Sasuke Uchiha es un chico muy guapo; tiene una familia muy conservadora, es decir que se apela demasiado a las normas establecidas por la sociedad; sin embargo, Sasuke no es como su familia, pero debe obedecer sus normas para ser considerado parte de la familia y para no ser “desheredado” puesto que su familia es muy adinerada y Sasuke está acostumbrado a la buena vida, a los lujos y a ser obedecido por sus sirvientes… Sin embargo, la forma de ver la vida del Uchiha cambia drásticamente cuando conoce a un chico rubio de ojos azules, muy carismático y demasiado apuesto, su nombre Uzumaki Naruto.
Naruto Uzumaki es un chico carismático, feliz y amigable; vive con su madre Kushina, esta mujer es una mujer liberal, de mente abierta… desde la edad de 18 años leía mangas yaoi y veía animes del mismo género… era fujoshi declarada, toda la gente que la conocía sabia de sus gustos, había veces en que los compartía con sus mejores amigas… pero, había una de sus amistades que no toleraba esos gustos “inmorales” y por ello se alejó de ella; el nombre de esta mujer era Mikoto.
Naruto y Sasuke compartían la misma edad, tenían 18 años cuando sus madres fueron convocadas a una reunión de reencuentro de la universidad, solo de chicas; Mikoto y Kushina compartían demasiadas amistades aunque desde los 18 años no se habían vuelto a hablar, aunque Mikoto era quien se había alejado de ella, Kushina no iba a perseguirla… también tenía su dignidad.
Kushina ya tenía 36 años, como no tenía marido decidió que Naruto la acompañaría a dicha reunión, aunque tampoco pensaba imponérselo, así que le preguntaría… Kushina estaba en la cocina preparando un muy delicioso ramen cuando escucho que su hijo bajaba las escaleras, le llamo
- Hijo, ¿Puedes venir un momento? – Naruto no le contesto, solo escucho como los ruidosos pasos de su hijo se dirigían hacia donde ella estaba.
- ¿Qué deseas, mamá? – Kushina se volteó para mirarlo, dejando la olla de ramen cocinándose a fuego lento
- Hijo, hoy tengo una reunión de exalumnas de la universidad… ¿Te gustaría acompañarme? – Naruto en verdad no quería asistir a esas reuniones de adultos, se aburría demasiado… pero tampoco podía dejar sola a su madre, después de todo solo eran ellos dos… tenían que apoyarse mutuamente, sino quien lo haría.
- Claro, mamá, ¿Cómo tengo que ir vestido? – Kushina le sonrió agradecida
- No es una fiesta formal, así que ve como mejor te parezca, pero no demasiado pandroso, ¿Esta bien? – Naruto se miró de reojo y se dio cuenta a lo que su madre se refería, pues llevaba puesto unos jeans rasgados y una camiseta blanca, no muy bien lavada
- Esta bien, mamá, me pondré unos jeans presentables y una camisa de etiqueta, pero olvida el saco, eso no me va –
- ¡Gracias hijo! – Dijo una sonriente Kushina y volteo a ver como iba la cocción del ramen
- Voy a cambiarme, ¿A qué hora nos vamos? – Dijo Naruto mientras se volteaba para regresar a su habitación, esperando la contestación de su madre
- En unas dos horas, después de comer y de arreglarme un poco – Dijo Kushina realmente complacida de que su hijo haya aceptado acompañarla
- Esta bien, madre – Y se fue a su habitación a cambiarse, se puso un pantalón de mezclilla entubado y que se ajustaban perfectamente a sus piernas y una camisa negra de manga larga, se la abotono dejando desabotonados los dos últimos botones, cercanos a su cuello, se acomodó el cuello de la camisa y bajo a comer, la comida transcurrió completamente en silencio, después su madre fue a arreglarse y vestirse, se puso unos jeans rojos y una blusa de manga larga que tenía una abertura en la espalda en forma de circulo, negra… se veía muy bien; cuando estuvo lista se fueron a la dichosa reunión.
Mientras esto pasaba en la modesta casa de los Uzumaki, los Uchiha estaban vistiendo sus mejores galas porque Mikoto había decidido llevar tanto a su hijo como a su marido porque no era bien visto, según ellos, que una mujer casada llegará a cualquier lugar sin su marido y ella no estaba dispuesta a ser la burla de esas mujeres que seguramente habían hecho la reunión para presumir de sus logros o para burlarse de los fracasos de las demás. Mikoto no le pregunto a su hijo si deseaba acompañarla, solo se lo impuso, le dijo
- Sasuke, toma – Dejando en su cama un smoking negro perfectamente acomodado – Ponte esto, iras junto con nosotros a una reunión de mujeres que conocí en la universidad – Cuando vio que Sasuke iba a protestar, no lo dejo hablar y mirándolo fríamente – No acepto un no por respuesta o ¿es que acaso no quieres tu mesada de este mes? – Ante esas palabras Sasuke hizo un gesto de fastidio, con esa expresión su madre se dio cuenta de que él había aceptado – Te espero abajo, nos iremos en unos minutos – Sasuke no contesto, solo tomo la ropa y se metió al baño para asearse y vestirse
- ¡Que fastidio tener que obedecer en todo!... todo sea por mantener mi estilo de vida – Diciendo eso abrió la regadera y se dispuso a asearse, al terminar de lavarse se secó su cuerpo y se puso el dichoso smoking… se veía realmente apuesto, aunque él consideraba que ese no era su estilo
Bajo y su madre le dijo – Te tardaste bastante, vámonos – Mikoto vestía un vestido largo negro y un abrigo café, su pareja vestía un smoking bastante parecido al de Sasuke, esa familia se veía armoniosamente combinada… proyectaban clase, pero a pesar de eso también proyectaban soledad y desapego.
La reunión se estaba llevando a cabo en un salón grande; había una mesa llena de aperitivos, había un pastel en el centro de dicha mesa, también había bebidas tanto embriagantes como refrescos y aguas… había de todo; habían dejado un gran espacio para que las personas que quisieran bailar pudieran hacerlo, como eran pocas chicas las que asistirían a la reunión se dispuso una mesa grande con sillas para que pudieran conversar a gusto, empezaron a llegar las personas, primero llego la familia Uchiha y se sentaron los 3 juntos de un lado de la mesa; llegaron hasta el último Kushina y Naruto, solo quedaban dos asientos, justo los asientos que estaban frente a Mikoto y Sasuke, como si se hubieran puesto de acuerdo Kushina se sentó en el asiento que estaba en frente del de Mikoto y Naruto en el asiento que se encontraba en frente del de Sasuke, al mismo tiempo; las reacciones de Mikoto y Sasuke fueron tan diferentes.
Mikoto al mirar que Kushina se había sentado frente suyo le volteo los ojos primero y después volteo completamente su cara hacia donde estaba su marido diciéndole
- Esto es bastante incomodo –Sin importarle que había sido escuchada por Kushina, Naruto se molestó al ver esa actitud tan grosera por parte de esa señora, pero su madre lo tranquilizo con la mirada, Naruto interpreto su mirada *No pasa nada, tranquilízate* y como para confirmar su interpretación Kushina le sonrió y él sonrió, sin darse cuenta que estaba siendo observado por el chico enfrente suyo… Sasuke no miro a Naruto con desprecio como Mikoto lo había hecho… Sasuke lo miro con admiración, no sabía porque su madre había sido tan déspota con esa mujer, y la verdad no le importaba demasiado; ahora lo único que le importaba era conocer más y más a ese chico tan apuesto, a ese chico que podía sonreír tan fácilmente, a ese chico que podía seguir siendo como era a pesar de ser visto por tantas personas de manera grosera; él lo veía como hipnotizado, salió del trance cuando vio las hermosas orbes azules posadas en él, aunque no le gustaba como lo miraban esos ojos, después de todo Naruto se había dado cuenta de que Sasuke era hijo de la mujer que había sido tan grosera con su madre e inevitablemente pensó que él era igual de intolerante que su familia y por ello la mirada hacia el Uchiha se tornó fría, eso hizo sentir un dolor agudo a Sasuke… él estaba realmente sorprendido de que pudiera sentirse vulnerable ante alguien más, pero eso es lo que le provocaba el muchacho que estaba frente a él en ese momento… Sasuke pronto se dio cuenta que no podía soportar el desprecio de ese chico, así que, decidió expresar lo que sentía, aunque sería escuchado por sus padres, viendo a Naruto con ojos amigables aunque con un brillo de galantería le dijo
- No me mires así, yo no agredí a tu madre – Naruto se sorprendió al escuchar dichas palabras; llego a admirar su valentía al hablar fuerte y claro, al escuchar dichas palabras Naruto pensó que no debía tener prejuicios, que antes de juzgar a alguien debía conocerlo bien y entonces, su mirada fría cambio a la que tenía cuando miraba a su madre, después de todo el chico que tenía delante era muy apuesto.
- Entiendo – Y la reunión transcurrió de lo más aburrida para esos chiquillos, aunque ambos se hablaban con la mirada… Sus vidas estaban a punto de cambiar y estarían entrelazadas por largo tiempo.
CONTINUARA…