir sin ti ¡no es lo mejor para nadie! »
Lo mire por un rato analizando lo que me acababa de decir. No podía creer lo que me estaba diciendo, había dicho esa palabras que por tanto tiempo había estado queriendo que dijera. Hasta este momento.
—Debes de estar feliz ¿no?...
« ¡No! Claro que no. »
—Es lo que desde el principio has querido…
« Sí, pero ya no más. »
—Sé que en todo este tiempo no has recibido más que maltratos conmigo…
« Eso ya no importa. »
—Y que solo has estado por mi culpa en situaciones poco prometedoras…
« Pero tú siempre me salvabas. »
—Siempre te he obligado a tener sexo conmigo… en pocas palabras te violaba…
« Pero ha sido la única forma en la que te he sentido completamente conmigo, y si me amas ya no importa más. »
—También te he retenido aquí como un prisionero, privándote de las personas y prohibiéndote ir a la universidad que era lo que tu más querías…
« Sí, pero si no conociera ese “amigo” obsesionado conmigo que tenía, quien sabe que me hubiera hecho. »
—Así que… que creo, que es lo mejor. Tú podrás mudarte a tu antiguo departamento y harás lo que se te plazca y yo seguiré con mi vida.
Cuando termino de hablar me miro y espero una respuesta. Yo no sabía que decir, no quiero separarme de él.
—Te puedes ir mañana mismo si lo deseas. —me dijo. Su rostro mostraba tanta tristeza.
—Kanou-san… yo…