—Te puedes ir mañana mismo si lo deseas. —me dijo. Su rostro mostraba tanta tristeza.
—Kanou-san… yo…
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CAPITULO 3.
—Kanou-san… yo… está bien. —le dije y me levante de su regazo, pero mis piernas fallaron y casi caigo al suelo; si no fuera porque sus grandes y fuertes brazos que me detuvieron para no caer.
— ¿Estas bien? —me pregunto atrayéndome a su pecho.
— Eh… sí, e-estoy bien —Sentí como me levanto en brazos —estilo princesa— y caminaba a su cuarto, yo recargue mi cabeza en su pecho. Se acercó a su cama y me acostó en ella, después se fue a poner su pijama al armario, estaba de espaldas y seguí con mi vista cada uno de sus movimientos, observe como se quitaba su corbata, el saco, su camisa y con eso me dejaba ver su bien formado cuerpo, tenía una espalda ancha y bronceada, lo miraba tan detenidamente que no me di cuenta que él me estaba mirando también y nuestras miradas se unieron, en ese momento sentí arder mis mejillas y me recosté de lado rápidamente con la cobija tapándome completamente todo.
Después de un rato la habitación estaba a oscura, a excepción de la luz de la luna que se metía por la ventana. Sentí como se metió en la cama y me quite la cobija de la cara para mirarlo, pero estaba dándome la espalda, tenía tantas ganas de acercarme a él y abrazarlo y decirle que lo amo, que me quiero quedar con él por siempre, que olvidemos todo, que empecemos desde cero, pero simplemente no pude.
Poco a poco me fui quedando dormido hasta no saber nada más. Cuando desperté no estaba el a mi lado, me senté y voltee a todas partes para ver donde se encontraba Kanou-san, pero no estaba por ninguna parte, solo encontré una nota sobre la cama que decía: “Kuba llegara por ti a las 3:00pm. Para llevarte a donde tú quieras. Adiós.” Suspire, la tome y la hice bolita para aventarla a alguna parte de la habitación.
« ¿Por qué tienen que ser las cosas tan difíciles?»
Tenía que levantarme para hacer mis maletas e irme de este lugar que he llamado casa por más de 2 años, no quería irme pero tenía que hacerlo. Mi corazón decía “quédate y habla con él”, pero como siempre mi cabeza decía lo contrario. Opte por hacerle caso a mi cabeza.
Me levante y me senté a la orilla de la cama, me observe las muñecas todavía un poco amoratadas, ¿me había vuelto un masoquista acaso? ¿O por qué me enamore de alguien como él? Alguien que destruye todo a su paso, alguien de quien solo recibirás maltratos.
« ¿Por qué?... »
Me baje de la cama y me encamine al armario a tomar un cambio de ropa para bañarme. Cuando tome mi ropa me encamine al baño, puse mi ropa sobre el tocador, me mire al espejo, ¿ese era yo? Me miraba tan… triste.
Mire mi reflejo por un momento y recordé cuando apenas había empezado este tonto jueguito y él me obligo a mirarme el espejo mientras hacía “eso”.
Me aparte y abrí la llave del agua, me quite todo lo que traía enzima y me puse abajo del chorro de agua tibia, sentir el agua en mi piel me relajaba mucho, me hacía olvidar todos los problemas. Termine de bañarme, cerré la llave del agua, tome una toalla y me seque. Me puse la ropa que había tomado un rato atrás, y volví a la habitación. Todo era un profundo silencio, aunque eso no era muy extraño; porque esta situación era de todos los días, ya me había acostumbrado, hasta el punto de agradarme estar solo, cosa que antes le temía mucho.
A pesar de todos los malos momentos con Kanou-san aprendí mucho, prendí a no temerle a la soledad, a que las cosas no son como aparentan y que no hay que confiar en todos, que también hay personas malas y… sobre todo a amar.
Tome una maleta del fondo del armario, la arrastre por todo el piso hasta llegar a la cama y ponerla encima de ella, deslice el zipper para abrirla, me devolví al armario y tome toda mi ropa, di unos 3 viajes y cuando estaba revisando que nada me faltara mire en una esquina; ahí estaba un pequeño conejito con un reloj entre sus manos y con un traje (conejo de Alicia en el país de las maravillas); sonreí al recordar cómo había obtenido ese muñeco, recuerdo que Kanou-san me había invitado a la feria, aun por todo el trabajo que tenía, solo porque su hermano nos dijo que era genial y yo me emocione, ese día aunque raro, fue muy especial.
Tome el muñeco en mis manos y me senté en la cama mirándolo detenidamente y acariciando sus orejas, en eso miro como un gotita de agua caí en su ojo y me toco las mejillas; estaba llorando y no podía dejar de hacerlo, la sensación y el sentimiento se hizo cada vez más grande, y termine por tumbarme en la cama llorando a mas no poder mientras abrazaba al pequeño conejo albino. Cada momento vivido con Kanou-san se pasaron por mi mente como una recopilación de ellos.
« ¿Por qué las cosas tiene que ser de esta manera? ¿Acaso no podemos tener una vida feliz?... yo… podría arreglar las cosas, podría decirle lo que siento, tal vez el… también me ame, solo tal vez podemos tener una vida feliz juntos, sin maltratos, sin gritos, sin peleas o discusiones, una vida armoniosa y seria… pero la decisión está tomada. Me iré a mi viejo apartamento, terminare la universidad, conseguiré un trabajo de medio tiempo, pero sobre todo tratare de olvidarlo, y olvidar toda esta situación.
Si puedo… »
Me enderece y limpie las lágrimas.
« ¡No más lagrimas! Las cosas se van a solucionar. Yo lo se… »
Me baje de la cama y cerré mi maleta con todas mis cosas, la baje al piso y empecé a caminar fuera de la habitación con el conejo debajo de un brazo. Llegue a la sala y observe todo, esta sería la última vez que la mirare, sinceramente extrañare este lugar.
« Y sobre todo al dueño »
Mire encime de un buró donde estaba una lámpara, una libreta y me acerque a ella, deje el conejo encima de un sillón junto a mí y tome la libreta y una pluma. Si no puedo decirle mis sentimientos de frente y menos verbalmente, le dejare una carta.
Cuando termine de escribirla, me levante con el conejo y la carta en manos, volví al cuarto y doble la carta, la deje dentro de uno de sus sacos que estaban en el armario y me fui por mis maletas, en ese momento suena el timbre de la casa, corro para abrir y era Kuba-san, le digo que pasa y eso hace.
— ¿Listo para irnos? —me pregunta tomando mis maletas.
—Si. —le contesto. El solo asiente y se dirige hacia la salida.
Cuando estaba a punto de cerrar la puerta de la casa le eche una última mirada y me fui.
~*~*~*~* P.O.V. KANOU *~*~*~*~
« Odio mi vida. Por primera vez en toda mi existencia, verdaderamente odio mi vida. »
Eran alrededor de las 11pm. De la noche; iba en mi auto rumbo a casa con una pequeña esperanza de encontrarme a Ayase con su encantadora sonrisa y su tierno “bienvenido Kanou-san” pero sé que eso es imposible, Ayase se fue para siempre de mi vida, y aunque lo quiera a mi lado es lo mejor para él. Él se merece a una persona mejor, lo extrañare demasiado, si pudiera cambiar todo lo que le hice sin dudarlo lo haría. Pero no puedo, solo lo he maltratado, golpeado, violado y jugado con él, trate de ser una persona diferente, trate de portarme diferente, pero me desesperaba que él no me amara como yo lo amo. No me extrañaría si me odiara o sintiera asco por mí, sería lo más razonable.
Llegue al estacionamiento de mi departamento y me estacione en mi lugar habitual, baje de mi auto y camine hacia el elevador, una vez dentro seleccione el número de mi piso, espere recargado en la pared y con mis manos dentro de mis bolsillos de mi pantalón.
« Tal vez si nos hubiéramos conocido en otra situación, cada quien con una vida diferente, sin complicaciones, tal vez así podríamos estar juntos, hasta podríamos haber tenido una familia. »
Las puertas del elevador se abrieron y yo salí de él, camine hasta mi departamento, saque las llaves de mi bolsillo y abrí la puerta. Y lo único que escuche al entrar fue: un silencio profundo. Cerré la puerta, camine hasta mi cuarto y me eche en la cama.
—Ayase… —susurre.
«Te amo. Te amo. Te amo. Te amo como nunca he amado nada en toda mi vida, te extraño, quiero que estés junto a mí y nunca te vayas de mi lado ¿es mucho pedir tu amor? Solo pido eso. No quiero nada más, si pudiera dar todo el dinero que tengo, completamente todo lo que me pertenece, lo haría, solo para escucharte decir “te amo” no desea nada más.
Solo tu amor… »
Me senté en la cama y talle mis ojos, ¿Cómo pude enamorarme de él? ¿De un hombre? Suspire y me levante para cambiarme. Una vez con la pijama puesta apague todas las luces y me acosté en mi cama, ahora vacía, solo escuchaba mi respiración, acaricie el lugar que Ayase ocupaba. Me acomode en mi lugar, cerré mis ojos y me dormí.
En la mañana siguiente seguí la rutina de siempre, bañarme, ponerme un traje, desayunar e ir al trabajo. Lo primero que hice al llegar a la oficina fue hablarle a Kuba.
— ¿Me hablo señor? —pregunto Kuba entrando a mi oficina.
—si Kuba. Te mande hablar para preguntarte sobre Ayase, al final ¿A dónde fue?
—A su viejo departamento señor.
—bien. ¿Y te fijaste que tuviera todo lo necesario?
—Sí señor.
—Bien… —metí mi mano al bolsillo de mi saco para sacar un cigarro y sentí algo diferente a eso, saque el objeto desconocido y era un papel doblado.
Lo desdoble y era…
« ¡¿Una carta de Ayase?! »
Empecé a leerla y decía:
“Hola Kanou-san.
Seguramente cuando estés leyendo esto yo ya no este contigo.
Como te has dado cuenta yo soy una persona que no sabe expresar muy bien sus sentimientos, pero hare mi mayor esfuerzo.
Bueno, contigo he vivido muchas cosas y algunas demasiado malas (cosas que no hay ni que mencionar) ; pero también aprendí cosas buenas como que todas las personas que por más duras que se vean tienen corazón y tú eres el vivo ejemplo, si, aunque he recibido muchos maltratos tuyos yo sé que tienes corazón y que en el fondo lo único que buscas es amor, y yo trate de dártelo, trate de darte lo más que pude, de todas las maneras posibles pero tú nunca te diste cuenta. O tal vez sí, pero no te importo.
Te amo Kanou-san
Como no tienes una idea; a pesar de todo me enamore de ti y llegue a amarte con todo mi corazón. Perdón por no ser suficiente para ti, y también perdona por hacerte enojar pero para mí es muy difícil demostrar mis sentimientos y más cuando son tan intensos, nunca en mi vida he amado a alguien como te amo a ti. Y te perdono cada una de las cosas que me has hecho.
Gracias por todo, espero y que tú al menos hallas sentido un poco de cariño por mí.
Te ama Ayase, adiós.”
« ¿A-Ayase me ama? No es cierto, tiene que ser una broma, ¿Por qué no me dijo nada? ¿Cómo es posible? Dios… ¿Qué rayos he hecho? »
Baje la carta, esto era demasiado, a pesar de todo el… me ama…
— ¿Qué rayos te sucede Kanou? —escuche la voz de Someya.
— ¿he?
— ¿Por qué tienes esa cara?
— Necesito salir de aquí. Kuba encárgate de los pendientes y cóbrale a este travesti.
— Sí señor. —contesto Kuba.
Una vez fuera de mi oficina con gente confundida dentro, casi corrí al elevador, presione rápido el botón de “planta baja”. En cuanto se abrieron las puertas del elevador corrí hacia mi auto…
No supe cómo le hice para poder llegar tan rápido al departamento de Ayase, pero ya me encontraba en su puerta.
« ¿Y qué le digo? »
No había pensado que decir cuando lo viera.
« ¿Y si mejor vengo después? »
Entonces cuando estaba a punto de darme por vencida, dar media vuelta e irme; la puerta de su departamento se abrió dando a lucir un Ayase muy sorprendido.
— ¿Ka-Kanou-san? —Dijo con sus ojos azules muy abiertos— ¿Qué haces aquí?
—Yo… —no sabía que decir entonces opte por…
~*~*~*~* P.O.V. AYASE *~*~*~*~
No podía creer lo que estaba ocurriendo, Kanou-san estaba en mi departamento y me estaba besando de una manera que nunca había hecho.
« Tan tierna… &… llena de amor… »
Me abrazo y me adentro al departamento, cerrando la puerta con mi cuerpo cuando lo recargo en ella. Cuando me dejo en el suelo también dejo de besarme pero puso sus manos en mis mejillas y pego su frente con la mía.
—Lo siento —Susurro con sus ojos cerrados—. Siento todo lo que mi existencia te ha ocasionado —Abrió sus ojos y miro fijamente los míos —. Perdón por ser un tonto y no darme cuenta de lo que sentías.
No sabía que decir o hacer, todo era tan confuso y estaba pasando demasiado rápido.
—Leí tu carta —me tense— yo también te amo.
« ¡¿Qué?! ¿Qué rayos acaba de decir? No es cierto… tiene que ser una vil broma ¿No? Si, tiene que ser eso, mi cabeza me está jugando una mala pasada. »
— ¿Qué? —pregunte incrédulo, sin poder creer lo que acababa de escuchar.
—Te amo Ayase, no sabes cuánto. —lo mire fijamente y levante mi mano para tocar su rostro, le acaricie toda la cara hasta llegar a sus labio y seguí todo su contorno —. Di algo.
—Eres… real. —es lo único que pude decirle.
El me miro extrañado y me dio una sonrisa ladeada antes de besar de nuevo mis labios; yo pase mis brazos por su cuello y el me sostuvo por mi cintura.
—Soy real —dijo cuándo nos separamos por aire. Yo me sonroje.
—Encontraste mi carta —le dije cabizbajo.
—Me impresione mucho cuando la leí.
Mantuve mi cabeza agachada estaba muy nervioso y avergonzado de cierto modo. Lo tome de la mano y camine a mi habitación; cuando llegamos a ella, lo acerque a la cama y lo senté, para yo sentarme a horcadas encima de él. Y lo abrace como si mi vida dependiera de ello mientras el correspondía a mi abrazo. Me acerque a su oído y le susurre: “Te amo Kanou-san”
—No sabes cuánto he deseado oírte decir esas palabras. —sentí arder mis mejillas, estaba echo todo un tomate.
Nos abrazamos por un buen rato y después nos acostamos en la cama sin dejar de abrazarnos, estábamos mirándonos a los ojos, yo le acariciaba la cara, simplemente no creía lo que estaba ocurriendo, me acurruque en su pecho y aspire su olor.
Nos quedamos profundamente dormidos.